Piensa en mi (COMPLETA - 41 caps)






Piensa en mí.
Cap. 1.
Esta es una historia de una amor diferente, uno que me llevó de la gloria al infierno...
Estudiaba Cine, era una joven con muchas aspiraciones del futuro pero con un anclaje muy fuerte hacía lo antigÜo. Precisamente estudié cine por eso, las actrices y actores del pasado eran mis favoritos, lo clásico, lo original.
En fin, mis lugares favoritos eran todos aquellos donde se respirara un olor a viejo: librerías, tiendas, cafeterías, bares y, sobre todo, tiendas de antigÜedades.
Mi vida parecía muy monótona, me gustaba lo blanco y negro... No sé, quizá estaba muy enmimismada... hasta que la conocí.
REcuerdo ese paseo, era por el Centro de la ciudad y visitaba un nuevo callejón, había una tienda pequeña pero con un gran aparador con bellezas antiguas y... la vi: era una Brownie-C en perfecto estado... Casi un centenario de vida, era... una rareza.
ME quedé algunos minutos estupefacta y mirando la cámara, deseaba tenerla en mis manos, utilizarla, ponerle un altar... un sinfín de cosa, pero no sabía ni el precio.
Me armé de valor y entré a la tienda, era oscura y repleta de viejos objetos pero en excelente estado, se respiraba historia en cada rincón y el aire lo reafirmaba... una nostalgia del pasado que me hizo emocionar.
Me acerqué al mostrados, no había nadie... me acerqué más y noté a alguien de cunclillas, de repente esos ojos me miraron, sentí una brisa fría por toda mi espalda y nada volvió a ser igual.
Era ella, una mujer madura... cabello corto y con vestimenta masculina. En su cara se asomaban algunas arrugas, un lunar abultado en la mejilla derecha y unos ojos penetrantes... pero fue su voz la que me dejó sin habla:
- Disculpe, no vi que había entrado alguien. ¿En qué puedo ayudarte?- dijo
Me quedé muda... no supe que decir, más que algunas palabras sin sentido:
- Yo, yo... yo... ehm, bueno... la cámara- señalé el aparador
- ¿Quiere que se la muestre?-
Asentí con la cabeza y ella fue al aparador, la trajo y la puso sobre el mostrador. La tomé, la mire... la sentí... era la gloria entre mis manos, mi mayor sueño, mi anhelo... mi... mi... miré el precio y supe que jamás podía costearla, así que fue mi decepción.
Creo que ella notó mi decepción, la miré de nuevo y me despedí... Después miré a la encargada, le sonreí y agradecí... Salí de la tienda.
Esa tarde me quedé con ambas imágenes: la de la mejor cámara en toda mi vida, aquella con la que siempre soñé; y. aquella mujer ...me pareció que su presencia coexistia en perfecta armonía con la tienda, ella era una de esas joyas que solo se cultivan con los años...
Piensa en mí.
Cap. 2
Por: -Sonia-
Pasaron un par de semanas, la Uni se tornaba algo estresante y decidí darme un gustito... caminar por la ciudad.
Recordé la cámara, recordé aquella tienda y... volví a ir, total... por mirar no cobraban.
Ahí seguía la cámara, quizá me esperaba para que la tomara entre mis manos y no soltarla jamás, suspiraba y sonreía, cerraba los ojos y me proyectaba grabando algunas historias. Hasta que, alguien salió...
- Hola, creo que olvidaste tu mascada la última vez- era la encargada de la otra vez, la que me robó el aliento y no me lo devolvió- ¿Entras?- preguntó mientras sostenía la puerta... entré.
Me detuve a recordar y, en efecto, había olvidado la masacada... era ... ¿cuál?
Ella entró a una pequeña bodega y casi enseguida salió con la mascada, era la verde... la que me había regalado mi...
- ¡Vaya que soy descuidada!- dije nerviosa - Tienes una excelente memoria- dije
Ella sonrió, pero esa sonrisa era de seducción total... me quedé embobada mirándola - Debo tener buena memoria para vender lo que hay aquí. Además, una chica tan linda no se olvida... la verdad temía un poco que no regresaras.-
¡Pum! Me cautivó por completo y me ruboricé como colegiala inocente, me quedé ahí parada sin poder decirle nada.. ella se agachó y sacó una curiosa caja de debajo del mostrador.
- ¿Sabes? Esa mascada se llevaría muy bien con este broche-
Me lo dió, era un pequeño arito con piedras verdes y hermosas incrustadas, se lo coloqué a la mascada y sí, se veía preciosa.
- ¿Cuál es su costo?- Dije algo nerviosa, sabía que era caro... y no podría comprarlo.
- Ninguno si lo aceptas- respondió sonriendo
La miré nerviosa, le dije que no y se lo devolví. Ella insistió, tomó mis manos y puso el broche en ellas.
- Solo tengo una condición- dijo
La escuché atenta...
- Me gustaría que vinieras a verme, tienes buen ojo para las antiguedades y necesito ayuda para clasificar objetos... te ofrezco un salario y los horarios que mejor te queden-
-¿Es en serio?- pregunté asombrada
-Sí, por cierto... soy Bety, la dueña del lugar-
Estrechamos nuestras manos y acepté su condición, salí miuy contenta y fui rumbo a mi casa.
Mi celular sonó...
Piensa en mí.
Cap. 3
Por: -Sonia-
- Hola, amor- dijo la voz detrás del teléfono... Era mi novia, la que me había regalado la mascada perdida.
- Hola- dije sonriendo, aunque no era por ella...
Quedamos en comer en un lugar cercano a donde estaba y corrí hacía allá, llegué temprano y ordene algo de beber... miraba el broche, era verdaderamente hermoso.
-Perdón por el retraso, no me soltaban en el despacho- dijo y me besó, se sentó en la silla frente a la mía.
Llevaba casi 4 años con ella, me llevaba por unos 3 años. Ella era arquitecta y apenas se estaba haciendo de una carrera como asistente en un modesto despacho de arquitectura, ambas estabamos en la misma situación económica... pero la amaba, de eso estaba segura.
ORdenamos la comida y me miró...
- HAce tiempo no te veía la mascada, pensé que era tu favorita- dijo
Sonreí y acaricié su rostro, ella siguió mirando la mascada.
- ¿Y ese broche?- lo tomó y miró de cerca - Estas parecen esmeraldas- dijo asombrada... -¿ lo compraste?
No supe que decir, titubeé un poco... abrí la boca y ... - Bueno, sí...- mentí
- Debió de ser costoso, ¿te estás gastando el dinero de la beca?- dijo molesta
- Conseguí un trabajo y pensé que... no sé, un gustito-
Me lo devolvió molesta. - ¿Y dónde trabajarás?
- En una tienda de antiguedades-
- Espero te vaya bien- dijo burlona
Trajeron la comida y la miré algo incómoda, me molestaba que fuera así conmmigo... comencé a comer y pensaba en el broche...
¿Y si en realidad eran esmeraldas?
Piensa en mí.
Cap. 4
Por: -Sonia-
A partir de la siguiente semana acudí a la tienda, estaba en exámenes finales así que podía ir por las tardes, acordé junto con Bety un salario bastante modesto pues no trabajaría tan arduamente.
El primer día me mostró toda la tienda, conocía cada detalle de cada pieza, lo sorprendente es que había piezas aún más caras que la cámaras... Esas estaban en una sección reservada situada en la parte posterior de la tienda.
El área reservada parecía una sala antigua, mucho sillones, lámparas y cuadros... El ambiente ahí era aún más nostálgico, algunas piezas tenían más de 100 años de vida.
Después fuimos a la bodega, había muchas más cosas almacenadas en cajas, mi deber era ponerles la etiqueta de precio y clasificarlas por tipo de objeto, era una bodega bastante grande, Bety tenía muchas cosas.
-¿De dónde sacaste todo?- le pregunté
Al parecer su familia se había dedicado a la venta y compra de antigÜedades, ella era hija única y toda la fortuna fue para ella; era soltera y no tenía hijos... Me parecía que era muy solitaria, aunque sus ojos ardían en ganas de amar.
Comencé mi trabajo esa tarde, etiqueté algunas figuras y las limpié para ser exhibidas en el aparador, el tiempo se pasaba muy rápido entre mi maravillada vista por tantas reliquias.
Puse música, cantaba, bailaba... me sentía muy bien en ese lugar.
Piensa en mí.
Cap. 5
Por: -Sonia-
Bety ganaba mucho dinero en subastas, tenía muchos contactos y realmente era un negocio muy próspero para ella.
Habían pasado dos semanas y ese día no abrió la tienda, me pidió llegar desde temprano pues necesitaba etiquetar muchos productos para una subasta, inventariarlos y hacer el papeleo.
Así que iniciamos, al principio solo yo limpiaba y etiqueta, después ponía los códigos y poco a poco fui haciendo el rastreo y catalogando las obras... Bety casi no hablaba, estaba muy concentrada en el trabajo.
Mi teléfono sonó, era mi novia...
- ¿Quieres salir hoy?- dijo
-No puedo... mañana tengo que ir a la escuela, tengo examen- respondí
Silencio, ella sabía bien como detectar mis mentiras -Ok. Hablamos después-
Y colgó.
Creo que hice una cara muy decepcionada, así me sentía... mi novia solía ser muy posesiva y fría conmigo, pero la amaba... aún y sus ataques de querer controlar todo de mi vida.
-¿Pasa algo? - dijo Bety
- Nada, solo mi novia... - me quedé algo callada, no pnsaba en decirle nada a Bety, pero ni modo... tenía que seguir- estaba algo molesta.
Bety hizo esa sonrisa, con el tiempo supe que era su sonrisa de seducción, era sumamente atrayente, me maraba cuando la hacía... - Así suele pasar con las mujeres- dijo sonriendo
- ¿Tú... eres casada?- pregunté
- No y no tengo novia tampoco, desde hace mucho estoy soltera- respondió sonriendo
Tragué saliva y seguí trabajando, no sabía que más decir... ella, bueno.. me había dicho que le gustaban las mujeres, pero... ¿por qué me sentía tan nerviosa?
Bety me atraía mucho, como todos los objetos de su tienda... pero estando con ella, me sentía muy nerviosa.
Piensa en mí.
Cap. 6
Por: -Sonia-
Terminamos muy temprano, pero del día siguiente.
Literalmente me quedé dormida en la silla, recargándome en el escritorio, no escuché ni al camión que se llevó las cosas, solo sentí el calor de Bety en mi oreja.
- Despierta, terminamos- dijo
Yo no podía ni abrir los ojos, así que me levantó y me llevó... a no sé que lugar.
Seguí dormida, soñaba con las subastas, con Bety... sintiendo sus labios en los míos, mientras me acariciaba y ... ¡ah! Desperté.
Estaba en una habitación, realmente no tenía ninguna decoración más que pequeñas piezas de porcelana y un cuadro muy feo, a mi gusto, sentí las sábanas... era lujosas.
Bety entró con una charola, había comida. Se acercó a mi y me puso una mesa de cama.
- Es el desayuno, supongo estás hambrienta- dijo sonriendo.
- Gracias- respondí sonrojada- ¿Qué pasó?- pregunté apenada
-Te quedaste dormida y te traje a dormir aquí, pero no te preocupes, yo dormí en la otra habitación- respondió aún más apenada.
Seguí comiendo, ella no quiso.
-En cuanto termine, me voy- dije
- ¿Puedes quedarte? Quisiera... invitarte a salir, ya sabes.. por lo de la ayuda- dijo
- No es necesario, solo págame horas extras y ya- dije tratando de ser amable.
Terminé de desayunar, ella me pagó mucho más de lo acordado:
- Ve al cine, ¿si?-
Sonreí y me despedí... Le llamé a mi novia y la invité a salir, tenía ganas de ir al cine y bueno, también tenía dinero.
Piensa en mí.
Cap. 7
Por: -Sonia-
Pese a todo, mi novia y yo llevábamos ya algunos años de relación y... debo confesar que era una mujer muy guapa, me gustaba pasear de su mano, que nos vieran juntas, que mis amistades la chulearan.
ME encantaba esa vanidad, ese egoísmo narcisista de presentar a mi novia como una joya que era mía... con todos sus defectos, mía.
Y Bety, bueno... sí era atractiva pero no era del tipo de persona con el que saldría, hasta mi madre era más joven que ella... Me atraía el enigma que representaba, ese aire seductor, eso que solo se muestra en privado... En público, simplemente se acabaría el encanto.
Por eso no quise salir con ella... ¿acaso era algo malo?
En fin, esa tarde me la pase con mi novia y después fuimos a su departamento, ella estaba de lo más tierna y me lo demostraba... pero siempre me hacía falta algo con ella en la intimidad, nunca quedaba del todo satisfecha.
Ese fin de semana me quedé con ella, yo vivía con mi hermana y hermano en un departamento que rentábamos juntos... pero a veces me sofocaban, mi novia nunca quiso que viviéramos juntas, así que solo de vez en cuando iba a su casa... Ella no podía ni pararse en la mía.
La amaba mucho, pero llegaba un momento en el que miraba al horizonte y anhelaba más, recordé mi gran deseo por esa cámara... y entonces, una idea comenzó a gestarse en mi mente.
Piensa en mí.
Cap. 8
Por: -Sonia-
El siguiente Lunes apliqué un pequeño plan de acción, comencé a coquetearle a Bety, gradualmente... sonrisas, miradas, leves roces de manos o acercarle mucho mi cuerpo... un escote pronunciado, pantalón ajustado...
En fin, toda la semana estuve así y descubrí que ella me correspondía, me emocioné y mucho, ella también sabía seducir muy bien, palabras, sonrisas, caricias... regalos.
Ese Viernes antes de irme, me pagó por la semana de trabajo y me regaló un espejo.
- Para que siempre recuerdes lo bella que eres- dijo y besó mi mano.
Y ... así fue como descubrí lo mucho que mi plan funcionaría... Un broche, un espejo... ¿quién sabe? Quizá después sería una escultura, una pintura, algún sillón... o la cámara.
¿Qué si estaba dispuesta a todo por esa cámara? ¡Claro que sí! Bety me había dado la entrada perfecta pues por mis coqueteos me había dado algo.
Al salir de la tienda fui a la casa de empeño, pregunté el valor del espejo.
- Está bañado en un oro muy viejo, pero el diseño es verdaderamente hermoso- dijo el valuador
Cuando me dijó el precio no lo podía creer, era el regalo más caro que me habían dado... Creo que mis ojos se iluminaron, me emocioné...
¡Había encontrado una auténtica mina de oro!
Piensa en mí.
Cap. 9
Por: -Sonia-
Si me hablan del Karma y esas cosas de todo lo que haces se regresa... pienso que son tonteras.
Pero, hay algo que creo fervientemente, toda decisión que tomes tiene un responsabilidad enorme... y ¿saben? me arrepiento de la decisión que tomé esos días.
Seguí con mi coqueteo, cada día iba vestida más provocativamente... era obvio que Bety lo notaba, me encantaba la mirada de deseo que me regalaba, se que ella me quería para sí... pero le costaría.
Aquella tarde me senté junto al mostrador, ella acababa de cerrar y me invitó a tomar un café... Yo llevaba una blusa muy escotada y miraba un collar muy hermoso que se asomaba en el mostrador.
- Se te vería hermoso, ¿quieres probártelo?- dijo
Así lo hice, y sonriendo le pedí que me lo abrochara. Sentí sus manos rozando mi nuca, la tome con las mías y las bajé hasta mis senos, incliné un poco mi cuello y ella comenzó a besarme.
¡Al fin había caído!
Apretaba mis senos con desesperación mientras besaba mi cuello, giré y comenzamos a besarnos, sus besos eran deliciosos, sus besos guardaban muchas ganas... seguía acariciando mis senos y bajó hasta mi cadera... me puso sobre el mostrador y abrió mis piernas con las suyas... traía una falda muy corta y una ropa interior diminuta, la rozó con sus dedos...
- Estás mojada- dijo jadeante
- Sí, pero no quiero hacerlo- respondí
Me separé y me quité el collar.
- Quédatelo, se te ve divino, además... ese par que tienes- dijo
Me lo volvió a poner y le tomé la mano, nos recostamos detrás del mostrador y seguimos besándonos, ella siguió admirando mis senos (ahora desnudos) explorándolos, sintiendolos con su lengua, con sus dientes, con sus labios... mientras yo saltaba sobre ella por el placer que me daba.
Pasó un tiempo, sonó mi celular y recordé que debía ver a mi novia... me vestí y volví a besarla... Salí corriendo.
Llegué al bar donde vería a mi novia, estaba muy mplesta.
- Perdona- dije -Yo invito-
-¿Y ese collar?- dijo y miró la etiqueta - ¡Es demasiado! ¡Ni siquiera con la beca de todo el año lo costearás!
- Te.. tengo descuento en la tienda- respondí- además he trabajado duro y merezco un regalo.
Me acerqué y la besé, mis labios seguían hinchados por la sesión de besos que tuve con Bety... aunque mi novia ni sospechaba.
- Me quedé son trabajo- dijo - La renta se vence este mes y no sé que hacer-
La miré por unos instantes, me quité el collar y se lo dí... Ella me miró sorprendida y me abrazó...
- ¡Eres la mejor!- y se soltó a llorar
- Sé que harías lo mismo por mi- dije
No me importo dárselo, amaba esos momentos en los que realmente sentía que le era indispensable, que ella se tornaba tierna y vulnerable... aunque fuera solo por Interes
Piensa en mí.
Cap. 10
Por: -Sonia-
El siguiente día de trabajo se tornó algo extraño, Bety no me hablaba mucho y yo tenía miedo de haber hecho algo mal.
Traté de insinuarme, pero ella me rechazaba.. ¿y si me pedía el collar?
Me metí en la bodega, me perdí en trabajo y ni me percaté de la hora... La tienda estaba cerrada y Bety no estaba, subí a su casa.... no estaba, peor habían ruidos en su habitación, me asomé a la puerta entreabierta y ella estaba entre las piernas de una chica, incluso se veía más joven que yo.
Bajé corriendo y me fui de ahí, tenía mucho coraje.. ¿de qué? ¿de no ser la única? o... ¿de que no me estaba devorando de esa manera?
¡Ash!, me fui a mi casa y me encerré en mi habitación a pensar... ¿Por qué estaba tan molesta? No podía reclamarle nada, no éramos nada y yo no dejé que pasara todo.
Me sentía completamente derrotada, todo se tornaría aún más extraño pues trabajaría tiempo completo en la tienda, ya estaba de vacaciones.
Al día siguiente llegué temprano, la chica se despedía de Bety en la entrada... la besaba, saludé sin muchas ganas y me metí en la bodega.
Pasaron unos minutos y Bety entró:
- ¿Terminaste los pendientes?
- Sí- dije malhumorada
- Está bien, no te necesito más estos días... puedes tomarte vacaciones, te llamaré cuando te necesite.
La miré sorprendida, me acerqué a ella - ¿Por qué?- dije - ¿Me estás despidiendo?-
- No, solo que en vacaciones tendré otra ayudante- dijo
- ¿La que te cojiste anoche?- respondí molesta - ¿Es porque no quise acostarme contigo? ¡Eres una basura!
Me quité el delantal y me fui, ella me detuvo de la muñeca y me besó muy fuerte, yo estaba llorando de coraje... trate de zafarne pero cedí ante sus besos...
- Me voy- susurré
-Siempre eres bienvenida- dijo y besó mi frente.
¿Qué? ¿Ni siquiera me pidió una disculpa? De repente supe que mi plan había fallado y todo lo que pude haberle sacado, se lo había dado a alguien más.
Piensa en mí.
Cap. 11
Por: -Sonia-
Cuan rápido puede cambiar tu vida... En un instante todo cambia, se transforma.
SIn trabajo en la tienda no tenía dinero y mi novia estaba en la búsqueda de un nuevo trabajo, así que ninguna de las dos tenía dinero.
Las cosas en mi casa se ponían algo densas, no podía aportar mucho dinero ya y.. eso e frustraba.
PAsaron dos largas semanas, me quedé unos días en casa de mi novia pero también escaseaba el dinero.
- Acepté un nuevo trabajo es por 3 años- dijo aquella noche
- ¡Excelente! ¡Te dije que pronto encontrarías algo!
- No es aquí, es en provincia-
La miré incrédula -¿te vas? ¿cuando?
- PAsadomañana- dijo
Cerré los ojos y deseé que todo fuera una pesadilla, una mala broma... pero no, ella se iría.
- ¿Y nosotras?- dije
- ¿Me esperarás? Yo lo haré- y me besó
Me levanté y tomé mis cosas... me fui a mi casa, corrí, corrí mucho mientras lloraba...
¿Esperar? ¿A qué? ¿A que ella encontrara a alguien más? ¿A alguien cercano?
Llegué hasta mi casa, llegué empapada y me metí a mi cama a llorar... ni siquiera noté si estaban mis hermanos, solo lloraba... después me puse en la ventana a fumar... mirando la Luna y sintiendome estafada.
- ¡Hey!- gritaron... era... mi novia.
Sonreí y bajé a abrirle, la metí a escondidas a mi casa, a mi cama... nos desnudamos y nos sentimos por última vez, hicimos el amor como si nunca lo volviéramos a hacer... lloré al sentirla tan latentemente lejana...
El amanecer nos sorprendió y... también mi hermana, quien abrió la puerta y me descubrió sobre mi novia.
Sabía que una bomba se desataría... Tomé mis maletas y nos fuimos de ahí.
Regresé al departamento de mi novia, no me despedí de mis hermanos y ni esperé a que me dijeran algo... Pero no sabía a donde iría.
-Quédate aquí, con lo que ganas en la tienda puedes costearlo- dijo
La verdad es que mi novia pensaba que eran unas vacaciones, no le dije que no volvería ahí...
Acepté, no me quedaba más... pasadomañana ella se iría y yo... bueno, tendría que seguir mi vida.
Seguir mi vida, no capré el significado de esas palabras hasta que su avión despegó y se fue de mi lado...
Piensa en mí.
Cap. 12
Por: -Sonia-
No dure ni una semana ahí, no podía pagarlo...
Tomé mis maletas y me fui al único lugar que conocía. Toqué la puerta, ella me abrió.
- ¿Aún soy bienvenida?- dije
Ella me sonrió, me invitó a pasar...
- Gracias, Bety- dije
Y entré a la tienda por propia voluntad, me preparó un café y le conté que me habían corrido de casa y que no tenía dinero... que si podía quedarme en su sala.
- Puedo hacer la limpieza, la comida, cualquier cosa... por favor- dije
Sonrió, de esa otra manera que después comprendí que significaba un "te tengo".
- Está bien, puedes quedarte... deberás hacer la limpieza y la comida, puedes tomar la habitación de huéspedes... mi habitación está ocupada- dijo y guiñó el ojo
Ella estaba con alguien más, me tragué mi orgullo y acepté quedarme como su sirvienta, acomodé mis cosas en la habitación y comencé con mi labor.
Así comenzaron mis días, de vez en cuando miraba a chicas muy jóvenes pasearse por su tienda, mientras yo limpiaba y trataba de cocinar con ingredientes cuyos nombres no podía ni pronunciar.
Todo era tan frustrante, tan indignante...la cazadora salió cazada.
Aunque no podía quejarme, tenía un techo y comida, ropa... dinero, podía salir de vez en cuando pero ni tenía ganas. Comencé a sentir los estragos de la soledad.
¿Y Bety? Me miraba desde lejos, me sonreía... me tenía en sus pies y yo ni había sido de ella.
