STARFISH


Cap. 1
Por: Sonia

Cuando era pequeña mi hermano mayor me solía decir Estrellita de Mar, siempre que me pasaba algo... no me quejaba y dejaba que mi cuerpo lo asimilara. Así cómo las estrellas de mar se regeneran, así era yo.

Mi nombre es Estrella, ya lo pudieron imaginar... mi vida, bueno... creo que ha sido cómo la de cualquier mujer.

Pero mejor se las cuento, al fin tengo mucho tiempo... postrada en esta cama de hospital, con un respirador artificial, creo que no pude tocar más fondo. Ya no había pretextos, ya no eran las escaleras o una caída en el baño, ya no eran excusas ante mi madre y mi hermano, ante las pocas amigas que me quedaron. La realidad era esa, el amor de mi vida me había dejado aquí.

¿Cómo empezó la historia? Creo que en la prepa, ahí la conocí... era una compañera que siempre llamó mi atención, recuerdo haberla mirado por horas durante las clases, le dejaba notas en su pupitre, mensajes secretos... Descubrió que era yo y un día me citó en el baño. Me besó por primera vez, ese beso jamás lo olvidé... mi más bello recuerdo de ella.

Por cosas del destino ella se fue a estudiar fuera del país, yo terminé mis estudios en Filosofía aquí, pasaron así cerca de 6 años... y la volví a encontrar.

Se hizo una fiesta de ex alumnos de la preparatoria, la ví y de inmediato supe que estaríamos juntas, a partir de esa noche salimos... nos hicimos novias y 3 años después, nos casamos.

¿Suena cómo una tierna historia de amor, no?

Y en realidad lo es, o bueno, lo era... el día de mi boda fue el más feliz de mi vida, otro dulce recuerdo que me mantenía fuere ante la tempestad que había empezado.

Esa felicidad... dentro de ese infierno.




"Starfish"
Cap. 2
Por: Sonia

Mi recién iniciado matrimonio era maravilloso, ella me amaba de muchas maneras, me compró una casa hermosa, muebles divinos, no nos faltaba nada, salíamos a divertirnos a menudo, yo daba clases en la Universidad, ella era abogada en una Corte.

Jamás pensé que mi vida, sería tan feliz, lo fue un año... lo recuerdo bien. Fue en nuestro aniversario, salí tarde de la Universidad y no acudí puntual a nuestra cita. Llegué un poco tarde al restaurante.

- ¿Por qué tardaste tanto? Llevo horas esperando- dijo

- Llevas 15 minutos, no seas exagerada.

Tomó mi mano con fuerza y me miró a los ojos.

- No te atrevas a contradecirme- susurró

ME asusté, su mirada era terrible, amenazadora... me soltó y ordenamos.

Ahora, en este momento, me recrimino el no haber notado esas señales a tiempo... eran vestigios de que algo no estaba bien, no puedes temerle a alguien que amas, el amor no es temor... el amor es libertad y seguridad.

Después de aquella noche me sentí un tanto amenazada por lo que había pasado, pero lo fuí olvidando.

Ella ahora llegaba a cenar a casa, trataba de apurarme en la Universidad para preparle de comer... algunas veces no llegaba, eso me frustraba.

- ¿Por qué no llegas más temprano? Creo que lo único que quiero ahora es cenar algo que haya preparado mi esposa...- decía

- Lo lamento, es que la Universidad...

- Deberías de dejar de trabajar, aquí no te falta nada ¿o sí? Si quieres entretenerte, puedes aprender a cocinar o puedes atender la casa... ya no me gusta eso de que estés trabajando.

Le serví la comida, ni siquiera la tocó...

- No quiero cenar, con permiso- dijo y se levantó.

Ahí me quedé yo, nerviosa... triste, pero no me importaba porque sabía que eran cosas que pasaban, quizá ella tenía razón y debía dejar de trabajar, al fin no me pagaban mucho y no me valoraban.

2 semanas después... renuncié a mi empleo en la Universidad. Era el momento de dedicarme al hogar.

