Cáctus






Cáctus
Cap. 1
Por: -Sonia-
Recuerdo muy bien la primera vez que vi a María, compartíamos una clase en la facultad. Recuerdo que nos tocó trabajar en equipo y la pasé muy divertido con ella, era muy xextrovertida y muy guapa.
Aunque no tomábamos las mismas clases, nos encontrabamos en los pasillos y charlábamos por largo rato, yo siempre fui muy tímida, por eso estudié Biología.
Para ese entonces ella y yo teníamos otras relaciones, yo estaba con una chica que veía pocas veces, pero aún así ya teníamos un par de años juntas; ella salía con otras... así era, siempre eran muchas.
nunca pudimos ser más que amigas, nunca se dió la oportunidad... hasta una tarde, mi novia me había cancelaado una cita (por un enojo sin sentido, de esos que siempre tenía); yo tenía entradas para el cine y ninguna amiga, esa era una mala combinación. Antes de hablarle a mi madre e invitarla, vi el número de María y le llamé... un tono, dos tonos...
- ¿Bueno?-
- Ma... María... soy Iris, ¿me recuerdas?
- Claro- dijo emocionada- ¿qué pasó?
- Me preguntaba si tienes planes para dentro de un rato, tengo unos pases para el cine y... bueno, quería invitarte
Silencio.... -Espérame- dijo y se hizo otro silencio
- ¿Estás en la facultad? Te veo en la entrada de los laboratorios en media hora... ¿quieres?
Me emocioné y confimé esa cita. Acudí nerviosa a la entrada y ahí estaba ella...
- ¿Tienes clase?- dijo apenada
- Entrega de finales- respondió despreocupada
- ¡Pero.....son los finales! Mejor vamos otro día-
- Tranquila, ya lo tengo todo solucionado... además, no iba a desaprovechar una invitación tuya... bueno, si vas conmigo.... bueno, ehm... ¿me entiendes, no?
Sonreí y nos fuimos al cine, hablabamos y hablábamos... de hecho ni entramos a la función a tiempo... nos sentamos juntas y ... no sé, algo sucedió en ese momento, era algo especial.
Y si que fue especial.... pues 5 años más tarde... nos casamos.



Cáctus
Cap.2
Por: -Sonia-
Mucha gente creyó precipitada nuestra boda, para mi fu el momento preciso.
Desde ese día en el cine, algo cambió para ambas.... yo dejé a mi entonces novia y ella dejó a todas sus mujeres, comencé mi vida a su lado... comencé a vivir junto a ella.
Terminamos nuestras carreras, yo opté por la botánica y ella siguió estudiando ciencias biomédicas.
Después de nuestro matrimonio, nos fuimos a vivir a casa de sus padres... yo era la única que trabajaba y mantenía a nosotras dos, así fue durante unos 6 años más, en lo que ella terminó su especialización y comenzó a buscar un trabajo.
Nunca le reproché nada, yo sabía que el crecimiento era de ambas, hacíamos lo que nos gustaba y todo era muy lindo, nunca discutíamos, siempre había felicidad en nuestro hogar y no tuvimos problemas con sus padres.
Pasó otro año hasta que ella encontró un trabajo, lo primero que hicimos fue irnos a rentar un departamento para nosotras solas... iniciaríamos formalmente como casadas.
¡Dios! Mi vida con ella era como la de un cuento de hadas, ese "felices por siempre" supe que nos estaba sucediendo, estar con ella era mi siempre feliz, me hacía sonreír, me sentía la mas amada del mundo.
Tanto nos amamos, que decidimos tener frutos en esta relación, así que me embaracé dos veces( por inseminación) de dos maravillosos bebés: Ulises (el mayor) y Santiago.
¿Qué más podría pedirle a la vida? Después de muchos años de trabajo me tuve que retirar para dedicarme de lleno a mi hogar y mi familia, a mi casa y a mis hijos, a ella...
Cómo no pude dejar la botánica, puse un pequeño huerto qye producía bastante bien, así que vendía en menor escala a algunos vecinos, además del consumo que teníamos nosotros..
Mi vida era feliz, mi vida era la que siempre soñé... cada día al despertar junto a ella era una bendicipon, escuchar a nuestros hijos, verlos crecer.. era lo mejor en este mundo.

Cáctus
Cap.3
Por: -Sonia-

Ulises tenía 13 años, era todo un atleta, después de la escuela se quedaba a practicar gimnasia y atletismo. Santi tenía 10 años, desde pequeño se interesó por el arte y nosotras procuramos fomentarle esa pasión, desde hace dos años tocaba el chelo, pero desafortunadamento su profesor murió.
María le encontró clases particulares con una maestra que era conocida de una amiga, entonces era mi deber llevar a mi santi a sus clases, el siempre era muy callado.... y debo admitir que era mi consentido, su embarazo resultó muy riesgoso para mi salud, pero me cuidé demasiado para poder traerlo a este mundo.
María siempre había preferido a Ulises, eran tan parecidos... muy extrovertidos y muy atractivos, Santi y yo nos llevábamos bien, me tenía mucha confianza.
Un Lunes por la tarde, nunca voy a olvidar ese día.... el primer día de clases con su nueva profesora.
El lugar era algo alejado, pero un camión que pasaba por la casa nos dejaba perfecto dond era la cita, Santu y yo lo abordamos y nos dirigimos al domicilio de la nueva profesora.
Llegamos, tocamos y una señora mayor nos abrió:
-La profesora vendrá en un instante, adelante- dijo y pasamos.
Quedé maravillada, era un patio enorme con muchas, muchísimas plantas... giré a la izquiera y,... las ví, ¡eran cactáceas! ¡siempre amé a los cactus!, me acerqué a mirarlos, eran especies que se creían extintas, eran simplemente maravillosas...
- Mamá- susurró Santi- deja de husmear las plantas de los demás...
- Santi, son cáctus muy interesantes...
- Buenas tardes- se escuchó una voz... giré y miré a una mujer como de mi edad, alta, era muy imponente, tenía su cabelllo recogido con una cola de caballo, sus facciones lucían muy finas y tenía un hermoso par de ojos... - Tú debes ser Santiago, ¿no? ¿y usted es su mamá, la señora María?
- En realidad ella es mi esposa, yo soy Iris... la otra mamá de Santi, mucho gusto... profesora...
- Llámeme Elvira, mucho gusto- estrechamps nuestras manos y... me quedé ahí pasmada.
Santi pasó con ella y se pusieron a practicar, mientras tanto yo miraba las plantas ¡eran hermosas!, me asomaba por la ventana, escuchaba a Elvira tocar el chelo y.. la miraba, ahí.... mientras imaginaba que yo podía ser aquel instrumentos, que ella podía tocarme de esa manera... provocar notas emanar de mi garganta y...
¡¿QUË!? ¿En qué diablos estaba pensando? Yo era una mujer felizmente casada, yo... yo.... de nuevo me encontré espiando a Elvira por la ventana y sintiendo una humedad incipiente entre mis muslos.
Aquello fue raro, nunca me había pasado nada similar... la clase terminó y Santi corrió a buscarme, Elvira salió con él, me sonrió...
- ¿Viste algo que te gustara?- preguntó
- En realidad todo, soy botánica- dije orgullosa
- Eso explica algunas cosas- dijo y volvió a sonreir.
Le pagué y nos fuimos de ahí, el perfume de ella invadió mis sentidos y me perdí en mis fantasías...
- ¿Te gustó la clase, Santi?
- Sí, ella tiene mucha experiencia- respondió
- Qué bien- le dije - porque me encantará seguirte trayendo....

Cáctus
Cap.4
Por: -Sonia-
Seguí llevando a Santi a sus clases, esas tardes eran como de fantasía para mí.
Me la pasaba mirando las flores que tenía Elvira, todas las plantas que ella cuidaba dedicadamente. También la espiaba entre la ventana, era muy hermosa y cautivante... seguí sintiendo sus manos recorrer mi cuerpo, como si se tratara de ese instrumento al que ella le dedicaba tanta pasión.
No me mailterpreten, yo amaba a María más que a nadie, teníamos una familia realmente hermosa y mis hijos eran las mayores bendiciones que la vida me dió... Pero, Elvira... ella... representaba algo, ¿una fantasía? ¿un deseo inalcanzable? ¿una hermosa ilusión platónica?
No lo sé, conforme pasaban los días menos lo sabía... lo único certero es que ella movía toda clase de sensaciones dentro de mi, deseo incesante, pasión reprimida e incentivaba a mi imaginación.
¿Y yo? Bueno, no pasaba de saludarla y ya... era demasiado tímida como para intentar hacer algo más.
Así pasaban mis tardes, así pasaba y se convertía ese deseo en algo más... pero era muy cobarde como para actuar de alguna manera y la verdad, es que Elvira no se veía interesada en mí.
Una de esas tardes noté que sus plantas se estaban llenando de una plaga, si ella no lo trataba a tiempo... seguro todo se llenaría y se acabaría.
Cuando Santi salió, me despedí de Elvira... pero tomé valor y le dije:
- Tus plantas tienen una plaga, apenas está iniciando pero se propaga rápido- dije
- No me gusta usar pesticidas artificiales... supongo que lo dejaré así-
- Yo conozco alguno métodos naturales... si tú quieres, pues... puedo traerte una solución y se la aplicas...- no lo podía creer, le había prpuesto algo, pero su respuesta me sorprendió aún más.
- ¿Te gustaría venir a aplicarlo tú? La verdad es que soy muy temerosa de todo eso, por supuesto te pagaría y... bueno, si no es una molestia- dijo
Me quedé sorprendida y le propuse que la próxima clase de Santi (la próxima semana), ella insistió que un día más cercano, así que quedamos de vernos dos días después.
¿Qué? ¿La vería a solas?
- Mamá, ¿por qué sonríes así?- me dijo Santi mientras regresábamos a casa.
No pude responderle, me encontraba muy feliz por lo de Elvira... por tener un pequeño trabajo con ella.

