Rocío de Miel, Miel de Rocío, Rocío y Miel.



Cap. 1
Por: Sonia

Toda mi vida la he pasado en este edificio, los mismos vecinos, las mismas caras, la misma dinámica; mi vida no era del todo sorprendente, siendo hija única y con mi madre y padre trabajando la escuela y mi soledad eran mis únicas compañeras.

Hasta que ella llegó, ambas teníamos la misma edad... Recuerdo la primera vez que la ví, su largo cabello largo sujeto por una cinta rosa, el mismo color de su vestido, sus grandes ojos negros, su sonrisa pura e inocente, no pude evitar mirarla y sonreírle, querer que ella estuviera conmigo ¿de qué manera? No lo sé... Mientras estuviera conmigo.




Tal vez en ese momento de mi vida no entendía la atracción que ella me generaba, no a mis 8 años, yo la veía cómo una niña bonita que debía estar conmigo, debía cuidarla, estar con ella...

-Hola, soy Miel- le dije ese primer día, me sonrió y me dió un tímido beso en la mejilla, mientras nuestras madres hablaban, me tomó de la mano y volvió a sonreír.

Tomar su mano fue lo más mágico que pude haber experimentado a mi corta edad, creo que ahí inició todo...

A mis 8 años era feliz, no comprendía muchas cosas de mi exterior pero cuando ella entró a mi vida, mi panorama cambió. Íbamos en la misma escuela, en el mismo salón, nos sentábamos juntas, eramos inseparables... A veces, por debajo de la banca, tomabamos nuestras manos, sonreíamos y seguíamos así durante toda la clase.

Así fue durante los últimos 3 años de la primaria, las profesoras nos trataban cómo si fueramos hermanas, ¿ella y yo hermanas? Pese a que ambas eramos hijas únicas, yo no la quería a ella cómo una hermana, no... cada día al despertar pensaba lo mismo ¿una hermana? No, no la quiero de esa manera...

Y así fue que una tarde en la que caminabamos de regreso a casa, ese último año de la primaría, ella tomó mi mano, recargó su cabeza en mi hombro y me dijo que me quería...

Ahí lo supe, yo no la quería cómo una hermana, ni cómo una amiga... yo quería estar con ella de la misma manera que mi padre y madre estaban juntos, el mirarla me alentaba a ir a la escuela, esos años inocentes los recuerdo con agrado, los años anteriores a mi adolescencias...

Esos años inocentes cuando surgió la primera ilusión de un amor... mi primer y único gran amor...


Rocío de miel
Cap. 2
Por: Sonia

La secundaria se me presentaba cómo una etapa prometedora, los cambios en mi cuerpo, en mi vida, los cambios de humor, de estados pero con el constante pensamiento hacía ella... No sabía a ciencia cierta que significaba eso que sentía por ella, no quería saberlo, sentirlo me bastaba y lo mejor, ella también lo sentía.

Debido a que ella se enfermaba con regularidad, sus padres decidieron que estudiara en casa, con tutores especiales; me enteré de ello hasta mi primer día en la Secundaria, cuando no las ví en las listas, al terminar el día corrí hasta el edificio, hasta su casa y ella me abrió, la abracé fuerte y le pregunté el motivo de su ausencia.

-Mamá no quiere que salga, creo que me voy enfermando más- dijo

Pasé la tarde con ella y después fui a mi casa, le rogué a mi madre por que me permitiera estudiar con ella, pero se negó... Así que lo único que pude hacer fue comprometerme a sacar buenas calificaciones para visitarla por las tardes... Al menos, fue un avance, seguiría viéndola a diario, aunque en menor medida.

Estar con ella, aunque fuera un sólo momento, era lo mejor para mí, cada tarde iba a su casa, leíamos, hacíamos tarea juntas, veíamos películas y nos recostabamos en su cama tomadas de la mano...

-Miel, Miel... eres tan dulce cómo tu nombre- me dijo una de esas tardes que pasabamos en su habitación

La miré a los ojos y le dije - ¿Y si quisiera casarme contigo? ¿Ser cómo mamá y papá? Te quiero de esa manera-

Con la más pura inocencia ella me sonrió y me besó la frente, después tomó mi mano y me dijo - Somos algo mejor que esposas- y rió; en ese momento sól pude acercarme a su rostro, sus labios buscaron los suyos y ese primer beso guardado fue dado, un leve roce que liberó una energía desconocida por mi cuerpo entero.

A partir de esa tarde todo cambió, nuestro movimientos eran más cercanos, nuestras miradas eran más profundas, ese beso desató un vínculo que estaba por iniciar, a partir de esa tarde nuestros momentos eran así... Nuestros y de nadie más.

Pero, maldigo aquella tarde, cuando su mamá abrió su habitación y nos encontró abrazadas, dándonos un ligero pero sincero beso en los labios:

-¿Qué hacen ustedes dos?- preguntó su madre

Inocentemente le respondí que quería a su hija, que me casaría con ella y que estaríamos juntas... para mi, era algo normal. Ella me tomó de la mano y me llevó a mi casa, la miraba, sentada en la cama y desconcertada...

-Miel- susurró....antes de que su madre la encerrara

-No volverán a verse jamás- sentenció su madre y tocó la puerta de mi departamento, mi madre abrió...

Todo cambió de repente...


Rocío de miel
Cap. 3
Por: Sonia

Heme ahí, a mis casi 15 años soltándome a llorar frente a mi madre, tomada dle brazo por la madre de ella quién soltaba una cantidad impresionante de enojo a través de sus palabras...

¿Qué podía tener de malo lo que yo sentía por su hija? Ambas lo sentíamos, ambas lo vivíamos desde hacía unos años ¿Para qué callarlo? Yo... la amaba.

Heme ahí, abrazando a mi madre mientras esta cerraba la puerta, acarició mi cabeza y me dijo que todo estaría bien:

-Ahora que lo sé todo, puede que resulte más fácil... No te preocupes, te quiero- me dijo mientras limpiaba mis lágrimas y me besaba dulcemente en la frente.

Pasaron semanas sin saber de ella y esa tarde mi madre preparó un delicioso pastel de naranja (su especialidad), fuimos al departamento de ella, abrió su mamá:

-Nos gustaría invitarlas un poco de pastel con café sería delicioso, mientras platicamos un poco ¿le parece , vecina?- dijo mi madre

Ambas madres pasaron a la cocina y nosotras nos quedamos en la sala, tome su mano, la acaricié y ella me sonrió:

-Te he extrañado- me dijo, su rostro se notaba cansado, triste...

-¿Te has sentido mal? Te noto algo rara- le dije mientras acariciaba su rostro, estaba frio...

Ambas madres salieron de la sala y nos sentamos en la mesa del comedor, bebíamos té y comíamos pastel mientras ellas hablaban de "nuestras muestras de afecto", mi madre me defendía diciendo que eso no afectaba a nadie...

-Sin ella, no me siento bien...- le dijo ella a su madre, quién la miró y agachó la cabeza.

Después lo supe, esas semanas ella había estado muy enferma de una melancolía extraña...

Nuestras madres llegaron a un acuerdo extraño, ambas seguiríamos viéndonos para estudiar y compartir algún tiempo juntas... "de aquí a que tuvieramos edad para delimitar nuestras propias decisiones y convicciones..." Así lo dijo su madre.

¿A qué se refería? Yo estaba segura que quería estar con ella ¿entonces cual decisión había que tomar?

Esa etapa de la secundaria se pasó rápida, pero cada vez más me sentía unida a ella, era mi pensamiento más recurrente, la persona que me provocaba mayor ansiedad, mirar su sonrisa, mirar sus ojos, sentir el roce de su mano con la mía, el dulce olor que expedía... Ella, era... perfecta y de cierta manera, quería que fuera mía, que estuviera conmigo, que pensara en mí tanto cómo yo en ella...

¿Amor? En ese momento no entendía el verdadero significado de esa palabra...pero ahora que lo veo, lo que yo sentía por ella superaba por mucho lo que llaman "amor"


Rocío de miel
Cap. 4
Por: Sonia

La Secundaria pasó y ahora con casi 16 años ambas entramos en la misma preparatoria, aunque en diferentes salones ya que ambas queríamos estudiar diferentes cosas, mientras yo opté por irme del lado de la cocina, ella optó por las artes, era buena en eso, supongo que las mañanas solitarias en su casa la llevaron a desarrollar muchas habilidades.

Al terminar las clases, iba a buscarla a su salón y ambas tomabamos el mismo transporte rumbo a casa, a veces cuando había que quedarse hasta tarde ella solía esperarme o viceversa, no descuidabamos la escuela y mis sentimientos por ella se hacían más fuertes, no podía resistirlo más, no quería ... yo debía estar con ella, decirlo sin importarme lo demás... LAs dos juntas ¿qué podría salir mal?

- ¿Puedo contarde un secreto?- me dijo esa tarde, jamás la olvidaré...era una lluvia peculiar en Febrero, ambas estabamos sentadas afuera de la biblioteca, tomadas de la mano y mirando la lluvia caer...

-Claro, sabes que yo por tí guardo todo...- le dije

-ME gusta un chico y yo le gusto, pero a mamá no le gustaría que tuviera novio- dijo

Miraba la lluvia y de repente...me helé ¿novio? ¿un chico? ¿cómo alguien podía haber cautivado a ella...

-¿Y... nosotras?- le pregunté temerosa y titubeando...

-Seguiremos siendo amigas, las mejores... yo, siento tanto por tí que no podría alejarme de tí jamás , es más.. - tomó mi mano y me miró a los ojos.. - es un juramento, siempre estaremos juntas en las buenas y las malas... siempres estaremos juntas y nunca dejaremos de sentir esto- pico la punta de su dedo con su arete y luego la mía, juntamos nuestros dedos... hicimos un pacto de sangre.

Pero, dentro de mí hice un juramento más fuerte, amarla sobre todas las cosas y procurar buscar su felicidad, aunque no estuviera conmigo...

Aquella tarde, al llegar a casa lloré desconsolada en mi cama, mis almohadas recogían aquellas lágrimas que eran testigas del gran amor que le profesaba a aquela chica, quién sólo me veía cómo una amiga, una confidente... y yo... bueno, a pesar de mi corta edad estaba segura que ella sería el amor de toda mi vida...


Rocío de miel
Cap. 5
Por: Sonia

Y ese chico se apareció, no me resultaba guapo pero ella lo miraba de una manera que nunca me miró a mí, ella lo abrazaba cómo nunca me abrazaría a mí... y la única vez que los vi besándose...añoré ese beso para mí alguna vez...

La preparatoria, los peores años de mi vida, al parecer ese amor entre ellos había florecido a tal punto de durar tres años, mientras yo me refugiaba en la cocina...

Curioso fue cómo se deterioró todo con ella, nunca me reprochó mi ausencia o el esconderme de ella entre las instalaciones de la escuela, nunca volvimos a hablar de nosotras, lo que pudo haber sido nunca fue, ni sería...

La preparatoria, la época en la que descubrí que la amaba sólo a ella, no me interesaba definirme por el hecho de que me gustara una mujer, no me interesaba pensar en nadie que no fuera ella, así fue desde el principio, mirarla y sentir que ella debía estar conmigo, que todo lo que yo era resultaba para compartir con ella...

¿Qué haría con ese amor? me preguntaba a diario y cómo si fuera un santuario, la cocina se me presentó cómo mi salvación, era la más sobresaliente de mi clase e inclusive de la escuela, la cocina lo era todo para mí, después de ella...

Pero, las cosas no pasan solas y heme ahí en el capítulo más doloroso de mi vida...


Rocío de miel
Cap. 6
Por: Sonia

Esa tarde se derrumbó mi mundo, prepara un pastel para uno de los eventos de la escuela cuando la directora me mandó a llamar, acudí a su oficina y me dijo que tenía que ir a mi casa...

-Tu padre ha muerto- y esas palabras aún las recuerdo...

Tomé mi mochila y corrí a la salida, fui a mi casa y mi padre estaba ahí tendido, aquella figura de amor y de protección estaba ahí, pero mi madre lloraba, estaba afligida ¿qué sería de nosotras ahora?

PAsó todo tan rápido que ni siquiera lo noté, no podía creerlo, apenas por la mañana lo había visto y me había sonreido cómo cada mañana, apenas por la mañana lo vi besándo a mamá antes de irse... y ahora estaba ahí, cómo dormido pero jamás regresaría.

Llegaron familiares, vecinos... y sentí unos brazos rodeando mi cintura, unos sollozos en mi espalda, era ella...

-Lo lamento, se lo que significaba tu padre en tu vida... Te ví correr hoy en la escuela y recién me enteré porqué, perdóname por no haber llegado antes- me dijo mientras sus brazos apretaban más mi cuerpo al suyo...

-Descuida, ya estás aquí...- le susurré

-Y no me iré nunca ¿recuerdas el pacto? Una parte de tu sangre corre con la mía, estamos unidas y eso nadie lo separará- sentí su cabeza recargada en mi espalda y el llanto brotó en mí, no tanto por mi padre sino por las palabras que recién acababa de escuchar...

Esos meses se pasaron lentos y grises, la vida había perdido su sabor, su color, para empezar la cuestión económica nos resultaba alarmante, el seguro que había dejado papá no alcanzaría para mucho tiempo y menos para mis ambiciones de seguir mi carrera de Gastronomía en el extranjero.

Aquella noche en mi habitación miraba el sobre que recién llegó esa mañana, era mi carta de aceptación para la más prestigiosa escuela de cocina, un honor que pocos habían alcanzado, la tomé entre mis manos y lloré, la rompí lentamente... No podía dejar a mi mamá así, no podía ser tan egoísta cómo para sólo pensar en mi beneficio, en mi felicidad... Miré hacía la ventana, mi madre entró a la habitación...

-Quiero proponerte algo- le dije- Dame el dinero del seguro, lo invertiré en un local de comidas, en unos 2 años ese dinero se triplicará y el local se mantendrá solo...confía en mí, mamá- la miré a los ojos y me sonrió, me dió los papeles del seguro y ese fue uno de los sellos de mi destino.

PEro, ahora sólo faltaba ella... ¿seguiría en mi vida?


Rocío de miel
Cap. 7
Por: Sonia

Pasaba las tardes encerrada en la cocina de la escuela y miles de preguntas pasaban por mi mente, preguntas que tenían que ver con mi futuro, con mi vida, con mi madre... con ella, la mujer de mi vida, mi amor eterno y permanente...

Mi cumpleaños estaba próximo y el de ella era primero, aquella tarde ella llegó a la cocina y me abrazó...

-Te espero en casa esta noche, habrá una pequeña fiesta por mi cumpleaños, recuerda que me gusta el chocolate- me dijo y guiñó el ojo...