Aquella noche noté un conjunto de encaje en mi cama y una bata... esa era su señal, pero yo debía propiciarla.
Lo guardé por varias noches, me quedaba callada mirando como las mujeres iban y venían de su habitación, les deba regalos muy lindos y costosos... yo lavaba sus sábanas llenas de ella y sus amantes...
Y entonces supe que para volver a tener cierto control, debía hacerlo...
Así que me bañé, usé un perfume muy dulce y me puse el conjunto... me cubrí con la bata y caminé hasta su puerta, toqué.
- Adelante- dijo
Entré, ella estaba recostada en su cama, volvió a sonreir... cerré los ojos y deslicé la bata por mi cuerpo hasta que tocó el suelo.
- Ven aquí- dijo señalando la cama... fue lo último que dijo antes de tomarme complemante para ella.
Piensa en mí.
Cap. 13
Por: -Sonia-
Desperté con fugaces recuerdos de la noche anterior, Betty estaba acostada junto a mí... mirándome fijamente.
- Buenos días- dijo
ME levanté y tomé mi bata, salí de su habitación sin decir nada, fui a la cocina y preparé el desayuno, pero me sentía confundida.
No puedo quejarme, Betty me había hecho vibrar, desconocía mucho del placer que ella me brindó... sonreía mientras bebía mi café... Betty era toda una profesional.
- Está listo el desayuno, ¿quieres que te sirva?- le pregunté...
- Está bien- respondió, se sentó y leyó el periódico... solo había silencio entre ambas.
Le serví su plato, bajó el periódico y tomó mi mano... -Se te olvidó esto, seguro no será la última vez que lo usemos- dijo sonriendo.
Era ese conjunto de encaje, no dije nada y lo tomé... subí a mi cuarto a bañarme y dispuesta a iniciar mi jornada de limpieza, cuando entré a mi cuarto... miré un hermoso collar de perlas en mi tocador.
Me senté y me lo pusé, ¡era simplemente hermoso! Sonreí de nuevo, mi vida estaba asegurada de nuevo... bastaba con seguir con Betty, seguir con todo y muy pronto sería dueña de todo.
Después de eso, pasaron muchos días sin visitar la habitación de Betty, pero ella poco a poco iba cambiando; de nuevo me pidió ayuda en la tienda y con un mejor salario, ¿cómo lo lograba? usando ropa muy ajustada, lencería sexy que se asomara discretamente, escotes, minifaldas... Betty se moría por tenerme de nuevo, pero eso no le saldría nada barato.
Piensa en mí.
Cap. 14
Por: -Sonia-
Volví a la tienda, la verdad me sentía muy feliz porque mi fascinación por todos los artículos era mucha, además... podía ver las veces que fuera a la cámara de mis sueños.
Betty se mostraba un tanto más amable, yo procuraba serlo, debía de tener el control absoluto de todo.
Una noche, cuando llegué a mi habitación, noté otro conjunto en mi cama... y una bata absolutamente hermosa, se sentía tan suave....
Era momento de agradecer.
Fui a su habitación, ella me abrió y sonrió.
- ¿Vienes a presumirme?- dijo
- Vengo a mostrarte...- la besé y la llevé hasta la cama.
La recosté sobre la cama y me puse encima de ella, deshice el nudo de la bata y la dejé correr por mi espalda, yo no llevaba nada debajo.
Betty se lanzó a acariciar mis senos, a besarlos, mientras yo seguía sobre de ella, moviendome... me tomó por la cintura y me recostó, quitó la bata por completo y la arrojó al suelo.
- Sin duda te ves mejor sin ella- susurró mientras probaba cada parte de mi piel.
Yo estaba muy excitada, Betty era una de esas mujeres que disfrutas en privado, me podía excitar tan rápido que no necesitaba más que su mirada, su sonrisa... su voz, hubiera sido suya aún sin que me diera nada... pero, debía aprovechar lo dadivosa que era.
Sentía a Betty saciarse con mi humedad, llenarse los labios con la miel de los míos, mientras mi garganta estaba seca ya de tanto gritar, de tanto pedir por más... por sentirla así adentro mientras mi espalda se arqueaba como preludio a el éxtasis.
ASí pasaron las horas hasta que el Sol se asomó entre su ventana, apenas un hilo de luz nos rozó , a nuestros dos cuerpos desnudos, buscando más.. y más... mi cuerpo boca abajo y el de Betty sobre de mi, liberando su éxtasis... besando mi espalda.
Nos quedamos dormidas unas cuantas horas, pero me dió mucha hambre y me levanté... BEtty me detuvo, ella bajó a la cocina y yo me quedé entre sus sábanas.
- Se siente bien ser la dueña- dije sonriendo...
Betty subió el desayuno, comimos en su cama, yo nunca hablaba mucho, solo dejaba que ella contara historias sobre su vida... ME limitaba a sonreirle o besarla de vez en cuando.
Era Domingo, me invitó a salir pero no acepté... no estaba lista a que me vieran en público con ella, propuse películas en casa y pizza, ella accedió gustosa.
No entendía a Betty, a veces era muy fría y dominante... pero en momentos como estos se notaba ávida de atención, de cariño... de amor, en fin, yo no desviaría mi propósito... por nada.
Piensa en mí.
Cap. 15
Por: -Sonia-
Por esa noche recibí el par de aretes que iba con el collar, me parecía un buen trato.
A partir de ahí decidí atrapar aún más a Betty, a veces rozaba su mano con mi mano... a veces nos besábamos detrás del mostrador, nos acurrucábamos en su sillón, dejaba que me acariciara donde quisiera...
Y también... "me hacía el amor", así es... poco a poco Betty se fue haciendo más cursi y comencé a ir a su habitación más seguido, nunca me cansaría del mejor sexo de mi vida, el que ella me daba.
Pero noté que las caricias eran más pronunciadas, su mirada de deseo se fue transformando en cariño... mis gemidos ya no solo propiciaban su humedad, sino que había suspiros... besos suaves y repetitivos... abrazos después del clímax..
¿Acaso... Betty... se estaba enamorando de mi?
Me hice de más joyería, un bello alhajero para guardarla, ropa, zapatos, libros... todo lo que yo pedía se me daba, pero faltaba aún más.
- ¿Quieres que salgamos?- me dijo Betty un Domingo
Accedí de mala gana, me puse un gran sombrero y unas gafas enormes... fuímos al cine.
Ella tomaba mi mano, trataba de besarme y yo no la dejaba. Compró las entradas y todo lo que quería de la dulcería. Corrí a sentarme en la sala y la esperé.
Se sentó junto a mi, cuando apagaron las luces la besé muy fuerte y... comencé a comer palomitas.
Esa salida fue muy incómoda, pero lo peor se suscitó cuando llegamos a casa, Betty me reclamó por mis actitudes.
- No me gusta demostrar cariño en público- mentí... - No puedes hacer que cambie eso.
Ella me miró algo triste, me acerqué a ella... la besé -Me gusta más el cariño que mostramos en privado- metí la mano en su pantalón y nos recostamos en el sillón.
Al siguiente día recibí unos lentes nuevos, no estuvo mal para ser nuestra primera salida...
Piensa en mí.
Cap. 16
Por: -Sonia-
Estando en el mostrador conoces a mucha gente, había una clienta frecuente que me coqueteaba y yo le correspondía, era una señora como de la edad de Betty, casada con un hombre muy adinerado, muy guapa y extremadamente femenina.
Betty a veces se notaba celosa por la manera en como la clienta me hablaba, pero yo seguía con mi trabajo pues dejaba excelentes propinas.
Esa tarde llegó esa clienta a preguntar por un producto especial que había ordenado, traía dos cafés consigo y me dió uno.
- Es para ti, linda... esta tienda es muy fría, cuando quiera podemos dar una vuelta- guiñó el ojo y bebio de su café
- Gracias- dije sonriendo y comencé a platicar con ella... al parecer su esposo era un escritor muy famoso, pero nunca estaba en casa así que ella buscaba entretenerse, tenía una casa de subastas muy popular y Betty era su principal proveedora.
Betty llegó y me miró mientras la clienta y yo reíamos a carcajadas.
- Está todo bien- preguntó amable
- Betty, querida... esprábamos por ti-
- Si es respecto a su pedido, le debo una disculpa pues el embarque se atrasó un par de días, yo misma iré a verificarlo pasadomañana-
La clienta me sonrió y se despidió.
Betty me miró enojada - ¿Así socializas con todas las clientas?
- Tranquilízate, solo platicábamos-
- ¿No ves como te mira? - dijo aún más enojada.
- ¡Por Dios, Betty! ¡No soy una pieza más de tu tienda!
Ella me tomó del brazo y me besó con fuerza... - Pero eres una pieza exclusiva para mi- dijo
Reí... me solté y la miré a los ojos, era momento de mi última carta- No, no soy exclusiva... la exclusividad se paga a un precio muy alto-
Subí a mi habitación, me miré en el tocador... solo esperé un poco, unos minutos... alguien tocó mi puerta.
- ¿Qué quieres, Betty?- dije sin abrir
- Quiero saber el precio...- dijo
¡Bam! Ahora sí...
Piensa en mí.
Cap. 17
Por: -Sonia-
Dejé a Betty unos minutos afuera... Abrí y respondí.
- Es un precio muy caro, no creo que puedas pagarlo pero... puedes intentarlo-
Y me quité la bata, usando mi mejor atuendo.
Ella se acercó y me acarició, contempló mi desnudez frente a ella y me acarició... me besaba , continuó besándome hasta que llegó a mis pies...
- Lo pagaré- dijo mientras besaba mis pies
La levanté y la llevé a la cama, la desnudé con suavidad y también disfruté de su cuerpo, de sus ganas, de sus gritos... de esos deseos de mujer, que como yo, también tenía.
No dejé que me tocara, en cambio yo acaricié todo de ella, cada caricia la entregaba más a mi voluntad, cada beso la hacía firmar aquel pacto en el que yo ganana todo.
Seguimos así por horas, seguí afianzándola a mi, a mi cuerpo, a mis desos, a todo lo que aspiraba... Betty ahora era mía, todo lo que ella era, todo lo que tenía ahora era mío.
Nos recostamos, ella me acariciaba y sonreía...
- ¿Entonces estamos juntas?- preguntó ilusionada
- Ahorita estamos juntas.. ¿te basta?- dije altanera
-Quiero que seas mía, mi novia... mi pareja-
- Ya te dije, el precio es alto pero puedes probar... quizá un día le atines- volví a besarla y a meter sus dedos en su infinita humedad....
Piensa en mí.
Cap. 18
Por: -Sonia-
Pasaron dos días, Betty tuvo que viajar a revisar una carga que se había tardado mucho.
Me quedé sola en la tienda, revisaba mi inscripción y el nuevo material que debía tener, además renovaría mi beca. Mi computadora era un asco y usaba la del trabajo.
La campanilla sonó, era la clienta frecuente.
-¿Mucho trabajo?-
- No, pero ya no tengo laptop, debo de usar esta chatarra que ni sirve- dije enojada
- ¿Y Betty?- preguntó curiosa
- No está, llega hasta mañana... - respondí pícara
Ella sonrió y salí del mostrador, me puse frente a ella y me tomó de la cintura, acercándome a ella y besándome...
Me separé, cerré la tienda y después tomé su mano hasta la sala privada, los muebles más caros estaban ahí... Se recostó en un chaise longue del siglo XXVII... me puse frente a ella y me desnudé, noté como mi cuerpo desataba una llama única en sus ojos... me tomó de las nalgas y se acercó a devorar mi sexo, ella sentada y yo de pie, entre todos aquellos muebles...
Era una mujer experimentada, lo noté por la manera en que mis piernas temblaban como producto de su lengua, de sus labios, de sus dientes.... No pude resistir más y liberé todo lo que ella buscaba de mi, sentía su barbilla mojada, después me puso de rodilla en el chaise y sentí la embestida de sus dedos, mientras besaba mi cuello y mis orejas... mientras sentía como esa reliquia de hace siglos se llenaba de mi, de un producto del siglo XXI.
No sé cuantas horas seguimos así, quedamos las dos desnudas sobre el chaise, jadeantes y besándonos...
- Tu juventud es maravillosa- me dijo sonriendo
Se levantó y se vistió, el blanco tapiz que nos albergaba ahora tenía manchas que delataban la lujuria recién consumida ahí.
-Creo que será mejor que me lo lleve... no quiero que Betty sospeche.- dijo y me entregó su tarjeta de crédito.
Cargué la cuenta del chaise, eran más de 5 cifras... Pero ella era una mujer muy rica, me dijo que mañana pasaría por él.
Nos besamos una vez más y se despidió...
Esa noche me quedé sola, mi vagina aún palpitaba por la intensidad de lo que acababa de vivir.... Cerré los ojos y dormí.
Por la mañana sonó el timbre, era ella... mandó a los de la mudanza por su compra y me entregó una bolsa grande.
- Espero que te guste, a mi también me gustaría hacer algo por ti.-
Abrí la bolsa y era una laptop nueva, era una de la más actuales y costosas...
- No, no puedo- dije tímida
- Por favor, conozco a las chicas como tú... ahorita Betty te tiene embelesada, pero seguiré viniendo a verte y... comprar más cosas- dijo mientras guiñaba el ojo.
Y se fue, corrí a mi cuarto a ver la laptop... era hermosa y me sería tan útil en la escuela.
ME asomé a la ventana, ella se despidió desde su auto y... supe que Betty no era la única dispuesta a la exclusividad.
Piensa en mí.
Cap. 19
Por: -Sonia-
Escondí la computadora y preparé la comida, como a las 6 de la tarde llegó Betty y le ayudé a inventariar toda la mercancía nueva, al menos a hacer el registro.
Le mostré las ventas y se sorprendió por la cifra...
- ¿Quién se llevó el chaise?- dijo curiosa y vio el nombre...y la hora de la compra. - ¿Vino tan tarde?
- Sí- respondí segura- Buscaba algo para una amiga, le sugerí la sala privada y accedió...
Betty me miró escéptica, tomó su chequera, escribió y me lo dió...
- Es tu comisión- miré el cheque, era una gran suma.
- Gracias- dije y lo guardé en mi sostén, abriría una cuenta y la guardaría... después achacaría la laptop a ese dinero.
- Ya está lista la comida- le dije y pasamos al comedor, me contó sus aventuras llegando al puerto y lo que había pasado por recojer la mercancía.
Yo solo sonreía, realmente no le iba a contar mi aventura con la clienta y el éxtasis que me brindó...
Ella se quedó lavando los trastes y subí a mi habitación a dormir, horas más tarde ella llegó... tomó mi mano y me puso una pulsera, era de oro.
- Es un regalito de donde fui- dijo susurrando en mi oído y frotando mis senos.
- Ahora no tengo ganas, Betty... pero gracias, es hermosa- dije amable
Ella se levantó, le dije que esperara... -¿Quieres dormir aquí?- dije
Y así fue como comenzamos a compartir cama...
Piensa en mí.
Cap. 20
Por: -Sonia-
Betty compró una cama más grande para su habitación, sábanas y almohadas nuevas y suaves... y me pasé a dormir a su habitación. Creo que eso me decía que ella estaba dispuesta a dejar a sus jovencitas por mi.
Despertar con Betty no me animaba ni desanimaba, comenzó a tratarme con suma ternura, brindandome detalles y procurando complacer todos mis antojos.
Eso me encantaba, porque no teníamos nada y yo no tenía que serle fiel... Lo curioso es que aquella clienta comenzó a recomendar la tienda con sus amigas... de repente ellas venían a verme, compraban algo en la tienda y se iban...
Algo se estaba gestando ahí, debía aprovecharlo o todo se me escaparía de las manos.
Betty notaba las cosas que pasaban, moría de celos, pero ¿qué podía hacer?
Esa noche me confrontó:
- Las ventas han subido- dijo seria - Tenemos más clientas-
- ¿Es bueno, no?- dije cínica
- Solo vienen a verte... ellas no saben que tu no estás a la venta-
Reí y la miré- ¿no lo estoy? - volví a reir - Betty, tú aún no cubres el precio...
- Pero dormimos juntas... te doy todo... ¡cojemos casi a diario!- dijo enojada
- Pero no soy tuya, esos son privilegios... pero si quieres puedo irme de tu casa y no vernos jamás-
- No... - dijo con voz entrecortada
- Quiero hacer algo, que sigamos así... saliendo con otras mujeres pero sin acostarlas en nuestra cama, ¿quieres? Es lo único que puedo ofrecerte-
Ella me miró, fue la primera vez que vi llorando a Betty... me abrazó y susurró.. - Pero yo... te... -
- Ni siquiera lo digas -grité - Ni nos conocemos tanto, disfrutemos de esto...
Betty accedió, sin duda la tenía en la palma de mi mano... subí a la habitación, a medias escaleras le dije:
- Pero nada de regalos caros a tus novias, suficiente me esfuerzo por elevar las ventas de este lugar-
Escuché a Betty sollozar unas horas... la verdad no me sentía mal ni mucho menos, tenía bien claro que con Betty era como un negocio, ni siquiera me sentía capaz de amarla... solo gozarla.
Llegó a dormir, me abrazó muy fuerte y yo estaba algo dormida pero escuché bien lo que dijo:
-Te amo, y si esta es la única forma de que estés conmigo... está bien-
Piensa en mí.
Cap. 21
Por: -Sonia-
Al día siguiente Betty se notaba algo triste, todo se complicó cuando llegó aquella clienta, nos saludó y me miró:
- ¿Podemos ir a la sala privada? el último mueble que compré fue simplemente exquisito- dijo
- Lo lamento, estoy en mi hora de comida- dije
- ¿Puedo llevarte a comer, entonces?-
Miré a Betty, solo le quedó asentir... tomé mi chamarra y me subí al auto de aquella clienta.
- ¿Betty lo sabe?- dijo
- Ahora sí, tenemos un acuerdo... seguiré en su casa si yo puedo ir con quien quiera- sonreí
- Lo que daría porque estuvieras en mi casa siempre, podría disfrutarte sin reservas- dijo y se acercó a besarme... lo hicimos ahí mismo en su auto, en un estacionamiento privado...
La disfrutaba mucho, pero sin duda Betty era mucho mejor... nos quedamos solo un par de horas juntas, nos vestimos y le dijo a su chofer que nos fueramos.
- Toma- dijo y me entregó una bolsa, era un smartphone... estaba encantada con mi juguete nuevo.
- Gracias- le dije y la besé, aún tenía mi sabor en su rostro.
- Me permití darle tu número a otras amigas que buscan este tipo de... acuerdo, todas tienen dinero para costearlo- dijo guiñando el ojo- aunque creo que merezco un premio, no.
Sonreí y volví a besarla, después bajé hasta su falda, la puse sobre mi cabeza y la devoré ... sentía mi lengua dentro de ella y los movimientos de sus muslos, que, al final.. me aprisionaron para recibir toda su humedad.
Me limpié el rostro y llegué a la tienda, Betty estaba muy molesta.
- solo tienes una hora- dijo -lo descontaré de tu paga-
- Puedes descontarme medio día, voy a ducharme y a dormir- dije sonriendo.
No me sentía mal, ni con culpa... mucho menos con remordiientos. Al contrario, acababa de iniciar mi explotación de minas, solo esperaba la recompensa.
Piensa en mí.
Cap. 22
Por: -Sonia-
¡Me había sacado la lotería! Esa clienta me había recomendado con dos de sus amigas y a veces iban a verme a la tienda, salíamos a dar una vuelta en sus autos de lujo... íbamos a lugares más privados o solo a comer, todas eran mujeres mayores y con mucho dinero, mucho...
Obtenía muchos regalos, nunca dinero en efectivo pues ese me lo daba Betty, de repente con sus regalos (o me decían que cosas me hacían falta), comencé a cubrir todo mi material de la escuela, tener un guardarropa de lujo, joyas, zapatos costosos, etc... El dinero que iba generando, lo guardaba en una cuenta que aumentaba con el paso de los meses.
Pero no crean que solo yo lo hacía, Betty llevaba amigas a mi antigua habitación y me tocaba escuchar sus gemidos. Afortunadamente, siguió mi petición y no les daba regalos (posiblemente les daba dinero).
Cuando ambas no teníamos planes, dormíamos juntas y seguíamos con nuestros encuentros sexuales, nadie me hacía vibrar como ella y la deseaba, la deseaba mucho...
Betty se notaba triste, no me atreví a preguntarle el motivo... solo me dedicaba a disfrutar en grande.
De esas 3 mujeres, me hice de una agenda de alrededor de 15... poco a poco lo regalos se fueron haciendo dinero en efectivo y mi cuenta seguía creciendo...
Una noche me detuve a pensar, ¿qué era lo que estaba haciendo?... Me miré al espejo, noté la ropa fina y mi imagen tan seductora... tan al alcance de la que me pudiera comprar.
Betty entró, corrí a abrazarla y lloré... lloré profundamente...
Entonces, la recordé... aquella novia cuyo vacio pretendía llenar, ya tenía casi 2 años fuera y solo intercambíabamos correos, ni una llamada... ni un depósito de dinero, nada...
Siempre al final me escribía... "Espero me estés esperando, así como yo te espero..."
¿Y como la esperaba? Vendiéndome con mujeres adineradas, casadas y con más de 40 años...
Betty me abrazaba fuerte, y besó mi cabeza.
- Te amo- susurró - Respeto lo que quieras hacer...
La miré y la besé con fuerza... ambas sentadas en la cama, comenzamos a recostarnos y seguimos ese beso... el primer beso sincero que le entregué.
Piensa en mí.
Cap. 23
Por: -Sonia-
Entré a mi último año de escuela, mi fondo era para la creación de un proyecto final (con el que me titularía), como ya no tenía tiempo... dejé a mis "amigas" por un rato, solo que tuvieran ofertas tentadoras, aceptaba.
Betty dejó a sus amiguitas, comenzó a centrarse en mi... cada día me regalaba flores, aretes, collares, pulseras...
Pero esa tarde... llamé a ese número.
- ¿Hola?-- dijo esa voz tan conocida...
- Hola- dije nerviosa - ¿me recuerdas?
-¡Mi amor!- noté que lloraba - Esperé tanto tu llamada, tu otro número ya no es y solo por e-mail podía hablar contigo... ¿cómo estás?
- Bien, ya sabes... en la escuela...-
- ¿Tú último año, verdad amor? ¿Estás ahorrando para tu proyecto final?
- Sí- dije - encontré un oficio que me ha dejado algo de dinero... ¿y tú?
- Pues me quedé sin trabajo, llevo 3 meses así... por eso no te había escrito, no puedo ni regresar a la ciudad... estoy esperando que me resuelvan un trabajo, pero pues no tengo ni donde dormir-
Me quedé callada, no me gustaba cuando ella sufría... al final, era el amor de mi vida, pese a todo yo la amaba... más que a nadie.
- Regresa- dije
- Pronto, amor, ahora ve a la escuela... ¿sí?
- Dame tu número de cuenta, te daré algo de mis ahorros, luego me lo pagas-
Silencio, después ella me dictó los números...
- Te amo- dijo
- No te imaginas cuanto te amo yo- le dije y colgué... estaba llorando.
Fui al banco y le deposite algo de dinero, esperaba que recapacitara y pronto regresara.
Tomé mi celular e hice otra llamada...
- Necesito dinero, ¿podemos vernos?- dije y la otra voz accedió.
¡Qué más daba mi primer día de clases!