Cáctus
Cap.5
Por: -Sonia-
Preparé mis remedios naturales, dejé a Santi y a Ulises con su abuela y me fuí a casa de Elvira, María no me dijo nada, se notó algo sorprendida de mi repentino trabajo...
Llegué, toqué la puerta y Elvira abrió, me saludó con un tímido beso en la mejilla y pasé.
- ¿No está la señora?- pregunté refiriéndome a quien nos abría siempre la puerta
- No, ella sólo viene los días que doy clase-
Llegamos a sus plantes y le expliqué lo de la plaga, se lo mostré y le comenté lo que haría... también que tenía que venir a aplicarlo un par de veces a la semana.
- Todo es natural, no te provocará daño alguno- dije
- Te dejo trabajar, Iris... voy a practicar, si no te molesta-
Empecé a trabajar, por un momento recordé la pasión que tenía con las plantas, añoré mi carrera profesional... supongo que son remordimientos comunes, pero la verdad es que no me pesaba para nada haberla cambiado por mi familia.
No sé ni cuantas horas pasaron, solo escuchaba a Elvira tocar... cerraba los ojos y sentía como si me llamara con esa melodía... la miraba a través de la ventana y... no sé, ella me gustaba de una manera inexplicable.
Terminé, entré a la casa y la miré tocando... llevaba una bata de seda rosa, debajo llevaba un conjunto rosa de seda...
- ¿Iris? ¿Terminaste ya? Se me pasó el tiempo por completo- dijo y después se ruborizó - Disculpa, trabajo mejor en ropa de dormir-
Me ofreció comer y acepté, platicamos un poco de mi vida, de mi carrera y... de mi familia.
- Santiago es un niño muy hermoso y talentoso, debes estar muy orgullosa de él- dijo
- Sí, la verdad es con el que tengo más afinidad, Ulises es más apegado a María...-
- ¿La amas?-
La miré a los ojos y le dije que sí.... que amaba a María más que a nadie en el mundo. "Pero tú ... me has cautivado"- pensé y seguí comiendo.
- ¿Y tú?- pregunté
- Soy soltera y así me quedaré- rió - la verdad es que soy una persona solitaria... la música es la única que llena esa soledad, por eso no he estado con nadie más...
Seguí comiendo, miraba de reojo a Elvira.
Cuando nos despedimos, volvió a darme un tímido beso en la mejilla y puso dinero en mi mano.
- No aceptaré un no por respuesta- dijo - Es tu trabajo, un trabajo hermoso que debes valorar.
Sonreí y me fui.
Caminé hasta la casa, el sol había bajado y tenía mucho que pensar... pasé por una librería y le compré a Santi el libro que tanto había esperado.
Llegué a casa, a mi realidad... los niños estaban ahí y María había hecho la cena, me besó fuerte y los niños me abrazaron, cenamos y... me sentí muy feliz.
Cuando fui al cuarto de Santi, dejé el libro en su buró y le di un enorme beso en la frente...
Fui al baño, me miré al espejo y ... me sentí confundida... ¿por qué? ¿por qué de repente cuestionaba mi felicidad?
¿Qué pasaba?

Cáctus
Cap.6
Por: -Sonia-
Acudí con Elvira cada tercer día a aplicar la solución contra la plaga, ésta ya había disminuído considerablemente.
Como era más rápido, nos quedaba más tiempo para conversar... Elvira era muy graciosa, en el sentido que me hacía reir y que estaba llena de gracia, era imposible no sonreír estando con ella.
Era una excelente cocinera, pero su especialidad eran los pasteles... especialmente el de fresas, ese era mi favorito.
- ¡Contigo he comido demasiado! Seguro que mi ropa no me quedará más- le dije bromeando.
- De todas maneras te verás hermosa- respondió
Silencio incómodo.
- Creo que tengo que irme, Elvira- dije apenada
- Perdón, ¿te incomodó mi comentario? Perdón, de verdad perdóname... sé que estás casada y ...
No lo resistí, la tomé de la nuca y la besé... ella no se resistió, ella siguió ese beso.... ella, ella... era muy cálida.
Después de pasar todos esos días, semanas, con ella... fue imposible resistirme a sus encantos, no podía contener más mis ganas de besarla, no... no podía.
Seguimos besándonos, no nos separamos hasta después de unos minutos, nos miramos a los ojos y sonreí.
- Disculpa, tengo que irme- tomé mis cosas y salí... no esperaba ninguna respuesta por parte de ella, no ahora... creo que con ese beso me conformaba para siempre.
Al final, sé que ella y yo jamás estaríamos juntas...
Esa misma tarde hablé con María, le dije que entraría a un curso en la Universidad y que necesitaba que ella llevara a Santi a sus clases de chelo.
Era momento de despedirme de Elvira, al menos por unos meses... lo del curso no era mentira, era un curso de actualización y estaba muy interesada.
No hablé más con Elvira, dejé que las cosas tomaran el rumbo que debían de tomar... ojalá, en algún momento, la benevolencia del destino me permitiera volver a probar sus labios.

Cáctus
Cap.7
Por: -Sonia-
-Santi se ve muy emocionado con las clases, Elvira es realmente excelente- me dijo María después de que fue con ella por primera vez.
No respondí, es más... no comenté ni pregunté más al respecto.
Me esmeré en mi curso, a veces no tenía mucho tiempo para mi familia pero necesitaba despabilarme con urgencia.
- ¿Mami?- dijo Santi y entró al estudio
- ¿Qué pasa, amor?
- La maestra de chelo me pregunta siempre por tí... dice que te salude y te dé un beso de su parte- besó mi mejilla, lo abracé y lo besé con más fuerza. - Yo creo que le gustas... siempre te miraba cuando tu husmeabas en sus plantas- dijo santi y se fue a su cuarto.
- ¿Qué?- sonreí y tomé mis cosas... salí de la casa y tomé un camión.
Sabía bien a donde iba...
Toqué la puerta, ella abrió y.... volví a besarla con fuerza, volví a sentir sus labios en los míos, abracé su cintura y la pegué aún más a mí...
- No puedo dejar de pensar en tí- susurré entre besos...
Seguimos besándonos en la puerta, no quería que ese momento se acabara nunca... quería quedarme con su calor por siempre...
Me olvidé de todo y de todos, por primera vez pensé sólo en mí... en lo que me hacía snetir feliz, en las ilusiones que motivababa Elvira.
Fuimos hasta su habitación, nos desnudamos lentamente y observamos nuestros cuerpos en la plenitud de su desnudez, ella era más hermosa de lo que imaginé...
La recosté suavemente en la cama, seguí probando su boca mientras mis manos conocían el resto de su piel... ella temblaba de emoción, mi corazón latía cada vez más fuerte mientras bajaba por el cuerpo de Elvira, probaba su cuello, sus hombros, sus senos, su abdomen... bajé hasta sus piernas y mis latidos se incrementaron, sentí a Elvira por primera vez en mi boca... rozando mis labios en ella, provocando esa humedad que devoraba con deseo...
Los gemidos de Elvira solo incrementaban mis ganas de tenerla más y más... de hacerla vibrar entre mis dedos, entre mis muslos... de que no terminara jamás, de capturar todos sus gemidos, de que me tuviera así, aprisionada entre sus muslos mientras ella se mojaba más y más...
Aquella tarde solo yo la sentí como siempre lo había imaginado... terminamos exhaustas y la Luna se asomó por la ventana.
- Tengo que irme- le dije mientras recogía mi ropa.
Ella siguió recostada en la cama, envuelta entre las sábanas me acerqué a besarla... mi cara estaba impregnada de su olor.
Me fui rápido y llegué a casa antes que María, entré a tomar un baño y ... a calmarme.
Creo que en ese momento comprendí lo que había pasado, me dejé llevar por mis impulsos y... engañé a María.
Sentí el agua recorriendo mi cuerpo, recordaba el cuerpo de Elvira, la manera en como fue mío por esos instantes... Dejé que el agua rozara mis senos, mis piernas... mi nuca... mi cuello....
Unas manos se posaron en mis senos, era María... desnuda y besando mis hombros, me giré y la besé con fuerza...
- Hazme el amor, aquí y ahora- le susurré...
Sentí sus dedos dentro de mi, el agua seguía corriendo por todo mi cuerpo y María se movía con fuerza, la abracé de los hombros, callaba mis gemidos y se los dictaba directo en su oído...
Hasta que... no fue agua lo que corrió por el brazo de María... era yo, era el resultado de ambas cosas, de María, de Elvira, del deseo y las ganas que me provocaba Elvira y del amor y la fidelidad que le tenía a María...
Volví a besarla y salimos del baño, nos vestimos y María nos llevó a cenar esa noche... tenía una noticia importante para todos.

Cáctus
Cap. 8
Por: -Sonia-

- Me inscribí para una estancia laboral fuera de la ciudad, en dos semanas me dan resultados- dijo María emocionada.

¿Qué? La verdad me sorprendí por lo repentino de todo, porque no me hubiera consultado nada y... por dejarme toda la responsabilidad de los niños a mí, pero no dije nada... seguí comiendo y en realidad esa noche no fue la mejor.

Cuando llegamos a casa, discutimos. Casi nunca discutía con María, no tenía ningún motivo para ello... pero esa noche estaba enojada y fuera de mí... además de que la culpa comenzó a hacer estragos.

- ¿quién cuidará y mantendrá a los niños?- le dije -Tengo cosas que hacer...

