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Cap. 1
Por: Sonia

La vida como sucesión de eventos, mucha gente cree que eso a lo que llaman vida está preestablecido, pero yo creo que no, me gusta el cambio, me gusta lo diferente.

Soy una estudiante de una Universidad como cualquier otra, mi vida es como la de cualquier otra chica, me considero algo extrovertida, me gusta bailar y cantar, salir con mis amigos y amigos... y me gustan las mujeres.

Podría llamarme lesbiana, me gustan las mujeres pero en el sentido más literal de la palabra, me gusta mirarlas, apreciar su belleza, contemplarlas por largo rato, quizá por eso decidí estudiar Artes.

Esa noche era mi cumpleaños, fuímos a un bar cercano y comenzamos a beber, a convivir, mis amigos suelen ser el mejor refugio contra la soledad y la tristeza...

De repente, la ví... Una hermosa chica con un sombrero encantador, bebí del popote de mi bebida, acaricié mis labios y sonreí... Y ella se acercó.

- Hola, ¿vienes sola?- preguntó

- No, vengo con mis amigos... hoy es mi cumpleaños- dije sonriendo

- Entonces, déjame darte un regalo-

Se acercó a mi y susurró

- Escoge una carta-


Me puse nerviosa ante su cercanía, pero entendí que se refería al maso de cartas que tenía en la mano, escogí una y ella hizo un truco... adivinar mi carta, y sí... lo hizo bien.

Después de ese acercamiento me dijo que se llamaba Adela, me invitó otro trago y comenzamos a hablar un poco de nosotras, había algo entre nosotras que me dió mucha confianza.

- Tengo que irme- dijo y sacó una carta de su chamarra, anotó un número y me lo entregó - Ha sido un verdadero placer... nos vemos pronto y, felicidades.

Miré la carta, le dije adiós con la mano y sonreí... era un as de corazones.

Algo había en Adela, algo que me decía que nos llevaríamos bien. Pero lo que llamó más mi atención fue que aunque ambas coqueteábamos de cierta manera inocente, nunca pretendió ir más allá.

Verán, yo me considero una chica como cualquier otra sólo que... bueno, no siento ningún tipo de atracción sexual por nadie, es más... nunca he tenido relaciones sexuales con alguien, y no es porque no haya tenido oportunidad o porque tuve un trauma en la niñez. ¡No! Simplemente no lo quiero...

Mi vida a veces es dificil, soy juzgada por muchas personas pero mis amigos me entienden, pese a que me gusta convivir con la gente... me molesta mucho que las chicas primero se fijen en el sexo o quieran ya besarte la primera vez que te ven.

No, para mi no es así, para mi el amor, enamorarse... o tan sólo la atracción, depende de algo más allás, de sentimientos, de emociones... No sé, me llaman idealista, pero solo soy una chica a la que el sexo le tiene sin cuidado.
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Cap. 2
Por: Sonia

Asexual, así me considero.

Hay muchos aspectos de la asexualidad pero en sí es lo mismo, hay poca o nula atracción o actividad sexual.

Imaginen el papel del sexo en esta sociedad, el sexo lo es todo ahorita... ¿y lo peor? Bueno, que a la gente a la que no le importa (como a mi), se nos es juzgado o estigmatizado.

"¡Seguro es porque no encuentras alguien ideal!" , "¡Seguro estás llena de traumas!"

No, claro que no.

Mi vida ha sido bastante feliz, mi infancia la recuerdo con alegría y con momentos inolvidables, mi padre y mi madre son mis personas favoritas en el mundo entero.

Y sí, desde entonces noté que las mujeres me gustaban más que los hombres, admiraba la gracia y belleza de mis compañeras, miraba a través de su cabello... de sus ojos, hay cientos de tesoros que no encontramos cuando nos centramos en genitales o un cuerpo.

También he besado chicas, me he enamorado... pero siempre se complica todo, yo no quiero tener sexo o más intimidad que un beso o un abrazo prolongado y no he encontrado a ninguna chica cómo yo, es bastante complicado lograr un acuerdo, llegar a arreglos y la verdad, ya me cansé.

Disfruto de mi persona favorita, del amor de mi vida... yo.

Y así lo decidí, disfrutarme de esa manera hasta que llegue alguien y logremos empatar esa convivencia.

Al día siguiente de mi cumpleaños tomé la carta y le llamé a Adela, me emocioné de pensarlo y casi me quedo sin habla.

- Hola- dije titubeando

- Hola... ¿qué tal tu cumpleaños?- ella me reconoció

Hablamos pocos minutos y me invitó a comer... pero me pidió que pasara a recogerla a su trabajo.

- Soy la chica de las fotocopias- dijo

Camine rumbo a mi cita y de inmediato reconocí el lugar, aunque nunca había entrado... era un centro de copias que estaba cerca del campus, me llamó la atención los detalles al interior, muchos motivos referentes a... cartas.

- Hola- dije - ¿Adela?

Ella salió de un apartado del local, estrechamos manos y le ayudé a cerrar. Después caminamos a un restaurante cercano.

Seguimos hablando, me sentí tan cómoda con Adela que le tuve confianza de inmediato, ella sonreía de una manera especial, ella era muy hermosa... y yo... y yo...

- ¿Pasa algo?- preguntó

- Siempre pasa algo, hay algo que debo decirte- le dije asustada

- ¿Qué?

- La verdad es que... me gustas mucho pero yo no soy como las otras chicas, verás...

Adela sonrió, bebió de su vaso y me miró.

- Lo sé... ambas somos ases- dijo

- ¿Ases?

- Asexuales- susurró y me ruboricé.

- ¿Cómo supiste?

Adela me miró y volvió a sonreír, me contó de que casi no salía porque no soportaba el coqueteo que tenían algunas chicas, los besos en la primera cita y sobre todo, no estaba interesada en sexo... ella buscaba a alguien con quién compartir algo más que su cuerpo.