En ese momento le preparé su pastel favorito, el de chocolate... puse todo mi empeño, todo mi amor.. cada momento pensaba en ella y las ilusiones flotaron por si solas... Ese pastel quedó delicioso y era sólo para ella, así cómo mi corazón.

Llegúe aquella noche a su departamento, estaba ella, sus padres y su estúpido pero constante novio, saludé a todos y puse el pastel en la mesa, ella de inmediato lo probó con el dedo y me miró feliz.

-Sólo tú sabes cuál es mi favorito- me abrazó, extrañaba esos abrazos...

-Feliz cumpleaños- le susurré

-Es feliz, porqué estás aquí- me besó tímidamente en la mejilla

Me ruborizé.

Cenamos, bebimos un poco y partims el pastel, su madre le pidió que pensara en un deseo antes de apagar la vela.

-Piensa en la Universidad, debería de pedir algo sobre ello- dijo el ímbecil de su novio

Ella me miró consternada, era evidente que algo me ocultaba y apagó la vela... su madre cortó el pastel y se acercó a mí:

-Es bueno que salgas de vez en cuando, seguro tu mamá se sentirá muy sola cuando te vayas a la Universidad, pero ella y yo nos haremos compañía- dijo

-No, no, yo no iré a la Universidad, mis fondos no alcanzan- le dije

-Es una pena- respondió- con lo talentosa que era para la cocina, ni modo, tú te quedas y mi hija se va...- tomó su pastel y se fue

¿Se va? Me acerqué a ella y le pedí que fueramos al balcón...

-¿A donde vas?- le dije

-A la Facultad de Medicina que está fuera del país, fui aceptada y ese ha sido mi más grande sueño-

-¿Cuando pensabas decírmelo? ¿Acaso sólo un día pasarías a despedirte de mi y ya? ¿Qué pasó con nuestro pacto?- el nudo en la garganta apareció pero evité llorar...la miraba, bajó la mirada y me di la media vuelta...No me detuvo

De nuevo me sentía cómo una estúpida que le soportaba sus caprichos, sus juegos que nunca serían amor pero que nunca mataban mi ilusión, al contrario...la alimentaban día con día... Lloré de nuevo en mi cama, mi almohada llena de lágrimas que eran para ella, ahora no estaría conmigo, se iría para siempre... y yo, me quedaría con mi soledad...

-Vaya días antes de mi cumpleaños- pensaba...


Rocío de miel
Cap. 8
Por: Sonia

El día de mi cumpleaños empezó, mi madre no siquiera lo había recordado, se recluyó en la casa de mi tía y no saldría en un par de semanas, lo que me dejaba el tiempo y las decisiones sobre el negocio, aquel día fue de buscar locales y con qué acondicionar el espacio.

La primera sorpresa del día fue ese local, ubicado en una de las Colonias más antiguas pero a la vez más caras, estaba en una esquina ese local, desde que lo miré supe que era perfecto, hablé en ese instante y me lo presentaron de inmediato... Me enamoré del espacio, de la luz, de lo que se percibía.

-Quiero rentarlo- dije...

-Es sólo para venta- dijo el vendedor y hablamos de la venta y el motivo que había llevado al dueño a rematar sus propiedades, aún así el precio era bastante accesible y acepté...El vendedor sugirió sellar la venta de una vez, conocí al dueño y el contraro se hizo.

El día de mi cumpleaños adquirí el nuevo espacio donde estarían guardados mis sueños, mis anhelos y las ganas de seguir adelante.

Fuí a mi casa y me preparé uno de mis platillos favoritos ... abrí una botella de vino y me senté a cenar en la sala, mirando televisión, hasta que me quedé dormida... Mi celular sonó, contesté muy adormilada y la escuché cantando "Las Mañanitas"

Reí y me dijo que me deseaba un feliz cumpleaños - Si quieres tu abrazo,abre la puerta- no demoré más y abrí la puerta, en efecto... ahí estaba ella y sosteniendo en sus manos había una escultura que había hecho.

-Es para tí, ahora que estudie Medicina creo que no tendré tiempo para esto- la abrazé muy fuerte, no quería dejarla ir...

-Feliz cumpleaños Miel- susurró- jamás dejaré de pensar en tí, de recordarte, de extrañarte... quiero guardar el último beso en mi memora-

Nos miramos a los ojos y de nuevo nuestros labios se acercaron, se sintieron cómo solían hacerlo, respirar su aroma, probar sus labios... ¿morderlos? No, ese beso era algo más profundo, tenía una carga de otra magnitud, la inocencia había sido trascendida y ahora le daba paso al deseo... un deseo entre ella y yo, el deseo entre dos mujeres de estar, de tenerse...

Me separé y me disculpé - Esto no está bien-

Ella se acercó y me abrazó de nuevo -¿no lo entiendes? Quiero que me hagas el amor antes de irme... Quizá sea la última vez que nos veamos y yo... quiero que me sientas hoy de tí, recuerda nuestro juramento....-

¿Hacer el amor? Yo, yo ni siquiera había pensando en ello, la miré a los ojos de nuevo y volví a besarla con una intensidad que desconocía...

-Vamos a la habitación- ahora yo le susurré - Si estás segura, quiero hacerte el amor...

Tomadas de la mano no dirigimos a mi habitación, tomadas de la mano cómo solíamos hacerlo en nuestra infancia, tomadas de la mano y nunca nos íbamos a soltar...

Rocío de miel
Cap. 9
Por: Sonia

Tomadas de la mano entramos a la habitación, cerré la puerta con seguro mientras ella se sentaba en la orilla de la cama, me acerqué y me aprisionó entre sus piernas, nos recostamos y continuamos ese beso, un beso nuevo, cargado de pasión y de deseo...

Desabotoné lentamente su blusa, su respiración comenzaba a agitarme y yo estaba viviendo cómo en una fantasía, la más hermosa... LA desnudé poco a poco con mis manos, con mis besos, con mi alma... desnudaba no sólo su cuerpo, también estabamos desnudas en el alma...

Su cuerpo era realmente hermoso, con las imperfecciones de la perfección llenaba mi vista, con su aroma inundé mi mente y con los ruidos de una pasión recién descubierta explotaron mis deseos...

Sentirla mía, ese era mi anhelo y estaba cumpliéndolo, su desnudez se abrió ante mí para darle paso a mi boca, a mis besos, a mi lengua en esa fuente de humedad y de rocío...

No olvidaré sus gemidos, sus expresión de placer cómo respuesta a los intempestivos movimientos de mi lengua, sus palabras confusas que se diluían entre gemidos... Cuando por fin terminó, liberó en mi boca aquél extásis que sabía bien yo había provocado, por primera vez; así es, era mi primera vez y ella lo sabía.

Nos recostamos y nos abrazamos, miraba su rostro, era hermosa, la más hermosa para mí... Acariciaba sus mejillas, delineaba sus labios con mis dedos y besaba su frente cariñosamente... Sus manos rodeaban mi cintura y bajaron lentamente...

-Quiero probar tu rocío también... ese rocío de miel que tienes guardado para mí- susurró a mi oído poco antes de comenzar a recorrer mi cuerpo con sus besos y detenerse ante mis piernas que se abrieron sin reparos...

-Rocío de miel- pensaba... mientras mi cuerpo se estremecía ante los movimientos de ella dentro de mí... cada vez con mayor intensidad hasta que el innevitable clímax llegó y con este se liberó una descarga de ese "rocío de miel.."

Aquella noche, aquél cumpleaños fue el mejor de mi vida, jamás lo olvidaría, despertar con ella a un lado, abrazadas, desnudas y nuestros cuerpos cansados de pasión pero jamás agotados... Esa pasión que sólo ella desataba en mí, esos deseos que ahora le pertenecían..

Ese rocío de miel que tenía para ella...

Rocío de miel
Cap. 10
Por: Sonia

El momento más doloroso de aquel encuentro fue la despedida, se levantó y se vistió mientras yo la miraba desde la cama, se acercó a mi y me besó, dulcemente...

-Mañana me voy, por favor, no vayas...- me volvió a besar, tomó sus cosas y salió de mi casa.

¿Porqué no podía salir de mi vida así de fácil? El destino era cruel para ambas, ya que este fugaz momento tal vez no se repetiría...

Ese día se me pasó largo y sombrío, no podía simplemente salir del departamente e ir al suyo, no, no podía hacerlo, estaba su madre y su padre... seguro su odioso novio también.

Irónica fue esa noche, tampoco pude dormir...pero ahora me encontraba sola, sin nadie y con una incertidumbre aún peor, ¿de qué servía que la hubiera tenido... si al final se fue de mi lado?

Por la mañana escuchaba movimiento en su departamento, llanto y mucho ajetreo... Y escuché su risa, era ella... Abrí la puerta de mi departamento y la ví, recordé nuestro primer encuentro hace unos 10 años ya...

-Yo... bueno,quería...- dijo titubeando, no la dejé continuar y la abracé tan fuerte deseando no soltarla jamás

-Te amo- susurró a mi oído, me quedé ahí fría y sin decir más, la miré y besé su frente de una manera tierna pero con entrega.

-Voy a esperarte, si es posible toda la vida, ya que eres el único amor que existe en ella, el primero y el más hermoso- nos abrazamos de nuevo y sentí sus lagrímas en mi mejilla.

Su madre me vió, me saludpo cortante y le dije que tenían que irse...

-No olvides nuestro juramento- dijo mientras bajaba las escaleras...

Así vi partir al amor de mi vida, el primer amor que tuve y por el único que haría cualquier cosa, la ví partir y nadie sabía cuando regresaría.

-Voy a esperarte...- pensé mientras miraba a través de la ventana cómo el auto de su padre se alejaba del estacionamiento de la Unidad, cómo mi único amor se había ido dejándome la más hermosa ilusión y por la que lucharía a partir de ahora.

En fin, ahora era momento de iniciar mi vida sin ella, aunque en parte... Ya que yo estaba segura que en cuánto volviera, estaríamos juntas el resto de nuestras vidas...

¿Eso es un amor verdadero, no?

Rocío de miel
Cap. 11
Por: -Sonia-

Han pasado casi 8 años desde aquella despedida, después de que ella se fuera, las ganas de seguir se vieron alentadas por la promesa de un amor eterno.
Después de casi dos años, logré inaugurar una pequeña fonda, donde obviamente yo cocino, llevamos ya 6 años en el negocio y la verdad me va bien, cada año hacemos una remodelación y si todo sale bien, en dos años haremos una expansión del lugar.
8 años sin ella, sin hablarle ni saber de ella, nunca envió una carta o un e-mail, las noticias que tengo de ella son por medio de su madre, al parecer le va bien y es feliz en su vida cómo médica.
-Ya no la esperes- me dice mi madre a diario, nota mi melancolía cuando preparo el pastel de chocolate que tanto le gustaba a ella, es un ritual...Llevo 8 años preparandolo, quien sabe...el día menos pensado ella regresa y querrá probarlo.

No le hago caso a mi madre, sigo en mi pastel, ella se acerca y me abraza -¿Sabes? Rocío se muere por tí...deberías de...

-No, entiende....yo no quiero a nadie más, ella vendrá, lo juró...ella lo prometió - la sacó de la cocina y cierro la puerta...

Quiero creer q ella vendrá y mientras tanto la esperaré, aunque debo confesar que cuando mi madre mencionó a Rocío... algo se movió en mí.

Miel de Rocío
Cap. 1
Por: -Sonia-

Mi nombre es Rocío, tengo 28 años y mi vida podría parecerles de lo más común, pero para mi ha sido extraordinaria.

Nací cerca de la ciudad pero debido a la precaria situación ecónomic de mis padres, no pude estudiar cómo hubiera querido y desde pequeña mi madre me enseñó a trabajar, a limpiar, sobre todo a cocinar, aprendí sus técnicas, sus ingredientes y le heredé su sazón. Mi madre es la mujer que más amé en mi vida, me enseñó a vivir y a disfrutar de las pequeñas cosas, pero sobre todo me mostró que la vida es una y hay que gozarla, ella veía algo especial en mí que descubrí hasta después, ella me amaba, yo la amaba... y eso me bastaba.

Cuando recién había cumplido los 20, mi madre enfermó y al poco tiempo murió, mi vida se derrumbó y no sabía que hacer, pero no podía dejarme caer, ahora mis hermanos menores quedaron a mi cargo y decidí jugármela yendo a trabajar en la Ciudad... Así inició mi travesía.

La hermana de una amiga de mi tía, tenía un pequeño restaurante y fue así cómo inicié en el mundo de los restaurantes, al principio limpiaba, después fui mesera y poco a poco me fui involucrando en la cocina, lo que cocinaba parecía gustarle a las demás personas y así inició mi nueva profesión.

Pero, cómo todo, siempre hay problemas y envidias, malos tratos y fui despedida de ahí, entonces heme ahí, después de 2 años de estar con ella, me fui y debía encontrar algo nuevo donde trabajar, recordaba a mi madre y le pedí una señal, de esas de las que siempre hablaba...

Caminaba por esa gran Ciudad, cuando un anunció, afuera de un local llamó mi atención: "Se solicita ayudante general"; no lo dude y entré a preguntar, me atendió una señora muy amable que desde la primera vez que nos vimos supe que algo bueno pasaría ahí.

-Yo soy la madre de Miel, la dueña de este local y con ella debes de hablar para trabajar aquí- me dijo

-Mucho gusto, me llamo Rocío- estreché su mano y me sonrió, por un momento vi a mi madre reflejada en ella...

Alguien bajaba las escaleras y de pronto la ví, era una mujer hermosa, cabello corto y castaño, unos discretos anteojos, su rostro reflejaba una tristeza profunda, pero sus ojos... deseaban ser encendidos...

Nos presentamos y me llevó a su oficina, le hablé de mi vida, de mi experiencia de 2 años...

-Esta bien, te pondré a prueba... Espero que funcione, necesitamos ayuda de verdad, bienvenida pues... ¿Rocío, verdad?- estrechó mi mano y le sonreí

-Así es, Miel- ella me miró y quizo sonreír, pero no pudo...

No miento, desde que la vi por primera vez, sentí lo que nunca había sentido... quería descubrir que era, hacía donde iba ese sentir...

Miel, Miel, Miel, ahora ese nombre acaparaba mis pensamientos y con tan sólo decirlo invocaba una serie de sentimientos desconocidos para mí....

Miel de Rocío
Cap. 2
Por: -Sonia-

Miel era un misterio para mí, el primer día de trabajar para ella se portaba indiferente, distante...pero con el paso de los días notaba que era así con todo mundo, hasta con su propia madre.

La madre de Miel me contó sobre la historia de ella, cuando murió su padre tuvieron que valerse por ellas mismas y a Miel le tocó hacerse cargo de ambas; eso me quedaba claro...pero la tristeza que ella proyectaba no era por su padre.

-¿Han sufrido otra pérdida?- le pregunté a su madre

-Yo no, pero Miel está en una larga espera- me dijo y seguimos trabajando.