"Starfish"
Cap. 3
Por: Sonia

Las primeras semanas, hasta los primeros meses fueron hermosos, ella venía a cenar y a comer a diario, era hermoso estar con ella.

Aprendí a cocinar y me encargaba de limpiar la casa, me regaló un perrito para que me hiciera compañía por las tardes, cuando no tenía nada más que hacer... leía y escribía, nunca me gustó la televisión.

Así fueron esos meses de ama de casa, no habíamos tenido ningún disgusto, ella me amaba, yo lo sabía.

Cuando a veces me reprochaba algo, cuando me alzaba la voz, cuando me ninguneaba o me llamaba "tonta" o "inútil", sabía que estaba estresada por el trabajo, pero ella me amaba.

Eso seguí pensando, aún después de esa tarde...

Accidentalmente combiné ropa en la lavadora y una fina blusa que se había comprado quedó manchada, cuando la vió... volví a notar su mirada enojada, iracunda.

- Eres una estúpida, ni para lavar la ropa sirves- gritó

- Fue un accidente, puedes comprarte otra y...

Sentí una cachetada, tomé mi mejilla... dolía, comencé a llorar.

- No me vuelvas a contradecir, ya te lo dije- me lanzó la blusa a la cara y salió de la casa.

Lloré mucho aquella tarde, cuando llegó ella sequé mis lágrimas, traía un ramo enorme de girasoles (mis favoritos) y bolsas de ropa.

- Lo lamento, el trabajo ha sido pesado últimamente... ahora compré toda la ropa de color oscuro y así no se podrá manchar- dijo sonriendo.

La besé y olvidé... estaba estresada y debía de entenderla. Aquella noche hicimos el amor de una manera especial, tierna, dulce... rodeadas de girasoles y jadeantes hasta el amanecer.

Amor, todo lo que quería pensar es que eso era amor.

"Starfish"
Cap. 4
Por: Sonia

Pasaron los días y ese incidente quedó en el olvido, nuestra vida seguía normal, llena de amor... incluso hasta nos fuimos de vacaciones, ella escogió el destino.

Cuando regresamos a la casa, una ex compañera de la Facultad me compartió la convocatoria para la Maestria en Filosofía clásica, mi gran pasión... Sin decirle nada me inscribí, me diern una fecha para la entrevista.

- Me he apuntado para la MAestría, tengo cita el próximo mes- dije

- ¿Crees que puedas? Creo que deberías quedarte en la casa- contestó

- Podemos contratar a alguien que haga las labores, en verdad quiero estudiar.

- Estrela ¿nunca dejarás de ser ingenua? No sirves para eso- contestó alzando la voz.

- Pero me gusta, de hecho sigo escribiendo.... en verdad quiero hacerlo.

- ¿Esa basura? Por favor, úbicate y deja el lugar para alguien que realmente lo necesite. Tu lugar es en esta casa, conmigo... así que, acátalo. Punto.

Ya no contesté nada, cenamos en silencio y nos fuimos a dormir igual...

Pero, quizá tenía razón... quizá no sería lo suficientemente buena, tal vez había dejado de practicar.

Medité mucho eso y al final cancelé la entrevista, eso de volver a la escuela no era para mí. No ahora con mi familia.

Se lo dije y se notó complacida, besó mi frente y nos quedamos dormidas.

No importaba, yo era feliz... ella tenía razón, ahora me había comprometido con la casa y con ella.

Aunque ella si seguía deenvolviéndose en lo laboral y académico...

Starfish
Cap. 5
Por: Sonia

No voy a mentir, comencé a sentirme frustrada por lo de la maestría, pensé que sí se daría y que seguiría estudiando... pero ella tenía razón ¿para qué? De todas maneras ya no volvería a trabajar.

Todas mis mañanas eran iguales, acudía a mi curso de cocina, regresaba a casa y hacía el quehacer, después me preparaba de comer y comenzaba los preparativos de la cena, para ella y yo.