Piensa en mí.
Cap. 24
Por: -Sonia-
Creo que adopté esa profesión de lleno, después de clases mis tardes estaban ocupadas con mujeres que requerían de mi compañía, de mi juventud. Llegué a tener una agenda con más de 40... A veces no me aparecía en la casa de Bety por días.
Seguía manteniendo a mi novia, al menos la mitad de mi fondo se lo había enviado ya... Ella me decía que estaba por regresar el próximo año, que tenía grandes sorpresas para mi. Yo la amaba ciegamente como para ver mal lo que me hacía... Creo que entendía lo que Bety hacía por mi.
Y, Bety, bueno... Ella la veía más apagada, ya no tenía jovencitas en su habitación, su mirada era muy triste... pero ella sabía que no podía decirme nada, lo que yo hacía era por mi cuenta.
Y, el gran día llegó: ¡Mi cumpleaños!
Desde la mañana recibí llamadas y algunos regalos llegaron a la tienda, por la tarde mi clienta frecuente paso por mi para ir a comer, después me llevó con una diseñadora de modas:
- El Viernes es la presentación de la última novela de mi esposo, debes acompañarme, te presentaré algunos contactos para tu carrera- dijo y escogió un vestido para mi...
- ¿En qué color?- preguntó la diseñadora
- Verde... verde esmeralda- respondí...
Después de tomarme las medidas y hacer los apuntes correspondientes, mi clienta y yo nos dirigimos a un hotel, donde pasamos la noche entre besos y sudor; entre las delicias que su dinero podía comprar...
Llegué a la mañana siguiente a casa de Bety, ella dormía en la sala... En la mesa del comedor había un pastel y velas que se consumieron por completo.
Ni siquiera sentí pena, solo subí a mi habitación y tomé una ducha, me preparé para ir a la escuela y ni siquiera le hablé a Bety.
Creo que eso estaba acabando con ella...