- Enivaré dinero a diario, mi mamá puede cuidarlos unos días... ¿y tú? ¿qué cosas? ¿ir con la profesora de santi?

Ya no dije nada, me di la vuelta en la cama y ni la abracé... dentro de mi una voz muy queda deseaba que María se fuera...

Aquellos días se pasaron raros, cuando llevé a Santi a su clase... Elvira me ignoraba, pero siempre había un momento en el que ambas estábamos a solas y... nos besábamos.

- Santi me dijo lo de su mamá, ¿quieres venir a hacerme compañía?- dijo algo atrevida

He de admitir que después de ese primer encuentro tanto ella como yo nos volvimos más directas, hablábamos sin tapujos de los deseos que florecían en las dos....

- No puedo, debo cuidar a los niños-

- Te estaré esperando- dijo y me besó.

María llegó con los resultados, la habían aceptadod y se ausentaría 3 meses... partía en una semana. Esos días nos la pasamos juntos, salíamos a muchos lugares y se cancelaron las clases extras de los niños.

Extrañaba ya a María, el hecho de no despertar junto a ella.... me causaría mucha tristeza. Esa semana hicimos el amor a diario, extrañaría sus besos, su cuerpo, sus caricias y sus palabras tan gentiles y tiernas que tenía para regalarme.

- ¿Me visitarán cada mes, está bien?- me dijo llorando y volvió a besarme - Te amo más que a nadie, arreglé todo para que mi mamá cuide un mes a los niños.... no habrá clases extras, no habrá tras actividades... sólo tienes que ir a verlos los fines de semana... ¿está bien?

- Pero... ¿por qué?- dije confundida

- Para que hagas lo que tú quieras- respondió

-¿De qué hablas?- un frio recorrió mi espina dorsal....

- Iris, no me hagas decirlo.... solo quiero que sepas que te doy esa libertad. Te amo y nada ni nadie cambiará eso...- volvió a besarme, la abracé con fuerza y me solté a llorar.... no podía decir nada más... solo dejé que sintiera todo mi amor, todo el calor que tenía para ella....

- Yo te amo a ti, más que a nadie, más que a nada.... tú y los niños son mi todo-

- Descansa de todo... eres libre ahora.

Sentí esas palabras como puñales que desgarraban mi piel, las lágrimas de María me lastimaban, entraban a mi carne viva y la cauterizaban... la cerraban con dolor....

Cáctus
Cap. 9
Por: -Sonia-

Despedimos a María en el aeropuerto, no me lo creía aún... nunca me había separado de ella.

Besó a los niños, a su madre... se acercó a mi y me abrazó, me besó intensamente y... me quitó el anillo de bodas.

- La próxima vez que te vea lo recuperarás, sólo si tú quieres que así sea.... mi corazón es solo tuyo, mi corazón, mi cuerpo y alma te pertenecen... podré estar en otro lado pero... mi mente solo estará contigo, ni corazón está entre tus manos y,... ftoda mi felicidad eres tú- me besó y se fue.

Así la miré irse, sin decirle nada más... María sabía todo, se había enterado de alguna manera pero no me dijo nada, me dió la libertad de seguir con eso...

¿Por qué?

Los niños se fueron con mi suegra, yo tomé un taxi rumbo a la casa... pero, a medio camino... desvié el rumbo.

A medianoche me encontraba tocando en esa casa, ella me abrió... ella me miró, ella me besó... ella me llevó a su habitación y de repente olvidé todo lo demás... incluída María.

Esa madrugada dejé que Elvira me tocara como a su chelo, que sus manos rozaran por las cuerdas de mi piel que respondían en diferentes tonos y notas... que iniciara con esos movimientos de dedos tan lentos que me hacían pedirle más.... que la intensidad la incitara a mover con rapidez su muñeca dentro de mi, escurriendo mi espuesta, esa melodiá de extásis que provocaba...

Elvira era espectacular, cada una de sus maneras me hizo llegar a un clímax infinito, a una dicha que enervaba cada parte de mi, olvidé todo... hasta mi nombre, lo único a lo que respondía era a los movimientos que ella tenía para mi... sus labios, su lengua, sus dientes.... sus senos, sus caderas, sus muslos.... sus manos, sus dedos, la yema de éstos.... no hubo ninguna parte de su cuerpo que no conociera y no hubo ninguna parte de mi cuerpo que no estimulara... hasta mi mente hizo explotar.

Dormimos y despertamos casi al instante, seguimos disfrutándonos sin tapujos, sin remordimientos y sin mirar atrás...

El cansancio llegó por fin y me quedé dormida entre sus piernas.... no soñaba con nada pues lo de esa madrugada era como el mejor de mis sueños....

Escuché a santi llamándome, er la culpa que ahora había tomado una forma familiar.... decidí no escucharla, dejé que ese tiempo para mi lo aprovecharía al máximo.

- Buenos días- era Elvira, sólo traía esa bata de seda rosa y una charola en las manos -Es el desayuno- dijo sonriendo, era esa tarta de fresas que tanto me fascinaba.

Comí, creo que mi mirada era perdida y me pregunto por lo que me pasaba.

- ¿Puedo quedarme .... por un mes? - pregunté apenada.

Ella me miró, besó mi frente y me dijo que sí... - ¡Claro que sí!

- Los fines de semana iré a ver a mis hijos... y... bueno, es todo- respondí y seguí comiendo.

No mencioné más, decidí guardarme a María en el corazón y seguir disfrutando de los nuevos placeres.... de Elvira.

Cáctus
Cap. 10
Por: -Sonia-

Esos primeros días a su lado fueron como un sueño, lo confieso... olvidé por completo a mi familia, a mis hijos, a mi María...

Pero, sí fue como un sueño, pues no duraron mucho... lo curioso de los sueños es que no son la realidad y a veces necesitas de ésta para sentirte realmente viva.

Una de esas mañanas en las que el Sol nos encontraba desnudas, aún sintiéndonos... Elvira se levantó, tomó una maleta y empacó una muda de ropa.

- ¿Qué haces?- pregunté confundida

- Me voy, puedes quedarte o puedes irte...

- ¿Irte? ¿Elvira que es todo esto? ¡Yo estoy contigo, carajo!- grité.

Se acercó a mi y besó mi frente... después susurró:

- Sí, estás conmigo pero no eres mía, ni yo soy tuya.,. tengo una vida y me gusta disfrutarla... necesito tiempo para mí, eso me gusta... sentir que me encuentro conmigo. Lo lamento, Iris... no quiero asfixiarme contigo, eres muy hermosa como para que te deje ir...

Me levanté enfurecida y me vestí... ni siquiera tomé mi maleta... sólo salí de ahí y fui a casa de mi suegra.

¿Qué? ¿Qué demonios le pasaba a Elvira? ¡Dejé a mi familia por irme con ella y.... y.....!

No podía con el enojo, trataba de recordar algunas claves que ella me hubiera dado, recordé la soledad que me dijo que apreciaba, recuerdo su pasión por la música... y que ella se consideraba una persona insoportable.

¡Y sí que lo era..!

Recordé su hermoso jardín, mucho de lo que era ella estaba plasmado ahí... sobre todo en los cáctus.

Ya más tranquila llegué a casa de mi suegra, ella no me dijo nada... fui por los niños a la escuela y después nos fuimos a comer... los extrañaba mucho y ellos a mí.

Esa noche me quedé a dormir ahí, dormí con Santi... lo abracé muy fuerte y me disponía a cerrar los ojos...

- ¿Por qué no habías venido, mami?

- Tuve cosas que hacer, mi amor

- ¿Irte con Elvira?- dijo bostezando y se quedó dormido

Lo miré, me sentí tan culpable y egoísta... pero no sabía que hacer, elvira me atraía demasiado.... Elvira era como un sueño, una droga de la que necesitaba abastecerme...

Elvira era como un cáctus, ambos no tenían flor ni colores llamativos... parecía que su fragancia pasaba desapercibida, pero su belleza era atractiva, demasiado tentadora.... te acercas, la tocas

Cáctus
Cap. 11
Por: -Sonia-

Me quedé un par de días con mis hijos, después regresé a mi casa e hice un poco de liempieza, me encargué de reencontrarme poco a poco.

Por las tardes había una hora en la que la luz del Sol acariciaba la cortina de la ventana, ondeaba con el aire que se colaba y... juro que veía a Elvira, su figura iluminada, la desnudez que me enloquecía... Era adicitva, no podía dejar de pensarla, de anhelarla...

Cual adolescente encaprichada huí de nuevo a su casa, toqué la puerta y me abrió aquella señora que nos abría la puerta:

- La maestra dijo que vendría, adelante- caminamos hasta el comedor y sirvió la mesa, comí sola... no sabía ni que pasaría.

- ¿Y Elvira?- pregunté

- Regresa esta noche-

- ¿Dónde está?- pregunté ansiosa

- Eso nunca lo sé... la maestra es muy cambiante, muy solitaria... repele a todos quienes tratamos de acercarnos, sólo se entiende con su chelo y se lleva consigo... Aunque, es muy raro que usted esté aquí... nadie había regresado nunca-

No supe como tomar eso, me sirvió café y le pedí que me acompañara, platicamos de mi hijo, de las flores, de... mi esposa. Pero aquella mujer no me decía nada, no me jugaba y parecía entenderme a la perfección.

- Yo lo hice una vez y... no me arrepiento hasta ahora- dijo y se despidió.

Me quedé en la casa de Elvira completamente sola, fui a su habitación y me recosté entre sus sábanas... dejé que su aroma invadiera mi olfato... procedí a desnudarme poco a poco y tomé una de las batas de Elviram su aroma seguía ahí... sentía como si ella me stuviera acariciando, después dejé que sus sábanas hicieran el resto... inundando mi piel con roces de seda, el aroma de Elvira,... Elvira.. Elvira....