Pero, había una hora del día en el que la soledad me invadía, la monotonía, lo mismo siempre... no conocía a nadie, tenía miedo de salir a la calle, no quería conocer a nadie más.

Entonces una idea se gestó en mi cabeza, ¿y si teníamos un bebé?

Una noche le preparé su platillo favorito, ella me lo agradeció con un gran beso y nos sentamos a comer:

- He estado pensando... bueno, llevamos ya cómo 2 años de casadas y, bueno... quiero tener un hijo.

Ella me miró y sonrió burlonamente.

- Yo no quiero tener un hijo- dijo tajante

- Yo lo tendría, tú podrías seguir trabajando y bueno, yo cuidaría...

- ¿Entiendes el significado de la palabra NO? ¿Acaso la escuela no te enseño eso? No es no, no quiero, no estamos listas, no tenemos dinero... No, por cualquier cosa, no... no insistas, Estrella.

- Pero yo...

- ¡Qué no!- azotó las manos sobre la mesa

ME asusté y seguí comiendo, eran bocados amargos... me daba un poco de tristeza que ella no entendiera cómo me sentía de sola.

Sola...

Starfish
Cap. 6
Por: Sonia

Después de eso, comencé a descuidarme un poco, sentirme triste y no vestirme cómo antes, subí un poco de peso, no me maquillaba y me peinaba de cualquier manera.

La tristeza se reflejaba poco a poco en el espejo, me sentía muy sola, muy triste, abandonada... lentamente me estaba abandonando.

Ella lo notó, una noche me trajó mucha ropa, la ropa que a ella le gustaba que usara:

- Esto es una talla más chica- le dije

- Tu talla ideal, así que baja de peso para que te quede- contestó

No respondí nada, sentía un poco agresivo eso...pero cómo siempre, mi cuerpo lo resistía, aunque mi alma no; le agradecí y la besé, aquella noche también hicimos el amor, aunque yo ya no sentía mucho, cada vez sentía menos.

Por la mañana me dijo que fuera al salón de belleza y con la nutrióloga, me dejó listo un conjunto:

- Vamos a una fiesta de la Corte, quiero que mi esposa sea la más linda-dijo

Me besó dulcemente en los labios, cómo siempre y se fué.

Caminé por la calle, hacía mucho que no salía.

- Hola bonita- me gritaron, volteé, era un chico, el que vivía en la casa de un lado.

No contesté, sólo sonreí... el se acercó a mí.

- Vives con tu esposa en la casa de junto ¿verdad? Me llamo Victor, soy nuevo.

- Hola, soy Estrella- dije sonriendo

- Tienes unos rasgos muy lindos... ¿a donde vas?

- Tengo que ir a la estética y a la nutrióloga- respondí

- ¿Me dejas llevarte a la nutrióloga? Y de la estilista no te apures, yo soy estilista y quiero hacerte un cambio de look.

- No creo que eso le agrade a mi esposa- respondí asustada

- ¡Querida! ¿No ves? Soy más gay que nadie... y quiero hacer amistades- dijo

Accedí y el me llevó en su auto, acudí con la nutrióloga y me dió un régimen alimenticio y una rutina de ejercicios, después regresamos a casa de Victor y me hizo todo un ritual de belleza... el resultado fue sorprendente.

Regresé a casa a arreglarme, puntual estaba lista... ella llegó y sonrió.

- Luces hermosa- me dijo

Me besó y me tomó entre sus brazos, no la detuve... me gustaba sentirla así, esos eran los momentos que más atesoraba.

Fuímos a la fiesta, ella no soltaba mi mano, me presumía con orgullo, me sentía bien conmigo, me sentía linda y deseada.

También esa noche hicimos el amor, lo hicimos con pasión y algo tan duradero...

- Te amo- me susurró antes de dormir.

Yo la amaba a ella también, creo que nuestros días estaban a punto de mejorar.