Piensa en mí.
Cap. 25
Por: -Sonia-
Regresé por la tarde a casa, la tienda estaba cerrada y Bety miraba televisión en la sala.
La saludé, ella me miró y sonrió...
- Feliz cumpleaños- dijo - ¿Ya comiste? Podemos ir a...
Me acerque a ella y la besé, después me puse sobre de ella y comencé a desnudarla, eso la provocaba muchísimo... ni siquiera se detuvo a nada, literalmente me arrancó la ropa y me tomó entre sus piernas, no se detuvo en nada... escuchaba su respiración jadeante, sus ganas eran tantas que... no se detuvo en nada y yo, yo no quería que parara.
Subimos a la habitación, donde continuó nuestro banquete de lujuria, nuestra desnudez hipnótica que nos obligaba a no parar, a saciar un viejo instinto...
Terminamos algo cansadas, ella se levantó y regresó con una hermosa caja de terciopelo. LA abrí. Era un collar y unos aretes de... ¡Esmeraldas!
- ¡Es hermoso, Bety!- le dije y la besé, le pedí que me lo pusiera.
- Se te ven hermosas... tu cuerpo y las esmeraldas se llevan bien- dijo y besó mi cuello.
Volví a besarla tiernamente en los labios y nos acurrucamos, acariciaba su cabello y su espalda, le sonreía... Ella se sentía feliz, así nos quedamos hasta el amanecer.
Al día siguiente no tenía clases, me quedé en la tienda mientras ella hacía las compras... El chofer de mi clienta llegó, me entregó dos cajas... y me dijo que me recogería el Viernes a las 8.
- Ya sabe donde, ¿no?- dijo
- Sí- respondí. No saldría de la casa de Bety, mi clienta me alquiló una habitación de hotel... Bety no sabía nada.
Subí a mi habitación y me probé el vestido... ¡Era absolutamente hermoso! Los zapatos parecían un sueño... Abrí la otra caja y...
¡Eran diamantes!
"Feliz cumpleaños"- decía la nota y tenía unos labios marcados...
Me probé el collar y los aretes... Eran hermosos y , sin duda, lo más costoso que me habían dado hasta ahora...
Escondí todo, Bety había llegado y por alguna extraña razón no quería lastimarla más.