Mi mente explotó... también mi humedad, que se impregno por toda la cama.

Después de tan estimulante experiencia, me quedé dormida abrazando su almohada...

Cáctus
Cap. 12
Por: -Sonia-

Escuché susurros en mis sueños, abrí un poco los ojos y era Elvira...

- ¿Iris?- me decía - ¿Cómo entraste?-

- Ella me dejó entrar y...- de repente recordé que estaba desnuda; muy apenada tomé las sábanas y me cubrí, a Elvira le pareció divertido.

- ¿Acaso no he recorrido cada rincón de tu cuerpo ya?- acarició mi cabello y besó mi frente.

Era la madrugada, Elvira se desnudo también y se recostó junto a mi, acaricbaa mi espalda y la besé...

- ¿Cómo están los niños?- preguntó

Le conté lo que Santi había dicho, seguramente él sabía todo y... no sé, quizá tenía miedo.

- Cuando uno es pequeño, nunca se da cuenta de la dimensión de las cosas- dijo

Volví a besarla, quería abrazarla... sentirla así de desnuda junto a mi y que nunca se fuera.

- ¿Dónde estabas?-

- Ya te dije, amo mi libertad...

- y ... ¿nosotras? pregunté nerviosa por primera vez

- Esto es nosotras, promesas de una cama, sudor, gemidos, orgasmos... esto es lo que somos. Tú tienes una familia y un matrimonio; yo tengo a la música, a mi chelo, a mi soledad- respondió fría.

Pude haberme indignado, pero no lo hice... creo que entendí a lo que se refería, si eso es lo que teníamos, me aferraría todo lo posible.

Volví a quedarme dormida, la mañana no tardó en presentarse pero no quise notarla, seguí durmiendo abrazando el cuerpo desnudo de Elvira, sintiend su respiración y teniendo todo su calor para mí.

Otra vez tuvimos días de dicha, me la pasaba mirando su jardín y cuidando sus plantas, ella tocaba en el salón... A veces me sorprendía en el patio trasero y me tomaba sin más; a veces yo llegaba y gastabamos pasión en el salón.... Así éramos, pasión desmedida.... cuerpos desnudos que se acoplaban a la perfección, sed de caricias, besos y sensaciones de placer... eso éramos, place puro y sin compromisos.

Elvira no salió ninguno de esos días, de hecho la notaba un tanto rara... más cariñosa, más apegada, la intensidad de la lujuria cambió por... suspiros, sonrisas, besos prolongados... ¿pero, por qué?

Ahora fui yo quien me fuí, le dije que me iría la noche anterior ... ella me dió una carta y me pidió que la abriera cuando no estuviera en casa.

Tomé algunas cosas, seguí dejando mi maleta porque regresaría... Hicimos el amor, sí... lo hicimos, ¡eso era! ¿Elvira comenzaba a enamorarse?

En fin, me fui de ahí directo al aeropuerto, era la visita mensual con María...

Abordé el avión, los niños ya estaban allá.... Busqué una pastilla contra el mareo y vi la carta, la abrí:

- Ya te extraño, regresa... ¿vienes a cenar esta noche? Te tengo una sorpresa-

Volví a meter la carta en mi bolsa y a sentirme miserable... esa noche no podría estar con Elvira, esa noche... yo estaría con María, en una habitación, deshaciendo camas....

Cáctus
Cap. 13
Por: -Sonia-

Tenía dudas, imaginé a Elvira en la mesa... esperándome. Era obvio que no le dije que visitaría a mi esposa, Elvira no tenía que enterarse de nada...

Llegué al aeropuerto, las dudas aún me atormentaban y... de repente alguien me tomó por la cintura.

- ¿Está usted perdida? Soy una excelente guía... puedo llevarla a donde quiera- me susurraron al oido, y todas las dudas se fueron...

- ¿Tiene alguna idea?- pregunté pícara

- Mmm.... tengo una reservación para un hotel cercano, ¿quiere acompañarme?

Giré y la besé... Era María.

- ¡Te extrañé tanto! - le dije llorando

- Lo del hotel es cierto, ¿vamos?- preguntó y me ofreció su mano, yo le di la mía y nos dirigimos a donde ella me llevó.

En efe cto entramos a un cuarto de hotel, de inmediaro me besó con desenfreno y me tiró en la cama... siguió besando y yo acariciaba su espalda... dejé que ella me llevara, dejé que todo lo demás se fuera... hasta Elvira.

Fue muy curioso, recordé la primera vez que estuve con María, la primera salida al cine... la emoción que me daba solo de pensar en ella, cuando sentí sus labios por primera vez en mi cuerpo fue como un choque que recorrió mis piernas, me sentía invencible a su lado... y , bueno... creo que era lo más cercano a la felicidad.

Jamás podría olvidar su cuerpo, lo tenia guardado en mi mente y me gustaba tanto como siempre, miraba su cuerpo moviéndose sobre de mi, sus ojos fijos en mi rostro, a la expectativa de cualqueira señal extraña pero... con ella no encontraba nada más que placer.

Duramos horas, tenía mucho desde nuestra última vez, desde esa despedida que me dejó muy conmovida.

Terminamos ya muy tarde, ella le habló a su mamá y le dijo que llevara a los niños al hotel por la mañana, desayunaríamos juntos.

Acaricié su espalda, la besé y ella me detuvo.

- ¿Y bien, cómo te va? ¿Disfrutaste de lo que te dí?

No supe que responder, no después de lo que acababa de pasar....

- María, ¿lo has hecho con alguien más?- pregunté nerviosa

- No, realmente no me queda tiempo de nada... a veces ni hablo con los niños, bueno... ni contigo-

- ¿Qué quieres, María? ¿quieres el divorcio?

- iris, eso es algo que debes responderte... ¿qué es lo que quieres?

Se recostó y quedó dormida, yo no pude... pensaba en lo que me había dicho, pensaba en lo que Elvira había escrito.

¿Cómo es posible que teniéndolo todo.... deseara algo más?

Cáctus
Cap. 14
Por: -Sonia-

Los niños y mi suegra se quedaron 2 días, dormíamos en la casa que rentaba María, la segunda noche de ese viaje, los niños durmieron con María y conmigo... esa era mi familia.

Por las mañanas nos íbamos a desayunar juntos, por las tardes íbamos de paseo por la ciudad...

Por la mañana partirían los niños y su abuela, yo me iba a quedar otra noche con María. Todos esos momentos pasaron muy rápido, cuando menos lo pensé.... María y yo despedíamos a nuestros hijos.

- ¿Iris seguirá sin ver a sus hijos? preguntí mi suegra

- Sólo si ella lo decide- respondió María.

No supe que decir, mucho menos que decidir... cuando ya estuvimos solas, ahi en el aeropuerto... María me preguntó si quería pasar la tarde en la casa.

Otra vez sentí su cuerpo, otra vez probó mi cuerpo y me entregué a ella... como siempre, como tenía que ser...

Comimos pizza, seguimos recostadas en la cama, sintiéndonos por horas...

- Iris, te amo.... ¡quédate conmigo!-

- Pero tu trabajo, los niños...

- Quédate conmigo ahora, así como te quedaste con ella... cuando ya no te sientas a gusto o ya no puedas seguir con mi ritmo.. puedes irte, pero... necesito amanecer contigo, necesito tenerte junto a mí.

Le sonreí, la besé y accedí a quedarme un par de semanas, tenía que ir con mis hijos y... con Elvira.

Esa noche dormimos abrazadas, era hermoso sentirme entre los brazos de María, disfrutar de la manera en como dormía y hasta añoraba sus ronquidos. La amaba... la amaba muchísimo coomo para dejarla...

Los primeros días de esas 2 semanas fueron bastante amorosos, extrañaba los besos de María y... me gustaba sentirla cerca. Pero la realidad es que María estaba muy ocupada, a veces se quedaba a dormir en el trabajo y.... comencé a atar algunos cabos.

Yo no busqué a Elvira, ella se presentó y me fascinó... pero, yo no hubiera actuado si no sintiera ese vacio ... era un vacio que provocaba el trabajo de MAría, ella siempre estaba ausente, ella siempre trabajaba o estudiaba y... me sentía relegada.

Lo curioso es que Elvira también es así de ausente, peor aún... Elvira es solitaria y sus espinas duelen al contacto. Pero no me sentía sola, quizá porque no la amaba aún... quizá porque solo quería su cuerpo... pero, la quería... eso era cierto.

Cáctus
Cap. 15
Por: -Sonia-

- Esto no funciona, María... tengo que irme- dije

Ella me miró, comenzó a llorar y se sentó en el suelo.

- Sabía que sería dificil, pero quiero estar junto a ti... también quiero mi trabajo, mis estudios... y mi familia-

- Yo también quería eso, dejé todo por estar junto a ti, con mi familia... tener hijos y dedicarme a ello...

- ¿Crees que eso no lo sé? ¿Por qué crees que te di tanta libertad? ¿Por qué piensas que no dije nada de lo de Elvira? Porque te amo, porque siempre he sido consciente de lo que diste por mi y quería recompensarlo de alguna manera, pero... no funcionó... no funciona, sigo sin estar, sigo sin hacer presencia en tu vida y...

La besé fuerte, comencé a llorar y le dije: - Tú eres mi vida, María... pero siento que se me está yendo-

Ella me abrazó y me susurró :- Puedes irte... toma todo el tiempo que necesites, yo estaré aquí... esperándote-

La abracé y besé su frente, después tomé mi maleta... y me fuí.