Starfish
Cap. 7
Por: Sonia

Victor se convirtió en mi mejor amigo, una especie de ángel que me cuidaba, cada mañana íbamos al gimnasio juntos, me acompañaba a las compras y a veces me quedaba en su estética por horas.

Procuraba no descuidar mis labores, pero a veces era innevitable.

Ella lo notó.

Esa noche Victor me acompañó a casa, ella recién abría la puerta... los presenté. Victor la saludo, pero ella no respondió, me dijo que pasara.

- ¿Y la cena?- preguntó

- PEnsé que podríamos salir a cenar juntas, Victor me enseñó un lugar vegetariano qué es..

Sentí una cachetada, ella estaba muy enojada.

- PErdón... perdón- dijo- No me gusta que salgas a la calle... no me gusta que salgas con ese maricón.

Acariciaba mi mejilla roja por el golpe, lloré y me encerré en la habitación... ella tocaba la puerta pero no abrí, lloré hasta quedarme dormida, por la manaña ella había abierto, me besó dulcemente y me llevó el desayuno en la cama, me pidió disculplas.

De nuevo le creí.

Ese día no fue a trabajar, nos quedamos en casa acostadas todo el día, riendo, viendo películas... me sentía feliz, me gustaban esos momentos, aunque mi mejilla seguía ardiendo.

Al otro día cuando abrí la puerta para ir al gimnasio, no pude... ella me había encerrado, le llamé a Victor y le dije que me sentía mal y que no nos veríamos hoy, él no dijo nada.

De nuevo me dediqué a la casa, a prepararle la cena. Cuando llegó la confronté.

- ¿Me encerraste?- dije

- Sí, ya no quiero que salgas... voy a acondicionar la casa para que aquí hagas ejercicio, las compras las haremos juntas y con la nutrióloga te llevaré yo; ya no tomas ninguna clase, así que tu lugar es aquí. Puedes trabajar en el jardín, hacer un huerto y...

- Yo no quiero eso, yo quiero salir, platicar con alguien... tener amistades.

- No, ya no Estrella... tu deber es la casa y atenderme, eso aceptaste cuando nso casamos, así que acátalo.

ME molesté y subí a la habitación... no le hablé en toda la noche, ni la mañana siguiente...

Así comenzó mi vida, encerrada en la casa y aprendiendo jardinería.

Starfish
Cap. 8
Por: Sonia

REcluída, cómo una monja...

Ese día Victori tocó la puerta, no hice el intento por abrir ni avisarle... me daba vergÜenza que supiera lo que estaba pasando.

Así pasaron los días, semanas... hasta que lo ví en mi patio... ¿cómo había entrado?

- Deberías dejarlo- dijo

- No puedo, la amo...- contesté

- Entonces vendré a verte todas las tardes si prometes escaparte de vez en vez conmigo, empezando por la próxima semana... ¡Es mi cumpleaños!

Acepté, Victor siempre me hacía sonreír...

No sé que valor agarré, pero me escapé de mi prisión para ir a la fiesta de Victor, era desde temprano... una especie de desayuno y fiesta en la alberca, aunque yo no bailaba, ni bebía... me la estaba pasando bien.

- ¿Eres amiga de Victor?- me preguntó una chica que se me había acercado, era bastante atractiva - Te he visto en la estética.

- Soy su vecina, me llamo.. Estrella- contesté nerviosa

Ella se presentó y me invitó a que nos sentáramos para platicar:

- ¿A qué te dedicas?- pregunté

- Soy profesora en la Universidad y estudio mi Doctorado ¿y tú?

No supe que contestar... - Estudié Filosofía y pues... me dedico al hogar.

Ni siquiera la miré, creo que me daba un poco de pena decir eso... seguimos hablando de Literatura, música, cine, en fin... teníamos tanto en común; le conté lo de mi maestría fallida.

- Deberías retomarla, puedo ayudarte... conozco a la gente de la Universidad, seguro te consigo una clase, ¿me pasas tu número?

Dudé si dárselo o no, al final accedí...

Casi oscurecía, tenía que irme o mi esposa se enojaría demasiado, me despedí de Victor y de... ella.