Adela era una chica excéntrica, retraída y con gustos particulares... la magia era uno de esos, su padre solía enseñarle esos trucos con cartas.

- ¿Y siempre los usas para coquetear?- dije curiosa

- A decir verdad, no... Ayer lo hice porque... sentí algo contigo-

Y nos miramos, me puse nerviosa y comí un bocado de mi sandwich. Ella hizo lo mismo.

Llegó el momento de despedirnos, me acerqué y besé su mejilla... ella hizo lo mismo.

- ¿Nos vemos pronto?- preguntó

- Claro- dijo y me fui.

Aquella tarde fue rara, me sentí muy a gusto con Adela... pero, no sé... no quería apresurarme cmo antes.

Aunque el punto a favor es que ambas buscábamos lo mismo.
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Cap. 3
Por: Sonia
Durante esos días una chica de mi salón me había estado "cortejando" (por llamarlo de alguna manera), no le había dicho sobre mi asexualidad pero me parecía una mujer muy hermosa, tenía un cabello chino y largo y llevaba unas gafas muy grandes, era muy tierna y atenta.
Esa tarde salimos de clase y ella se ofreció a llevar mi mochila, como agradecimiento tomé su mano y caminamos por el campus... hasta que alguien gritó mi nombre, giré y descubrí que era Adela.
- Adela ¡qué sorpresa!- dije algo asombrada y con cierta molestia pues no constestaba mis mensajes.
- Vine a dejar unos documentos que me encargaron ¿y tú?-
- Vamos a comer- dije apenada- Ella es... una amiga-
Adela y "chinos" se saludaron, noté cierto desdén entre ambas... me chocaban las situaciones tensas, me disculpé, tomé mi mochila y huí de ahí.
- ¡Espera!- gritaron ambas
Pero sólo corrí más, hasta que alguien me tomó del brazo.
- ¡Espera!- dijo agitada, era Adela.
- ¿qué pasa?-
- ¿Por qué te vas?
- No soporto la tensión-
- ¿Es tu novia? - preguntó Adela
- Quiere serlo pero... no me atrevo a decirle que...
- ¿Eres un as...?
La miré algo enojada, pero noté algo en su mirada, algo que no había visto en nadie... era como sumergirse en algo profundo, en una paz que te embargaba, sonreí... era imposible sentirme enojada al reflejarme en esa mirada.
Y entonces lo descubrí... Adela me gustaba y como era mi costumbre, estaba dispuesta a enamorarme.
Ya les dije ¿no? Para mi el amor es algo muy simple que surge en la menor provocación, lo complicado está en llegar a acuerdos con la otra persona que mantengan ese amor... que mantengan esa mirada, esa sonrisa, esas ganas de sumergirte en la calidez y esencia de la otra persona. Nunca experimenté eso, nunca me enamoré de verdad... pero con Adela me sentía diferente.

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Cap. 4
Por: Sonia
Adela era muy rara, creo que nunca había conocido a una persona asexual, pero me sorprendía la frialdad con la que Adela se movía en este mundo.
Yo no me considero fría, soy bastante sensible y cariñosa, me encantan los abrazos largos que reconfortan, las sonrisas espontáneas, las palabras de calidez y amor... acariciar dulcemente una mejilla, en fin... suelo ser una empalagosa y cursi empedernida, pero también suelo estar en contacto con el erotismo que el arte puede llegar a representar... y me convenzo más que eso no es para mi.
"Chinos" (su apodo inventado por mi), era una mujer my linda y muy talentosa, ella pretendía esculpir y la verdad es que su trabajo era sublime, tanto que tenía cierta fama entre algunos sectores under. Pero, también era una mujer muy coqueta y con un séquito de admiradoras que no la dejaban en paz.
Pero ella me quería a mí.
Me insistía con lo de la relación, pero me daba mucho miedo aceptar... en primer lugar, no sentía mucho por ella, y en segundo lugar, ¿aceptaría una relación sin sexo?
No lo sé, moría de miedo y de angustia y solo quería huir... pero esa tarde me hizo una propuesta que no pude rechazar.
- Es para mi proyecto final- dijo
Y accedí... ¿a qué? a posar desnuda para una escultura.
Llámenme egocéntrica, narcisista... pero en serio me encataba modelar desnuda, quizá porque ver a otras personas no me generaba nada más allá de un deleite visual, pero no me excitaba, no me emocionaba y no deseaba acostarme con esas personas.
Llegué al estudio de "Chinos" y me ofreció vino, seguí bebiendo y posando como ella me decía... dibujó primero el boceto y después comenzaría la escultura, la verdad es que mis ojos comenzaron a cerrarse, quedé recostada sobre su sillón y fui perdiendo un poco la conciencia de mi alrededor.
- No me siento bien- susurré... y mis ojos se cerraron por completo.
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Cap. 5
Por: Sonia
No tengo muchas imágenes de eso, pero llegan algunas... ella estaba sobre mi cuerpo, ella estaba desnuda y me tocaba por todos lados... ella... se aprovechó de mí.
Desperté con la luz del Sol llenando mi cara, desnuda en el sillón y con una manta sobre mi cuerpo, tenía un dolor de cabeza impresionante... busqué mi ropa, me vestí... aún tambaleaba.
Ella llegó, sonrió como si hubiera ganado...
- ¿Y bien...? ¿Te gustó?- preguntó
- ¿Gustarme? ¡Me violaste!- grité
- ¡Claro que no! Tú sabías a que venías, sobre todo si te pones desnuda en mi sillón sabiendo que te deseo tanto- dijo y trató de tomarme por la cintura
- En verdad yo solo quería posar, ¡idiota!- grité y salí
El Sol era avallasador, caminé sin rumbo... caminé por horas, hasta que llegué al local de Adela... estaba cerrado, me senté afuera y comencé a llorar.
Pasaron varias horas, me quedé dormida ahí afuera y alguien acarició mi hombro. Era Adela.
- ¿Estás bien?- preguntó
La jalé hacía mi y la abracé muy fuerte, me solté a llorar sin decir nada... solo lloraba y llenaba a Adela de mis lágrimas, nos quedamos así un par de minutos y después me metió al local, me dió un té. Tenia mucha verguenza, decidí no contarle nada.
- debe haberte gustado mucho esa chica- dijo sarcástica
Pero no respondí, quería que se queadara con esa idea... me daba horror comentar lo que me había pasado, así que me quedé ahí sola... sin hablar.
Cuando quise irme, Adela lo impidió y me ofreció dormir en su casa... acepté, la verdad es que me sentía tan vulnerable... que necesitaba algo de seguridad.
Terminó su jornada de trabajo antes y nos fuimos a su casa, era un departamento en un vecindad cercana, había muchas familias y los departamentos lucían muy curiosos, entramos a su casa y era bastante amplia, tenía dos cuartos y una cocina, una sala y un baño.
ME senté en un sillón, ella preparó la comida... yo seguía sin hablar.
Adela sabía que algo mal estaba pasando, pero no se atrevió a preguntar... mi mirada era perdida, comencé a sentirme humillada.
- Puedes dormir en mi cama, es calientita... dormiré en el sillón- dijo
- Espera...- susurré - duerme conmigo- dije...
Adela sonrió, se acercó a mi y me abrazó, yo le daba la espalda y solo sentía su mano rodeando mi cintura... sabía que no pasaría nada más, me sentí segura y me quedé dormida, abrazando a Adela... y deseando olvidar
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Cap. 6
Por: Sonia
- Me gustas- escuché por la mañana... Adela me lo había susurrado al oído.
Giré la vi, me acerqué a su mejilla y la besé... - Y tú a mí-
Ambas sonreímos, desayunamos y la acompañé a comprar las cosas para la semana, era Domingo... nunca la había pasado tan bien, tomando su mano fortuitamente, sonriéndonos, susurrando en su oído palabras tiernas.
Comí con ella, la alegría comenzaba a surgir... pero recordé lo que me había pasado, la noche anterior... y mi semblante cambió.
Eran casi las 6, le dije que ya me iba y ella se acercó a abrazarme y... me besó.
Me quedé ahí, parada y no pude corresponderle, me sentía... avergonzada.
Y después me acompañó para irme a mi casa, noté que quería decirme algo pero... la detuve.
- Gracias, la pasé muy bien- y me fui
Lloraba sin que ella me viera, quizá Adela quería decirme que quería estar en una relación conmigo... peor yo no podía, no después de lo que me había pasado con aquella infeliz.
Creo que en ese momento también me hice asexual por convicción, no quería involucrarme con nadie... podría lastimarme.
Me fui a mi casa, me envolví entre mis cobijas y cerré los ojos, deseando que todo fuera una pesadilla.
¿Por qué justo cuando conocía a alguien que me entendía, que me gustaba.... tenía que pasarme eso?
Mi mundo cambió de repente...
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Cap. 7
Por: Sonia