Piensa en mí.
Cap. 26
Por: -Sonia-
Salí muy temprano al hotel, era el día de la presentación...
Desayuné ahí, salí a comprar un abrigo que se llevara con el vestido, mi clienta pasó a visitarme para un encuentro muy rápido por la tarde y fue así como mi cama quedó destendida.
Tomé un baño relajante en el jacuzzi, pensaba en lo feliz que era mi vida... llena de cosas, llena de lujos... pero vacia.
Sonó mi celular, era mi novia, pensé que al fin había recordado que era mi cumpleaños.
- Hola, amor- dijo
- Hola- respondí algo molesta... ni siquiera un mensaje me había enviado.
- Te tengo una sorpresa, estoy por terminar acá y ya tengo un contrato por solo 6 meses más... Así que podré estar en la presentación de tu proyecto final- dijo emocionada
- Qué bien- dije sin ganas
- Oye, ¿podrías prestarme algo más de dinero? Es que aún no me han pagado...
Me enojé, me enojé mucho y le dije que no tenía, que todo lo había gastado...
- Además tengo que irme, voy a una fiesta de cumpleaños que me organizaron- dije molesta
Silencio... Ella no dijo nada más.
- Lo siento- dijo - Lo olvidé por completo...
Y colgué.
Seguí con mi baño, guardando mi sollozos... su indiferencia me mataba a veces, sentirme tan poca cosa en su vida mientras yo daba todo por ella... Hasta el dinero que tanto sudor me había costado.
En fin, me arreglé para ir a la fiesta... me puse el vestido, los zapatos y...
Esas bellas esmeraldas.