- ¿Me prometes que considerarás lo de la Maestría y las clases?

- Claro que sí- respondí entusiasmada

- ¿Me prometes que te volveré a ver?- me dijo

Me sonrojé... ella se acercó a mi y me besó, no la detuve... yo, también lo quería.

Sonriendo me fuí a casa, calenté lo que ya había preparado desde antes y esperé que llegara.

No hable durant ela cena, mis pensamientos sólo se iban a ese beso, a esa nueva ilusión.

Mi celular vibró, era un mensaje de ella... lo leí en el baño, no quería que mi esposa lo notara.

Esa noche, sólo soñé con ese beso y con las nuevas ilusiones que se gestaban en mi vida...

Starfish
Cap. 9
Por: Sonia

Al amanecer fui distinta, me miraba sonriente... recibía mensajes de mi fugitiva amante y llamadas también, le dí los horarios en los que mi esposa no sospecharía.

Me aterra confesar que varias tardes las pasamos juntas en mi cama, en mi cuerpo y en el suyo... se escabullía por el patio trasero y llegaba hasta mí.

Duramos cerca de 4 meses, fueron los mejores de toda mi vida, me veía muy feliz... y tenía la firme convicción de dejar a mi esposa, tenía que hacerlo.

Siempre escondía mi celular muy bien, no quería que ella lo revisara cómo siempre... pero, ¡esa maldita noche!

Me estaba bañando y ella llegó antes, sin avisar... salí del baño y ella tenía mi celular en la mano:

- ¿Qué significa esto?- preguntó, azotó el celular en el suelo.

No pude hablar... sabía lo que vendría, se acercó y me azotó contra la pared, después me dió un golpe directo en la cara, luego otro... me azotó contra la cama, me quitó la toalla que rodeaba mi cuerpo, quedé desnuda ante ella... desnuda y vulnerable.

Dispuso de mi sin reservas, me maldecía, me golpeaba... me humillaba, tomó mi cuerpo... yo no lo quería, ni siquiera sabía que era lo que había hecho mal... quizá, buscar una ilusión que me liberara de mi soledad, mi terrible soledad.

Ahí quedé, tendida sobre la cama... cuando se fue a trabajar me encerró en el cuarto, no podía moverme, los golpes esta vez dolían más.

Y entonces lo pensé... realmente lo merecía, la había engañado, ella era mi esposa, el amor que yo escogí para siempre...

Llegó por la noche, la abracé y besé sus manos... le pedí disculpas, ella acarició mi rostro y me besó la frente, también me pidió disculpas.

De nuevo me encerró, esta vez si teléfonos... Victor ya no se asomaba a la casa y mucho menos ella, tenía miedo de lo que había sido de ellos.

Por la noche, a veces recordaba lo que me había hecho... aunque mi ojo morado había sanado, sabía que algo dentro de nosotras se había roto, quizá un límite.

No lo hablamos, pero lo sentíamos... entonces, ella me hizo una propuesta que jamás imaginé.

Starfish
Cap. 10
Por: Sonia

Recuerdo esos momentos, eran cerca de nuestro cuarto aniversario...

Esa noche también la recuerdo, me tomó de las manos y me miró a los ojos:

- Quiero tener un hijo contigo, o una hija... eso nos unirá, eso volverá la paz que necesitamos en esta casa.. ¿aceptas?

La miré incrédula, noté que ella lloraba y besé sus labios... por supuesto que acepté.

Creo que esa ilusión era aún más poderosa que cualqueira, era nuestra oportunidad de enmendar los errores y de volver a ese amor que surgió desde la prepa.

Empezamos los procedimientos, no fue fácil... al parecer no podía embarazarme tan fácil, eso me entristecía, pero ella me animaba a seguir. Hasta que... lo logramos. Aunque mi embarazo era un poco riesgoso.

Ella me cuidaba, pero no podía... así que llamó a mi madre para que se hiciera cargo de mí... desde la mañana, mi madre se instaló ahí.