Caminé muy nerviosa por la escuela, el miedo me invadía... no quería encontrarme con "Chinos".

Así pasó cerca de una semana, no había ni rastro de ella y estaba dispuesta a dar por olvidado todo ese asunto de su casa, pero no... el destino no me lo pondría tan fácil.

- ¡Hey! Te he buscado- era... ella

Caminaba por un pasillo de la Facultad y ella venía en sentido contrario, así que nos vimos de frente, seguí caminando... ella me tomó del brazo y me ... pasmé, recordé las escenas que en mi mente seguían, ella disponiendo de mi cuerpo, ella ... ella...

- ¿Huyes de mi?- preguntó

- No... no quiero hablar contigo.- dije

- ¡VEnga! Discúlpame por lo de aquella noche, creo que todo fue un mal entendido y... bueno, no quiero que eso te genere una reputación sobre mi...

"¿De violadora?"- pregunté en mi cabeza, veía sus labios moverse y frases inchorentes salir de su boca... pero no las escuché, hasta qué...

- ¿Vienes?-

- ¿A dónde?

- A comer, podemos ir a mi departamento y te cocinaré lo que quieras-

Cerré los ojos, quería salir corriendo de ahí, no sabía que contestarle... tenía miedo, estaba llena de pánico, pero también estaba a su merced.

- No... ya no, por favor- susurré

Me tomó del brazo y salimos del edificio, ella seguía hablando cosas que no escuché... hasta que alguien me gritó...

- ¡Adela!- dije sonriendo y me solté de "Chinos"

- Llévame contigo- le rogué a Adela y ella accedió, estaba algo desconcertada, me llevó a su local y me recosté en su sillón.

- ¿Qué pasA?- dijo

- NAda- respondí

- Creí que esa chica te gustaba-

- Pues creíste mal, Adela... no me gusta ella-

Silencio incómodo.

- ¿Y yo?- Adela se arrodilló y tomó mis manos, me miró directo a los ojos y continuó diciendo: - ¿Y yo te gusto?

- A... A... A...dela- titubeé

Se acercó a besarme pero fue interrumpida con la llega de un cliente, se levantó y salió a atenderle, yo me quedé sentada, tomaba amis manos y aún sentía el calor de Adela.

- ¿Tú? Me encantas- pensé - Desearía que el tiempo borrará aquello que me pasó y dejar de tener esta culpa, este sentimiento de vacio...

Me puse a llorar, esos días habían sido así... pero tenía mucha verguenza de contarselo a alguien, tenía miedo de decirle algo a "Chinos" y moría de pavor de pensar lo que Adela pensaría de mi...

¿Que hacer?

Me recosté y cerré los ojos, me quedé dormida en aquel sillón del local de Adela... oliendo el incienso que había prendido y escuchando buen blues...
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Cap. 8
Por: Sonia

Abrí los ojos y me encontré con la mirada de Adela... ¿alguna vez han mirado tan de cerca unos ojos que te encuentras con miles de formas y colores? Eso me pasó, de repente me mezclé con su mirada y me inundó todo mi ser, ella sonreía... su mirada era tan cristalina, tan pura.

