Invierno



Cap. 1
Por: -Sonia-

Cierro los ojos y veo los tuyos, esa mirada recurrente, llena de bondad, llena de paz ¿Qué pasó? Mi mente se ve nublada y afuera está aún peor, mis dedos se están entumeciendo, mi respiración cuesta más trabajo cada vez, no sé que pasará, sólo quiero poder salir.
Dicen que cuando una persona va a morir, su vida pasa por su mente y es lo que narraré, en mi breve instante les narraré mi historia.



¿Cuando empezó? Realmente no lo sé, tal vez desde que por primera vez miré un piano y tuve el enorme deseo de tocarlo, así fue, desde pequeña aprendí a tocar el piano y todos mis profesores coincidian con algo: Tenía un futuro prometedor.
Así fue y a mis 28 años se me dió lq oportunidad de ofrecer un recital, de ahí, más las relaciones públicas correctas, mi fama se catapultó.
Eso se lo debo a ella, aún cuando nadie habíq confiado en mí, ella lo hizo y desde que tenía 23, iniciamos nuestra relación profesional y la amorosa, también.
Yo era una novata en el amor, ella fue mi primera novia, por lo que no les sorprenderá que les diga que pensaba pasar con ella el resto de mi vida; a mis 28 años me sentía completa y dichosa, tenía fama, reconocimiento de la crítica y al amor de mi vida, quien durante 5 años había vivido conmigo.
No pasó mucho tiempo, cuando ella me consiguió la oportunidad de dirigir el conservatorio de música que se encontraba en una provincia aledaña a la Ciudad, justamente en el área donde mi gira daría comienzo, no me negué; al contrario, eso representaba que viviría con ella y al fin lograríamos formalizar nuestra relación.
En 3 meses ya estabamos instaladas en un nuevo hogar, cálido y acogedor, ella viajaba a diario a la ciudad y yo aproveché las pocas semanas que me quedaban libres para conocer el pueblo y lo primero que tenía que hacer, era comprar la despensa.
Manejé al pueblo, eran cómo 10 minutos de distancia, llegué a la tienda más surtida de ahí, tomé una canasta y comenzó mi compra...Era curioso, cada producto estaba prrfectamente acomodado y con una etiqueta que decía el precio, llegué a la sección de vinos y encontré uno en particular que me recordaba a mi padre, no tenía precio...Tomé la botella y me dirigí a pagar.
-Disculpa, esta botella no tiene precio- le dije a la tendera, levantó su vista hacía mí y lo sentí, era cómo una corriente eléctrica que recorría mi cuerpo entero.
-Disculpe, no está a la venta- y me cobró lo demás; ya no dije más, ya no pude hablar... ella me había cautivado.
Pagué y aún sin habla, tomé mis bolsas y me dirigí al auto...Manejé de regreso a casa, y en mi mente...sólo estaba ella.

Invierno.
Cap. 2
Por: -Sonia-

Bastó una mirada entre las dos y ese choque recorriendo mi cuerpo para sentir que algo me pasaba con esa tendera, aquella noche, mientras me disponía a dormir, miraba de nuevo sus ojos cafes, las pecas que marcaban sus mejillas, el cabello corto que estilizaba su rostro y sus labios...quería que dibujaran una sonrisa para mí.
¿Qué me pasaba? Eso debía ser imposible, tan sólo la había visto una vez y no dejaba de pensarla, de añorarla, miles de pensamientos llegaron a mi mente, maneras en acercarme a ella o quizá...¿enamorarla? ¿Enamorarla? No, eso era imposible, yo tenía novia... yo...yo...yo...amaba q mi novia.
Pasaron semanas y no lograba desafanarme para ir a la tienda y volverla a ver... Mi novia-representante, siempre traía todo a casa, me trataba cómo una niña y a veces me sofocaba, anhelaba una incipiente libertad, conocer más lugares y personas...
Mentira, sólo quería conocer a ella...

Invierno.
Cap. 3
Por: -Sonia-

El otoño se iba alejando, dando paso al invierno que traía consigo los vientos más fríos y las incertidumbres más fuertes.