Aquello fue lo más doloroso que hice en mi vida, amaba a María demasiado pero me sentia estancada, ella tenia sus prioridades... y era obvio que yo no lo era, me sentía perdida, vacía... llena de una monotonía que asfixiaba... completamente vacía.

Tomé un avión, y fui a buscar mi destino.... Después de muchas horas, llegué... toqué la puerta y ella abrió.

- ¿Iris?-

- Elvira...- corrí a besarla y abrazarla, tomé su mano y fuímos adentro de su casa... miré la mesa, tenía velas y servilletas elegantes.

-¿Es tarde?- le pregunté con miedo

- Sí... es muy tarde para mí, pues... estoy enamorada...

Y diciendo esto, tomó mi rostro y me dió el primero beso de amor que siempre soñé y no sé porque siento que... también fue su primer beso de amor.

Cáctus
Cap. 16
Por: -Sonia-

-¿Te quedarás o volverás a irte?- me dijo Elvira mientras acariciaba mi cabello... era la mañana del día siguiente, no podía creer que apenas una noche antes había estado con María... y ahora.

- Tengo familia, debo ver a mis hijos-

- Eso lo sé, no quiero que te separes de ellos.... pero ¿y nosotras?

Fue bastante irónico que ahora ella preguntara eso, ahora que yo no tenía una respuesta clara... sólo dudas e incertidumbres y una que otra culpa.

- Esto es nosotras, no puedo ofrecerte más...- dije

- ¿Y María?

- Prefiero no hablar de ella....

Nos levantamos y preparámos el desayuno, después fui a la casa de mi suegra a ver a mis hijos... una cosa tenía segura y es que no los abandonaría.

Mi suegra abrió la puerta, me preguntó por Marí y le dije que habíamos tenido una discusión y nos separaríamos algunos meses...

- Que no se enteren los niños, ellos pueden quedarse aquí conmigo- dijo

- No sé si sea necesario, llevaré a Santi a sus clases de chelo por las tardes y... quizá pueda quedarse conmigo-

- No, los niños deben quedarse aquí... soluciona los problemas que tengas con mi hija y después podrás llevártelos, mientras tanto puedes quedarte con ellos o venir a verlos todas las tardes- dijo

Me molesté, pero supe que era lo mejor... además, consideré que realmente no tenía nada que ofrecerle a los niños, todo lo que tenía era de María y si me separaba de ella... yo no era nadie.

Pasé esa tarde y noche con los niños, los amaba demasiado... dormí con Santi y el me abrazaba muy fuerte:

- ¿Tú y mamá María van a separarse, mami?

- No lo sé, amor... Ella está muy ocupada y yo... bueno, creo que debo ponerme a trabajar-

- ¿Nos dejarás con la abuela para siempre?

- No, mi amor... es solo un tiempo de aquí a que consigo trabajo y pueda regresarlos conmigo, a casa....

-¿ Y el chelo?- dijo

- Mañana irás a clase, hay algunas cosas que... bueno, descansa bebé- besé su frente y lo acurruqué hasta que se quedó dormido.

Los dejé en la escuela y fui por ropa a mi casa... después regresé a casa de Elvira...

- Buscaré trabajo, he hablado con algunos amigos y espero puedan conseguirme algo- le dije

- ¿Y esa maleta?- preguntó

- Bueno... pensaba en quedarme otra temporada, si no te importa-

- ¿Bromeas? Por mi quédate para siempre- me besó...

La mañana se gastó en besos y caricias... devorar nuestros sentidos y entregarnos a ese placer que me era tan conocido y anhelado, no podía vivir ya sin las caricias de Elvira, su incesante manera de poseer mi cuerpo con sus manos, su boca.... con su cuerpo entero; la manera en como manipulaba mi éxtasis y me hacía culminar en un punto tan alto que jamás logré alcanzar.

Después fui por Santi, lo llevé a su clase de chelo con Elvira (ahora era gratis).

Todo pasó con aparente calma, Santi seguía perfeccionando su manera de tocar y ahora no me quedaba en el jardin... tenía acceso a toda la casa, les preparaba comida y los tres compartíamos en la mesa.

Así fue durante esa semana, la verdad no sé porque quize que Santi se integrara a mi nueva vida, quizá quería tener un aliado en esta locura... y, pensé que.... bueno.

Esa noche, al regresarlo a casa de su abuela... lo noté algo distante, pero no pregunté nada... tenía miedo de lo que pudiera responder....

Sólo lo dejé ahí, besé a él y a su hermano... y regresé a mi nuevo hogar.

Cáctus
Cap. 17
Por: -Sonia-

Pasó cerca de un mes, enconté un modesto trabajo por las mañanas en el jardín botánico de la Universidad, uno de mis amigos de facultad era ahora el director y me encontró un puesto en la investigación y cuidado de algunas especies.

ERa perfecto, por las mañanas trabajaba y en las tardes iba por mis hijos para llevarlos a comer fuera., cuando Ulises no podía solo me llevaba a Santi... compartía más tiempo con él... lo seguía llevando a sus clases de chelo, a veces comíamos ahí con Elvira o mirábamos películas juntos.

- ¿Vives con Elvira, verdad?- me preguntó Santi

- No tengo a donde ir... y ella, es una buena amiga- dije

- Pero... tienes la casa, mamá María siempre me pregunta por ti... ¿por qué no hablas con ella?- y se soltó a llorar

- No llores, amor.... Tu hermano y tú no tienen la culpa de nada, tu mami y yo... bueno, tenemos algunos problemas y debemos solucionarlos, a veces cuando te enojas con alguien es mejor dejar que pase el tiempo para que las cosas se calmen.... eso hacemos ella y yo-

- ¿La amas?- preguntó

- A tu mami la amo tanto como a ustedes-

- ¿Y a Elvira?-

Besé su frente y no respondí más... creo que esto les estaba afectando demasiado, esa noche ellos partieron para ver a María otro fin de semana... yo no quise ir esta vez, ni fui invitada... ya que no había boleto de avión para mí.

Regresé con Elvira, ella dormía ya y me recosté a su lado, comencé a llorar.

- Santi sabe todo- dije

- Lo supuse, últimamente ha estado un poco agresivo conmigo-

- ¿Por qué no me lo habías dicho?

- Porque es normal, eso siempre pasa- respondió

- No, nunca les he permitido que sean groseros-

- Eso pasa... yo lo sé porque... bueno, es hora de decírtelo.... ¿recuerdas a la señora que viene a hacer la limpieza y a ayudarme?-

- Sií, ¿qué pasa con ella, Elvira?

- Ella es la segunda esposa de mi padre, la conoció cuando aún vivía con mi madre... y pues, fue su amante por muchos años.... vivía con ella por temporadas y a mi madre y a mí nos dejaba. Cuando trató de remediar todo, él me llevaba a casa de ella.... no tienes idea de cuanto la odié, de cuanto la odio aún cuando es muy dulce y siempre me ha cuidado, desde que mi madre murió ya jamás se apartó de mi. Cuando mi padre murió, él le dejó esta casa... y a mi también, ella me la cedió por completo y me pidió que pudiera venir algunos días... Tuve que acceder, es vieja y esta sola... pero aunque quisiera, no puedo dejar de odiarla y pensar que ella rompió a mi familia. Aunque en realidad no essu culpa...

Elvira se soltó a llorar y comprendí muchas cosas, Elvira tenía miedo de repetir lo que su padre había hecho,.. pero, al final yo lo estaba haciendo y ahora elvira se veía reflejada en esa mujer, la amante de su padre...

No supe que decir o que pensar, solo me quedé abrazándola hasta quedarnos dormidas... Lágrimas corrían por mis mejillas.