-¿Estás bien?- preguntó

No respondí, sólo la abracé muy fuerte y me puse a llorar.

- No sé que pasó, no te obligaré a que me lo digas ... sólo quiero que confies en mí, quiero que... te sientas segura conmigo-

LA miré y la besé... - quiero estar contigo le susurré

Y así fue como inició nuestra relación.

Siempre había soñado con una persona así, alguien con quien me pudiera entender y que el sexo no estuviera en el panorama de pareja... Adela era perfecta, pero yo... siento que cada día me amargaba más aquello que me sucedió.

Entonces, decidí guardar todo en un rincón de mi alma, decidí que aquella mancha negra y cochambrosa no afectaría el resto de mi, de mi ser, de mi esencia, yo no era una chica que fue abusada, yo era una chica deseosa de amar a Adela, de entregarle todo lo que tenía y experimentar muchas cosas más, crecer, amar, entregar... eso es lo que quería.

La relación con Adela me parecía un sueño, estábamos tan acopladas una de la otra, tan unidas, tan cercanas... ¿alguna vez lo han intentado? Involucrarse con alguien sin lo sexual, admirar a esa persona, mirar su esencia, tocar su alma, descubrir lo que había detras...

Adela era como aquél truco de magia... muchas personas creyeron descubrirlo pero, la realidad quedó invisible para todo mundo, menos para mi... yo también era parte de esa realidad invisible, yo también me sentía dichosa con una mirada, una caricia, una sonrisa, un mimo, un detalle...

Y esas palabras de amor que me dedicaba... mi dulce Adela.
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Cap. 9
Por: Sonia

Mi nueva rutina fue ir cada tarde al local de Adela, solíamos comer o cocinar ahí... solía hacer mi tarea y terminar hasta tarde, a veces me quedaba en su departamento, otras veces ella se quedaba en el mío.

Era muy agradable dormir con ella, sus abrazos me hacía sentir segura y expedía una calidez que jamás había conocido, sus ojos cerrados, su boca con una sonrisa que no pudo terminar... así era Adela.

A veces tenía ciertos terrores nocturnos, recordaba alguas imágenes de lo que me pasó y me despertaba asustada, Adela me abrazaba y yo volvía a dormir, o a vecs me elvenataba y la pintba a esocndidas (pues a ella no le gustaba mucho)

Guardé esos dibujos para mi, eran una especie de rompecabezas de lo que significaba Adela para mi, ojos penetrantes, nariz puntiaguda, labios delgados y delineados... pestañas largas, cejas pobladas, cabello corto y rebelde, una ligera cicatriz cerca del labio, algunas marcas de acné... Ese era el cascarón de Adela... para mí, eso sólo fue el principio de conocerla, de amarla, de tenerla junto a mí.

Llegaron las vacaciones, pero antes me recluí para terminar mis trabajos finales, era curioso verme correr por la Facultad para entregar dibujos, esculturas, bocetos... al final de cada jornada me iba con Adela y le platicaba de mis hazañas.

Esa tarde fue por mí, la miré al final de pasillo y corrí a abrazarla, la besé con pasión y... ella rodeó mi cintura con su mano.

- ¿Y...? ¿Ya eres libre?- preguntó

- ¡Al fin!- respondí aliviada

Me volvió a besar y fuimos a comer a una pizzería cercana, Adela era una mujer muy risueña, muy ocurrente y podía hacer un chiste de cualquier cosa... estábamos riendo del servicio tan malencarado de la mesera.

Y entonces... "Chinos" llegó...

- Hola- me dijo

No levanté la mirada, solo le dije "hola", esperando que se fuera, pero no, se sentó junto a nosotras.

- ¿Les molesta?

Apreté la mano de Adela, la miraba a los ojos y ... entonces ella dijó:

- Sí, si nos permites...-

La miré sorprendida, pero "Chinos" sólo respondió:

- Me iré si ella me lo pide-

Y me señaló

Volteé , no pude sostenerle la mirada...

- Por favor... estamos celebrando algo privado- dije temerosa

"Chinos" sonrió sarcástica, se despidió no sin antes decir...

- Entiendo esas reuniones "privadas".-

Adela me miró extrañada, yo no supe que decir... y las preguntas llegaron.

- ¿A qué se refiere?-
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Cap. 10
Por: Sonia

- No quiero hablar de eso- respondí

Pero Adela insistió... hasta qué...

- ¿Tú y ella? Bueno... ¿ustedes...?

La miré, puse mi miraa triste y asentí con la cabeza... Adela me miró extrañada, bebió de su cerveza y después dijo:

- ¿Nos vamos?

Estaba molesta... ¿qué debía decirle? No me creería nada... ahora quedaba como una farsante, una mentirosa...

Caminamos hasta mi departamento, no hablamos de nada... abrí la puerta de entrada y la invité a pasar.

- No... esta vez no... mejor dime, ¿te gustó?

- No... Adela, por favor no me preguntes sobre eso-

- ¿Por qué?-

La miré, quería gritarle que dispusieron de mi cuerpo mientras estaba dormida, que aquella infeliz había tocado sin reservas cada rincón de mi y que no recordaba nada...

- No lo recuerdo... estaba muy ebria- dije - Buenas noches- y entre a mi casa, de inmediato comencé a llorar.

¿Qué es lo qué Adela pensaría de mi ahora?

No pude dormir, esperé en vano algún mensaje de Adela... una llamada, pero no llegó...

Al siguiente día tampoco y... creo que me resigné a lo peor, me encerré a mirar películas en mi cuarto y comer mucho helado... cuando alguien tocó la puerta, era una de mis compañeras de casa.

- Te buscan- dijo

- No estoy para nadie- respondí

- ¿Ni para mí?- era.... Adela

Me levanté y corrí con ella, la miré... y después recordé que ni e había bañado.