Aquella tarde fue mi primera presentación en el conservatorio y mi novia no regresaría a casa, por lo que decidí ir al pueblo, la noche había caído y por las noticias hablaban de la primera nevada; llegué al pueblo y fuí a la tienda, estaba llena, pero logré entrar y tomé una canasta, me dirigí a agarrar cualquier cosa, quería hacer tiempo para que ella y yo quedáramos a solas, la mira a través de los anaqueles y en una de esas ocasiones...su mirada se cruzó con la mía y...sin más, me sonrió, me helé y sólo bajé la mirada, seguí con mis "compras".

Llegó el momento de pagar, ya no había nadie y ella anunciaba que estaban a punto de cerrar, me acerqué y su mano rozó la mía cuando tomampos, ambas, un mismo producto, no pude decir más:

-¿Eres nueva en el pueblo, cierto?- dijo de una manera dura, esa voz, esa voz me parecía una fantasía, era una melodía que engalanaba el ambiente, era la voz que había soñado...Ella, era perfecta.

-Si, acabo de mudarme, soy profesora...- dije, en voz baja y lento

-¿Piano?- respondió, miró mis manos y las tomó -Estas manos son de pianista-

ME sonrojé y a la vez me pusé fría, esa mujer me estaba poniendo muy nerviosa y lo peor es que no sabía que responder,que decir. Me limité a sonreír y ella correspondió la sonrisa... LA puerta del negocio se azotó con fuerza, fue a cerrarla...me asomé por la ventan, no se miraba nada.

-Es una tormenta de nieve ¿tienes que irte? - preguntó
Miré de nuevo hacía la ventana, no podía manejar así, era peligroso, la miré y le pregnté si podía esperar ahí, mientras todo pasaba. Sonrió y se dirigió al almacén, de donde saco frazadas.

Me senté junto al mostrador, me envolví en la frazada y ella subió unas escaleras... Demoró cómo 20 minutos en llegar...

-Toma, es chocolate caliente, tus manos no deben estar expuestas a tnto frío- agarré la taza y ambas comenzamos a beber... Había un silencio helado, cómo el clima mismo... Con ella no pude hablar de nada, sólo la miraba, admiraba su belleza que me había cautivado, guardaba en mi mente sus ojos, sus pecas, su cabello corto y la sonrisa que me dirigió cuando me ofreció más chocolate.

LA tormenta no cedía y miró mi consternación... -Tranquila, esto pasa cada Invierno, la primera nevada es la más fuerte, por lo regular la tienda se llena, todos comprarn víveres a la mera hora- dijo

Y ahí comenzamos a hablar...Me contó que llevaba todo su vida ahí, en la parte de arriba estaba su casa y por el momento vivía sola, su manera de hablar era cortante pero me cautivaba a cada palabra.

-Llevo pocos meses aquí, trabajo en el conservatorio, toco el piano, desde que era una niña...En fin, mi vida gira en torno a la música- sonreí y bebí otro sorbo de chocolate...

-Lo supuse, tus manos...son de pianista-

-¿Cómo lo supiste?- pregunté curiosa

No respondió nada, suspiró y se limitó a decir -Es algo personal- Se levantó y se metió al almacén... Me llamó y fuí donde estaba ella, había una equeña cama y tenía calefacción...

-Me temo que tendrás que pasar la noche aquí, la tormenta no cesará hasta la madrugada...Espero no te incomode dormir entre latas - Sonrió...prendió la calefacción, dijo buenas noches... y subió a su casa.

ME quedé impactada, para empezar me dejaba en la tienda, a mí, una extraña ... ¿quizá le inspiré confianza? ¿quizá le gusté?, en mi mente se fabricaron miles de escenarios en los que ella me profesaba un amor que anhelaba, si...lo notaron, soy una soñadora y de ilusiones vivia a diario...desde que la conocí a ella, una nueva ilusión se alojó en mi corazón.