Piensa en mí.
Cap. 27
Por: -Sonia-
El chofer pasó por mi y llegué a esa casa que conocía muy bien. En la puerta me esperaba mi clienta, me besó descaradamente en los labios y miró extrañada mi collar.
- ¿Esmeraldas?- dijo algo burlona
- Se llevan mejor con el vestido- dije altanera
- No, cariño, las esmeraldas las usan las mujeres puras... las esmeraldas se las regalas a la mujer que amas de verdad. Las mujeres como tú usan diamantes, lo más caro y lo que delata más tu precio.-
Me molesté un poco, pero decidí quedarme. Y tal como lo prometió,me presentó con un buen de gente del medio artístico, recolecté tarjetas y supe que me servirían de algo en un futuro.
Después ella me presentó a su marido, había leído varias de sus obras... Era un hombre ya mayor pero con un porte sumamente elegante.
- Debes ser su nueva adquisición- dijo besando mi mano
Me limité a sonreir, le pregunté sobre su libro y me obsequió un ejemplar firmado...
- Esmeraldas, vaya piedras hermosas...- escribió.
Aquella noche fue muy extraña, sabía que podía ser mi mundo pero me sentía muy incómoda. Mi clienta lo notó y me llevó a una habitación... Un mueble me resultó familiar.
- Aún huele a ti- dijo recostándome en él...
Y esa noche ella se encargó de quitarme el vestido, de desnudarme el cuerpo... Pero algo dentro de mi se sentía muy vacio, muy roto...
Creo que al fin me di cuenta que yo era como aquel mueble antiguo, un objeto lujoso pero con un precio... Al final, solo un objeto más...

Piensa en mí.
Cap. 28
Por: -Sonia-
El chofer me dejó en la casa de Bety a la mañana siguiente, me sentía tan mal, hasta sucia.
Subí a la habitación, Bety me esperaba sentada en la orilla de la cama, cuando me vió noté su molestia.
- ¿Y ese vestido?- dijo
- Fui a la presentación de un libro-
- ¿Y estos?- dijo mostrándome los diamantes.
- Son un regalo-
Ella se soltó a llorar...
- No sé si pueda llegar a tu precio- dijo llorando - pero ya me cansé de compartirte con otras... De ver como ellas te llenan de regalo y dinero a cambio de tu cuerpo. Tú eres solo mía.
- No, Bety, entiende que no soy de nadie... Momentáneamente le pertenezco a quien puede pagar por mi... pero nada más-
Sentí una cachetada y caí al piso, tomé mi mejilla roja y comencé a llorar...
- Nunca seré tuya- le grité - Nunca volverás a tocarme-
Me levanté y tomé todas mis cosas, mis joyas, mi ropa, mis zapatos, todo lo mío, lo que yo había ganado lo tomé... Dejé en la mesa las esmeraldas y lo que ella me había dado.
Ni siquiera dije adiós, tomé un taxi y fui a la casa de mi clienta, era obvio que yo no podía quedarme ahí por mucho, pero días después me consiguió un departamento.
Aunque tenía su costo, ella ya no me pagaría pero mantendría todos mis gastos y estudios... Además, no podía ver a ninguna clienta más.
- Ahora solo serás mía- dijo tomando mi barbilla y besándome con fuerza.
Al final era así, como un pájaro que pasó de una jaula de oro a otra, yendo con la mejor postora, con aquella que pudiera pagar bien por mi.

Piensa en mí.
Cap. 29
Por: -Sonia-
Mis días esos meses se volvieron monótonos, iba a la escuela y después me quedaba en casa esperando que mi nueva dueña viniera a verme y disfrutar de mi...
Poco a poco fui perdiendo el gusto por ella, el gusto por lo que hacía... Me torné algo presionada cuando mi proyecto final estaba en puerta y no había entregado ni el título.
Una tarde, mi captora me llevó a comer a nuestro restaurante favorito.
- Toma- dijo mientras me entregaba un sobre - Al parecer causaste una buena impresión en las personas adecuadas.
Abrí el sobre, era un libreto que había escrito...
- ¿Tu esposo?- dije asombrada - ¿Por qué?
- No sé, quizá nunca le había llevado a una chica tan inteligente y hermosa, es tuyo, me encantaría que fuera tu proyecto final...
Leí el título... "Esmeraldas"
- No sé si yo...-
- ¡Por favor, si aceptaste los diamantes puedes con eso!- dijo sonriendo.
Acaricié su mano... ella la besó.
- Eres libre ahora, realmente no me gusta tu mirada tan péridda y tu tono gris... me gustaba esa chica que expiraba sensaulidad y deseo...
- No puedo ahora- dije algo triste
- ¿Bety?-
- No- y le conté la historia de mi novia, aquella que me había dejado y que se había llevado mi corazón...
Ella me miró enojada, después me miró y dijo...
- Deberías de valorar a las personas que tienes, no a fantasmas que solo llegan a robarte energía... ¡y dinero! Pero, bueno, ladrón que roba a ladrón...
Sonreí... la besé, ella me había abierto las puertas para muchas cosas.
Ahora había perdido la exclusividad, me fui de su departamento y renté un modesto cuartito, vendí la mayoría de mis joyas y ahorré para hacer de ese libreto una obra maestra.
Retomé mi vieja agenda, de tener a tantas a mis disposición, ahora eran unas cuantas... pero con ese dinero logré mantenerme a flote.
Aunque, estaba por jugar mi última carta.

Piensa en mí.
Cap. 30
Por: -Sonia-
Aquella tarde fui a la casa de Bety, ella abrió la puerta y nos miramos por unos instantes.
- Pasa- dijo y entré
En seguida se acercó y me besó, no la detuve... para eso estaba yo ahí, para que ella volviera a ponerle un precio a mi cuerpo, a mis gemidos... a mi sola presencia.
Y sabía bien que precio tenía...
Terminamos en nuestra vieja cama, me pidió que volviera con ella, que ella permitiría todas mis aventuras pero que le permitira tratar de enamorarme.
- No, Bety, ahora vivo en otro lado... Te ofrezco, si quires, poder tratarno y, quien sabe... quizá me enramoré de ti- mentí... mentí por auqella cámara, sí tuviera que fingir amor por ella.... DEbía conseguir esa cámara.
Noté sus ojos iluminándose, me besó con fuerza y volvió a disponer de mi cuerpo, de mis ilusiones...
A partir de ahí, modelaría eso que teníamos... el resultado final era aquella cámara...
¡Iniciaba la función!
Piensa en mí.
Cap. 31
Por: -Sonia-
Último semestre de la Carrera, aquella mañana acudí muy nerviosa a registrar el título y guión de mi proyecto final.
La revisión tardaría al menos 3 meses, de ahí la Escuela se tardaba otros 2 para conseguir el material que solicité y tenía de 6 meses a un año para terminarlo.
Acudí a la Coordinación, la jefa de ese departamento leyó mis documentos:
- ¿ De verdad es un documento inédito?- dijo mirándome incrédula
Se referia al texto del esposo de mi antigua amante/clienta, sonreí y respondí afirmativamente.
Después ella volvió a mirar mis especificaciones, sonrió un poco en tono burlón:
-Tardaríamos al menos 3 a 4 años en conseguir esa cámara-
-No se preocupe, yo la consigo en menos tiempo, 3 meses ¿le parece?
Volvió a mirarme y sonrió, -Ya veremos el producto final- dijo
Salí y solo me quedaba esperar.
Fui a casa de Bety, me invitó a comer y le dije de mi proyecto, no le pedí como tal la cámara pero se lo insinue...
-Será nuestro regalo de bodas- dijo sonriendo, pero sabía que hablaba en serio.
Aquella tarde terminamos haciéndolo en la cocina, la verdad poco a poco se fue gestando un profundo rechazo hacia ella, no sentía lo mismo y solo deseaba poder terminar todo y tener esa cámara en mis manos.
Partí por la noche de su casa, así era mi rutina... No solía quedarme a dormir con ella, no hasta que comenzara a darme lo que merecía,
Quizá ella lo intuyó, porque poco a poco fue dándome mis regalos, aquellos por los que soportaba su aliento sobre mi cuerpo... En varias ocasiones quiso darme muebles para llevarlos en mi casa, pero yo los rechazaba, a excepción de una hermosa mesa de trabajo... Tenía un bello estante tallado muy deliciosamente, pero ese lo llevé por mi cuenta, sin qur ella se diera cuenta.
Eso la frustraba, eso la hacia enfadarse pero a estas alturas ella debía de saber que quien mandaba era yo, a ella solo le tocaba obedecer,