- Perdón- dije con referencia a mi atuendo

- Te miras más linda así... ¿quieres salir? y se asomó, miró el helado y mi laptop prendida... ¿estás ocupada?

- Veía películas...-

- Entonces veamoslas juntas- respondió y entró...

Creo que Adela se había olvidado de todo, creo que ella en verdad era diferente... la abracé muy fuerte y miramos muchas pel´culas, tantas que nos quedamos dormidas y el amanecer de un nuevo día nos sorprendió.
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Cap. 11
Por: Sonia

Las vacaciones llegaron y las promesas de un descanso y tiempo que no olvidaría jamás también, junto con Adela decidí ir a un pueblo cercano a desestresarnos y olvidarnos de la vida un rato.

Fuí a mi casa, empaqué mi ropa y pasé a la casa de mi amigo a que me prestara las llaves de su casa (en aquél pueblo), me despedí de mis roomies, pues ellas también saldrían con su familia.

Tomamos el autobús y en escasas 3 horas estábamos en aquél lugar, yo lo había visitado cada medio año, a veces con mi amigo, a veces sola... tenía una pequeña cabaña en medio del bosque y el ambiente era profundamente encantador.

Adela miraba con sorpresa la casa, era hermosa y a ella le fascinó, nos acomodamos y decidimos ir a comprar cosas al mercado, pasamos a comer y hablábamos de la tranquilidad que nos inspiraba ese lugar.

Después de muchos días, al fin pude sentir una paz... olvidé todo lo malo, me sentía dichosa con Adela, sentir su calor al dormir, sus abrazos, besos... la mirada que siempre me obsequiaba, su sonrisas, su aroma... todo de ella lo amaba.

Así pasaron algunos días, me dediqué a pintar y a dejar que mi creatividad fluyera, Adela jugaba con sus cartas o me contaba historias que se sabía, chistes para que me pusiera a reir a carcajadas...

Esa tarde, yo entré a la cocina por agua, estaba acostada en el jardín... Adela se acercó a mi y me besó, mientras me tomaba por la cintura... después... besó mi cuello 1, 2 y 3 veces... me separé.

- Lo siento- dijo

No respondí nada...

- Quiero que me cuentes sobre esa chica-

- No, Adela... y menos ahora, no aquí, no... - le dije algo molesta

De nuevo se disculpó, tomé una jarra con agua y me salí al patio... pensaba las cosas, esos besos que nunca me había dado, esa duda... ¿qué le pasaba a Adela?

Una tormenta se desató, entré corriendo al jardín y tomé un baño... me puse mi pijama y me recosté en la cama, Adela llegó, se acostó junto a mi y me abrazó... Afuera llovía muy fuerte y se fue la luz.

- Tengo miedo- susurré

Ella me abrazó más fuerte, sentía su respiración en mi nuca... sus senos rozando mi espalda... se acercó más a mi, besó mi nuca.. me incomodé un poco.

-¿Qué pasa?- pregunté

- Te amo- dijo y me giré a mirarla, la besé un par de veces y me quedé dormida... sentía su abrazo y como acariciaba mi cabello... La única luz que daba era la de la Luna y los rayos de afuera... la calidez de Adela me embargaba...
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Cap. 12
Por: Sonia

Aquellas vacaciones terminaron, algo dentro de mi me hacía sentir extraña... Adela se comportaba más cariñosa y el contacto corporal era más a menudo y más prolongado, no me incomodaba eso pero no tenía ninguna atracción sexual hacía Adela, de hecho hacía nadie...

Es raro, siempre hago una metáfora... es como cuando comes sin hambre, todo es insípido y hasta chocante, eso me pasaba... nunca tenía hambre, al menos no de sexo, me conformaba con los abrazos, con la esencia pura de Adela.

Llegando a la Ciudad me despedí un par de días de ella, tenía cosas por hacer en mi casa (limpiar y acomodar la casa ya que estaba sola), visitaría a Adela en 3 días en su local.

Me besó y me fuí.

Llegué a la casa, preparé el baño y me metí... el agua caliente cubría mi cuerpo, removía pensamientos locos de mi cabeza.

Salí del baño y noté que había algo detrás del sillón, era un paquete y tenía dos tarjetas... una era de mi roomie y me decía sobre las tareas de la casa y que alguien había dejado eso para mí.

Miré la otras tarjeta, la leí y horrorizada la tiré al suelo... Era de "Chinos"

"Para mi musa de una noche, que espero volver a poseer..."

Tomé el paquete, lo abrí... era un cuadro, era yo... desnuda... era el cuadro que estaba pintando ese día.

No me pude sostener de pie, temblé de horror... comencé a llorar tirada en el suelo, todas las imágenes se hicieron nítidas.... sentí el cuerpo de ella sobre mí, tomandome... robándose mi voluntad.

Mi mirada se perdió al vació, recordaba más cosas... las sensaciones... sentí su sudor en mi cuerpo, su saliva... me dí asco.

Corrí a la cocina, tomé un cuchillo y.... rasgué aquél cuadro... quería tirarlo a la bsaura, quería olvidar todo.

No sé ni como pasé ese día, Adela me llamó pero me encontraba ausente, creo que eso le alarmó.

Al siguiente día limpié y ordené todo en mi casa, me dio pereza cocinar y decidí bajar a comer al restaurante italiano de la esquina, tomé mi chamarra y abrí la puerta, bajé los escalones, abrí la puerta de la calle y salí... Alguien dijo mi nombre... era... "Chinos".

- Supe de tus vacaciones- dijo - ¿recibiste mi regalo?

- ¿Qué... qué haces aquí? ¿Cómo supiste mi dirección?- pregunté asustada, ella se acercó

- PReguntando... ¿por qué te escondes de mi? Pensé que la habías pasado bien-

Rodeó mi cintura con sus manos... traté de zafarme, pero de nuevo tuve un ataque de pánico, no podía moverme... ella se acercó más a mi y me besó el cuello, emití un grito callado.