PEro, otros pensamientos vinieron a mi mente....Afuera estaba frío...y ella era tan fría cómo el clima... Y si... ¿sólo fue amable? Mi rostro se puso algo triste y me dispuse a dormir... PEnsando ...En ella

Invierno.
Cap. 4
Por: -Sonia-

Aquella noche mis sueños fueron invadidos por ella, enteramente suyos, hasta de mi novia me había olvidado...Ella, sólo ella estaba ahí, ella sonriéndome y cautivándome con esa mirada... ¿cómo describirla? Era una mirada fuerte pero a la vez llena de bondad, no sabía que tenía que hacer, pero ella...debía estar conmigo.

Por la mañana me despertó el Sol que se colaba a través de una pequeña ventana del almacén, me levanté y tomé mis cosas, ella estaba bajando de las escaleras, la salude y me despedí, tenía que llegar a casa, seguro mi novia habría llegado ya.

-Muchas gracias por todo, en verdad te debo una- tomé su mano y aunque no era la intención me acerqué a besar su mejila, susurándole un -Gracias- Ella no dijo nada, de nuevo sonrió...

Salí de ahí, aún respirando su aroma, aún imaginándo su sonrisa, manejé a casa, estaba sola...llené la tina y me dispues a tomar un baño con agua caliente, prendí algunas velas y tomé un cigarrillo, hacía mucho que no fumaba...Ahora me encontraba nerviosa, pensando en ella, en su frialdad que sólo me cautivaba más, en su indiferencia disfrazada con falsa amabilidad.

Tomé el baño, me vestí y dormí un rato...Horas después llegó mi novia, le platiqué de la tormenta y sobre la tienda, no se mostraba interesada pero me dijo algo que me dió mucho que pensar:

- Tienes que agradecerle ¿porqué no la invitas al concierto del próximo fin de semana?-

Sonreí sin querer, ¡Eso era! quizá ese sería un nexo que podría, en un futuro, servirme... Esa misma tarde acudí de nuevo a la tienda, con un sobre...Era una entrada al concierto.

-Daré un recital y me gustaría que estuvieras, no sé si quieres invitar a alguien, te puedo dar otro boleto-

-No era necesario, pero muchas gracias...Haré lo posible por ir, ya sabes, el negocio es difícil- sonrió de nuevo

Mi rostro se mostró decepcionado ¿Trataría?, ella era una.... manejé y antes de entrar a la casa, lloré, me sentía estúpida, rogándole a una desconocida, a una mujer que había cautivado mi corazón, con su presencia, su voz, su actitud... Y ella, me trataba indiferente. Quizá.... ¿ella no era lesbiana?

Con esa incertidumbre pasó mi semana, pensando en ella, recordando su aroma, sus sonrisa, sus ojos, sus pecas, su cabello, toda ella...Soñando con ella... ¿qué me pasaba?
¿Un gusto obsesivo?

No sé, pero a ella no podía sacarla de mi cabeza, quizá era por mi situación con mi novia, quizá porque en ese momento de mi vida esperaba algo o alguien que me sacara de mi rutina, de mis ganas de hacer algo... y convertirlo en algo más... Quizá...la estaba esperando a ella, que llegara y cambiara todo mi mundo...

Invierno.
Cap. 5
Por: -Sonia-

El tan esperado fin de semana llegó, acudí desde temprano al Conservatorio para afinar detalles de acústica, hacer el ensayo y por la noche, hacer la presentación; estaba nerviosa, después de años de carrera, estaba nerviosa, esta vez le iba a dedicar mi recital a una persona, a una cautivadora pero a la vez indiferente mujer.

Pasaban las horas lentamente, mi ansiedad estaba al máximo y fumaba en el camerino, el director llegó...cerré los ojos y ahí estaba, sonriendo, aplaudiendo...DEbía dar mi máximo esfuerzo, salí al escenario y me entregué a él; tocaba... esperando que mis notas llegaran a ella.