Piensa en mí.
Cap. 32
Por: -Sonia-
Comencé a tender una nueva estrategia, mi carácter se endulzo y trataba a Bety de una manera más cálida y amorosa, salíamos a comer o al cine y a veces la dejaba tomarme de la mano o besarme.
Eso me valió regalos más costosos, prácticamente ella me mantenía y me llenaba de nuevos objetos valiosos...
Pero mi plan era la cámara y supe que con palabras de amor no bastaría.
Así que comencé a darle flores, escribirle cartas, hasta le hacia videos de canciones o imágenes cursis... Y .... Noté un brillo especial en su mirada, una sonrisa permamente, entonces supe que era mia y pronto la cámara también.
Un día de tantos la llevé a comer a su restaurante favorito, acariciaba su pierna y su rostro, besaba su mano... Ella se sonrojo, parecía una adolescente:
-Nunca hicieron esto por mi- dijo casi llorando
-¿Entonces me dejas hacerlo para ti?- me Levante y la besé, me acerqué a su oído y le dije que si quería ser mi novia.
Ella se soltó a llorar, casi gritando me dijo que sí... que esperaba por eso desde la primera vez...
Sonreí, en realidad estaba segura que mi plan había funcionado.
Piensa en mí.
Cap. 33
Por: -Sonia-
Bety y yo comenzamos a andar, en realidad era algo tan tedioso porque casi casi me volví a mudar con ella... Aunque a veces me escapa a mi casa para separarme del hartazgo que me producía.
Bety resultó más cursi de lo que aparentaba, me llevaba flores, me mimaba, me llevaba serenata una vez q la semana, cenas elegantes casi diario, joyas y ropa...
Pero, eso comenzó a disminuir gradualmente, también noté que no compraba nueva mercancía... Algo pasaba.
Creo que el país en general tenía una severa crisis financiera, supe que varias de mis ex clientas perdieron su fortuna y Bety no sería la excepción.
- ¿Qué harás?- dije una mañana, ambas desnudas en la cama y yo acariciando sus senos mientras ella me abrazaba.
-Rematare todo poco a poco, me pidieron varios productos en otros paises pero por la transportación mi ganancia es casi de 0- dijo angustiada y me besó -Pero no te preocupes, tengo aún un as bajo la manga...
-¿Cuál?- pregunté curiosa
-La cámara, su valor casi se cuadraplicó, si la vendo ahora tendré dinero para poner un nuevo negocio... algo para ambas- me besó pero la separé
-La cámara es mía- dije enojada y me Levante desnuda de la cama, le seguí gritando lo mismo y ella se notó confundida
-No me acosté contigo por nada- grite y salu hacia mi antiguo cuarto en su casa, tomé mis cosas ... Lloraba de coraje, el tiempo pasaba y yo me quedaba sin chances de obtener la cámara...
No, no ahora,,,
Piensa en mí.
Cap. 34
Por: -Sonia-
Me fui al paso de unas horas, me pareció escuchar llorando a Bety, no sé que haría ahora, se me ocurrió robar la cámara. se me ocurrió pedirsela a mi examante, pero no... Todo Lucía muy perdido.
Pasaron unos días, Bety no dejaba de llamarme, pero no respondía... me mandaba mensajes, que tampoco tenían respuesta.
Una tarde alguien tocó a la puerta, creí lo peor, pensé que Bety me había localizado...
Pregunté quien era pero nadie respondió, abrí lentamente y... la vi...
-Hola- era... ese viejo amor que me había dejado unos años atrás
-¿ Qué haces aquí?- dije asombrada, aún sin creerlo...
-Regresé por ti- abri completamente la puerta y la bese, me llevó hasta mi cama y ... recordé que ella era la única que se había llevado mi corazón.
Después del extasis, platicamos por horas hasta la madrugada y todo fue como antes, ahora que ella estaba conmigo, nada más me importa...
Bueno, sí... quizá podría obtener la cámara...

Piensa en mí.
Cap. 35
Por: -Sonia-
Me encontraba sin fondos para mi proyecto, necesitaba la cámara a como diera lugar... Mi viejo amor regresó y se quedó conmigo a vivir.
Pasó como una semana, decidí ir a la tienda y buscar a Bety, el local estaba cerrado y tenía un gran letrero de "Se Renta", por un momento recordé todo, mis aventuras, mis amantes, todo lo que llegué a tener y ahora estaba perdido... Pensé en mi avaricia, en mi egoísmo y... En la cámara; mi última jugada.
Toqué la puerta, 1... 2... 3...
Como supuse, Bety abrió... Me miró sorprendida y sonrió, era una sonrisa de resignación, de derrota, pero mostraba algo de emoción.
- ¡Volviste! Te extrañé tanto...- Me abrazó pero la solté, entré a su casa y la puse contra la pared para besarla...
- Una última vez y sabes el precio - le susurré al oido mientras bajaba mi mano hasta dentro de su pantalón.
Me besó, sus labios parecían succionarme, era obvio que me anhelaba y que tenía un enorme deseo por sentirme, por mirar mi cuerpo... Por imaginar que yo era solo suya.
Subimos a su habitación, se sentó en su cama mientras me quitaba el abrigo y notaba el bello conjunto de encaje que ella me regaló en las primeras veces...
- ¿Te arrepientes?- Le dije mientras caminaba hacia ella, me sentaba en sus piernas y rodeaba su cuello con mis brazos...
- Ni un solo peso- dijo con la voz entrecortada y se recosto, quedé sobre de ella y... comencé a desnudarla.
Los detalles los omitire, solo diré que fue como una despedida debe ser: memorable. Si hay algo que extrañaría de Bety es la manera en como me hacía vibrar, la manera en que su lengua ponía mis sentidos alerta, su aliento, sus manos, sus dedos... Esos ojos muy abiertos que tenia mientras me devoraba por enmedio de mis piernas.
Pero de eso no quedaría nada... Me Levante y me vestí, ella me miraba desde la cama envuelta en una sábana.
- Quédate - pidió
- no- respondi muy segura
- Mira en el tocador de tu cuarto, hay algo para ti... Cuando salgas cierra la puerta y... Gracias... - dijo con la voz entrecortada, salí de su habitación y la escuche cuando se solto a llorar
Ni siquiera sentí nada... Ver a Bety llorar era algo común para mi, corrí a mi vieja habitación y vi una caja...
Me acerque, la abrí y...
¡Era la cámara!

Piensa en mí.
Cap. 36
Por: -Sonia-
Regrese a mi casa con mi nueva adquisición, la cuidaba más que si hubiera sido un bebé.
Cuando abrí la puerta vi a mi "novia", por un segundo olvidé que seguía ahí...
- ¿Qué es? - pregunto curiosa
- Mi pase para la titulación- respondí eufórica y la besé...
Ella me miró algo confundida, noté que llevaba algo en su mano... Eran... Mis diamantes.
- ¿ Que es esto?- preguntó
- Bisutería- respondí sin importancia
- ¿Crees que soy estúpida? Son diamantes, ¿de dónde salieron?-
Me enojé, sentí una profunda ira por su abandono, por la?manera en que ella se acabo la mayoria de mi fondo, por su cinismo de volver como si nada.
- Del mismo lugar de donde salió el dinero para mantenerte- le grite
Silencio...
Ella se acercó a mí y se arrodilló, me pidió perdón por todo, por habee dejado sola, por lo que tuve que hacer. Lloraba, nunca la vi así.
La Levante y la besé, también comencé a llorar. Quise dejar todo atrás, quise volver a una vida que me hiciera feliz... Casi la alcanzaba, estaba muy cerca y no me detendría.
- Te amo- le susurré mientras la abrazaba
- Vamos a casarnos - dijo muy segura
La aparte para mirarla y preguntarle si era en serio...
- Déjame demostrarte que quiero estar contigo y que te amo- dijo y me besó
Y... De nuevo caí en su encanto, ¿cómo no hacerlo? La amaba profundamente y nunca había dejado de hacerlo, creo que al final el amor triunfo y esas cosas...
Al menos eso creí...
Empecé con la filmación de mi proyecto, cuidaba a esa cámara más que a mi vida y ... Me esforce por sacarle el máximo provecho, el tiempo corría, el film debía quedar pronto y, solo después, mi novia y yo nos casariamos.

Piensa en mí.
Cap. 37
Por: -Sonia-
Pasa muy rápido el tiempo, ¿no? Justo cuando pensé que todo iba a mejorar en mi vida, que mi corto sería el mejor y que mi compromiso me auguraba una feliz existencia... PRonto descubriría que no.
De Bety no supe nada durante los siguientes 8 meses que duró toda la filmación y edición de mi trabajo. Lo entregué y sólo esperé el resultado final.
Recuerdo esos tres meses, fue mi examen profesional y elogiaron mi trabajo y la cámara que utilicé (que la llevaba a todos lados). Después, en una boda muy sencilla mi novia y yo concretamos nuestro compromiso.
Ella consiguió un nuevo trabajo y las cosas le iban bien, nos veíamos a diario y dejó que no trabajara por una temporada, así que aproveché para mandar mi corto a un concurso nacional, era evidente que ganaría con tremendo guión y con tremenda fotografía...
Mi vida al fin comenzaba a tornarse buena, alegre... Me fui olvidando de mi pasado, de todas aquellas mujeres y lujos... Aunque conservaba muy bien guardados dos: los diamantes y las esmeraldas.
Esa mañana iniciaría mi infierno, abrí el buzón y tenía una carta del consejo nacional de cinematografía.
Le llamé a mi esposa, ambas nos sentamos en el comedor y abrimos la carta, la leí en voz alta:
"Fue seleccionada como el primer lugar y una mención honorífica, nos gustaría invitarla a una proyección especial que harmeos de su trabajo y hablar sobre la venta de derechos para la reproducción a nivel internacional."
- ¡Lo hice!- dije emocionada y besé a mi esposa - Con esto tengo mi futuro asegurado...
En tan solo 3 semanas vería la proyección de mi trabajo, y así fue como empezó mi final...

Piensa en mí.
Cap. 38
Por: -Sonia-
ERa la noche de mi proyección, compré un lindo vestido verde y me coloqué el hermoso collar de esmeraldas, al fin era una esposa y no solo una amante... ¿Nadie podría dudar de mi pureza, cierto?
Mi esposa optó por un traje sastre color vino, se veía radiante y yo a su lado nos complementabamos a la perfección.
El timbre sonó, abrí y eran unas flores... Leí la tarjeta.
"Felicidades por tu estreno, supe que triunfarías. Al fin la recompensa por tu sudor y gemidos."
Me congelé... Rompi la tarjeta y la tiré en la basura del baño, mi esposa preguntaba de quien eran las flores y le dije que me las envió un compañero de la producción que no podría acompañarme.
Comencé a temer lo peor...
Llegamos a la proyección, quise suponer que era mi ex amante, aquella cuyo esposo me regaló la historia. Sí, trataba de convencerme que ella envió esas flores, me gustaba su ironía... tenía un humor bastante ácido... Sí, ella debía ser. Trataba de convencerme.
Llegamos al auditorio, miro a mi alrededor y saludo a algunas caras conocidas, compañeros, jueces, profesores, todo mundo alaba mi trabajo y... de repente, la veo.
Me siento frent a ella, siento su mirada burlona. Por primera vez me pongo a temblar y no es porque esté sobre mi cuerpo tocándome... Es por el simple hecho de saberla en el mismo lugar que mi esposa y yo...
Lo entiendo todo ahora, siento su mirada cada vez más pesada... Me tiene a sus pies, por primera vez ella... Bety, me tiene por completo a su merced, cualquier cosa que ella hiciera podría joder todo.
-¿Estás bien?- pregunta mi esposa
La beso y le digo que sí, que solo son los nervios. Escucho la risa callada y burlona de Bety.
- NEcesito ir al baño- le digo a mi esposa y me levantó. Noto que Bety se levanta también... Camino rumbo al baño, ella me sigue. Entro al baño, ella se queda afuera.
Entro a uno de los cubículos y hago del baño, salgo para lavarme las manos y Bety está ahí... Me sonríe burlonamente.
- ¿Y esa quién es?- pregunta
No le respondo, seco mis manos y me dispongo a salir.
- Dime... - dice una vez más
- ¿Qué haces aquí, Bety?
- Vine... nada más, a ver en qué habías usado mi cámara. ¿Con quién vienes?-
- Con mi esposa- respondo - Fue mi novia por más de 5 años.
- ¿Y sabe que fuiste mi puta por más de 2 años? Mejor aún, ¿sabe que te vendías para sobrevivir?
No respondo, la miro y ella me sonrié.
- A lo mejor quieres lo que te gusta... - dice y se acerca a mi, no puedo detenerla... me mete a uno de los cubículos .
Bety comenzó a besar mi cuello, masajeó mis senos por encima del vestido... No puedo parar, me desata una serie de deseos que siguen ahí... Me voltea y baja mi torso , pongo mis manos en la pared mientras ella sube mi vestido para meterme los dedos sin avisar, ya estaba yo muy húmeda. Siento como me embiste con ellos una y otra vez... Jala mi cabello. No puedo evitarlo más... Gimo muy fuerte y empapo completamente su mano y su brazo.
Bety salió del baño, me siento en el retrete y acomodo mi pantaleta mojada, seco mis muslos y acomodo mi vestido. Escucho como cierra la puerta del baño al salir.
ME levanto, voy al lavabo y acomod mi cabello, retoco mi labial y enseguida entra mi esposa.
- Ya están proyectando el corto, va tu discurso- dice emocionada.
SAlgo aún con mi respiración agitada y mis piernas temblorosas, ella sigue preguntando sobre que tengo...
- Deben ser los nervios- respondo...
Los nervios... sí, los nervios de que todo iba a joderse...