Cáctus
Cap. 18- M
Por: -Sonia-
Fuí al aeropuerto por mis hijos, corrí a abrazarlos y besarlos... Había pasado un mes desde la última vez, mi madre se acercó y me abrazó con mucho cariño, susuró unas palabras que no entendí... pero sabía que se refería a... ella, a Iris.
Miré hacía el pasillo, quería quedarme con la esperanza de que Iris vendría, de que aunque no le hubiera enviado un boleto... ella hubiera venido a mi, a decirme que me amaba, que todo lo que ella quería era estar conmigo de nuevo, con nuestros hijos.
Pero no, me quedé por unos instantes y... rompí el boleto que tenía en mi mano, era el boleto de Iris que no me atreví a enviar, ese era el principio de algo.
Mi asistente, Jazmin, me alcanzó en el aeropuerto, le presenté a mis hijos y nos llevó a un restaurante muy lindo. Ella era becaria en el Instituto donde estaba y era oriunda de ese Estado, lo conocía a la perfección. Era mucho menos que yo y sumamente atractiva, la contraté porque noté el potencial que tenía... pero eso no impidía que la siguiera viendo de esa manera, además... en muchas ocasiones me había demostrado que tenía un interés más allá de lo profesional hacia mí.
Mi madre se sorprendió por la presencia de Jazmín, le comenté que era mi asistente y que esta vez quería dedicarme de lleno a pasear con los niños, ella sería nuestra guía. A los niños les cayó muy bien y... bueno, Jazmín era muy agradable.
Pero, aún con todo eso... la esperanza de que Iris viniera a buscarme, seguía viva... ¿Saben? Iris era el verdadero amor de mi vida, era la única mujer con la que podría pasar todos mis días... mis ocupados días... mis aburridos y monótonos días, le había perdido el sentido a todo, quería renunciar pero... tenía un contrato y un compromiso con el Instituto, con la manutención de mis hijos y mi madre y... bueno, ahora Iris ya no recibía nada mío.
Fuímos a un safari que estaba algo retirado de la Ciudad, tuvimos que quedarnos en un hotel cercano pues la lluvia nos alcanzó... sólo encontramos dos habitaciones.
Una doble y una sencilla, los niños inistieron en dormir solos... ya no eran aquellos bebés que cargué, de los cuales miré su nacimiento...
- Si quieres pudes quedarte con tus hijos, yo me quedaré en la habitación sencilla- dijo Jazmín, pero mis hijos no quisieron.
- Si no te molesta, podemos dormir en la misma habitación- dije apenada
Y así fue, afuera la lluvia era intensa, me quedé en el sillón pequeño de la habitación y Jazmín se quedó en la cama... comenzó a hacer mucho frío.
- María - me dijo - ¿por qué no duermes aquí? No es como si no lo hubieramos hecho antes-
Me sonrojé... en realidad ella y yo habíamos dormido juntas en el laboratorio, dormidad en el sentido más literal, pues el proyecto demandaba atención máxima y teníamos unas colchonetas ahí...
ME recosté junto a ella, no podía dormir... estaba muy nerviosa, Jazmín era hermosa y yo... bueno, tenía más de un mes sin sexo.
- Me gustas... María- me dijo susurrando y rodeó mi cintura, yo estaba de espaldas y sentí su cuerpo acercándose al mío.
Cerré los ojos, contuve un poco la respiración... giré y... la besé, la besé intensamente pero me detuve.
- Jazmín, eres muy hermosa, demasiado... pero yo estoy casada y amo mucho a mi esposa-
- ¿Y por qué no vino?
- Ella está en una etapa complicada, ambas queremos salvar nuestro matrimonio y no creo que esto ayude en algo...
Jazmín se giró muy molesta y me quedé pensando.
No es que no deseara a Jazmín, pero realmente no quería.. no le fallaría a Iris, no ...
Mi madre sabía lo que pasaba con Iris, en varias ocasiones me preguntó porque la dejaba que me engañara... pero no lo veía como un engaño, cada una de nosotras estaba haciendo algo por ella misma.
Pero... la verdad es que estaba aterrada... tenía miedo que Iris escogiera a Elvira, tenía miedo que me dejara, que se olvidara de mi... sabía que de los niños no... pero ¿de mí?
Estaba llena de pánico de que Iris tomara la misma desición que yo, que escogiera eso que le llenaba sobre... el amor.
Tenía miedo que, así como yo escogí mi carrera y trabajo... ella escogiera a Elvira y no es porque la amara, yo lo sabía bien... solo, llenaba algo que yo vacié, algo que se perdió.

Cáctus
Cap. 18
Por: -Sonia-
Desperté ese día sintiéndome sola, aún cuando Elvira estaba a mi lado. Sabía que mis hijos estarían con su mamá... que ella estaría consintiéndolos y que... no me mandó un boleto.
Fuí a trabajar sin ganas de nada, pasé a comer en un restaurante cercano, aún sin ganas... llegué a casa y Elvira me miraba consternada, sabía que me pasaba algo... pero no sabía que hacer.
Se puso a tocar el chelo, yo me dediqué un poco al jardín... las limpiaba, regaba y controlaba el resto de la plaga que estaba por desaparecer...
Y un hermoso color azul me invadió, era un tímido toque de azul entre el resto del jardín... me acerqué y noté muy bien que planta era: un Iris.
- ¿Ves? Yo también puedo tener una planta favorita que me recuerde a tí- dijo Elvira mientras rodebada mi cintura y besaba mi cuello.
- Nadie nunca me había comparado con esa flor... Ni...- pensé en María, pensé en que la amaba... pero, creo que no debía...
Pasaron los días, fuí a ver a mis hijos para saber como les había ido... me platicaron todo lo que hicieron el safari y los restaurantes, los museos...
- Jazmín era una excelente guía- dijo Ulises
- ¿Jazmín?- pregunté asustada
- Sí, iba con mamá... durmieron juntas en el safari, nos dejaron la otra habitación a nosotros como niños grandes- dijo Santi
Algo estrujo mi corazón... ¿juntas? ¿Jazmín? ¿María?
Me quedé desconcertada sin poder preguntarles nada a mis hijos, mucho menos a mi suegra... ¿quién era esa mujer? ¿acaso MAría salía con alguien más? ¿Por qué la llevó con mis hijos?
Llevé a Santi con Elvira para su clase, él parecía algo renuente pero no podía decirle que no al chelo, después lo llevamos a comer y platicamos sobre la escuela.
- ¿Por qué mamá vive contigo?- le preguntó
- Por qué ella no tiene a donde ir- respondió Elvira
- Mi mami María la ama... tenemos una casa-
- María tiene a JAzmín- dije de una manera grosera, Santi y Elvira me miraron sorprendidos y les pedí que siguieran comiendo.
Cuando dejé a Santi en casa, le dije a él y a su hermano que el Viernes saldríamos juntos, tenía a alguien a quien presentarles. Mi suegra me miró mal...
- ¿Qué? ¿No es lo mismo que hace su hija?
La verdad que ni siquiera lo hacía porque Elvira fuera alguien especial para mí, sólo quería que María tuviera una cucharada de su propio chocolate...

Cáctus
Cap. 19
Por: -Sonia-
Pasé por los niños a casa de su abuela, le dije que se quedarían conmigo esa noche pues la función de cine era muy tarde. Le mentí, en realidad no íbamos al cine.
- ¿A dónde vamos?- preguntó Ulises
- Al recital de mi maestra- respondió Santi algo molesto
Así fue, Elvira tenía un recital muy importante en el conservatorio y me había invitado junto con los niños, teníamos asientos de primera fila.
Llegamos, nos sentamos y esperé ansiosa a que empezara, fue sumamente hermoso... Elvira era tan maravillosa en lo que hacía, cautivaba con la ejecución de cada pieza, esa maestría en el movimiento de la manos (que conocía bastante bien).
Cuando terminó todo, Elvira se levantó y dijo:
- Quiero que uno de mis alumnos que se encuentra presente, se acerqué... Santi, ven-
Miré emocionada a Santi y le pedí que subiera... Ulises se mostraba emocionado también...
- No subiré- dijo Santi y corrió a la salida del auditorio.
Elvira se disculpó, corrí tras Santi y Ulises se quedó en los asientos.
Santi se escondió en el baño, fuí con él y traté de hablar.
- ¡Santiago! ¿Acaso te hemos enseñado a ser grosero? ¡Tu profesora quería que tocaras con ella!- dije molesta
- Ella no es mi maestra, ella sólo quiere quedarse contigo... Renuncio a ella, también renuncio al chelo- dijo llorando
Seguí hablando con él, abrió la puerta y lo abracé.
- No quiero que se separen, no quiero que te quedes con Elvira..- dijo llorando, Ulises llegó.
- ¿De qué hablas, Santiago?- preguntó nervioso
- ¿No te das cuenta? Mamá Iris vive con Elvira porque se separó de nuestra mamá...
- No es cierto- dije
- ¿Entonces que hace "esa" contigo?- gritó Santiago muy enojado
Le dí una cachetada
- ¡Santiago! Nunca hemos permitido que seas grosero, mucho menos que te expreses así de tu profesora-
- Ella no es mi profesora, y tú no eres mi madre... eres una...-
Le di otra cachetada, Ulises abrazó a su hermano... Elvira puso su mano en mi hombro y pidió que me tranquilizara. Se acercó a Santi.
- Santiago, sé que esto es dificil... pero entiende que la decisión de sus vidas son de tus madres, no tuya... es dificil entenderlo, pero no debes de ser grosero con tu madre. Si quieres odiar a alguien , odíame... Si quieres culpar a alguien, cúlpame... pero no te desquites con tu madre, ella te ama-
Los llevamos a cenar, todo el trayecto fue callado... después los llevé a nuestra vieja casa, no me pareció oportuno que nos quedaramos con Elvira.
Ulises fue a mi cuarto esa noche, se acostó junto a mi y me abrazó.
- No quiero que nuestra familia se rompa- dijo llorando
- No pasará, tus 2 mamis nos amamos mucho... solo estamos confundidas, muy confundidas... pero los amamos mucho, son nuestra mayor bendición- dije llorando.
Esa noche me dormí con Ulises entre mis brazos, desde que era bebé no hacía eso... Creo que todo esto estaba tornándose algo dificil para ellos.
Era momento de tomar una decisión.
Cáctus Cap. 20 Por: -Sonia-

Por la mañana llevé a los niños a casa de su abuela, regresé a mi vieja casa y me puse a trabajar en mi huerto... todo estaba seco, justo como yo.

Pensé en mis hijos, en la familia que había fundado... pero también pensé en Elvira, en lo que ella me hacía sentir y vivir todo un torbellino de emociones, de nuevas sensaciones... ella era esa vida que llegaba a mi y me inyectaba con toda la energía... pero, eso se terminaba en algún punto, sus espinas de cactus había perforado ya mucho mi piel y aún no me reponía.

Pasaron 3 días, esa tarde pasé por los niños en la escuela para llevarlos a comer... Santiago ya no quiso tomar las clases de chelo y no me hablaba para nada. Ulises, por primera vez, lo sentí apegado a mi... me defendía y trataba de mediar la situación.

Los regresé con su abuela, ella hablaba por teléfono con alguien...

- Acaba de llegar, te la paso- dijo

Tomé el teléfono y la escuché... era María.

- ¿Acaso estás loca? ¿Por qué llevaste a mis hijos con esa? ¿Que pasa contigo, Iris?- gritó

- ¿Y tú y Jazmin?- le dije muy calmada, los niños me veían.

- Eso no tiene nada que ver, ¿acaso te volviste loca?, una cosa es que te revuelques con quien quieras... pero no involucres a mis hijos-

-- Te recuerdo que son mis hijos y haré lo que crea necesario por su bienestar...-

- Yo también, Iris... yo también y... creo que lo mejor es que nos divorciemos, esto ya no es vida.- no podía creer eso...