Mis labores las hacía con dedicación, limpiaba, trapeaba, lavaba platos, picaba algunas cosas o cargaba los sacos llenos de vegetales,la carne... era un trabajo duro pero lo hacía con dedicación, me gustaba trabajar ahí, me gustaba... Miel.

Pasó un mes de trabajo y Miel me entregó un sobre, era mi primera paga:

-Estás oficialmente contratada- dijo y en su rostro se dibujó una leve sonrisa...

-Gracias por confiar en mí- le dije

-No me defraudes- y se fue a la cocina...

¿Defraudarla? Yo lo que quería era enamorarla y siendo oficialmente su trabajadora, todo se mostraba más sencillo.

Pasaron meses y no lograba ni intercambiar una ligera mirada con ella, ni siquiera palabras...Aquello era frustrante ¿cómo una mujer tan hermosa cómo ella podía tener una tristeza tan profunda? ¿Cuál sería su dolorosa partida?

Todas las tardes hacía lo mismo, un pastel de chocolate que preparaba con especial devoción, a veces la miraba a escondidas y notaba cómo sus lágrimas corrían por sus mejillas, la escuchaba sollozar en la aparente soledad de la cocina y eso me fue partiendo el alma, viéndola sufrir... cuando yo lo que quería era hacerla feliz...

Miel no quiero que tu esencia sea amarga, Miel, quiero avivar la dulzura de tu ser... Miel, me gustas cómo nunca nadie me había gustado y tenía que hacer algo al respecto...


Miel de Rocío
Cap. 3
Por: -Sonia-

Llegué a aquel restaurante en su primer aniversario, pasó otro año y con este, mi primer año de trabajo.

Mi relación con la madre de Miel era estrecha, de repente se convirtió en una segunda madre para mí, elogiaba mis ganas de trabajar y la manera tan dedicaba en que lo hacía.

Pero con Miel, era otra historia...en un año no había hablado con ella de algo que no fuer el trabajo, no la miraba sonreír, siempre estaba metida en la cocina, preparando el mismo pastel de chocolate, llorando en secreto y limpiando sus lágrimas mientras llenaba de harina sus mejillas...

PAra el segundo aniversario del local, se preparó un menú especial y Miel se esmeró cómo nunca, a la gente le encantó, el negocio iba viento en popa y para celebrarlo le propuse a la madre de Miel llevarlas a un picnic en un parque cercano. Yo cocinaría, pero debía ser sorpresa para Miel.

Esa madrugada me quedé en el local cocinando hasta ya muy tarde algo especial para ambas, sobre todo para Miel, sentía a mi madre en cada procedimiento que hacía, y pensando que era para Miel, mi dedicación se hacía más grande... Mi madre solía decirme que a través de la comida podíamos expresar muchas cosas y yo quería mostrarle a Miel lo mucho que me gustaba, lo bien que me sentía en este año de conocerla y que me permitiera hacerlo más a fondo...

Preparé las cosas y me fuí a mi casa, por la mañana me preparé para ir por ellas al local, al llegar ahí estaban: Miel lucía un vestido de flores y un coqueto sombrero hecho de paja, su madre vestía un conjunto hecho de manta, yo iba más casual con una falda que mi madre había bordado y una blusa ligera; las saludé y entré por la canasta.

Caminamos un poco hasta el parque y nos sentamos, platicamos del clima, del aniversario... pero Miel no se miraba a gusto, tomé la canasta y les serví la comida.

-Espero que les guste, es la especialidad del pueblo donde nací y bueno, mi madre me enseñó su receta secreta-

Ambas lo probaron, la madre de Miel me dijo que estaba buenísimo... miré a Miel y por primera vez cruzamos miradas... y, sonrió.

-esto es delicioso, no sabía que cocinabas Rocío- dijo

-No tan bien cómo tú, pero le hago la lucha- respondí sonriendo

Seguimos comiendo y Miel se mostraba un poco contenta, cruzamos miradas en otras ocasiones más...

La tarde cayó y nos levantamos para irnos, tomé la mano de Miel para ayudarle a levantarse... me abrazó

-¿Será que podemos hacer cada año este picnic? La pasé muy bien... Gracias, Rocío- sonrió de nuevo, recogí las cosas y nos fuimos.

Me despedí en la parada del autobus hacía mi casa, me quedé con la imagen de la sonrisa que Miel me regaló...me quedé con la sensación de su mano estrechando la mía y la fragancia que salió de ese abrazo.

Sonreía cómo boba y no pude dormir del todo, cuando a la mañana siguiente llegué al restaurante, había un pequeño pastelito y una tarjeta:

"Feliz primer aniversario cómo colaboradora"

Y la firmaban Miel y su madre...

Sin duda, había encontrado una nueva familia... y Miel, me encantaba cada día más...

Miel de Rocío
Cap. 4
Por: -Sonia-

Podría pensarse que después de ese encuentro en el pic-nic, Miel y yo nos habíamos vuelto cercanas, pero la realidad no era así, nuestro trato seguía igual y su frialdad me mataba.

Una de nuestras clientas frecuentes era una mujer de mi edad, más o menos, siempre que la veía ella me sonreía y una tarde me invitó a salir, no acepté... Me dejó su número de teléfono y me pidió que recapacitara, le dije que lo pensaría.

Esa misma tarde escuché a Miel hablando con su mamá:

-Dice que está muy bien, que en la Facultad le va de maravilla y lo mejor fue que me mandó saludos... Te lo dije madre, ella regresará y podremos ser felices-

¿Ella? ¿Felices? ¿Acaso la larga espera de Miel era por una mujer? Ahora mi curiosidad se hizo más grande, pero me invadió una profunda incertidumbre, nunca había visto el rostro de Miel tan iluminado, era evidente que quién sea que fuere "ella", para Miel era la más importante y quizá, la única.

Tomé el teléfono de aquella otra mujer y acepté su invitación para salir; nos citamos al siguiente día, me llevó a comar y a caminar por un parque cercano.

-¿Puedo tomar tu mano?- me pidió y accedí, no veía nada malo en ello.

Ya casi era hora de despedirnos y ella me abrazó de una manera tan cerca y cálida, levanté la vista y Miel miraba desde una esquina aquel abrazo, me separé y nos despedimos, fuí al restaurante.

-¿Por qué abandonaste tu trabajo?- preguntó Miel cuando llegué

-Terminé mis labores y tu mamá me dijo que...-

-Ella no da permisos aquí, soy yo la dueña y tú eres una empleada, tu vida privada no me concierne pero espero que tu... novia, no te distraiga del trabajo- dijo Miel en un tono severo, pero sus mejillas estaban enrojecidas..

¿Esos eran celos? Sonreí y le prometí que no volvería a pasar, dió la media vuelta y fue a su oficina...

Miel, Miel, Miel... ¿Hacía donde me llevabas?

Miel de Rocío
Cap. 5
Por: -Sonia-

Con Miel era imposible tratar de interpretar sus actitudes, después de esa muestra de la que creí celos, siguió con su indiferencia, con sus tardes encerradas en la cocina y preparando un pastel que nadie probaría.

En una de esas tardes donde no había nada que hacer, recordé que uno de los comensales me regaló un pase doble para el cine y decidí invitar a Miel, pero lo hice frente a su madre para que así aceptara. Casi a regañadientes fue cómo Miel accedió, tomó su bolsa y abrigo y salimos rumbo al cine.

Mientras caminabamos le preguntaba sobre cine y sus películas favoritas, lo que me llevaba a respuestas frías por parte de ella, con el tema de la música y de la literatura fue lo mismo...

-¿Y bien, te gusta el arte?- pregunté al azar...

Miel se detuvo unos instantes y miró al vacio, cómo si se estuviera acordando de algo...o alguien, entonces supuse que la mujer misteriosa era una artista.

-Me gusta mucho y... tengo un especial gusto por la escultura- sonrió por primera vez, cómo antes no la había visto.

¡Qué ganas de decirle lo que sentía por ella! Qué llevaba casi dos años amándola en secreto, ganas de tomar su mano rumbo al cine y que ... pudiera entregarle todo mi amor.

Fuimos al cine y todo resultó tan frío, la miraba acomodar discretamente su cabello, la miraba en cada gesto, cada movimiento, me estaba... enamorando perdidamente de ella y ni siquiera lo notaba, peor aún, jamás me correspondería.

De regreso la acompañé a su casa y me dió un abrazo de agradecimiento...

-¿Sabes? Sería bueno que fueramos amigas...eres agradable y soportas mis desplantes, prometo que... haré lo posible por ya no ser así, al menos contigo, nueva amiga- dijo y se metió a su casa

Me quedé afuera de su casa, sonriendo cómo tonta ¿Amigas? Bueno, supongo que ese sería un avance...

Miel de Rocío
Cap. 6
Por: -Sonia-

El tercer aniversario del restaurante se acercaba y Miel me pidió de nuevo ir de pic-nic y que yo preparara las cosas para que pudieramos comer su mamá, ella y yo... Así lo hice.

De nuevo fuimos al parque y esta vez Miel lucía más sonriente, pero esta vez fue raro... En el parque nos encontramos con la que parecía ser una amiga de ellas...Miel la saludó efusivamente y le preguntó discretamente por la hija de esa señora:

-Le va muy bien, precisamente iremos a visitarla en unas semanas...- dijo la señora

Miel lució triste y sólo le pidió que la saludara de su parte, la señora, sin tomarle mucha importancia se despidió y se fue; todo el ánimo de Miel cayó y yo...me sentí impotente.

Ahora entendía algo, quizá la historia de Miel y aquella mujer misteriosa era prohibida y la señora era la madre de esa mujer, quizá se había ido a estudiar pero lo que no entendía es ¿porqué no se comunicaba con Miel? Era más que evidente la adoración por parte de Miel...pero ¿qué pasaba con la otra mujer?

LAs dudas me invadieron y regresando al restaurante la madre de Miel tuvo que irse, nos dejó a nosotras dos solas, Miel lucía mal y le propuse beber algo de vino, a lo que accedió sin dudarlo.

Bebimos copa, tras copa y Miel lucía más roja de lo habitual, más deshinibida y me miraba tiernamente...

-¿A quién esperas Miel?- le pregunté

-Al amor de mi vida, al único amor que podré tener y que juró volver- siguió bebiendo...tomé su mano

-¿Estás segura? ¿Porqué no te das la oportunidad de volver a amar?- la tomé más fuerte y me aproximé a ella...buscando sus labios y depositando mi primer beso en ella.

Cerré los ojos y sentí el roce de nuestros labios, cerré mis ojos y sentí una corriente por todo mi cuerpo...

Miel se separó, me miró algo preocupada y se disculpó, se encerró en su oficina, lo único que pude hacer fue irme a mi casa, acariciando mis labios y sintiendo aún el sabor sútil de Miel...

Eres cómo miel...

Miel de Rocío
Cap. 7
Por: -Sonia-

Después de aquel beso, Miel me esquivaba y casi no hablaba conmigo, o sabía que hacer ¿cómo se supone que debía acercarme? ERa evidente que ella no estaba interesada y por primera vez lo dí cómo asunto perdido.

La clienta con la que había salido, me invitaba a salir constantemente y esta vez accedí, fuimos a un concierto que terminó ya muy tarde:

-¿Quieres que te acompañe a tu casa? Ya es muy tarde...- me dijo

-No creo que sea necesario, además ¿cómo regresarás a tu casa?- le respondí

Me miró a los ojos - Lo de menos es quedarme en tu casa ¿no?- sostuve su mirada y sonreí.

-¿Nos vamos?- le dije, tomó mi mano y llegamos a mi casa....

Está de más decir lo que pasó aquella noche, en ese cuerpo desnudo sumergí mi frustración de no poder tener a Miel, mi mente se concentraba en pensar que era Miel aquella figura cuyas caricias encendían mi pasión, sus besos descubrían mis deseos y su sabor me parecía delicioso.

Esa noche fue mi primera vez, le entregué mi virginidad a aquella desconocida, añorando a cada momento que fuera Miel la que arrebataba mi más preciada joya personal.

Por la mañana, ella se despidió y me porté de lo más fría, no dije más palabras... me envolví en mis sábana y lloré, al sentirme vacía y sin un amor real...

Falté a trabajar ese día, pero el siguiente ocurrió con aparente normalidad, Miel me llamó a su oficina y por primera vez la miré con desprecio por no corresponderme:

-Puedes descontarme ese día, no me interesa...- estaba dispuesta a salir y ella tomó mi brazo.

-¿Tienes algo?- preguntó

-NAda...no es nada en lo que puedas ayudarme-

-Perdón, perdón por no poder corresponderte pero...el amor de mi vida regresará y ambas seremos muy felices, aún así no quiero que te vayas, no quiero tenerte lejos de mí- dijo Miel en un tono que no le conocía, con la voz entrecortada...

-No tienes que preocuparte, al final, soy tu empleada ¿no?- salí de su oficina.

Al día siguiente inicié una relación con aquella clienta, aunque no podía dejar de sentirme atraída por Miel, la deseaba, la anhelaba...la quería... sólo era ella.

Miel de Rocío
Cap. 8
Por: -Sonia-

Mi repentina relación no pareció importarle a Miel, quién a veces notaba besos y caricias que pensé, la escandalizarían. De nada sirvieron mis intentos por provocarla, no pasaba nada o... eso pensaba.

Faltaba un mes para el cuarto aniversario del restaurante y Miel quería hacer una remodelación aún más notoria que las de años pasados, vendió las mesas y sillas y compró unas nuevas, re-equipo la cocina y decidió que era el momento de pintar de otro color.
Fue una semana ardua aquella antes del aniversario y mi novia solía esperarme afuera, aunque a veces no tenía hora de salida fija. Esa noche me despedí de Miel y dijo sarcástica:

-¿Acaso ya te esperan? Debo pedirte algo... ¿podrías ayudarme a pintar mañana? Sé que es tu día libre y tu... “novia“ podría enojarse y... - no la deje continuar y le respondí un sí instantáneo, sonreímos y me fui. Afuera estaba mi novia.

-¿mañana a donde vamos? Cumplimos meses de nuestra relación...

-Lo siento - le respondí - mañana tengo trabajo aquí

-¿no es tu día libre?- preguntó

-Lo es...pero Miel me pidió que...-

-Ash, todo es Miel, ella ,sólo ella ¿no?-

No le respondí y se enojó, me soltó de la mano y se fue... En realidad eso no me importo, ya que Miel me había sonreído y mostrado celos, estaríamos a solas mañana y... sí, sólo era ella... ¿A quién engañaba?

Miel de Rocío
Cap. 9
Por: -Sonia-

Llegué temprano al día siguiente, Miel me esperaba con la mesa puesta para que desayunaramos las dos, platicamos sobre la manera en que íbamos a pintar, ella nunca lo había hecho, yo sí, pero no era una de mis principales cualidades.