- Suéltala- escuché...

- ¡Adela!

- ¿Qué pasa aquí?- preguntó y corrí a abrazarla, me solté a llorar, ella me abrazó.

- Vino a perseguirme-

Adela se acercó a "Chinos", le dijo que me dejara en paz, que no era la primera que me molestaba... y terminó con un:

- Ella y yo somos pareja, así que cualquier cosa que quieras con ella, es conmigo-

Me sonrojé, me sentí protegida... pero mi cara cambió cuando noté la expresión burlona de "Chinos", se despidió no sin antes darle un sibre a Adela.

- Que lo disfrutes- dijo mientras se iba...

Adela me miró, abrió el sobre y... volvió a mirarme...
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Cap. 13
Por: Sonia

Fotografías de esa noche, eso contenía el sobre.

Adela las miró una por una, no notaba descifrar su expresión... cuando terminó, me las entregó.

- Son tuyas- dijo

Las miré, eran fotografías que revivieron ese temor en mí... recuerdos fueron removidos, comencé a llorar.

- Puedo explicarte- dije

- Ahora entiendo porque no quería hablar de ello- exclamó

No dije más, la invité a comer y aceptó... ¿qué podía decir en mi defensa? Ahora menos que nunca me creería el asunto de la violación... ¿qué es lo que pensaba Adela de mí?

Me tomó la mano estando en el restaurante, la besó y me sonrió.

- ¿Estás bien?- dijo

- No... por favor, no me dejes sola- contesté llorando

- Te amo ¿lo olvidas? ¿quieres irte unos días a mi casa?

Y accedí, puse su mano en mi mejilla y sequé mis lágrimas, Adela me sonrió como siempre... todo parecía igual... ella me amaba y esas fotografías no singinificaban nada.

Fuímos a mi casa, tomé mis cosas... ropa para algunos días, cosas de aseo... Adela me esperó en la sala y ...

- Interesante pintura- dijo desde afuera -¿qué le pasó?

Salí... era momento de... decirle la verdad.

- La rompí, ella me invitó a ser su modelo, me pintó, me fotografió... y... después...-

No pude decir más, Adela miró la pintura de nuevo, tomando los pedazos rasgados y acomodándolo.

- Eres muy hermosa, no me sorprende que te desee de tal manera- dijo

Sonreí y tomó mi maleta, cerré la puerta con llave y nos fuimos a su casa, al menos me sentiría segura...
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Cap. 14
Por: Sonia

Algo pasó con Adela, lo sentía dentro de mi...

De repente, se portó más cariñosa, los besos eran prolongados y las caricias eran orientadas a partes de mi cuerpo como los senos, mi espalda baja.

Pero esa noche, esa noche me pasó algo de lo más extraño... desperté y abrí los ojos poco a poco, Adela se movía mucho... entonces noté que... se masturbaba.

No hice ningún ruido, sentí como puso su mano en mi cintura y noté que terminó, su cara era de satisfacción...

¿Que estaba pasando?

No le dije nada, tenía mucha de pena, pero eso se repitió cada noche... sólo que a veces tocaba mi cadera o ponía su mano en mis nalgas....

No supe que decir, no supe com afrontar todo y... sólo se me ocurrió preguntarle:

- ¿Alguna vez has tenido sexo?

- Sí, pero no sentí nada... además yo solo las tocaba, no sentía ninguna excitación con ellas... ¿y tú?

- No siento ninguna atracción, ni excitación... nunca la he sentido.- respondí

- ¿Te... tocas?- preguntó Adela

- No, nunca lo he intentado- dije nerviosa

- ¿Y si lo intenta... mos?- preguntó y me sorprendió su propuesta... pero accedí.

Nos acomodamos en la cama y comenzamos a urgar debajo de nuestro pantalón (cada una en su cuerpo), comencé a tocarme... y... no, no sentía nada... quizá un cosquilleo, pero no tenía las mismas reacciones que Adela... era muy raro, quizá estaba bloqueada, pero escuché a Adela gemir más fuerte... había alcanzado un orgasmo.

- ¿Y bien?- dijo jadeando

Reí y le dije - No, estoy muy convencida de ser una muy buena as-

Ella me miró, se acercó a besarme y susurró:

- Yo... te deseo...

La miré extrañada y me separé

¿Qué es lo que había dicho?

- No sé que me pasa, te deseo... nunca había sentido esto por nadie... ¿sabes? hay un viejo cliché entre los ases... suele suceder que de repente conoces a alguien y "te activas", eso me pasa contigo, me activo... te deseo, me excito mucho cuando pienso en tí... cuando siento tu cuerpo cerca de mí... y ya que tú lo has hecho... ¿no te gustaría ...?

- No, Adela- dije rotundamente - no quiero acostarme contigo, no quiero saber nada de esto...

Salí a la sala y ahí me acurruqué... ¿por qué Adela me hacía esto?