Terminó el concierto, muchos aplausos, flores y mi novia subió al escenario con un ramo enorme de tulipanes, mis flores favoritas, enfrente de todo el público me besó, mi mirada se perdía entre la gente, buscándola.... queriendo encontrar algún vestigio de su presencia, pero no.. no la ví.

Salimos del conservatorio y alguien dijo mi nombre, volteé, era ella...me acerqué, mi novia iba detrás mío...

-Pensé que no llegarías- le dije, entre emocionada y nerviosa...Mi novia era muy celosa y temía que descubriera a la protagonista de mis fantasías e ilusiones nuevas.

-No me lo perdería por nada- me dijo y me obsequió una rosa...la tomé, sonreí...

-Mucho gusto, usted debe ser la dueña de la tienda ¿cierto? Soy su representante y también su novia...Muchas gracias por aquella ocasión, ¿le ofrecemos llevarla a casa?- dijo mi novia muy sera

La tendera me miro y sonrió... -No es necesario, mi auto está por allá, sólo quería que supiera que disfruté mucho el recital, gracias- estrecho mi mano y la de mi novia y se fue...

El camino de regreso a casa fue raro, con las flores entre mis manos, pensaba en ella, en que si había ido, en la actitud prepotente de mi novia y en que... ella sabía que yo tenía a alguien, probablemente no querría verme más, salió una lágrima y miré hacía la ventana del auto...

-Esa tendera...me resulta particular ¿muy fria, no?- dijo mi novia

No respondí nada, sólo pensaba "Ella es fría, ella es indiferente y ella es ahora dueña de mis pensamientos momentáneos, de mis sueños e ilusiones cargadas de fantasía...Ella...ella...quiero que sea ella..."

nvierno.
Cap. 6
Por: -Sonia-

Mi primer invierno en ese nuevo hogar, miraba por mi ventana nevar, ahora más que nunca el ambiente se tornaba frío, hacía más de dos semanas que no veía a aquella tendera, y faltaba menos de una semana para dar el recital de clausura en el Conservatorio, no tenía ganas de ensayar, miraba el piano y sólo pensaba en ella. Mi novia comenzó a notarlo...

Tres días antes del recital, me encontraba en casa, mi novia estaba ahí y comenzó a discutir, se quejaba de que no ensayaba y que la gira estaba por comenzar, me gritaba, me decía que debía hacer las cosas bien...Comencé a llorar, ella tomo mis manos y las puso sobre el piano y las azotaba para que practicara...Uno de mis dedos fue machucado, me levanté y tomé las llaves del auto...Manejé y yo sabía a donde iba.

Entré llorando a la tienda, estaba ella en el mostrador y me aproximé

-¿Estás bien?- me dijo

Le mostré mis dedos, sangraban levemente, cerró la tienda y me llevó al baño de su casa, curó mis dedos y los vendo para que sanaran con más rapidez, no hablamos nada, sólo sentía cómo me cuidaba, me curaba, no dejaba de llorar, me sentía muy mal...Fuimos a la sala de su casa, era amplia y en medio tenía un piano, en ese momento no me interesaba saber ¿por qué? Simplemente estabamos las dos... fue a la cocina y sacó una botella...

-Es cómo la de papá- dije, me sirvió una copa y comenzamos a beber...Una, dos, tres, cuatro...me perdí en el sabor del alcohol, en las lágrimas rodando por mis mejillas.

-No sé que quiera, le he dado todo, micarrera, mi vida, mi amor, mis ganas...todo....- repetía, ella no decía nada, bebía sin hablar, sólo me dirigía una que otra mirada, no sabía cómo interpretar eso...

Me levanté furiosa, buscaba algo de empatía, ¿acaso no era evidente? Ella no estaba interesada en mi ¿Por qué seguía pensando en ella? Ya estaba demostrado que jamás podría interesarle, quizá ni le gustaban las mujeres... Tomé mi abrigo y mi bolsa...