Tomé el rodillo y ella la brocha, empezamos a pintar, era un tono amarillo , cómo la Miel... de reojo la veía, me cautivaba a cada momento más.

Mi madre solía decirme que existía un amor para cada uno de nosotros, algunas veces se encontraba en una mujer o en un hombre...pero, una vez que encontraras a ese gran amor, lo sabrías, y harías lo posible por no dejarlo ir.

- Ese amor no lo buscas, la vida te lo pone enfrente y lo reconoces sin dudar- repetía mi madre.

Viendo aquella mañana a Miel, lo sabía...ella era ese gran amor que la vida me tenía deparado, pero, este amor no era correspondido y quizá jamás lo sería.

¿Cuál sería mi destino entonces? No podía dejarlo ir así cómo así, debía luchar por ese amor que sentía, por Miel, a quién quería hacer dichosa y feliz a mi lado.

La miraba pintar y ella volteó y me sonrió cómo nunca lo había hecho...

-Me da mucho gusto haberte conocido Rocío, era una mujer tan excepcional-

Me ruborizé y seguí pintando, sentí que alguien rodeaba mi cintura en un abrazo y la cabeza de Miel estaba en mi espalda...

-Gracias, por todo- me dijo...

Quería que ese momento se detuviera y sentirla así de cerca siempre, quería que ella pudiera encontrar en mi el amor que tenía para darle...

Yo...la quería...


Miel de Rocío
Cap. 10
Por: -Sonia-

A pesar de que Miel era el amor que había encontrado, ese amor que me llenaba día con día, seguía con mi novia.

Podrán decirme que era una mala persona, y así me sentía, tal vez la estaba engañando o llenado de un falso cariño, cada "te quiero" que le brindaba era algo vacío, mientras para mi novia resultaban las palabras que deseaba, me dedicaba cada sonrisa, cada palabra y yo... sólo pensaba en Miel.

A veces, cuando cerrabamos el local , Miel y yo nos quedabamos solas y poco a poco me fue permitiendo acercarme a la cocina, mientras ella cocinaba el pastel de chocolate de cada tarde.

-¿Por qué le tienes tanta devoción al pastel de chocolate?- le pregunté aquella tarde

-Es el favorito de ella y quiero que, cuando ella regrese, podamos comerlo juntas, estoy segura que eso será pronto- me dijo con la sonrisa más inocente que le había visto jamás.

Aún así me destrozaba pensar que el gran amor de Miel no regresaría, que ella esperaba a alguien cuya ausencia sólo incrementaba su amor y en cambio, mi amor, se alimentaba de cada momento de la existencia de Miel, de cada palabra, cada mirada, cada deseo que yo tenía por estar con ella. A diario recordaba ese beso, el beso que siempre desee.

Mirar a mi novia esperándome fuera del local me resultaba chocante pero no era valiente para afrontar el romperle las ilusiones, los planes que ella proyectaba entre nosotras y que inútilmente no podía detener que los pensara.

-Te quiero y me encanta estar contigo- me decía a diario

-A mi también- respondía fríamente y sin sentirlo... mientras volteaba a mirar al local...

Mi verdadero amor, se encontraba dentro...

Miel de Rocío
Cap. 11
Por: -Sonia-

De los años que llevaba trabajando ahí, nunca había visto a Miel tan enferma cómo esa vez...Al parecer se había intoxicado y su mamá sugirió que cerraran el local por unos días, la cuarentena que debía pasar Miel.

-No, no podemos...los clientes podrían irse- discrepó Miel - quiero que Rocío cocine estos días, tu sueldo sería el doble y será menos de dos meses-

La miré algo asombrada ¿Miel me dejaría entrar a la cocina? ¿su santuario personal? Acepté sin titubear y ese día inicié cómo cocinera auxiliar del restaurante.

El primer día se me pasó largo y lento, muchas dificultades pero todo salió a flote, en menos de una semana ya estaba acostumbrada al ritmo y a la cocina, a veces cerraba los ojos y me imaginaba cocinando con Miel, compartiendo nuestro gusto más grande para ambas...

Me esforzé y rendí, aunque el trabajo era muy pesado... Esos 40 días le pedí a mi novia que me ayudara en la limpieza y cosas en general, a lo que ella aceptó, obviamente le pagaban.

Miel acudió una tarde y nos miró a mi novia y a mi besándonos en un rincón del restaurante, las cosas ya estaban hechas y estabamos por cerrar:

-¿Se puede saber quién dejó pasar a una clienta al local pese a que está cerrado?- dijo

-Yo, lo siento, ella me está ayudando durante tu ausencia, verás...la cocina y la limpieza es algo que no se puede hacer simultáneamente- respondí algo nerviosa

-Aún así...ese trabajo lo pudo hacer cualquier otra persona... no quién te genera una distracción ¿no crees?- dijo

-Lo siento... no quería incomodarte Miel,no se repetirá- y tomé la mano de mi novia para salir, ella se soltó.

-Ya estoy harta- dijo mi novia- haces todo lo que ella te dice y hace... decide ¿te quedas aquí o te vas conmigo?- se dirigió a la puerta y me miró, cerré los ojos y tomé la mano de Miel...

Mi novia salió en ese instante y supe que todo estaba terminado...

-Pero...- dijo Miel - ¿acaso ella no es tu novia y la amas?-

-Nada de eso, no podría amarla más que...- titubeé- más que a mi trabajo...- y solté su mano, tomé mi abrigo y me salí del local...

Entre tanto ajetreo y mi incipiente soltería...el cuarto aniversario del local se acercaba.

Miel de Rocío
Cap. 12
Por: -Sonia-

Después de esa cuarentena, Miel notó mi potencial en la cocina y ascendí de puesto después de 4 años de trabajar ahí.

Era bastante motivante el trabajar junto a Miel, a veces nuestros cuerpos se roaban sin querer, nuestras manos se acariciaban sutilmente y nuestras miradas se cruzaban, logrando una sonrisa en ambas.

Era obvio, una creciente tensión sexual entre ambas estaba gestándose... y estaba segura que pronto se desataría.

Para el aniversario, cociné el platillo de mi peublo natal que tanto le gustaba a Miel, y organizamos el picnic ya clásico por cada aniversario:

-Mamá no irá, tiene que ir con mi tía, pero...podemos ir tú y yo ¿quieres?- me dijo aquella tarde y yo acepté gustosa..

No podía creerlo ¿ella y yo a solas? Eso era una especie de cita y me encantaba el imaginarlo... no pude ni dormir de la emoción, pero al día siguiente fuí por ella a su casa.

Abrió la puerta y su figura iluminó mi vista, su lindo conjunto de falda y blusa en color blanco engalanaba el paisaje, la miré con amor...la miré con...deseo.

-Luces hermosa, cómo siempre...- le dije si pensarlo, ella sólo sonrió, me tomó del brazo y fuimos al parque.

El día estaba raro, pues estaba nublado y no falto mucho para que comenzara a llover, no pudimos evitarlo y terminamos empapadas, mientras corríamos para escondernos de la lluvia...

Miel reía y miraba al cielo, quería llenarse de esa lluvia... ¡Cuanto me hubiera gustado besarla en ese momento!, de repente bajó la mirada y la colocó en mí...

-Creo que estamos muy mojadas, ¿no deberíamos cambiarnos de ropa?- preguntó, la miré y noté lo transparente que su ropa estaba, dejándome ver lo que llevaba puesto debajo, creo que ella notó mi mirada y trato de cubrirse.

-Vamos, te acompaño a casa- le dije, tomé su mano y caminamos...

Al llegar a su casa, cayó un rayo y la luz se apagó en toda la colonia, me asusté demasiado y ella me invitó a pasar...

-Si quieres puedes quedarte esta noche, no dejaría que te fueras así en la oscuridad-

Sonreí, tomé su mano de nuevo y entre a su casa, ella busco unas velas y las colocó a lo largo de la casa, todo estaba a media luz, ella fue al baño a bañarse, yo me cambié con la ropa que me había prestado... olía a ella...

Miel, Miel, Miel... esta noche no creo poder controlar mis deseos de tenerte, de sentirte...de hacerte el amor...

Miel de Rocío
Cap. 13
Por: -Sonia-

Desde su habitación me llamó, yo estaba abajo, en la sala... coloqué mi ropa mojada extendida en unas sillas y subí a ver a Miel, ahí estaba...sentada en su cama y sólo con una toalla envolviendo su cuerpo... Me ofreció otra toalla para secar mi cabello, me senté junto a ella y tomó la toalla...secando mi cabello.

Cerré los ojos y sólo sentí aquello... Miel con sus manos acariciaba mi cabello... y su mano rozó mi cuello...

Me agité y la miré... se disculpó, pero seguimos mirándonos... esta vez era diferente, ahora ella se acercó y me besó, era un beso profundo, arrebatado...severo, guardado... lleno de ganas de algo más.

Me recostó en la cama, mientras mis manos quitaron la única barrera entre su cuerpo y el mío...esa toalla, por primera vez admiré el cuerpo de Miel, era hermosa...era perfecta, era ... tan deseable.

Nuestros labios siguieron besándose y mis manos recorrían la espalda aún mojada de Miel y sus manos quitaban la ropa que recién me había puesto...

-Espera Miel ¿estás segura que quieres esto?- le pregunté

-Por algo lo inicié ¿no?- dijo Miel y siguió besándome, acariciándome...

Eso era un sueño para mí, el sentir el calor del cuerpo de Miel sobre el mío, contemplar aquella figura desnuda que se presentaba ante mí, recorrer su piel, percibir su aroma... escuchar su respiración agitada y su aliento en mi oreja.

Me aprendí cada parte del cuerpo de Miel, su cuello que llené de besos mientras bajaba para encontrarme con aquél par de senos que se volvieron un deleite aquella noche, bajaba por su abdomen y me encontré de frente la entrada a la fuente de miel...de aquella miel que probé sin reparos...

Miel agitaba mi cabello, gritaba y decía cosas que incitaban mi deseo, esa Miel de miel con la que sacié mi sed de hace tantos años...

Henos en ese momento, mientras ella sobre mí entraba intepestuosamente sintiendo mi humedad entre sus dedos, yo, sujeta de su nuca, gemía en su oído y fue el momento oportuno de mi subconsciente para decirlo...

-Te amo Miel- susurré durante el clímax...

Los gemidos siguieron y el orgasmo se presentó cómo la cúspide aquella noche... pero no hubo respuesta.

El amanecer nos sorprendió y decidimos dormir un poco, fue algo tan raro...pese a que Miel estaba junto a mi, sentía el calor de su cuerpo desnudo y sudoroso... la sentía lo más lejos que nunca la sentí.

Me vestí y sin decir adiós me fui de su casa, aquella fue la noche más mágica de mi vida, pero... estaba dispuesta a dejarla ir...

Lloraba cómo nunca, ahora me quedaba claro que Miel, jamás me correspondería...

Miel de Rocío
Cap. 14
Por: -Sonia-

Aquella semana posterior a nuestro encuentro, la relación entre las dos fue algo distante, a tal punto que se me hizo insoportable...
Esa tarde, cómo siempre, Miel preparaba su pastel de chocolate...
-Renuncio- le dije
Ella no contestó nada ... salí de ahí y ella me tomó por la muñeca
-No te vayas, no quieto que te vayas...- susurró
-Te amo ¿no lo entiendes? Es duro, tú jamás me corresponderás...
Me miró a los ojos y de su boca no salió ningún sonido...pero su mirada me lo dijo todo.
Salí de ahí, afuera había una tormenta...pero no me importo, mi alma estaba destrozada, era evidente que ella nunca me correspondería, y yo... nunca la dejaría de.. amar...

Llegué a mi casa y tomé un baño...me sumergí en mi sillón envuelta en una cobija... el.timbre sonó, seguido de la puerta... tocaron tan insistentemente que tuve que abrir...

Era... Miel

-Te dije que no te fueras...no quiero que te vayas- ella sollozaba y me acerqué a besarla, a abrazarla - No te amo hoy, tal vez mañana tampoco lo haré... pero te quiero a mi lado, sentir tu calor, sentir tu amor... aunque no se si podré corresponderte... Quédate conmigo, Rocío- la abracé aún más fuerte y sonreí

Miel me estaba dando la oportunidad de enamorarla y no lo desaprovecharía, ella me diría te amo de manera consciente y real...ella y yo estaríamos juntas, estaba segura...

Miel de Rocío
Cap. 15
Por: -Sonia-

¿Cómo describir ese año? Maravilloso, el mejor año de mi vida... Aunque Miel y yo no eramos formalmente una pareja, compartíamos miradas, roces, besos...caricias y a veces, nuestra cama...

Nadie sabía de nuestra relación, pero miraba sonreír más a Miel y lo más importante... dejó de preparar el pastel de chocolate de manera gradual, ahora sólo lo preparaba cada mes o a veces cada dos meses.

Henos ahí, a punto de celebrar el sexto aniversario del restaurante, Miel quiere expandir el negocio, pero no tiene los suficientes recursos, además el dueño del local de a un lado no quiere.

Bastantes meses después de hablar con ese antipático señor, logré que me vendiera su local ¿cómo lo logré? Fácil, descubrí cual era su comida favorita y de todas maneras el dueño pensaba venderlo pronto...

-Eres una chica muy obstinada ¿siempre consigues lo que quieres?- me dijo mientras firmaba el contrato

-De cierta manera, y esto me ayudará a conseguir lo que más he anhelado en mi vida- respondí y tomé la pluma

-Si es una mujer la que te hace realizar estos sacrificios, más le vale corresponderte...- estrechamos nuestras manos y ahora formalmente se daría la expansión del restaurante.

Todo era una sopresa, le daría los papeles a Miel y le pediría que me hiciera socia, eso me garantizaría que podría seguir trabajando ahí... Y el dinero lo recuperaría después, ese dinero correspondía a un fondo que guardaba para la educación de mis hermanos, pero ahora no importaba...

Este aniversario se planeaba una gran fiesta, ya eran 6 años y Miel quería celebrar en grande, preparamos mucha comida e invitaron a mucha gente... LA fiesta fue desde la mañana hasta la hora del cierre...

REcogíamos todas las mesas, cuando la campanilla de la entrada sonó... Miel se asomó y de repente palideció. Frente a ella estaba una hermosa mujer, de cabello negro y largo, ojos grandes y con una mirada que mataba...

-¿Qué haces aquí?- dijo Miel...

-Regresé y.. bueno, me dijeron que tenías un local- esa mujer corrió a abrazar a Miel y le dió un cálido beso en los labios...

Mi corazón se estrujo, así cómo el sobre que guardaba en mi pantalón, me encerré en la cocina y no quise saber más...

Era obvio, esa mujer era el amor de la vida Miel... y yo, sólo era una sustituta barata.