Los primeros 3 meses fueron cruciales, aunque era mi oportunidad, mi madre me consentía y me dejaba salir... visitaba a Victor, iba de compras... no sé, mi esposa ya no podía encerrarme porque mi madre estaba ahí.

Ese día, mi madre me avisó que no iría, no le dije nada a ella... quería ir a ver muebles para el cuarto del bebé, no sé ni cuanto me tardé... cuando llegué a casa, ella estaba ahí.

- ¿Dónde estabas?- preguntó muy enojada

- Fuí de compras y a ver algunas cosas- dije

- ¿Y las bolsas? ¿Dónde está lo que compraste?... Seguro fuiste a verla.- Sentí una nueva cachetada, pero esta vez no lo permitiría.

Subí las escaleras y tomé algunas de mis cosas en una maleta, ella golpeaba fuerte para abrir. Cuando salí... le grité:

- Me voy de aquí-

- ¿A dónde irás? Eres una inútil... sin mi no eres nada-

- Claor que sí, ahora seré madre... ahora tengo un nuevo motivo apra salir de aquí...

ME dirigí a las escaleras, ella me tomó por los hombros, intenté safarme y... tropecé.

No recuerdo mucho, tengo imágenes, yo cayendo, yo tendida sobre el piso, ella gritando... veía sangre, muchas sangre y... me desmayé.

Desperté en una cama de hospital, ella se notaba consternada y me abrazó, había un médico ahí.

- ¿Qué me pasó?

- Desafortunadamente, perdiste al bebé- me dijo el médico

La miré a ella... la miré con desprecio y con una profunda rabia. Pero no dije nada, lloré en silencio... en soledad.

Ahí iba nuestra última esperanza de ser una familiar feliz...

Starfish
Cap. 11
Por: Sonia

Estaba muy delicada de salud y tuve que quedarme en cama por semanas, mi madre me cuidaba... para todos mi esposa maneó que había tenido un accidente y no lo desmentí. Victor también iba a verme.

- Yo sé lo que pasó... no debes permitirlo- dijo

Pero no lo escuché, al principio mi esposa se notaba consternada, triste... pero no me decía nada, era la culpa que ahora la carcomía.

Los primeros meses se portaba linda conmigo, me regalaba libros, flores a diario... pero algo dentro de mi había muerto para siempre, cuando miraba el espejo, sólo veía la soledad... me abandoné por completo.

Me abandoné, a´si me había regeneredado...perdiéndome; entonces no detuve sus nuevos golpes, sus insultos, sus humillaciones... así ella descargaba su furia y yo lo permitía, creo que mi vida terminaría ahí... eso era lo que yo quería.

Agregémosle el hecho de que ella ahora era íntima amiga del alcohol, me era habitual verla alcoholizada, reprochandome por el mal sabor de la comida, por lo sucia que estaba la casa... golpeándome en el cuerpo, en la mente... en el lugar donde había un alma.

Pero ya no me importaba, ya no...

- Debes denunciarla- me decía siempre Victor... quien siempre sanaba mis moretones.

- No, ella es mi esposa- decía yo me mecánicamente.

Ella es mi esposa... ¿realmente pensaba eso?

Starfish
Cap. 12
Por: Sonia

La rutina era esa, en mi desesperación... en mi alejamiento.

Victor trataba de ayudarme, casi casi me olbigó a ir a denunciar... acudí, la verdad no tenía esperanza de nada, sabía que no serviría.

Y dicho y hecho, interpuse la denuncia... días después llegó a manos de ella y eso me valió más golpes.

Era evidente que no había "justicia" para esto, eran problemas de "casa" de los cuáles no se tenía que enterar nadie..

Nadie, eso me sentía yo, me veía demacrada, triste... sin esperanzas. Me aislé del mundo, me la viviía encerrada en el cuarto, durmiendo, dejé de comer.

Pero... llega el punto en el que debes decidir si seguir así o armarte de valor, sentía una extraña fuerza... sentí unas nuevas ganas...