Pensé y pensé... imaginaba que si "Chinos" no me hubiera lastimado, quizá me habría entregado a Adela... volví a pensar y deduje que no, realmente no tenía ninguna atracción sexual por Adela, solo la amaba... la amaba así, sin sexo...
As
Cap. 15
Por: Sonia
No sé en qué pensaba, realmente jamás pensé que Adela me hiciera tal propuesta,no dormí... Esperé el amanecer.
Adela se levantó a preparar el desayuno, fingí dormir... tenía miedo de lo que pudiera decirme.
- Está listo el desayuno- me susurró al oído, momentos después.
Me levanté sin muchas ganas, me senté y comencé a picar la fruta de mi plato, beber pequeños sorbos de jugo y morder una tortilla con huevo.
- Disculpa- dijo Adela- yo pensé que... bueno, ya sabes... ella y tú, ¿por qué no nosotras?
Miré asombrada a Adela, la sangre me hirvió... la piel se me erizó... mi semblante se puso duro y fui a cambiarme.
- ¿A dónde vas?-
- Hasta aquí dejaremos todo- respondí
Adela me tomó por la espalda, me abrazó muy fuerte y me pidió que no me fuera... sentí sus brazos, sollocé un poco.
- Ella se aprovechó de mi, yo estaba muy ebria... ella... me violó- respondí sin ganas y salí de su casa.
Adela no me siguió, bueno.. no quería que lo hiciera.
Fuí hasta mi casa, pinté un poco... acomodé mis papeles y... descubrí aquella convocatoria.
- Es en tres semana- dije
Así que quise concentrarme en ese nuevo proyecto, tomé algunas cosas y salí de mi casa...
Caminé y caminé, toqué una puerta...
- Toma- era... mi amigo, me entregó unas llaves.
- Gracias- respondí sonriendo
- Más te vale ganar, perra- dijo y me abrazó
Fuí a recluirme a ese ligar de dicha y paz por algunas semanas, quería que mi cabeza dejara de pensar, mi mente comenzará a crear y.. mi corazón, dejara de sentir.
As
Cap. 16
Por: Sonia
Sola... así me sentía.
La soledad es uno de esos placeres que pueden llegar a ponerse en tu contra, pueden convertirse en una cárcel de la que es dificil salir y, por lo general, siempre hay salidas fáciles pero ninguna dura.
Me despertaba y pintaba, el proyecto era hacer un grupo de pinturas para una exposición en el extranjero, junto con una beca para un taller allá durante unos meses, eso era más que genial... si ganaba, podría irme de aquí e iniciar una nueva vida.
Pintaba, pintaba, pero me frustraba demasiado... no encontraba alguna inspiración, alguna musa que se plasmara en mis lienzos... sólo había sombras y fantasmas, de esos que arruinan la esencia.
Esa tarde decidí relajarme, la lluvia era muy fuerte... y yo me encontraba sola.
Calenté café, me envolví en un cobija gruesa y me tiré al sillón a dormir, o al menos, a mirar el techo y las figuras que se hacían... poco a poco mis ojos se iban cerrando, hasta que los sueños comenzaron a aparecer.
Fui violentamente despertada con el sonido de la puerta, alguien estaba tocándola... Abrí los ojos y me levanté... abrí.
- ¿¡Adela!?- dije asombrada
Ella estaba completamente mojada y me abrazó, susurró cosas que no entendí pero se notaba mortificada.
- Perdóname- dijo llorando, ahogando su llanto entre mis brazos.
La abracé aún más fuerte, la besé dulcemente en los labios y le dije que por favor se metiera a bañar, de lo contrario ella enfermaría y eso no sería algo muy pertinente.
Subimos a la habitación, preparé el baño caliente y ella... se desnudó afuera.
Por primera vez la miré desnuda... sonreí, me acerqué y la besé... Adela estaba tan transparente, tan.... mía.
Comencé a besarla, a acariciar su piel... hasta que.... las caricias nos llevaron a recostarnos en la cama, sus manos me llevaron a quedarme desnuda y, sus ganas, nos llevaron a hacer el amor...
As
Cap. 17
Por: Sonia
Desperté, mi cuerpo estaba desnudo y junto a mi, Adela... desnuda.
Eran unas horas antes del amanecer, me serví más café y miré aquel lienzo dispuesto para mi, recordé las sensaciones que acababa de vivir y sólo dejé que todo fluyera... que todo saliera, cerraba los ojos y recordaba a Adela, su cuerpo, su esencia, su aroma... su sabor.
Me dejé guiar por todo , me dejé llevar por mí... por lo que había experimentado, por lo fresco que vino a empaparme de tantas cosas, pero... a la vez, me seguía dejando igual.
No es que no sintiera nada, quizá no sentí lo que ustedes sí... esa conexió que acaba de entablar con Adela era algo más allá que tocar nuestro cuerpo o nuestros genitales, acabába de abrirle todo mi yo.
No dormí más, de hecho ni noté cuando Adela despertó... sólo la mire frente a mi, desnuda y con una taza de café para mi.
- Ya está el desayuno- dijo y me acerqué a besarla
- Gracias- respondí
Ella intentó acariciarme más, yo la detuve... no quería. Noté cierta molestia en Adela.
Desayunamos sin novedad, me disculpé y seguí pintando, la creatividad había llegado y no pensaba soltarla... el cansanció me invadía, peor al fin obtuve los resultados que quería.
Tomé un baño, fui a recostarme a la cama... Adela seguía ahí.
- ¿Y bien?- preguntó mientras me abrazaba
- Te amo- respondí
- ¿Y...? ¿Te gustó?-
- Sí... pero no quiero volver a hacerlo-
Adela me miró extrañada, cerré los ojos y decidí soltar las palabras más dificiles de todas.
- Ya no debemos seguir, Adela. No quiero que pase contigo lo que me pasa con las otras chicas cuando no puedo darles sexo, no quero terminar contigo como con ellas, te amo demasiado y quería creer que esto funcionaría, soñaba con eso... era perfecto, ambas éramos iguales...
- Lo somos- dijo ella
- No, no me atraes de esa manera, notó tu decepción, tu impotencia... no, Adela... no se trata de esto, por favor- me solté a llorar y la abracé
Ambas lloramos, nos abrazamos y disfrutamos la última noche a solas que nos quedaría, el últio abrazo... los últimos besos.
Muy temprano, Adela se fue...
Y a mi, se me destrozó la vida entera.
As
Cap. 18
Por: Sonia

Regresé a la Ciudad, entregué el proyecto y esperé la resolución que estaba a menos de una semana.

Fui al local de Adela, no estaba abierto, ni lo estuvo los días subsecuentes.

En su casa, las luces estaban apagadas y me dijeron que no sabía de ella desde hace días.

¿Y si le había pasado algo malo?

Tuve miedo de perderla, pero algo dentro de mi me decía que ella estaría bien... hasta podía sentir que ella y yo volveríamos a vernos.. ¿pero, cuándo?