CHEQUEN QUE SE VOLVIÓ A LA HISTORIA "ORIGINAL"

Rocío de miel
Cap. 12
Por: Sonia

Mi madre tenía razón, nunca imaginé que Rocío se convirtiera en parte tan importante de mi vida.

Cuando recién la contraté, lo dudé... tenía algo su pinta que no me convencía del todo, pero desde el principio admiré sus ganas de trabajar, de salir adelante...su historia de vida había sido difícil y sentí una profunda empatía.

Conforme iban pasando los años, ella se convertía en alguien de mi cotidianeidad, me era necesario mirarla en el restaurante, escuchar su risa contagiosa y que me hiciera reír, o al menos lo tratara.

Han pasado 6 años desde que abrimo el negocio y llevo 5 años conocíendo a Rocío, en el quinto aniversario del local, ella y yo compartimo otro vínculo, empezamos a ser amante... a frecuentarnos y compartirnos, pero, yo... jamás me podría entregr a ella por completo, no con la certeza que tengo de que mi grande amor volverá y seremos las más felices, vivireos todas las historia de amor que hay en mi cabeza.

Pero, Rocío aparece cómo una tentación, revolviendo mis ideas y confuendiendo mis sentimientos, quiero que ella esté conmigo y con nadie más, ella accede, pero sabe bien que mi corazón ha sido arrebatado y que tal vez no volverá...

Rocío me regala dulces "Te amo" al oído, mientras yo no puedo contestarle nada, no me gustaría mentirle, no a ese ser humano tan maravilloso y lleno de amor que me estaba regalando.

Rocío se convirtió en una pieza fundamental en mi vida, pero no podía amarla....aunque los cambios no se hicieron esperar, el principal fue que aquel pastel de chocolate ritual, había pasado desapercibido...

Rocío, apareciste cómo un espejismo, una ilusión que retomó mis ganas de vivir y no sólo esperando a alguien más...
CHEQUEN QUE SE VOLVIÓ A LA HISTORIA "ORIGINAL"

Rocío de miel
Cap. 13
Por: Sonia

No sabía si podía llegar a amarla, pero Rocío se convertía en una necesidad, su presencia me hacía sentir viva y por primera vez en mucho tiempo sentía que pertenecía a algún lugar, a alguien...

El restaurante iba viento en popa, aunque mi deseo era expandirlo, tuve ciertas dificultades, en fin... organizamos un sexto aniversario a lo grande, mucha comida, muchas amistades y mucha clientela acudió, ya eran 6 años desde que había iniciado el segundo gran sueño de mi vida.

El primero aún no regresaba...

Terminó la fiesta temprano y junto con Rocío nos encargabamos de limpiar y acomodar las sillas:

-Quiero hablar contigo Miel, si quieres por la noche podemos ir a mi casa y beber algo- me dijo Miel y accedí, de repente la campanilla de la entrada sonó

Salí a decir que no había servicio ya y de repente...me helé, era ella, el amor de mi vida estaba aquí, pensé que lo soñaba, cómo una de las tantas veces que me parecía verla en cada lugar...

-Miel- dijo y corrió a abrazarme y darme un cálido beso en los labios, un beso cálido pero muy superficial...

-Regresaste- le susurraba mientras me embriagaba en el perfume que emanaba su cabello, mientras la sentía frágil entre mis brazos, cómo había sido siempre...

La invité a pasar y recordé que esa tarde no había hecho el pastel de chocolate, me sentí algo decepcionada pero aún así la invité a tomar un café...

-Rocío ¿puedes servirnos dos cafés?- le dije

Ella me miró incrédula, a lo que sólo respondí -Anda, son para ahorita...-

-Lo siento Miel, mi turno ya terminó... con permiso- me dijo y salió del local, no la detuve... no con el amor de mi vida ahí

Ella y yo nos miramos, acaricíabamos nuestros rostros y besé su mano...

-Miel, yo tengo que decirte algo...- callé sus labios con los míos y la abracé de nuevo

-Ya habrá tiempo... regresa mañana y te haré una comida especial- le dije...

Aquella noche no pasó nada, bebimos café, platicamos banalidades... y quedó en regresar al siguiente día, yo estaba ansiosa... Al fin le pediría que estuvieramos juntas por siempre...

Miel de Rocío
Cap. 16
Por: -Sonia-

Así que esa era la mujer que tenía el amor de Miel, debía admitirlo... era hermosa, muy hermosa y en cuanto la vió Miel, cambió por compleot y su mundo giró en torno a esa, la desaparecida.

Ambas se sentaron en una mesa y Miel me miró ajena y fría...

-Rocío, ¿puedes servirnos dos cafés?- fue lo único que me dijo, yo no podía creerlo, después de este año tan íntimo entre las dos... ¿me pedía dos miserables cafés? Y uno era para esa mujer que la abandonó y que hoy regresaba para reclamar algo que me había llevado 5 años juntar...

-Son para ahorita- remató Miel y ahí mi sangre hirvió

-Ya terminó mi turno, adiós- tomé mi bolda y salí de ahí... estaba enojada y me sentía la más estúpida ¿acaso no lo sabía? Miel sólo me daba las migajas de un amor que acababa de regresar, ahora estarían juntas y yo... saldría sobrando.

Siento el papel que está en mi bolsillo y pienso si realmente quiero ser socia de Miel - Tal vez es momento de emprender algo por mi cuenta- pienso...

Entro a un bar cercano y me emborracho, cómo hacía mucho no lo hacía... cómo aquella vez que besé los labios de Miel por primera vez, quisiera olvidarla pero ahora, Miel era parte de Rocío... Miel de Rocío.

Al siguiente día llegué con una resaca tremenda, me preparé un desayuno que me levantó, Miel se notaba distante y desde temprano preparó su clásico pastel de chocolate...

-Olvide la crema, iré a comprarla... prepara la mesa, hoy por la noche viene alguien a cenar-

LA hora había llegado y Miel no aparecía, acomodé la mesa y la campanita de la puerta sonó, la miré a ella y ... a un hombre muy atractivo.

-Hola ¿eres Rocío verdad?- me dijo ella

-Sí, mucho gusto- respondí y estreché la mano de ambos

-El es mi prometido, quería darle la sorpresa a Miel ¿está por aquí?- dijo

-Sa..Sa...sa...lió, no debe tardar, acomódense...iré a ver algo a la cocina- me disculpé y fui a la cocina

¿PRometido? ¿esa desgraciada lo había traído? ¿qué pasaría con Miel? No quise ni pensarlo... de repente la puerta de la cocina se abrió, era Miel...

-Compré varias cosas... espero que no haya llegado...- dijo

-Ya llegó, pero... Miel, debo decirte algo- la tomé del brazo

-Rocío, no es momento, ella me está esperando-

-Miel, escucha... yo-

-No Rocío, lo siento...en verdad discúlpame, este año ha sido de confusión y quizá me sentía muy sola, perdóname, no quise jugar contigo, no quería... perdón, ahora no puede haber nada entre nosotras, ella llegó y hoy le pediré que vivamos juntas, ella es mi felicidad, no tú, Rocío...-

Y así fue cómo me destrozó, solté su mano y ella salió emocionada...

De nuevo tomé mis cosas y salí sin que nadie lo supusiera, caminé por la ciudad... una tormenta se avecinaba y corrí a mi casa, compré una botella de vodka y decidí que era momento de beber hasta olvidar...

-Aquí empieza el olvido, Miel...- dije
CHEQUEN QUE SE VOLVIÓ A LA HISTORIA "ORIGINAL"

Rocío de miel
Cap. 14
Por: Sonia

Preparé el clásico pastel de chocolate ritual, pero olvidé comprar la crema que a ella le encantaba, así que a la mera hora corrí a comprarla...

No podía creerlo, ella había vuelto, había sentido sus labios en los míos y hoy estaba segura que aceptaría el vivir juntas, ¿cuántas veces no lo había soñado?

Tardé más de lo pensado y la hora de la cena llegó, me apresuré a llegar al local, pero entré por la puerta trasera, todo decía ser sorpresa...

Rocío estaba en la cocina, se noraba consternada, era obvio que estaba celosa... pero no quería ocuparme de ella...

-Compré varias cosas... espero que no haya llegado...- dije mientras acomodaba las bolsas en la mesa de la cocina

-Ya llegó, pero... Miel, debo decirte algo- Rocío tomó mi braso

-Rocío, no es momento, ella me está esperando- le respondí algo molesta...

-Miel, escucha... yo- Rocío seguía tomando mi brazo y en verda me molesté, así que sin pensarlo... le dije:

-No Rocío, lo siento...en verdad discúlpame, este año ha sido de confusión y quizá me sentía muy sola, perdóname, no quise jugar contigo, no quería... perdón, ahora no puede haber nada entre nosotras, ella llegó y hoy le pediré que vivamos juntas, ella es mi felicidad, no tú, Rocío...-

Ella soltó mi brazo y salí hacía donde me esperaba ella, pensé un segundo en Rocío, pero no, no dejaría que opacara mi gran noche...

ME acerqué a la mesa, ahí estaba ella y... ¿el novio de la prepa? No quería pensar lo peor, no ahora...

-Miel- dijo ella efusivamente y me abrazó -¿Te acuerdas de él , verdad?-

-Claro, tu novio de la preparatoria- dije mientras estrechaba la mano de ese pedante...

-Y su futuro esposo- continuó la frase él...

¿Esposo? La miré sorprendida, ella agachó la mirada... fui a la cocina a servir los platos, en realidad no pensaba en nada... ¿esposo? Esa palabra me resonaba en la cabeza, sentí sus brazos rodeando mi cintura

-¿Cuando me lo dirías?- le dije...

-Pronto, perdón... eso se me salió de control- me solté de sus brazos... y comencé a llorar

-¿PErdón? ¿Sabes que estos 8 años te he estado esperando? ¿Qué no podía pensar en nadie más? Mientras tú... tenías claro que nunca estaría conmigo, que nunca... podrías amarme cómo yo lo hago- le dije mirándola a los ojos...

-Yo te amo Miel, tú no entiendes... -

-No entiendo... - tomé el pastel y lo arrojé al suelo -Quiero que se vayan del lugar ahora mismo... y no quiero verte más ¿oíste?- le dije gritando

-Pero... Miel, déjame explicarte...yo... mis padres arreglaron- la empujé de la cocina... y escuché cómo los dos salían...

Me desplomé en la cocina, afuera llovía y muy fuerte... tomé mis llaves, cerré el local y caminé hasta mi casa... lloraba pero las lágrimas se confundían con la lluvia, mi corazón estaba destrozado, había estado ilusionada de una mentira, de una hipocrecía...

Imaginaba a ella burlándose de mí, gritándome - ¿Acaso piensas qué estaría contigo? Sólo fuiste mi juego...

Y por ese instante recordé a Rocío, sabía que yo le había hecho lo mismo, era una miserable... Corrí hasta su casa, toqué la puerta... nadie contestó

La llamé y no respondió... Rocío debía odiarme, y tenía razón...pero la buscaría, quizá podríamos arreglar las cosas y darme una oportunidad...

Llegué al edificio, en la banca que estaba afuera la ví, empapada y me miró:

-Miel, debo explicarte lo de él y lo del matrimonio... por favor-

Decidí darle la última oportunidad...
CHEQUEN QUE SE VOLVIÓ A LA HISTORIA "ORIGINAL"

Rocío de miel
Cap. 15
Por: Sonia

Ahí estamos las dos, bajo la lluvia... ella evita mi mirada...

-Miel... te amo y en estos 8 años el sentimiento se ha vuelto más grande, no sabes cuánto te extrañaba y deseaba volver a verte, aunque tenía dudas sobre si conocías a alguien y te enamorabas... Mi madre siempre me decía que no, que te veía ausente pero feliz... - la miré, sentí que se le quebraba la voz

-El compromiso se dió hace 2 años, él estaba esperando que terminara mi carrera y pudieramos casarnos, pero yo quería regresar aquí, contigo... estar contigo y quizá... vivir lo que me resta a tu lado-

¿Lo que le resta? La tomé de los hombros - ¿lo que te resta?

Me miró, las lágrimas corrían por sus mejillas junto a las gitas de lluvia, su mirada no era la misma, se apagaba lentamente...

-HAce 3 años, me desahuciaron... he probado con muschos médicos pero todos me dicen lo mismo, por eso él apresuró el compromiso, mi madre quiere verme casada antes de que..-

¿Muera? me llevo las manos a la cara, rompo en llanto ¿morir? Ella siempre había sido delicada, frágil...pero nunca pensé que se llegara a tanto...

-No, tú no vas a morir... debes casarte y ser muy feliz- le respondo mecánicamente

-Posiblemente me queden un par de años más, la enfermedad va avanzando y en un año o menos...comenzaré a necesitar cuidados especiales, por eso mi mamá quería que me casara, para que él se hiciera cargo- tomó mi mano

Pensé tantas cosas en tan poco tiempo....y lo solté:

-Escápate conmigo...- tomé su rostro y la besé... -Seamos felices el tiempo que nos queda...-

Ella sonrió y me abrazó... seguimos besándonos bajo la lluvia...

Al final, estaremos juntas lo que nos quede...

CHEQUEN QUE SE VOLVIÓ A LA HISTORIA "ORIGINAL"

Rocío de miel
Cap. 16
Por: Sonia

Es curioso ver cómo la vida se burla de nosotras, esa noche había ido primero a la casa de Rocío, si ella me hubiera abierto... posiblemente no estaría en este autobus con mi viejo amor.

Después de esa noche, de esa lluvia, de esa revelación... decidí escaparme con mi viejo amor, arreglé las cosas en casa y se lo dije a mi mamá, a lo que ella respondió:

-¿Y Rocío? Eres una egoísta... ella te ama más que nadie en este mudo, incluso más que yo... debes de hablar con ella, te lo exijo- se dió la media vuelta y se fue... Esa era su despedida.

Lleve a mi viejo amor al restaurante, estaba cerrado... Rocio dormitaba en una de las mesas, recordé las veces que amanecíamos juntas, abrazadas, recordé sus sonrisas y un nudo se formó en mi garganta.

-Rocío, debo hablar contigo- le dije

Ella despertó y mecánicamete me dió un papel, lo abrí, era el contrato de compra-venta del local vecino, lo que significaba que...

-Es para la expansió del local- me respondió fría- pensaba dártelo antes, pero... bueno, no importa... es tuyo, mi último regalo, me voy de aquí- se levantó de la mesa, la tomé por la muñeca y la llevé a la cocina

Cerré la puerta y la besé, con pasión, deseándo su aliento cada vez más, ella era mía, lo sabía... me separó y me miró:

-Rocío- le dije- quiero que seas mi socia, que lleves el negocio y que hagas la expansión, yo regresaré y se que tú estarás aquí...esperando, quizá...ese sea nuestro momento- volví a besarla, esta vez más pausado, guardando ese último beso...