En secreto acomodé una maleta, sentí que en cualquier momento podría salir de ahí... no sabía cuándo, pero lo haría y quería que la maleta estuviera bien puesta.

Tenía que decidirme.

Y recuerdo cuando lo hicé... cuando me decidí... esa noche ella legó ebria y me tomó a la fuerza, cómo solía hacerlo siempre... no puse resistencia, pero dentro de mi quería salir de eso.

Tenía ese deseo.

Estuvie ideando un plan, pero no podía hacerlo sola... esperé la visita semanal de Victor y le dije mi plan.

- Cuenta conmigo para todo- dijo

- Será en dos semanas... es fin de mes y ella tiene más trabajo, pasa a recogerme en tu auto a las 5... llévate mi maleta ahora- dije

- ¿Por qué no ahora?- preguntó

- No quiero irme así... quiero confrontarla- dije

Victor accedió... ahora era el momento de partir. En 2 semanas...

Starfish
Cap. 13
Por: Sonia

Pasó rápido el tiempo... llegaron las dos semanas.

Pasaban las horas lentas, esperaba en punto de las cinco para salir por aquella ventana que había aflojado para escapar con facilidad.

Dieron las 5 y... me quedé ahí, pasmada.

El llanto comenzó a embargarme, temblaba de miedo... ¿si me iba ahora? ¿Qué sería de mi vida? ¿en qué trabajaría? ¿alguien me amaría?

Tenía miedo, estaba paralizada del miedo... me sentí cómo si no pudiera caminar y me desvanecí en el suelo... llorando en el suelo, sintiéndome impotente... escuchaba a Victor llamándome.

Entonces ahí me di cuenta que no podía hacerlo. Nunca podría.

Llegó ella, me vió tirada en el suelo y me pateó para levantarme... no me pude mover, vació agua encima mío y ni aún así reaccioné... se fue a dormir.

De nada servía el querer dejarla... el miedo era más poderoso ¿qué puedes hacer con él?

Yo tomé una decisión, resignarme... me sentía muy vieja para iniciar de nuevo, me sentía muy cansada para continuar.

Pero sabía que ella no me dejaría morir tan fácil... antes, ella me mataría.

Muchos me dijeron que el amor dolía... pero este dolor no era de amor, estas heridas no eran por amar... lo que me unía a ella no era amor... era temor, miedo, impotencia... aunque huyera, ella me encontraría.

Decidí entonces, quedarme... quería ver hasta donde llegaría.

Starfish
Cap. 14
Por: Sonia

La esperanza es lo que muere al último... dicen, en ese caso... a mi ya no me quedaba nada.

Cada día era un golpe, si alguien me hubiera visto, ni siquiera me reconocería... me veía demacrada, delgada, ojerosa, con moretones en los brazos, en la cara... pero nada de eso se comparaba con el profundo dolor que cargaba dentro.

La rutina se repetía a diario, aunque... algo nuevo comencé a sentir, jamás lo había sentido.

Con cada humillación una vela se encendía dentro mío, con cada reclamo, grito, golpe... con cada violación... algo se despertó, toqué fondo y apareció: la desesperación.

Tenía deseos por salir de ahí, tenía miedo, tenía angustia... pero tenía deseos de vivir, no quería que todo temrinara así... buscaba una salida, la desesperación me lo pedía, quería gritar por ayuda... la necesitaba urgentemente.

No me importaba que estuviera sola, no me improtaba que haría... debía salir, cada vez que ella me lastimaba, gritaba por desesperación.

Así que... sin planearlo, abrí aquella ventana suelta y me escabullí, cómo muchas veces antes... no sabía que hora era o que día, sólo sentía la sangre fresca de mi labio...

Corrí al patio, miré la Luna... llovía algo fuerte. Dejé que la lluvia me inundara. Grité... grité con una enorme desesperación.