Piensa en mí.
Cap. 39
Por: -Sonia-
Termina la proyección del corto, escucho los aplausos y la gente se levanta. ME invitan a subir al escenario. El directo del Fondo NAcional de Cinematografía hace un pequeño análisis de mi trabajo.
- ¿Cómo consiguió ese guión inédito?- pregunta
Silencio... escucho una tos que esconde unas palabras... Miro hacia donde está Bety.
- Supongo que me rodeé de las personas adecuadas- respondí
- Y esa cámara... es casi imposible de conseguir actualmente.
Silencio de nuevo, miro hacia donde está Bety... su sonrisa burlona me pone nerviosa.
- Ahorré mucho- respondí rápido.
Por fin fue mi momento de hablar, agradecí a mi equipo, a mi escuela, al autor del guión... y a mi esposa por estar siempre conmigo. Sonrío y la miro, ella está llorando.
- Gracias por estar aquí...- le digo y la miro, atrás se asoma Bety lamiéndose los dedos que sabían a mí. Me ruburizo y termino mi discurso.
Me dan el premio y comienza la gala.
Saludos, felicitaciones, propuestas de nuevos proyectos... Muchas cosas vinieron a mí... Pero mi mirada se perdía buscando a Bety, creo que al final se había marchado... Hasta que, alguien toca mi cintura.
- Muchas Felicidades- dicen... era... Bety.
- Gracias- le respondo cortante
- Muchas felicidades a usted también, debió apoyarla muchísimo- le dice a mi esposa.
- Así es... ¿se conocen?- me pregunta mi esposa
- Sí- responde Bety... soy la dueña de la tienda de antigÜedades donde trabajó su esposa por muchos años.
Silencio... Me congelo y Bety me sonríe, mi mirada es para que ya no diga nada mas.
- Déjeme decirle que su esposa trabajo muy duro por esa cámara... días enteros, arduas jornadas... Tuvo que soportarme mucho y al final pudo costearla- dijo irónica...
- Sí- dije nerviosa y ahora nos vamos
Bety se despide, no sin antes besarme en la mejilla y susurrarme un ... "Volverás"
Tiemblo. Mi esposa trae mi abrigo y salimos de ahí.


Piensa en mí.
Cap. 40
Por: -Sonia-

Llegamos a la casa, ella se notaba algo enojada.
- ¿Qué fue eso? ¿Quién era esa?- preguntó
- Nadie- respondí
- ¿Cómo conseguiste la cámara?- preguntó aún más enojada
- La compré. Ella te lo dijo, trabajé arduamente para comprarla.
- ¿En qué trabajaste?
La miré muy enojada, recordaba todo lo que había dado por ella en ese entonces, todo lo que me sangró... Si yo no le hubiera dado todo ese dinero, posiblemente no me hubiera quedado tanto con Bety.
- No te lo diré y más vale que no indagues, la compré con el mismo dinero con el que te mantuve meses, cuando me llamabas solo para pedirme dinero, cuando olvidaste mi cumpleaños y tu llamada fue para pedirme aún más dinero... Así la compré. Si te pone mal saberlo, pues entonces es momento que me pagues todo lo que te "presté"... -
Ella no me respondió, agachó la cabeza...
Salí muy enojada de mi casa, caminé por un rato y tomé un taxi... Le dije las indicaciones de dónde ir.
Una vieja dirección.
Toqué la puerta, Bety abrió enseguida...
- Traje vodka- dije mostrando la botella en mi mano y pasé a su casa.
Comenzamos a beber, no hablamos... solo bebimos. Por primera vez no supe interpretar la mirada de ella...
- ¿Por qué fuiste?- dije... ya me sentía algo mareada.
PAsaron unos minutos, ella se sirvió otra copa y sonrió.
- Siempre serás mía, ¿no te das cuenta? Ya pagué tu precio. Por eso estás aquí ahora... por eso no dejas de pensar en mí y tu boda fue solo un pequeño intento fallido por olvidar lo que eres... Una mercancía... que hace tiempo fue subastada y yo adquirí.
Salieron lágrimas de mí, las sentí correr por mis mejillas y caer en la mesa, después vino el llanto más amargo.
- No- dije llorando aún más fuerte, levantandome y aventando la mesa.
- ¡NO!-
Bety se levantó a abrazarme, yo solo lloraba... después, la besé.
¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué aunque me causara tanto desagrado Bety seguía ahí, entre sus brazos?
Desperté en su cama, con una horrible resaca y los recuerdos de la madrugada: ese sudor, esos jadeos, los gemidos que provocaba. La miré dormir, tomé mi ropa y salí rumbo a mi casa.
Mi esposa me esperaba, realmente no supe que decirle. Llegué, me bañé y me recosté en la cama. Ella se acercó.
- Esto no funciona- le dije
- ¿Por qué?
- Porque en todo este tiempo no dejaba de pensar en ti, de hacer las cosas pensando en ti... Pero ahora ya no, ahora pienso en alguien más.
Silencio, cerré los ojos y dejé que el sueño me llevara.
PIENSA EN MÍ
Cap. 41
FINAL FINAL FINAL
No sé ni cuanto tiempo dormí, al despertar no esta el cuerpo de mi esposa junto a mí, su calor se había disipado. Me levanté y no la encontré por ningún lado; solo una nota en la mesa del comedor:
"Perdón, no puedo seguir con esto..."
Sus cosas no estaban, su ropa, sus documentos... Y recordé, tampoco estaban mis diamantes, ni mis aretes... Busqué entre mi ropa interior y encontré aquellas esmeraldas que había cuidado con tanto recelo.
Las tomé, salí a la calle y paré un taxi... Rumbo a una dirección bien conocida.
Toqué la puerta, estaba abierta. Bety bebía una copa de vino en la sala, su semblante era diferente, sus facciones se endurecieron, ya no había sonrisas...
No hablé, me limité a subir a la habitación y recostarme... Pasaron minutos, horas... no lo sé, pero Bety se recostó junto a mi y me abrazó, es el último abrazo cálido que me regaló, fue la última muestra de su amor.
El infierno era mejor que estar en ese lugar: su tienda estaba vacía y ahora lidiaba con deudas, su casa estaba a un mes de ser embargada, a veces no teníamos qué comer... Yo no solía salir de la casa, era un silencio asfixiante... Tantas palabras y tan pocas ganas de externarlas.
Luego vinieron las peleas, los motivos eran insignificantes, pero siempre terminábamos gritando, empujándonos... golpeándonos; destruyendo la poca dignidad que nos quedaba. Brazos moreteados, pómulos hinchados, labio roto... Así lucía mi rostro.
Comencé a dormir en mi antigua habitación, ya no soportaba su presencia pero no podía irme de ahí, no hasta que hubiera un desenlace que me ayudara con ese sentimiento... aquél que aún no lograba identificar.
Gritos, lágrimas, gritos, lágrimas... golpes. Así era la cadena de comunicación entre ambas, gradualmente disminuyó. Gradualmente dejé de escuchar la voz de Bety, ni siquiera me hice consciente de ese hecho.
Esa mañana desperté más temprano de lo habitual, bajé por café y me senté por horas en la silla del comedor, levanté la vista para ver bajar a Bety, para iniciar la rutina de desesperación... Pero no bajó.
Me asomé a su cuarto, estaba recostada. Dije su nombre, no había respuesta... Me acerqué y tomé su mano.
Frío.
La miré y me arrodillé, cerré sus ojos...
- PErdón- fue lo único que repetí
No hubo lágrimas, mis movimientos se mecanizaron, tomé mi chamarra, mis esmeraldas y salí... sin ningún rumbo en específico.
No me arrepiento de lo que hice, toqué la gloria por momentos y alcancé una felicidad pasajera...
Pero, en ese transcurso le arrebaté la vida a Bety, o quizá nos las arrebatamos.
Camino sin rumbo, subo a un puente peatonal y me detengo en el medio... Tomo las esmeraldas, las miro y sonrío...
- Adiós Bety- exclamo mientras las lanzo a la avenida que se encuentra debajo.
- Adiós- digo mientras me inclino más sobre ese puente...
- Adiós...-
Digo antes de mirar pura oscuridad.


 

Comentarios

  1. Anónimo10.10.16

    Buen trabajo Soc.

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  2. Como siempre una historia fenomenal, espero ansiosa el final, eres una escritora fantástica

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  3. Anónimo10.10.16

    Ya se te extrañaba!
    Gracias por compartir.
    Me encantan tus historias, ojalá pronto sigas con los capítulos.
    Saludos!

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  4. y no pude parar hasta terminar la historia. me cautivaste.

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  5. J m
    interesante buena anécdota.

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  6. Anónimo19.11.18

    Disfruté la historia.

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