Salí de la cocina y tomé la mano de mi viejo amor...

-¿A donde vas?- gritó Rocío llorando

No pude responderle, bajé la mirada y... mi viejo amor soltó mi mano, corrió hasta Rocío y la abrazó fuerte, le susurró algo y se miraron por unos instantes... volvieron a abrazarse y Rocio volvió a la cocina...

Mi viejo amor volvió a tomar mi mano, miré hacía atrás por última vez...

-Adiós Rocío... Rocío de Miel....- susurré

Esa misma tarde abordamos el autobus hacía mi nuevo destino, pero por primera vez yo ya no lo quería, después de 8 años de fantasear con este momento... No era lo que esperaba, no era lo que deseaba...

Miel de Rocío / Rocío de Miel
FINAL

¿Olvidar a Miel? con esa botella de vodka en la mano y con ese mismo pensamiento me amaneció... Me ausenté del restaurante un par de día, debía de meditar y saber que es lo que haría...

Seguí bebiendo, llorando y añorando aquellos momentos con Miel...ese día me armé de vlor y acudí al restaurante, desde hacía días no abrían, no había nadie y decidí recostarme en una de las mesas.

Cómo si fuera el mejor de mis sueños, escuché la voz de Miel llamándome... hasta sentí que tocaba mi hombro, abrí un poco los ojos y miré aquellos ojos dulces que me enamoraban, no era un sueño, ¡Miel estaba ahí!... Miré alrededor y parada en la entrada del local, estaba esa... aquella mujer que con mirada lastimera tenía atrapada a Miel.

-Rocío, debo hablar contigo- me dijo Miel

ME levanté y busqué en mi bolsillo aquel papel, lo desdoblé y miré por última vez, se lo entregué:

-Es para la expansió del local, pensaba dártelo antes, pero... bueno, no importa... es tuyo, mi último regalo, me voy de aquí- miré su rostro por última vez...

Miel me tomó de la muñeca y me condujo hasta la cocina, cerró la puerta y sin más me besó, fue algo arrebatado, cómo si quisiera devorar mis labios en un sólo beso, pero también era un beso triste cargado de una pasión reprimida... ese beso , presentía que era una despedida...

Rocío- dijo mirándome a los ojos, con lágrimas a punto de derramarse - quiero que seas mi socia, que lleves el negocio y que hagas la expansión, yo regresaré y se que tú estarás aquí...esperando, quizá...ese sea nuestro momento-

Miel volvió a besarme, esta vez fue lento... pero con el mismo dejo de melancolía, de un... adiós...

Miel me propuso que fuera su socia, Miel me propuso que la esperara ¿porqué no ser felices ahora? De repente recordé a la mujer parada en la puerta, la odié, por primera vez la odié con toda mi alma y le deseaba lo peor... Esa mujer me había arrebatado al amor de mi vida, esa mujer hizo sufrir a Miel y ahora campantemente se la llevaba.

Miel salió de la cocina, mientras yo me quedé pensando... sin dudarlo salí y grité:

-¿A donde vas?- el llanto no lo pude esconder, estaba a punto de derrumbarme pero necesitaba que Miel me mirara a los ojos y me dijera un adiós...

Pero, no lo hizo, bajo la mirada y aquella mujer que aborrecía se aproximó a mí, tenía una mirada apagada y me abrazó...

-Gracias por amarla tanto, esperala, ella volverá y te necesitará más que nunca... debes de jurarme que estarás aquí para ella, que la cuidarás y que harás que mi recuerdo se le olvide... Cuando yo muera, ella sólo te tendrá a tí- susurró aquella mujer...

LA sentí frágil y sincera, ¿ella iba a morir?, me separé y la miré... Eso era evidente, ella estaba muriendo... volví a abrazarla y le pedí perdón por el odio y los pensamientos negativos que generé hacía ella...

-Lo lamento... hazla feliz...estaré esperándola- le susurré

Nos separamos y me sonrió, un "Gracias" se dibujo en su cara... volví a la cocina, no quería ver a Rocío partir... no ahora que la amaba más que a mi propia vida...

ME derrumbé en la cocina, pensaba en mi madre...en sus consejos sobre el amor... pensaba en Miel y lo duro que era para ella sobrellevar la muerte del amor de su vida.

Pero sobre todo pensaba en mí ¿qué es lo que haría ahora?...

Sequé mis lágrimas y sonreí... Lo que quedaba ahora era esperar, Miel regresaría y estaríamos juntas ahora sí...

Mi Miel... que tanto amaba:

-Te esperaré toda la eternidad...mi Miel de Rocío-


Rocío y Miel
Cap. 1
Por:- Sonia-

Era inútil, en cada uno de mis pensamientos estabaMiel, no sabía cuanto era el tiempo que la esperaría.

¿El panorama que dejó? En primer lugar me hizo socialegal del negocio, por lo que un poco menos de la mitad de las ganancias eranpara mí, lo que invertí en comprar el otro local, lo recuperé en menos de 4meses y con esto venía la oportunidad de visitar a mi familia.

Junto con la madre de Miel, decidimos que elrestaurante fuera cerrado un par de meses en lo que pasaba la remodelación;aproveché y tomé mis cosas para visitar a mis hermanos y a mi padre.

Regresé a mi pueblo natal, los recuerdos meinvadieron de lleno al mirar por la ventanilla del autobus los hermosos camporverdes inundados de flores de muchos colores, e innveitablemente pensé en mimadre; lo primero que hice fue visitar su tumba en el panteón municipal.

Sentada frente a su tumba lloré, y sonreí...

-He vuelto madre, pero ahora es diferente... mivida cambió y me siento diferente, ¿sabes? tenías mucha razón, el verdaderoamor te encuentra... el mío ya llegó, pero debo esperarla- susurré

Me quedé varias horas ahí, me calmaba sentir a mimadre cerca, decirle lo que sentía, pedirle consejos...que nunca contestaría.

Llegué a mi casa al anochecer, mis hermanossalieron a recibirme, eran mis 3 hombres favoritos de 14, 10 y 8 años,respectivamente... entré a la casa y me llevé la sorpresa que mi padre se habíavuelto a casar, mis hermanos se veían bien, la nueva esposa de mi padre losalimentaba bien y los llevaba a la escuela.

Esa noche me quedé hablando con mi padre, hablamosde mi vida en la ciudad, de mis aspiraciones y mis planes:

-Ahora soy socia en un restaurante- le dí un sobre-este dinero es para que arregles la casa, le hagas un cuarto a los niños o louses en su beneficio... es tuyo, te lo regalo- mi padre era un hombreorgulloso, pero sabía que su situación era delicada y ya no podía trabajar cómoantes, mi padre era un hombre de campo, trabajaba arduo y me gustabacorresponder lo que alguna vez hizo por mí.

-Ya va siendo hora que te cases mi'ja, el tiempopasa y ya no vas a poder tener chamacos- me dijo, sólo dibujé una sonrisa... ylo abrazé... lo extrañaba también, a mis hermanos, a mi pueblo, mi lugar...esas tierras donde me crié y que sin duda, quería que Miel conociera.

Me quedé un par de semanas, conviviendo con mishermanos, con mi padre, conociendo más del pueblo que ahora había visitado:

-¿Me dijiste que quieres hacer una remodelación dellocal? El hijo del vecino, con el que jugabas cuando eras chamaca ¿te acuerdas?Ahora él es contratista allá en la Ciudad, búscalo, seguro te hace undescuento...- me dijo mi padre y esa misma tarde fui a buscar a aquel hombre.

Toqué en la casa de junto y me abrió un viejoconocido, mi amigo de la infancia:

-¿Rocío? No sabía que habías regresado ¿cómo estás?Pásale- lo abrazé y pasamos a su casa, me invitó a comer y nos pusimos alcorriente de nuesras vidas, el se había colocado cómo contratista en unaprestigiosa constructora, pero hacía trabajos externos, le propusé laremodelación de mi local y quedamos de acuerdo en visitarnos en una semana enla ciudad.

-Me dió mucho gusto verte, estás hermosa...- medijo y me abrazó... - Nos volveremos a ver...- y me sonrió.

Aquello fue raro, el era mi amigo y además Miel erami único amor, en fin... ahora me quedaba disfrutar los últimos días en mipueblo natal, con mi familia... aunque en mi pensamiento sólo estaba Miel...

Mi constante pregunta era ¿qué estará haciendo eneste momento? Me torturaba pensando que amabas hacían el amor, que se besaban yacariciaban con ternura, esos besos, esas caricias que me pertenecían y estabansiendo usurpadas...

PEro cómo le prometí, Miel... te esperaré laeternidad entera...
Rocío y Miel
Cap. 2
Por:- Sonia-

Tuve que regresar a la ciudad, dejando atrás a mishermanos, dejando atrás a mi padre... me dolió ese abrazo, ese beso que le dí amis hombrecitos y a mi padre...

-Cuídate y espero que no desproveches tu oportunidadcon este muchacho...- me abrazó, me separé...

-Pa, quiero decirte algo... No creo que me case con unhombre, bueno, yo...-

-No digas más, no quiero saber más... lo que hagasen la ciudad es tu vida, pero aquí...siempre serás mi hija-

¿Qué había sido eso? ¿Una aparente aceptación? Melleve esas dudas en mi cabeza, mientras miraba por la ventanilla del autobus,veía los campos, imaginaba lo que se sentiría llevar a Miel a mis lugares, a mitierra, con mi padre y hermanos...

Era innevitable no pensar en planes a futuro conella, en fantasía de las que no tenía certeza si sucederían, pero me mantenian,me hacían sentir viva y sobre todo, dejaban a Miel en mi corazón, cómo aquellabella ilusión del amor verdadero.

Puntualmente en la semana, me encontré con mi viejoamigo del pueblo, revisamos el local, la estructura y me propuso laremodelación, a la cual accedí...

-Tardaremos 3 meses, trataré que sea rápido pero decalidad... sobre todo porque es para tí- y me sonrió

Firmamos el contrato por 3 meses, serían 5trabajadores y él... yo les daría de comer y ellos harían su trabajo rápido;esa tarde el me invitó a comer...

-¿Cómo es que estás soltera? Eres tan hermosa queno dudaría en hacerte mi esposa- tomó mi mano y la separé...

-Lo siento, no me gusta mezclar los negocios consentimientos- mentía, mentía enormemente, porqué Miel era, hasta hace unosmeses, mi jefa; pero lo que yo quería era quitarme ese coqueteo de parte de él.

-Rocío, creo que notabas que desde pequeño habíaalgo entre los dos... ahroa lo reafirmo, eres hermosa e inteligente y me gustasdemasiado, dame una oportunidad- me dijo y de nuevo tomó mi mano...

-Lo lamento, yo... - obviamente no podría decirleque no me interesaba porque yo.. bueno, era algo así cómo lesbiana- bueno,verás, yo... pues el negocio y la cocina, no me permite tener novio- respondínerviosa

Tomó mi mano y la besó...

-Te aseguro que serás mía, soy paciente... loverás- me miró a los ojos y me incomodé, así que le pedí que nos fueramos...

¿Un hombe me coqueteaba? ¿Qué pensaría Miel demí?...

-En fin, ella debe estr con el amor de vida,gozándose, amándonde...- susurraba
Rocío y Miel
Cap. 3
Por:- Sonia-

La madre de Miel me insistió para que viviera con ella,supongo que el estar sola la ponía un tanto melancólica, así que me mudé conella, a aquel edificio donde Miel conociera a la mujer con la que estabaahorita, ese amor que no olvido y cuyo turno estaba por expirar, para que yoentrara a batalla.

La remodelación inició, me quedé dormida y lleguétarde, la madre de Miel había dado lasindicaciones y los trabajadores estaban en lo suyo, no vi a mi viejo amigo,sólo estaban 5 trabajadores.
La jornada sería relativamente corta, así que lespreparaba la.comida, estaba por llamarlos a comer, cuando abrí la puerta de lacocina y golpeé directo en la nariz a alguien qur estaba por entrar....

-Lo siento- era uno de los trabajadores, eso creíhasta que tomé su rostro y descubrí - eres una mujer-

Ella sobaba su nariz y sonrió -¿ tendrás hielo?- Lallevé a la cocina... y le puse una bolsa de vegetaled congelados...

-Es lo más parecido- le dije, lo pusé ensu nariz yme disculpé

-No se apure, de hecho venía a pedirle un poco deagua... me mandaron los muchachos- dijo

La miraba detenidamente, tenía el cabello corto yuna complexión algo gruesa, supongo que por el trabajo arduo que realizaba, erala primera mujer que conocía que hacía trabajos de albañilería, la mirabaadmirada y ella lo notó.

- ¿Acaso nunca habías visto a alguien tan bienparecida cómo yo? - dijo burlonamente

-No había conocido a una mujer que se dedicara a laconstrucción..-

Sonrío - Ah... es eso, siempre me pasa... ¿sabes?Atrae a las mujeres- sonrío aún más, se levantó y dejo la bolsa en la mesa y sesalió...

-Ya está la comida- alcancé a susurrarle antes deque saliera de la cocina...

Así fue cómo me dejó impactada desde ese primerdía, aquella misteriosa mujer cuyo nombre aún no conocía...
Rocío y Miel
Cap. 4
Por:- Sonia-

La primera comida con los trabajadores estaba lista, sesentaron y nos dispusimos a comer, una de mis caracteristicas era el ser muytrabajadora y también reconocer a quienes lo eran, estos hombres (y mujer)representaban ese esfuerzo que yo conocía bien, por lo que era necesario que yocompensara su trabajo y que mejor que con una comida.
Nos sentamos y se presentaron, platicaron un poco sobre ellos, aquella mujermisteriosa se mantenía callada, cuando la comida terminó, la.jornada también yse despidieron, la mamá de Miel me ayudaba a recoger la mesa y aquella mujermisteriosa se acercó:

-Permítame ayudarle- tomó unos platos y los llevó ala cocina... la miré y me puse nerviosa, la mamá de Miel notó todo y sólo dijo:

-Bueno, creo que no necesitas mi ayuda... te esperoen la casa- sonrió y se fue...

-¿Ella es tu mamá?- preguntó

-Oh no, ella es la madre de la dueña del restaurante...mi madre falleció hace años-

-Pensé que tú eras la dueña- me interrogabamientras me pasaba los platos para lavarlos...

-Es una larga historia- mi semblante se tornótriste, ella tomó mi mano y me hizo a un lado, ahora ella seguiría lavando platos...

-Tenemos 3 meses para conocernos, claro...siquieres- me miró a los ojos y... me sonrojé...

-Pero ni siquiera se tu nombre..- alcancé adecir...

- Soy Romina, todos me conocen cómo Romi... muchogusto, Rocío- sonrió y... creo que algo se movió dentro de mi.