- ¿Qué es lo que haces?- preguntó

- ¿No lo ves? ¿Huyo de ti?- dije riendo

- Te has vuelto loca... vuelve a casa, Estrella- gritó

- Esa no es mi casa, tú no eres mi familia... tú no eres nada mío- la reté

- Eres mi esposa, eres mía... debes estar conmigo.

- Te odio- grité y comencé a reir mientras le repetía varios - Te odio-

Se acercó a mi, me tiró al pasto... azotaba mi cabeza contra el piso, me golpeaba... estos golpes los sentía más fuertes... pero no los detuve, ni siquiera pude... su fuerza era mayor... vinieron patadas, golpes en la cara... no sé que más pasó... ella tomó una gran roca e intentaba lanzarmela, pero algo la detuvo.

Más bien alguien... soltó la roca y corrió, ahí enmedio de la lluvia... mi visión se hacía borrosa, sólo veía una luz que me iluminaba y una silueta que me llamaba por mi nombre...

- Estrella...-
Starfish
Cap. 15
Por: Sonia

La luz me cegaba, aquella figura seguía llamándome... algo se movía.

- Estrella, Estrella- seguía diciendo... enfoqué mi mirada y noté que era Victor.

- ¿Dónde estoy?- le pregunté

- Vamos al hospital... debes resistir- dijo llorando

- Ya no lo permitiré- dije y sonreí...

Victor lloró aún más, tomó mi mano y la besó...

- Cuando me recupere... ¿nos vamos a vivir juntos? quiero viajar...- susurre cada vez más lento.

- Ya verás que sí Estrella... recuerda, te regeneras cómo una estrella de mar... lograrás salir de esta-

- Mi ángel, gracias...- susurré

Caí inconsciente... llegué al hospital, los pronósticos no eran favorables... me hundí en un profundo sueño en el que veía todo a mi alrededor.

Mi madre llorando, Victor no se apartaba de mi lado... también la vi a ella.

Ya no la odiaba, decidí que no quería cargar con ese odio... me había descargado ya, aunque bueno, me había costado caro. Sólo fue a verme una vez, después... creo que hubo justicia al fin, la encontraron en nuestra casa, muerta... muchos días después.

Quedé mucho tiempo en el hospital sin reaccionar, nada era favorable... todos los médicos decían lo mismo.

Y al fin, llegué a eso... Victor tomaba mi mano esa mañana y con un enorme esfuerzo la apreté, era mi manera de despedirme... miré hacía arriba... la luz que me embargaba más y más... olía a mar... también se escuchaban las olas... creo que ahora me convertiría en una estrella de mar.

Y fue así mi historia, una historia que se repite en cada lugar... fue así cómo caí víctima de la violencia y terminé siendo una de las cifras más, de las muertes provocadas por este mal.

El secreto está en... aprender a decir: "No más..."

Comentarios

  1. Anónimo10.3.14

    Hermoso, tu te inspiras en la gran realidad q muchas no debemos soportar...

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  2. Anónimo24.3.14

    una historia para aprender que valemos mucho para aguantar a alguien que no ama si no que quiere a una sirvienta cosa que no somos eso somos seres humanos y que no importa si la otra persona tiene mas o menos somos iguales,yo vivi algo similar pero abri los ojos y tuve el valor de dejarla y de ser feliz. muy buen ejemplo para aquellas personas que pasan algo asi que no deben de permitir esos abusos que valen mucho mas de lo que la gente diga. f: Amy Beals

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  3. Anónimo26.5.14

    Quede impactada con la historia!!!! Afortunadamente algunas abrimos los ojos antes...

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  4. Hola de nuevo Sonia... que fuerte historia muy buena.Hasta llore que feo pero es la realidad.

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  5. Anónimo9.3.15

    GRACIAS SONIA UNA GRAN HISTORIA LLORE Y REFLEXIONE NO HE VIVIDO VIOLENCIA FISICA SI NO EMOCIONAL,ESPERO NOS SIRVA ESTA HISTORIA A MUCHAS PARA DECIR BASTA.

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  6. Anónimo9.3.15

    GRACIAS BELLA HISTORIA

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