-¿A donde vas? Estás borracha...- tomó mi muñeca y me jaló hacía ella...quedamos de frente, miré sus ojos de cerca, eran aún más hermosos, sus pecas, su cabello, acomode un mechón de su cabello que colgaba sobre su frente...Aproximé mis labios a los suyos...y entonces....Me esquivó

- No, no es correcto...- dijo
La miré y me sentí aún peor ¿no era obvio? Aunque sintiera esa atracción por ella, jamás me correspondería... Mi vista se nubló y...ya no recuerdo más.

La tomé entre mis brazos, quizá piensen que soy fría...pero, mi vida no ha sido fácil y a lo largo de este tiempo me he hecho insensible a algunas cosas, entre ellas el amor; de repente llega esta hermosa pianista y remueve viejas heridas, un pasado que no he olvidado del todo...

La cubro con una frazada y acarició su cabello... -Aún no es tiempo- susurro y la dejo durmiendo ahí...Mañana, ¿qué nos deparará el destino? Subo a mi casa, a mi habitación... y me recuesto, al igual que las otras noches...Soñaré con ella...

Invierno.
Cap. 7
Por: -Sonia-

Desperté, estaba en el almacen de nuevo y ella estaba de pie, junto a la puerta, me levanté y tomé mis cosas...Fingí dolor de cabeza, pero la realidad es que recordaba todo lo ocurrido la noche anterior.

-Muchas gracias, de nuevo y disculpa...no quise incomodarte- ni siquiera la mire, ella no me miró...salí y conduje hasta casa; ahí estaba mi novia, había arreglado la casa con flores y velas aromáticas...Por primera vez no sentí nada cuando hice el amor con ella, al contrario...no podía sentir nada, lloraba, no podía dejar de pensar en aquella tendera, en sus desprecios, en mi fallida ilusión y era el momento en el que tenía que quitarla de mi cabeza.

La gira comenzaba cerca de otras provincias y sin decir adiós me fuí 6 meses de ese pueblo... No me despedí, no era necesario ya que a cada paso que daba, la recordaba...sus ojos, sus labios, su sonrisa, esas miradas que me mataban... La quería ¿a quién pretendía engañar?

Por las noches, en las frías habitaciones de hotel...cuando estaba a solas, lloraba y deseaba que estuviera conmigo, que ella fuera la que compartiera su cama conmigo y no mi novia, no aquella mujer cuyo interés consistía en mi fama y su fortuna... No quería compartir la cama con la mujer que no amaba...

Me gustas, te quiero, te deseo ¿cómo te lo puedo hacer entender? Pese a tus desprecios y frialdad, habías cautivado mi alama, mi corazón, mi ser entero... ¿cómo puedo demostrarte esto que siento? Te quiero a mi lado... sólo a tí...

Invierno.
Cap. 8
Por: -Sonia-

Tenía 30 años, desde que tengo uso de razón vivo en este pueblo, la tienda era de mis padres, quienes, al morir y siendo la única hija, me la heredaron, junto con la casa. Fue duro salir adelante sola, no tenía más de 20 años y me dediqué de lleno a la tienda.

El cómo la conocí, es curioso, porqué también fue en la tienda, llegó y de la nada colocó un cartel sobre clases de piano, así era ella, descarada, cínica y encantadora... No le pude decir, desde ese momento me cautivo, sus ojos, sus labios, sus manos...delgadas, medianas y con dedos largos ¿qué no hubiera dado porqué me acarician cada rincón del alma?

Fue curioso, ella empezó a frecuentar la tienda y me saludaba de vez en cuando, altanera cómo sólo ella podía ser, me cautivó, me tuvo entre sus manos, entre sus piernas a los pocos meses.

fue en ese almacén donde pasó todo, donde le entregué mi virginidad, mi alma, mi corazón, todo mi amor; ella era una experta en esas artes del sexo, pero para ella no era más que una amante, sólo que, para mí, era mi todo.

Así fue cómo a los pocos meses se mudó a mi casa, trayendo su piano y cargada de todas mis ilusiones me entregué a ella cómo nunca me entregué a nadie más... Vivimos en una aparente armonía alrededor de 6 años, la amaba, más que eso, era mi mundo, la razón por la que a diario despertaba era para verla amanecer junto a mí y por la noche, me dormía mirándola, quieta, apacible, era mía...Era mía y eso me bastaba, no me importaba ni yo misma.