Aquella tarde no indagamos más sobre nuestrasvidas, pero me emocionaba sentirme cerca de ella, era muy atractiva y ... esono me lo pude explicar....
Rocío y Miel
Cap. 5
Por:- Sonia-

Todas las tardes eran iguales, Romi me ayudaba a lavar trastesy cerras la cocina, a veces me acompañaba la madre de Miel; Romi era una mujermuy sensible y simpática, siempre llevaba una sonrisa y se llevaba bien contodos sus compañeros de trabajo.

La historia de Romi era parecida a la mía, venía de unpueblo muy pobre y desde pequeña tuvo que trabajar, su padre le enseñó el oficio, pues era su única hija y su madreles abandonó cuando apenas era una niña, nunca le gustó la escuela por eso setuvo que poner a trabajar desde muy niña.

Hace unos años conoció a mi viejo amigo y alparecer eran muy cercanos... eso lo noté aquel día que él llegó, yo hablaba conRomi y alguien tocó mi hombro:

-¿ cømo va la obra? Veo que conoces a mitrabajadora estrella...- dijo

Fuimos a la oficina y hablamos de algunos detallesde la remodelación...

-Te mandé a mis mejores trabajadores, sobre todoRomina, no sabes cuánto la quiero y admiro... es una mujer cómo ninguna,lástima que tengamos los mismos gustos- se dibujó una sonrisa sarcástica en miboca.

-Se lo que es eso- dije

Tomó mi mano y me invitó a comer, me disculpediciéndole que siempre comíamos juntos y juntas cómo una familia, así queinsistió en quedarse... no le pude decir que no.

Al terminar la comida, Romi me ayudó cómo siempre,pero él se lo impidió:

-Hoy le ayudo hoy...puedes irte a descansar Romi-

Ella me miró y no pude decirle nada... él lavabalos trastes y yo pensaba en que Romina era la persona con la que quería estaren esos.momentos, pensaba y pensaba cuando sentí de golpe a él, besándome...

Me separé - No, esto no está bien... yo, estoycomprometida- el me tomó por los hombros:

-Yo te haré más feliz que cualquier otro hombre-

Me armé de valor y ... le dije: - Estoycomprometida y verdaramente sólo puedo amar a esa persona, sólo esa personahabita en mi mente y mi corazón; cuando regrese, seremos felices y nos amaremospor siempre- el se separó...

-De ser así, te deseo lo mejor... espero que esapersona te valore cómo lo mereces...- tomó su abrigo y salió...

Al fin me lo había sacado de encima, pero... en mimente sólo estaba Romina en esos momentos ¿qué me estaba pasando?
Rocío y Miel
Cap. 6
Por:- Sonia-

Romina... Romi... su nombre resonaba en mi cabeza, susonrisa, su voz, su mirada... en mis pensamientos habitaba hasta que de repenteMiel regresaba a mi mente ¿Qué me estaba pasando?

Al día siguiente noté rara a Romi y cuando la comidaterminó, se acercó a ayudarme...

-No sabía que él tenía interés en ti..- reprochó

-Es un viejo amigo de la infancia, ayer le dije queno puedo corresponderle-

-¿se puede saber porque?- se acentuaba sucuriosidad

-Digamos que en mi mente habita otra persona- lamiré directo a los ojos... ella bajó la mirada - Además, tú y yo compartimosgustos...- sonreí

¿Eso era un coqueteo? Sí, quería dejaroe claro a Romique me atraía y creo que estaba arriesgandome a descubrir que rumbo podríatomar...

Por primera vez... dejé de pensar en Miel... por unbreve instante...
Rocío y Miel
Cap. 7
Por:- Sonia-

¿Sólo alguien habitaba en mi mente? ¿Había miradodirectamente a Romina a los ojos? Sí y me había reflejado en ellos de unamanera única,por primera vez me sentía... atraída de una maneta diferente quecon Miel...

Esa misma noche regresé a casa.con la madre de Miel,ella hablaba por teléfono y me pasó la bocina...

-¿Rocío?- Esa voz ... con sólo decir mi nombre me había regresado a su realidad... la única que tenía: laespera por ese gran amor.

-¿Có...co...como estás Miel?- mi voz se notabanerviosa, realmente lo estaba... pensaba que Miel podría notar mi coqueteo y laatracción que tenía por Romi...

-Bien, aunque estaría mejor contigo, por primeravez lo digo... ojalá pudiera estar contigo- la voz de Miel se quebró... evitéllorar...

- Te amo- le dije...y ella se despidió.

Me encerré en la habitación, pedía un consejo a mimadre, una señal...mi mente estaba confundida, amaba a Miel con locura...peroRomi me atraía de una manera única...

¿Y si...?
Rocío y Miel
Cap. 8
Por:- Sonia-

Pasó un mes de la remodelación, la base ya estaba,ahora faltaban los detalles, era raro... cada tarde me la pasaba con Romi,lavando traste, platicando de la vida, de nuestras vidas en común:

-No te creas, en este mundo donde sólo trabajan hombresme ha sido difícil desenvolverme, una nunca sabe cuan difícil puede ser eltrabajo o lo pesados que pueden llegar a serlos compañeros; si bien te pueden tratar con sutileza, otros te llegan a tratarmuy feo... me he lastimado en varias ocasiones, pero llevo con dignidad eloficio que me heredó mi padre-

Aquella tarde la admiré más, veía en ella elesfuerzo que me era propio... aquellas tardes compartíamos sólo ella y yo,nadie más estaba en mi mente... Hasta que llegaba a casa y recordaba a Miel, nomiento, a veces lloraba, la extrañaba a rabiar , pero, gradualmente el llantodisminuyó y las sonrisas regresaron, esas que estaban dedicadas sólo a Romi.

-Rocío, me alegra verte tan feliz- me dijo la madrede Miel aquella noche... me quedé callada - Debo decirte que para mí eres unahija desde que te conocí, por nada cambiaría eso y por eso te digo que busquestu felicidad, no te diré que escojas a Miel, no después de que ella te abandonóaquí por un capricho-

-No es un capricho, Miel está enamorada y aquelamor estaba muriendo- le respondí

-¿Quién te dijo eso?-

-Ella y Miel, por eso se fueron... deben estarjuntas en estos últimos momentos-

La mamá de Miel me abrazó y comenzó a llorar-Rocío, mi niña, no se si Miel lo sepa, pero aquella mujer está enferma perovivirá por mucho... su misma madre me lo dijo, sólo quería salir de esarealidad que le asfixiaba y la única alternativa era Miel, desconozco cuantomás vivan juntas... pero te ruego, no cometas el mismo error de Miel-

Sin decir nada me fuí a la habitacación ¿Aquellamujer estaba bien? O bueno, al menos no agonizaba... imaginé a esas dos viviendoel amor que me correspondía...

-Yo juré esperarte Miel, siempre cumplo lo queprometo- no lloré aquella noche, no pude dormir del todo... pensaba y sopesabala situación

¿Qué es lo que debía hacer?

Aquellas noches solitarias eran en las que másextrañaba a mi madre, le pedía consejos, le pedía una señal que me dijera querumbo debía tomar mi destino... Al parecer el que yo había escogido se meestaba yendo de las manos...
Rocío y Miel
Cap. 9
Por:- Sonia-

¿Qué debía hacer? Por la mañana me despertaba pensandoen Miel, recórdando sus ojos, su voz, su aliento... aquellos momentos quepasamos; pero, al llegar al local me encontraba a Romina, me hacía olvidar porinstantes a Miel, me hacía volver a sentirme viva, con esa intensidad que te dael conocer a alguien que te atrae de esa manera...

Esa tarde los trabajadores no comería ahí, así que Romi me invitó a comer afuera,acepté gustosa y cerramos el local... caminamos hasta un mercado cercano, ellame miraba y me sonreía...

-Nunca te he preguntado ¿tienes novio?- dijo

-No- y reí - dudo que algún hombre puedainteresarme...-

-¿Entonces, a quién esperas?- preguntó, me detuvé yla miré... tuvé un dejavú, una escena que me resultó familiar pero en estemomento eramos dos personas diferentes...

- Espero al amor de mi vida... tuvo que irse, peroregresará, lo se...ella lo juró- la miré a los ojos y salió una lágrima

-Eso no me sonó tan convincente- Romi secó milágrima- El amor de tu vida no te deja así cómo así, el amor lucha y si es elmás grande amor... perseveras hasta alcanzarlo-

sonreí - ¿Has estado enamorada así?-

Me miró de nuevo y su mirada lo dijo todo... Rominaestaba deseosa por conocer ese amor, por descubrirlo y compartirlo, sentirlodesde lo más profunda de aquella alma llena de dulzura y sensibilidad...

-Jamás he amado a nadie, a veces creo que eso no espara mí... siempre me fijo en las personas equivocadas- bajó la mirada yseguimos caminando...

-Y bien Rocío, ¿quieres hablarme de Miel?- me helé,¿cómo sabía el nombre?

-No Romi, hoy no... hoy estoy contigo y eso mebasta-

-Entonces ¿puedo tomar tu mano? Al menos por estedía...- dijo temerosa

Sin más, tomé su mano y seguimos caminando, eramoslas dos, no había nadie más... sin más seguimos caminando,mientras volteabamosa descubrir dulces miradas que compartíamos...

Ese día, sólo era Romi...
Rocío y Miel
Cap. 10
Por:- Sonia-

Aquella tarde fue tan especial, el sentirme por primeravez atraída de esa manera por alguien me parecía increíble, nuevo y tandisfrutable.

Romi me acompañó hasta el edificio y tomó mi mano denuevo, la besó...

-No te imaginas lo hermosa que eres Rocío- sonreícompletamente sonrojada y besé tímidamente su mejilla, después entré...La mirémarcharse.

La mamá de Miel me esperaba en la sala, me mirabasonriendo...

-Mereces ser feliz Rocío, no te niegues...-

Aquella noche fuí a dormir con una plácida sonrisaque me adentró en sueños desconocidos, Romina movía tantas cosas en mí, peropor otro lado, no podía dejar de pensar que Miel era el amor de mi vida, ambasnos amabamos, ambas nos deseabamos. Y entonces... pasó, llegó a mi mente unpensamiento.

Si Miel me amaba tanto ¿porqué se fue? Se sembró laduda y eso tambaleó lo que sentía por ella, ¿estaría dispuesta a esperar aalguien que se había ido con otra? ¿No me dejaba eso cómo un plato de segundamesa?

De nuevo, cómo cada noche, le pedí una señal a mimadre y lo decidí, le daría un plazo a Miel para que mostrara algún interéspero no dejaría a un lado a Romi, no con las ilusiones nuevas y frescas que representabaen mi vida...

Qué jodido se tornaba todo de repente... Estás tanconfianda amando a alguien y se te presenta alguien que tambalea tu mundo...
Rocío y Miel
Cap. 11
Por:- Sonia-

-Tal vez ahora sea momento- le dije a Romi esta tardemientras ella lavaba platos... - Quiero que conozcas la historia de Miel-

Me senté en un banquito y le platiqué mi historia, lahistoria que tuve con Miel y la historia de Miel, de su amor desahuciado y dela lejanía que ahora nos rodeaba... La voz se me quebraba a veces y laslágrimas no se hacían esperar... Cuandotermine, Romi me miraba directamente a los ojos... una mirada dulce, tierna ycomprensiva, se acercó a abrazarme.

-Y bien ¿harás lo mismo que ella?- preguntó

-¿A que te refieres?-

-Sí- respondió- Negarte al amor por aferrarte a unailusión que se fue sin decirte adiós, Rocío, eres tan hermosa que no puedesgastar tu vida esperando a alguien que no se ha tomado la molestia endemostrarte su amor... pese a la distancia, pese a los conflictos... Jamás tehubiera dejado, Yo...- Romi se detuvo y me miró aún más profundamente...

En ese instante lo descubrí, me estaba enamorandode Romina de una manera insospechada, fue en ese instante cuando mis labiosbuscaron los suyos y un primer beso recorrió mis sentidos, un beso que sefundió con un abrazo... Era ella, Romina... en ese momento sólo era ella...

-No quiero negarme a amar... a, amarte...Romi-susurré antes de que sus labios volvieran a aprisionar los míos, un abrazo quese convertían en caricias sugerentes... Romi apartó mis brazos.

-No, yo te respeto...- se separó, mientras mirespiración agitada comenzaba a tranquilizarse...

-Lo lamento- dije apenada

-Quiero que te entregues a mi de una maneraconvencida y ese momento será, en cuanto saques a Miel de tu vida... Rocío, meencantas... y debo decirte que, me enamoré de tí-

Fue una declaración de amor algo ruda, pero tiernay sonreí...

-Yo también Romi- me levanté y la abrazé de nuevo,después, ambas salimos del local... tomadas de la mano.
Rocío y Miel
Cap. 12
Por:- Sonia-

-¿Quién es Romina?- Esa pregunta me heló la piel...

Esa tarde cerramos el local temprano, salí un rato conRomi a tomar un helado y reía cómo hacía mucho no lo hacía...

Recordaba los tímidos besos que nos dabamos en elparque, aquella inocencia que transmirtía, mientras la voz detrás del teléfonovolvió a preguntar:

-Rocío ¿quién demonios es Romina?-

Era Miel, había llamado aquell noche, yo no queríahablarle, pero tuve la mala suerte de contestar...

-Es una trabajadora de la remodelación- contestéseca

-¿Ahora sales con albañiles?- dijo sarcásticamentey eso... me dolió, Miel no era así... nunca se había presentado así

-Al menos ella está aquí... te comunico con tumadre...-

-Rocío, lo siento... no sabes lo mucho que me pesala distancia, el tiempo, el estar lejos de la mujer... que ... amo-

Algo dentro de mi se removió, Miel me dijo que meamaba... Miel estaba abriendo sus sentimientos...

-Ya no quiero estar aquí ¿sabes? nunca antes deseécon tantas fuerzas que la vida de ella se agotara... sólo así podremos estarjuntas tú y yo.... prométeme que seguirás esperando, mi Rocío de Miel...-

No respondí y le pasé el teléfono a su madre,estaba desconcertada, Miel se aferraba a algo que yo creía imaginario...inexistente y hasta utópico, lentamente Romi se convertía en mi realidad...

Lentamente Romi desplazó a Miel...

-Lo siento- dijo la madre de Miel- se me salió elnombre de Romi mientras hablaba con ella el otro día-

-No se apure, ella debía de enterarse... que ya noestoy tan disponible cómo antes- dije convencida por primera vez...

Rocío y Miel
Cap. 13
Por:- Sonia-

Llega un momento en la vida en la que te haces unapregunta ¿qué es el amor? Hasta hace unos meses, pensé que había encontrado alamor de mi vida y era tan grande ese amor que había renunciado parcialmente aese amor... para verla feliz a lado del amor de su vida ¿Jodido, cierto?