Me escurrí por la pared hasta quedar sentada en el piso, palidecí y todo mi cuerpo temblaba...

- ¿Qué...qué dijiste?- pregunté temblando

- Que nos divorciemos, es obvio que esto no funcionará... 

- No- dije... - No puede ser cierto

- Iris... perdona, Iris... hablemos cuando esté ahí...¿ok? Esto de la distancia...

Y me levanté, no escuché que más dijo... sólo me levanté y quise irme de ahí... ni siquiera miré a los niños, sólo me fui... su madre me gritaba, pero ese día perdí algo,... a alguien; María.

Llegué hasta la casa de Elvira, de nuevo no estaba.... me oculté entre las sábanas y me solté a llorar como una niña...
Cáctus Cap. 21 Por: -Sonia-

- ¿Iris?- Elvira llegó a abrazarme... me preguntaba el motivo de mi llanto... tuve que contarle lo del divorcio.Se me quedó mirando, después se levantó a prepararme un té y me lo llevó hasta la cama, besé su mano y lo bebí.

Silencio total...

- ¿Y qué harás?-- preguntó

- No lo sé... realmente no tengo idea.- dije completamente fuera de mí

- ¿Sabes? Quizá es momente de que inicies algo nuevo, con alguien que te ame... alguien como yo- dijo

La miré, no entendí nada de lo que djo... solo la miré extrañada.

- ¿Qué?- pregunté

- Iris... me encantaría casarme contigo

- ¡¿Qué?!- grité asombrada... 

- Bueno... verás, quiero contigo algo más de un rato, te quiero toda para mí.... Iris

NO respondí , volví a recostarme... Elvira me exigió una respuesta

- Es NO- dije - No entiendo, Elvira... hace poco me dejaste claro que entre las os no había nada, nunca lo habría y... ¿ahora piensas en una boda conmigo?-

Ella ya no respondió nada, tomó su traje de seda y se lo puso... después se rescostó jjunto a mi, sun decir más.

Mi cabeza trataba de procesar lo que habá pasado... trataba de dilucidar los sentimientos de Elvira... hasta que ella dijo.

- Más vale que decidas... me iré pronto de aquí----

Y durmió....
Cáctus Cap. 22 - M Por: -Sonia-

Como cada tarde hablé con mis hijos, extrañamente Santi estaba algo más callado (que lo habitual), le preguntpe sobre las clases de chelo y me dijo que ya no las tomaría, no con esa maestra.

- ¿A qué te refieres?- le rpegunté

- No quiero que mamá Iris te deje por ella, ¿sabes que viven juntas? ¡Ella nos lo dijo! ¡Nos llevó al recital de Elvira y quría que nos quedaramos con las dos!- gritó enojado

- Santiago, pásame a tu hermano- dije agitada

Ulises cogió el teléfono, le pregunté sobre la certeza de la historia de Santi, me la confirmo y supe que Iris se los había llevado con Elvira... ¿por qué? ¿qué mierda estaba pensando iris? Nada... ella nunca pensaba nada...

Mi mamá fue la siguiente en hablar, le pregunté sobre las cosas y me comentó que Iris iría al otro día, pues se llevaba a los niños en la tarde.

Colgué y lloré con mucho coraje, tenía mucha impotencia de estar tan lejos y ver como mi familia se desmoronaba... Me recosté en mi escritorio y me solté a llorar... Jazmín entró.

- Doctora... ¿qué hacemos con...?

No dijo más, me miró llorando y se acercó a mi... no respondí para nada... solo quise irme a casa y ella me llevó.

- ¿Qué pasa?- preguntó

- Mi familia se derrumba- susurré...

Jazmín acercó su cuerpo al mío, me encontraba recostada y la miré a los ojos... y pensé que si fué tan fácil para Iris, ¿por qué no para mi también? Besé Jazmín, sentí su calor en mi boca... esas ganas que ambas teníamos, poco a poco la fui desnudando y me deleité con su cuerpo joven... con sus caricias tan prolongadas, con lo hermosa que ella era... Y.... entonces ví a Iris, recordé la inocencia de su ser, su primera vez conmigo, la magia que tenía su desnudez.

- Lo siento, no puedo- le dije a }jazmín y me levanté

- Debes amarla mucho- dijo enojada mientras volvía a vestirse - Pero debs entender que ella no... yo no te estaré esperando, María- dijo y salió de mi casa.

¿Qué demonios pasaba conmigo? ¿Por qué no fue tan fácil pagarle a Iris con la misma moneda? Creo que al final me di cuenta que la amaba y que ya no tenía más remedio... yo había escogido a Iris como mi pareja de por vida... y procuraría que así siguiera.

La tarde siguiente hablé a la casa de mi madre, me dijo que Iris se había llevado a los niños.

- Te la paso, acaba de llegar- dijo y... de repente.

- ¿Hola?- esa era Iris, tenía mucho tiempo sin oír su voz... mis emociones comenzaron a aglutinarse en mi cabeza y le reclamé lo de Elvira, la discusión se detonó y... la adrenalina recorrió mi cuerpo, el coraje y las ganas de esyar ahó con mi familia...

- Será mejor que nos divorciemos- dije sin pensarlo mucho...

Iris dejó el teléfono, ya no contestó más.

¿Por qué carajos hice eso? ¡¿Qué demonios pasaba conmigo?!

En vano fue tratar de volver a comunicarme con Iris, la espera era mortal... solo me quedaban unas cuantas semanas de residencia, estaba a un paso de volver y arreglar todo... pero.... ¿ y sí nada tenía arreglo?

Recuerdo esos días, recuerdo que tenía la esperanza de que en cualquier momento Iris me llamara y me pidiera perdón, me dijera que pronto estaríamos juntas y amandonos como siempre, como debía ser.

En vez de eso, sí recibí una llamada de ella... pero fue diferente.

- El abogado tiene los papeles, ya los firmé... solo te esperamos para que los firmes- dijo y colgó

Entonces, todo mi mundo se colapsó... por culpa de mi estúpido impulso de idiotez... cometí la peor tontería del mundo.

Regresé a casa, estaba feliz de ver a mis hijos... pero Iris no apareció para nada. Nosotros 3 volvimos a la vieja casa, se veía sucia y desordenada y nos pusimos a limpiar, el viejo huerto estaba seco y lleno de mala hierba... lloré y lloré mientras lo miraba, las imágenes de Iris trabajando, saludándonos desde la ventana... su sonrisa, su sombreto tan gracioso... la mirada que siempre me regalaba. Era duro saber que perdería todo eso.

Después de varios días de tortura hogareña, de tener unas vacaciones luego de todo el caos y el vórtice de emociones... sonó el t imbre, cada vez que esa puerta se abría mis ojos se iluminaban pensando que era Iris... pero no, nunca era ella. Esta vez, era nuestro abogado... lo pasé a mi estudio y comenzamos a hablar de... ella.

Tomé un cigarro, retomé ese viejo vicio luego de lo de Iris.

- María, aquí tienes los papeles... ahí está indicado donde debes firmar- dij

- no quiero, al menos no ahorita- respondí grosera

- En cuánto más prolongues, más duro será para ambas... Además, Iris saldrá pronto de la Ciudad... me pidió que tuviera pronto esto-

¿Qué? ¿A dónde iba? ¿Y sus hijos?

-Gracias, los leeré y te llamaré enseguida- dije nerviosa... - Por cierto, ¿su nueva dirección está aquí?

El abogado asentió, se despidió y salió...

¿Irse? ¡No! ¡Ella no podía hacerme eso!

Tomé nerviosa los papeles, miré la dirección y noté que era la casa de Elvira... ella seguían juntas y seguramente se irían juntas... leí detenidamente los acuerdos, ella me dejaba a los niños y los visitaría cada fin de semana... Supongo que era su manera de hacerme sufrir todo lo que ella vivió.

No sé, me quedé ahí sentada, fumando y pensé en todo lo que podría hacer... era obvio que no quería firmar... pero tuve que hacerlo.

El teléfono sonó, respondí y de inmediato reconocí esa voz.

- ¿Tú?- pregunté asombrada

- Lleva unas cajas de cartón y los papeles de divorcio -

Conocía muy bien esa voz, lo que no comprendí fue lo puntual que me pedía llegar a la cita... una cita en la casa de Elvira.
Cáctus Cap. 22 Por: -Sonia-

Elvira no quiso decirme a donde planeaba irse, recordé su vieja rutina de deseaparecer... pero esperaba que esta vez se compadeciera de mi ya que no tenía a donde ir.

- No te diré hasta que tomes una decisión- me dijo - Pero parto dentro de unas semanas. tengo que dejar arreglado todo

Pero la verdad es que yo no tenía ni idea sobre la decisión que debía tomar, me encontraba sin saber que sería de mi... de mi vida, de Elvira, de María.... de mis hijos. Mis hijos... ellos eran lo que importaba, así que tomé el teléfono y localicé a nuestro abogado, era un viejo amigo mío que logró que María y yo nos casaramos con rapidez.

Llegó a la casa de Elvira, ella no estaba, así que aproveché pues no le había comentado nada del divorcio, lo salude algo desganada y él me miró extrañado.

- Ustedes eran la mejor pareja que he conocido, es más... sigo soltero y a veces me daba envidia su felicidad- dijo

- Las cosas cambian, supongo- respondí escéptica.

Comezamos a hablar del divorcio, le dije cuales eran los términos que yo quería... En primer lugar, como ella y yo nos casamos por bienes separados, no había problema en que cada una obtuviera sus cosas... Por otro lado, cuando toqué el tema de los hijos, se me hizo un nudo en la garganta.