Pasaron grises esos días, decidí mudarme de casa y comencé a buscar nuevos sitios, no encontraba ninguno... así que solo empaqué mis cosas como un acto de purga espiritual.

Miré las fotos que "Chinos" me había dado, la pintura y todo lo demás... salí al patio y les prendí fuego, ese fuego consumió mi miedo, también.

Sonreí, perdone y me encontré dispuesta a sanar esa vieja herida, aunque me faltaba algo.

A la mañana siguiente caminé por la ciudad, llegué a mi destino. Toqué la puerta... ella, me abrió, ella... "Chinos".

- ¿Tú?- dijo sorprendida

- ¿Podemos ir a beber una café?

Ella sonrió satisfecha, tomó su bolsa y chamarra y salimos, caminamos hasta una cafetería cercana, ordenamos y la miré... sonreí.

- ¿A qué se debe la sorpresa?- preguntó

- Simplemente quiero... decirte ... que... te perdono- dije muy conmovida

Chinos no entendia nada, así que me armé de valor y le conté sobre la violación, que en realidad yo no quería nada sexual pues...

- Soy asexual-

- ¿Qué?

- Tú me gustabas mucho, pero no quería nada más porque yo no busco sexo, no siento atracción sexual por nadie... y la verdad es muy dificil que entiendan esto.

- ¿Esa noche en mi casa... ? ¿De verdad no sabías lo que pasaría?

- No, si lo hubiera sabido, no hubiera ido- respondí firme

Ella se tapó el rostro, estaba horrorizada... se soltó a llorar amargamente y se puso de rodillas frente a mi, tomó mi mano y la besó.

- Perdón... aunque se que eso no arregla nada, yo... yo no quería, yo..

Acaricié su rostro, limpié sus lágrimas y le dije que todo estaba superado, que las cosas eran dificiles pero que me alegraba de habérselo contado.

Y... una enorme carga de mi pecho, se liberó.
As
Cap. FINAL
Por: Sonia

No pude dormir esos días, me la pasaba cansada y preocupada por los resultados y... por Adela.

Su local estaba en renta, su casa estaba vacía... ¿dónde demonios estaba?

Creo que comprendí que ese había sido el adiós, debía de conformarme con ello... debía acatarlo.

En mi buró estaba esa carta, ese as de corazones con su nombre, recordé lo que habíamos pasado y lo mucho que sentía por ella, sabía que no era un capricho mío, era un sentimiento muy real.

El día definitivo llegó, fui a la facultad y recogí el sobre que decían mis resultados... Salí de la oficina, cerré los ojos y lo abrí.

"LE INFORMAMOS QUE USTED... FUE RECHAZADA..."

Me recargué en la pared, me solté a llorar un poco, las lágrimas corrían una por una por mis mejillas, bajé las escaleras y me senté en una de las bancas de la explanada.

¿Qué se supone que haría ahora? Había apostado todo por este sueño, había dejado todo... era mi oportunidad de huir.

- Hola- dijo alguien... era, "Chinos"

No respondí su saludo, ella se sentó junto de mi y me etregó un sobre.

- Les dije que no te dieran el otro- reclamó

Abrí el sobre, en el contenía una felicitación y un cheque para irme a la exposició y al taller.

- Pero, ¿cómo?- pregunté asombrada

- Miré tu trabajo, supera en mucho al mío... pero mi estúpido apellido suele comprarme lugares en los que no correspondo, así que... hice que mi estúpido apellido te abriera una oportunidad, debes aprovecharla al máximo ¡eh! Ya no te quiero ver por acá- dijo y sonrió

Le agradecí enormemente todo, la abracé... Ella suspiró.

- Jamás me perdonaré por lo que te hice, espero que tú sí.... - dijo y se fue.

Fue algo raro, titubeé sobre aceptarlo o no... pero al final lo acepté, empaqué mis cosas y en dos días partiría.

Pasé por última vez al local de Adela, estaba cerrado y con un gran letero que decía "Se renta".

- Quizá en otra vida- susurré...

Pasaron algunas semanas, comencé a ir a la Universidad de Arte de allá, aparte estaba en lo de la exposición internacional.

Hacía frío, nevaba... esos días eran particularmente hermosos, tomab mi abrigo café (el más calientito) y compraba un chocolate en la cafetería del campus, esa tarde decidí caminar un poco para calentar mi cuerpo... Había una pequeña feria dentro del campus.

- Adelante, adelante... vengan y observen los trucos de magia- decía una chica con una pequeña mesa y un maso de cartas, me acerqué curiosa.. ella me sonrió y me ofreció el maso.

- Esocoge una, bonita-

Sonreí, recordé Adela y sus trucos... trataba de recordar cual era la explicación de este, pero aún así tomé la carta y la miré disimuladamante. Después ella me indicó que la volviera a colocar en el maso, dijo unas palabras y... ¡la carta ya no estaba entre el maso!

- Revise su bolsillo- dijo amablemente

Pero la carta no estaba ahí... la chica se tornó algo sonrojada y alguien detrás mío se acercó...

- Aquí está- me susurró, ofreciéndome una carta.

- Es la mía- dije emocionada y giré...

- ¡¡Adela!!- grité emocionada y la abracé, con mi carta en la mano.

- ¿Es su carta, señoritA?- preguntó la maga

- Sí- dije sin soltar a Adela...

- Es el as de corazones- respondió Adela y... nos fundimos en un beso.

Comentarios

  1. Anónimo20.11.14

    fantástica historia sonia, hermosas una mas cautivadora que otra, gracias por compartirlo. Felicitaciones

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  2. Anónimo9.1.15

    Fue una gran historia pero esperaba un final más explícito. Pero fue buena historia... Felicidades!!!

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  3. Genial me metie en papel de adela, mientras leeia

    Felicidades.

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  4. Una hermosa historia, mientras leeia me meti en el papel de Adela

    Felicitaciones

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