Ahora heme aquí, a 3 meses de la remodelación y yaconcluída, esa noche fue la cena con lostrabajadores y les agradecí su esfuerzo y dedicación y también estaba ella:Romina, aquella mujer había logrado cautivarme y encantarme en tan poco tiempo.

Tenía miedo...

Miedo de que fuera una ilusión pasajera o un simplecapricho, miedo de no ser correspondida pero el mayor miedo era que aquel nuevosentimiento pudiera opacar a Miel, mi primer amor... la que juré esperaría.

¿Qué es el amor? ¿Donde empieza y donde acaba? Nolo sabía ya, ahora estaba confundida y perdida entre ambos sentimientos porambas mujeres... Pero, al mirar a Romina a los ojos, lograba reflejarme ysentirme viva, con una fuerza indescriptible y unos deseos enormes por estarsólo con ella...

Esa noche lo descubrí... estaba enamorada de Romi einnevitablemente... ¿comenzaba a amarla?
Rocío y Miel
Cap. 14
Por:- Sonia-

La madre propuso una re-inauguración en grande paracelebrar lo bien que había quedado el local, invitamos a los trabajadores,amistades cercanas y comensales cotidianos... Romina fue mi invitada de honor yaquella noche, durante la cena no me soltó la mano para nada...

Mi viejo amigo de la infancia llegó, preguntó por mí yme buscó en la cocina, donde estaba compartiendoun beso con Romi, no dijo nada y ni siquiera lo vi...todo se sabría después.

-Excelente noche y quedó hermoso el local, lasdueñs deben estar complacidas- le dijo él a la madre de Miel

-Gracias al trabajo de ustedes, espero que mi hijapueda verlo pronto en cuanto regrese- contestó sin querer.

- ¿Su hija? No había escuchado hablar de ella...-

- Sí, ella es la dueña y fundadora... Rocío es lasub-dueña... Miel, mi hija, regresará pronto a solventar compromisos que tieneaquí-

Mi viejo amigo de la infancia se despidió y saliódel local... Este era el inicio del caos....

Mientras tanto Romi y yo, seguíamos en la cocina,besándonos y sintiéndome cerca de ella....

-¿ Qué pasará ahora? Ya no me ayudarás a lavar trastes-dije riendo

-Quizá me vaya en un par de meses, tengo una ofertabastante buena fuera de la Ciudad... y, pensaba, en aceptarla... pero, noquiero dejarte aquí, no te dejaré cómo lo hizo ella- tomó mi barbilla y plantóun tímido beso en la frente...

Me helé... Es ahora cuando mi destino se enfrentabaa una encrucijada, si Romi me lo hubiera propuesto en ese instante, sindudarlo... me hubiera escapado con ella.

Pero en la vida, las cosas no suelen ser tanfáciles...
Rocío y Miel
Cap. 15
Por:- Sonia-

Si ella me lo hubiera pedido... hubiera sido suya...

Después de terminar el trabajo, Romina me seguíabuscando por las tardes en el local, salíamos sin ser nada en particular,salíamos con la intención de conocernos... de envolvernos y quién sabe... ¿enamorarnos?

- Quiero amarte Rocío, esta fuerza dentro de mí, estossentimientos son nuevos y grandes... son lo mejorque me ha pasado...-

La tomé entre mis brazos y la besé fuerte...

-Quiero amarte... pero, Miel sigue siendo mipresente...- respondí

-¿ No entiendes Rocío? Tu presente es el que está atu lado... el que no abandona y olvida... tu presente soy yo, deja esas amargaspenas y quiero brindarte los momentos más hermosos...-

Tomó mi mano y acarició con la otra mi rostro,limpió una lágrima que acababa de salir.... la abracé de nuevo, no queríasepararme de ella...

-Acepté el trabajo- susurró - no pienso irme sintí- dijo

La miré a los ojos, no podía creerlo pero estabatan feliz de que fuera cierto...

-En ese caso, será mejor que arregle mis asuntospendientes- dije y sonreí...

Estaba a punto de forjar un nuevo destino, lo habíadecidido: Romina sería mi presente y futuro...

Estaba tan decida hasta esa tarde... cuando lapuerta del departamento se abrió: era Miel con una maleta...

-He regresado por tí, Rocío...- dijo

Me desvanecí de repente... ¿Y ahora...?
Rocío y Miel
Cap. 16
Por:- Sonia-

Abrí los ojos, estaba en el departamento de Miel y deinmediato me encontré con su mirada, me abrazó:

-Al fin, te desvanrciste de repente- dijo

No supe que decirle, sólo balbuceaba un - ¿estás aquí?-no sabía nada y no quería saberlo.

- Será mejor que me vaya, el viaje debió agotarte y... supongo que aún estás de duelo- dije levantándome de la cama

-¿de qué hablas? No tienes que irte, podemos pasaresta noche juntas...- sonrió y se acercó a besarme, me separé y fui hacía lapuerta.

-¿ es por esa Romina? ¿qué has hecho con ella?-reprochó y la miré a los ojos.

-¿ A qué volviste Miel? o mejor... ¿Por qué ahoraregresas?

Me miró y noté su mirada encendida, enojada... perono era la misma que antes...

-Vine por tí, para que nos vayamos lejos y vivamosjuntas, te amo Rocío.

-¿Y ella?- era evidente que hablaba de su viejoamor.

-La dejé... pero juré regresar, podemos vivir lastres en la misma Ciudad y ella no se entetará... podemos amarnos a escondidasy...- le di una cachetada.

-Estoy harta de ser la segunda oportunidad dealguien...estoy harta de esperar por tí, el amor se agota Miel, si no locultivas se acaba...- salí de la habitación...

Ahora ya no tenía casa, así que fui al local, paséla noche en vela, pensando en las palabras de Miel y lo que realmentereflejaban... Jamás dejaría a su viejo amor pero tal vez era el momento... deque yo dejara el mío.

-Adiós Miel- susurré...
Rocío y Miel
Cap. 17
Por:- Sonia-

Por la mañana no me tomé la molestia de abrir el local,estaba recostada en el escritorio de la oficina, pensando... en Miel, enRomina, en mi futuro, presente y pasado...

Hablaba con mi madre, pensaba qué tan cierto era lo queme había dicho ¿un amor para siempre? Empezaba a dudar de ello, la vida me lohabía mostrado, te puedes enamorar muchas veces pero nunca de la misma manera...

Estaba segura de algo, amaba a Miel, pero aquellaintensidad del principio se fue desvaneciendo y Romina representaba el iniciode algo inexplicable para mí.

¿Existe un "para siempre"? Ahora lodudaba, Miel no estaba ahí conmigo y nunca lo estaría...al menos no cómoquería, sin embargo, con Romina quería probar, sentir... vivir lo que ella mehacía sentir.

¿Dónde terminó ese "para siempre" que lejuré a Miel? No terminó el sentimiento, para nada... terminaron ¿las ilusiones?¿los sueños? o simplemente me llegó el ataque de realismos que me hacíafalta...

¿Qué es el "para siempre"? Era esapromesa lo que me mantenía con Miel, esa promesa de un futuro en base a unpasado que ni siquiera vivimos completamente, ese futuro construído enilusiones delgadas cuya fragilidad se desvanecían entre mis manos, entre missueños... mis ideales.

¿Donde quedo el amor? No lo sé, de hecho no se siera normal que me preguntara todas esas cosas... "Vivir el presente"ese era mi objetivo, y tenía un nombre: Romina.

Miel llegó al local, bajamos y preparamos café, nohablabamos... no decíamos nada, sólo nos mirábamos y fingiamos no estar...

-Te amo Rocío- tomó mi mano y la besó, no loevité... quería decirle tanto y a la vez el silencio callaba mis palabras, mispensamientos... creo que era la mejor manera de expresarle lo que sentía.

-Me voy de aquí- le dije... sin siquiera soltar sumano.

-Dame una despedida- Miel saltó sobre mí y mebesaba con intensidad, con pasión, el deseo puede llegar a ser muyindependiente del amor y a Miel la deseaba con todo mi ser, con toda la lujuriaque desataba aún en la distancia.

Seguíamos en el local, Miel quitándome la ropa y yodevorándo su cuerpo desnudo que se colocó sobre mí, estábamos sobre unasilla... sintiéndonos de nuevo, ni siquiera escuché la campanita de la puertade entrada, cerré los ojos y cuando los abrí... Romina me miraba desde laentrada...

Se fue sin decir nada, arrojó un papel al suelo...traté de vestirme y salí corriendo, Miel me detuvo... la empujé y salí...

-Romina- grité, pero era inútil... no laalcanzaría... se había ido

¿Que día era? ¿Jueves? ¡Carajo, lo olvidé porcompleto! Ella partía ese fin de semana...pero ¿hacía donde?

REgresé al local, afuera aguardaba mi viejoamigo...

-¿Te gustó la sorpresita? Me encargué de traerla-no entendí sus palabras...

-¿Sabías todo?

-Yo mismo invité a Romina esta mañana...- dijo él

LE dí una cachetada - ¿quién te crees para meterteen mi vida?-

-¿No lo entiendes? Mereces ser feliz... y Miel esla indicada en brindarte esa felicidad que buscas, no Romina, no ella... nopuedo soportarlo- dijo y no entendí nada

-Yo la llamé- confesó- la contacté y le pedí quevolviera para estar contigo... Rocío, quiero verte feliz y ella te ama.

-PEro yo no, Romina es ahora a quién quiero... yMiel, fue un amor, un capítulo que debo cerrar, ahora debes entenderlo tú.

-Pero... Romina es cómo mi hermana... ¿cómo podrémirarte con ella? ¿cóm podré imaginar a las dos mujeres que más amo... juntas?Es demasiado Rocío, no me lo pidas... por favor.

-No te lo pido, no podría... es algo que debesentender, ahora si me disculpas, debo de entrar.

Tomó mi brazo y me jaló hacía él, me abrazófuerte... y profundamente, deslizó un papel entre la bolsa de mi saco y sefue... no lo volví a ver en mi vida.

Entré al restaurante, Miel me esperaba sentada...

-Adiós Miel- le dije... - Es el momento de dejarteir-

Tomé mi bolsa y salí... sentí los brazos de Mielrodeándo mi cintura y susurrándome cosas...

-quédate, mi amor.

Metí mis manos al saco, era un dirección...

Ahora era el momento de tomar una decisión en estaencrucijada...
Rocío y Miel
Cap. Final
Por:- Sonia-

Con el papel entre mis manos y Miel rodeando mi cintura...Era el momento de tomar una verdadera decisió, cerré los ojos y... lo solté.

Solté mi pasado, quería vivir un presente... separé a Mielde mi cintura y la miré:

-Gracias por enseñarme el amor... por abrirme ese camino,ahora debes seguir el tuyo, queda claro que no lo soy... búscala y vive conella plenamente lo que tengas que vivir. Te libero de cualquier compromio... miMiel de Rocío.

Le sonreí por última vez y salí, tomé un taxi rumbo a esadirección, aquellos minutos parecían horas... largas, sentada en aquel sientono dejaba de pensar en Romina, en un futuro que podríamos tener ahora sin nadaque me atara de ninguna manera.

Llegué y toqué la puerta fuertemente, era una de las zonasmás pobres e inseguras de la Ciudad, ella me abrió, me miró extrañada y tratode cerrar la puerta... la detuve:

-¿Lo recuerdas? He venido entonces.

-¿A qué te refieres?- dijo ella...

-Entregarme a tí cuando estuviera completamente segura...-me arrojé entre sus brazos y la besé... cómo unca había besado, coloqué misbrazos entre su cuello, ella me tomó por la cintura y me cargó hasta suhabitación...

Me soltó en la cama y me miró, estaba algo tímida anteella... su habitación no era elegante, pero Romina me parecía la mujer másdulce y sensible que había conocido, la humildad que habitaba entre ella mehabía cautivado. Éramos iguales y eso lo valoraba...

Cerró la puerta y se aproximó a mí... Cerré los ojos y ellasusurró:

-¿Estás segura?

-Romi, Romina... quiero, quiero entregarme a tí plenamente.-la besé de nuevo...

- Y yo quiero hacerte el amor.

Romina me recostó suavemente en la cama, mientras sus manoscon sutileza desabotonaban mi blusa...

-Romina- salía su nombre de mis labios, entre la respiraciónentrecortada que comenzaba a generar en mí...

Tan repentino cómo ella entrando a mi vida, tan repentinocómo ella entrando en mí, sintiéndome, probándome... ¿reviviendo algo?

No... generándolo, haciendo amor, haciéndome el amor...

Romina con tu cabello revuelto y tu cabeza entre mispiernas, Romina jadeante bajo el influjo de mis caricias, de mis besos... de lacuriosidad que me hizo descubrir y recorrer tu cuerpo entero.

Sudor, jadeos y dulce elixir que corre entre tus muslos, elsabor de Romina directo en mis labios... en mi cuerpo.

-No sabes lo mucho que me encantas- le digo mientras acomodosu cabello, estamos desnudas, abrazadas y con la Luna asomándose a través deaquella ventana apenas cubierta por una delgada cortina.

-Rocío ¿esto es un sueño?

-No, es mi realidad... eres mi realidad y por eso me irécontigo, a seguir esta realidad pero ahora juntas.


Romina me sonríe, el reflejo de la Luna la dota de unasombre encantadora, me abraza aún más fuerte y la siento desnuda y entera,transparente... Era obvio, ella quería estar conmigo tanto cómo yo lodeseaba...

Ese fue el principio del final, aquél día en que me entreguéa Romi no había marcha atrás...

Viví la vida entonces a partir de una premisa: "elpasado quedó atrás para forjar el presente que vivimos... el futuro es unaincógnita, pero se basa en el presente que sentimos..."

Romina era mi ahora presente, ese presente que deseabagozar... y así, abrazadas, desnudas... contemplando la Luna... termina mi historia.




Comentarios

  1. beatriz morales27.6.13

    fregoncisimaaa ... gracias por estas lineas tan llenas de verdad .. y muchas veces parece que cuentas la vida uno mismo :)

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  2. Cada q leo una de tus historias me da optimismo, pero al mismo tiempo me da una profunda tristesa al recordar tantas cosas....... Lo único q resta decirte es gracias, gracias por estas historias q hacen olvidar la realidad aunq sea un instante

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  3. Anónimo12.8.14

    Grandiosa historia.. Felicidades :)

    ResponderBorrar
  4. Me conmueven tanto tus historias. Tengo 3 días que di con tu página ya casi eh leeido todas esta es la mas larga con la que ne eh encontrado.
    Me llena de vida leer esto me trae recuerdos y presentes... Y más que nada tomar una decisión...
    Saludos Sonia sigue con ese talento que tienes para desenvolverte en cada línea que nos muestras para leer.

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