- Que ella se los quede, es lo mejor... ella puede mantenerlos, yo puedo visitarlos cada fin de semana y ya, no podría con la manutención- dije titubeando.

Santiago y Ulises no merecían eso, no merecían las carencias a las cuales yo los exponía, sabía muy bien qu eMAría les daría todo... nunca iba a permitir que les pasara algo, yo no los pondría en peligro y menos ahora... que estaba pensando seriamente en irme con Elvira... ¿qué clase de vida tendrían? ¿viviendo con la amante de su madre? ¡No! ¡No dejaría que eso sucediera! 

- Pero, Iris- dijo él - le tendrías que dar una pensión a María.

- Puedo arreglar eso, seguro que ella ni siquiera lo aceptaría... es muy orgullosa, así como yo tampoco acudiría a su ayuda en caso de que me quedara con los niños- respondí

Haciendo ese balance me di cuenta que todo lo que tenía se lo debía a a María, no poseía casas ni ningún bien material; mis hijos eran fruto de amabas... ¿qué tenía yo? ¡Nada!

Mientras terminabamos de redactar el oficio... Elvira llegó.

- ¿Quién es él?- preguntó

- Es mi abogado- dije

- ¿te estás metiendo en problemas, amor?- dijo y me besó en los labios... el abogado se incomodó un poco.

- Me estoy divorciando- respondí

Noté que ella me miró sorprendida y con cierto dejo de alegría... me abrazó con emoción y besó cada aprte de mi cara.

- ¡Lo sabía! ¡Sabía que te quedarías conmigo! ¡Viviremos juntas y tendremos un nuevo futuro! ¡Iris, me acabas de hacer la mujer más feliz! Y es oportuno, ya que partimos en un par de semanas- 

- ¿Se van?- preguntó el abogado

- Sí, saldremos de la ciudad- respondió Elvira sin dejarme hablar - Viviremos en otro lado y... espero que esto se arregle pronto. Les prepararé algo de comer- dijo emocionada y se fue a la cocina.

El abogado se cercioró que Elvira no esuchara.

- ¿Te vas? - me dijo

- Eso parece-

- ¿La amas?- preguntó

- Jamás como a María- 

- ¿Y? ¿Sabes que María puede demandarte por adulterio y abandono de hogar?- 

- Ella no lo haría... Ella no es así-

- No lo sé, Iris. Piensa las cosas, piensa donde y con quién quieres quedarte... ¿vale la pena dejar todo por lo que peleaste hace unos años? Además, si amas a MAría... ¿qué haces con ella?- 

- ¿No la ves? Es simplemente encantadora- dije - Pero, su encanto no cubre todo lo que necesito

- ¿Y entonces?- 

- Necesito a María... pero a ella a mi no- y comencé a llorar

El abogado siguió redactando el oficio, después pasamos a comer y por último... me pidió que los firmara.

- ¿Quieres meditarlo todo?- pregunto

- No- tomé la pluma y firmé.

Elvira me miró más sorprendida, tomó mi mano y yo... realmente no tenia la más remota idea de lo que estaba haciendo.

En cuánto se fue el abogado le llamé a María... su sola voz me ponía a temblar.

- Firme todo, solo esperamos que firmes- dije nada más y colgué.

Me recosté un poco en la cama, Elvira me llevó algo de té.

-¿Estás segura?-

La verdad... no, Elvira. Solo firmé porque ella lo pidió, al final se cansó de mis inseguridades y titubeos... No estoy segura, no quiero dejar a mis hijos, no quiero perderlo todo-

- Pero me vas a ganar- respondió Elvira, su mirada era como si se aferrara a una última esperanza.

- ¿Y los demás? ¿Qué más me queda? Nada... a veces siento que ni tú... eres como un cáctus que me lastima, que me pica pero que no puedo dejar... eres severa como ellos, eres fría y a veces... pareces un desierto, ¿qué más tengo? Sólo a ti... cactus- dije y cerré los ojos para dormir un poco.

Pasaron algunos días, por la mañana me avisó el abogado que iría a casa de María, ahora todo era definitivo.

Elvira med espertó con el desayuno en la cama y hablamos de cosas sin mucho sentido, recuerdo que acariciaba insistente mi mano y... besaba mi cabello....

- Quiero que vayas a esta dirección, esperes por mi 30 minutos y si no aparezco, regreses acá ¿quieres?

- ¿Qué es todo esto, Elvira?. dije confundida

- Tú hazlo, es una sorpresa... toma la llave de la casa, recuerda... tienes que esperarme 30 minutos, después regresas acá... ¿sí?

- ¿Y si no llegas?- pregunté

- Regresas, solo espérame media hora... tengo unos pendientes y quizá pueda llegar ahí... pero nsi no lo hago, te veo en la casa, aquí tienes la llave y todo...

Le sonreí, aunque no entendí apra que me citaba si no sabía si iba a llegar... en fin, el resto del día me la pasé con ella... ella estaba algo triste... peor no entendí porque.

- Iris, hazme el amor- susurró mientras seguíamos en la cama

La besé y abracé, me encantaba sentirla así , llena de deseo y pidiendo más y más de mi... Diciendo mi nombre entre gemidos y explotando la humedad de su ser en mis manos, mi lengua, el resto de mi cuerpo... así me encantaba sentirla, mi cactus... mi Elvira.

Pero esa vez fue raro, ella se notaba muy melancólica y sentí tristeza... se vistió y se acercó a besarme muy dulcemente en los labios.

- Iris, te amo... quiero que lo recuerdes siempre, gracias a ti ... descubrí lo que era el amor- volvió a besarme y se fue... 

¿A qué se refería todo eso?
Cáctus Cap. FINAL Por: -Sonia-

Elvia salió de su casa, guardando aquél último beso que le dió a su amada... Tomó su auto y se dirigió al aeropuerto, ahí la esperaba aquella mujer a la cual siempre se negó en decirle madre.

- Aquí está todo lo que me pediste- dijo aquella mujer y le dió una maleta

- Gracias- respondió Elvira - Toma estas cartas, la primera es para Iris... en cuánto llegue quiero que se la des-

- ¿Y la otra?

- Es su boleto de avión.... y ese solo se lo puedes dar si ella, una vez que leyó la otra carta.... vuelve adentro de la casa- 

- Muu bien- dijo la mujer y Elvira la abrazó -Creo que después de tomo redimí mi culpa, ¿no?

- O quizá al fin te entendí, después de vivirlo en carne propia- respondió Elvira y se fue a abordar su avión, a ese destino lejano...

Pasó la tarde, Iris se arregló con mucho esmero, a final de cuentas tendría una cita con Elvira ¿no?, usó un vestido que siempre le recordaba a MAría, se lo dió en uno de sus aniversarios, se veía muy linda con su cabello reocgido, sus zapatos de tacón bajo negros y su vestido con pequeñas flores azules...

- Iris- dijo sonriendo

Tomó un taxi y fue a la cita con Elvira, miró el relojo y ya eran las 8... así que esperó a Elvira hasta las 8:30, como no llegó... tomó otro taxi y se fue de nueva cuenta a la casa.

Tomó la llave y abrió, aquella mujer la esperaba y le dió un sobre.

- Por favor, leála con cuidado y haga lo que dice ahí- dijo la mujer, y cerró la puerta de entrada... dejando a Iris fuera.

Era una carta de Elvira, Iris la abrió y leyó... aunque no entendió mucho.

"Tu verdadero amor te espera, tú decide donde lo encontrarás... afuera o adentro..."

¿Qué es esto? se rpeguntaba IRis y alguien la llamó...

- ¿Iris?- dijo... 

- ¿María? ¿Qué haces aquí?- preguntó emocionada Iris y corrió a abrazar a esa vieja conocida... - ¡Oh, María! Te extrañé tanto - y ahora la besó...

María soltó lo que tenía en las manos y tomó por la cintura a Iris, la besó con fuerza y con las intenciones de no dejarla nunca... recordó lo vivido a su lado, su juventud y las emociones que le seguía provocando, recordó sus besos, su aroma, ese calor que de nuevo estaba junto a ella.

Se separaron e Iris le preguntó lo que estaba haciendo ahí.

- Elvira me llamó, me dijo que trajera unas cajas de cartón y los papeles de divorcio- ella le mostró los papeles.

- ¿Los firmaste, María?- dijo Iris tomándolos 

- Sí- dijo algo triste

Así que Iris tomó los papeles y los rompió en varios pedazos, le sonrió a María y pidió que se fueran de ahí...

- ¿Y elvira?- preguntó MAría...

- Ella ya se fue- e Iris volvió a besarla.

Tomaron un taxi y se fueron rumbo a su vieja casa... volvieron a vivir lo que tenían que vivir y retomaron aquella vida que nunca debió cortarse.

En la casa de Elvira se asoma esa mujer, la vemos tomando las cajas de cartón y sonriendo... mira hacía donde María e Iris se acaban de ir, se mete a la casa, toma el sobre que no entregó.

"Y yo te espero aquí. -Elvira"

Dicta la nota y junto a ella hay un boleto de ida hacía donde está Elvira... Aquella mujer rompre el boleto, vuelve a sonreír.

- Bueno, al menos alguien hizo lo adecuado una sola vez - piensa.

María e Iris regresaron con sus hijos, se abrazan, se besan... y pareciera que la vida vuelve a ese hogar... así como siempre debió de ser.

Comentarios

  1. Hola , amo tu blog realmente eres como mi chica perfecta , solo no quiero que dejes de escribir jamas , seguiré esperando una historia mas
    Con amor:otra chica rara.

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  2. Definitivamente siempre te luces con estas historias me encanta tu blog, un abrazo desde colombia.

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