El sonido del piano fue una constante en esos 6 años, cada día por las tardes, practicaba a la misma hora, yo la miraba y sonreía, era perfecta yy era mía.... Al menos eso creí.

Maldigo aquél día, un provedor se atasco en la carretera y me pidió alcanzarlo, todo se complicó, mi auto se averió y nos quedamos varados, llamé y le dije que no llegaría, que sería peligroso, ella contestó que no había problema y colgó.

Para nuestra fortuna, un chofer pasó cerca y nos levantó, nos llevó al pueblo junto con la mercancía, fuí a la tienda, sigilosamente subí a la casa y escuché el piano...o algo azotándose en él... Abrí la puerta y ella estaba sobre el piano, abrazando a otra mujer...amabas estaban desnudas y ella la tomaba por el cuello, mientras la otra la embestía con sus dedos, provocando el choque de su cuerpo con las teclas del piano.

No recuerdo que hice, cerré la puerta... y salí a la calle, caminé sin rumbo...Por la mañana llegué, ella estaba en la habitación, con una maleta...Me dió una carta y me pidió disculpas por no explicarle...

-Creo que con lo que viste te quedó claro ¿no es así?- me dijo, se acercó a mi, me besó en la mejilla y se fue...

De pie en la sala me encontraba, abrí la carta y era una confesión, hacía más de 3 años que me engañaba y yo ni enterada, me dijo que me regalaba el piano, para recordarla... Y vaya que sí, desde ese día, no volví a tocar el piano, ni siquiera tuve el valor de sacarlo de la casa, era el recuerdo de ella y el recuerdo de que nunca volvería a amar.

¿Nunca? Ironías de la vida... Una planea cosas y de repente todo se transforma, una esta dispuesta a no volver a amar, pero el amor no se elige... se siente, el amor es una fuerza que aparece y con ese impetú te atrapa...

Ahora con 30 años manejo la tienda, es la más surtida de la zona, la gente me conoce, me respeta y desde aquél entonces no he vuelto a salir con nadie, muchas chicas se han acercado, pero las alejo... No quiero sentir, no quiero entregar lo que no tengo, no quiero sentirme vulnerable amando a alguien y volver a salir lastimada.

Me encierro en una careta de altanería, cuando en realidad...estoy pidiendo a gritos ser amada.

Bien, ahora que conocen un poco de mi vida...quizá puedan llegar a entenderme y si no, me da igual.

Invierno.
Cap. 9
Por: -Sonia-

6 meses pasaron y de mi mente no salía aquella tendera, al contrario, la deseaba más, quería tan sólo mirarla, apreciarle cómo lo que era para mí, algo valioso, hermoso...alguien a quien quería entregarle todo.

Llegamos a mediados de año, pleno Verano casi y el calor a veces era insoportable, mi gira fue bastante buena, no puedo quejarme, era afamada y amada por los críticos, tenía ofertas para irme de gira a otros lugares, pero no quise... Yo, sólo pensaba en ella, a ella quería nada más, no me importaba dejar el Conservatorio, dejar a mi novia... Incluso, dejar el piano...Yo estaba obsesionada con ella, era lo único que quería.

Mi cumpleaños se acercaba y cómo era tradición organizaba una pequeña fiesta con mis amigos cercanos, quería invitarla a ella, quería que fuera y no sé, platicar y tal vez confesarle lo que sentía.

Acudí a la tienda con una lista de las cosas que necesitaba, me acerqué al mostrador y la salude, sonrió y me miró de una manera peculiar:

-Esto es un milagro, hace meses que no te paras por acá ¿pasó algo?- dijo

-Nada, me fuí d egira y recién llego... Pero bueno, ahora vengo a dos cosas, en primera a invitarte a una reunión este fin de semana y en segunda, a surtirme de las cosas para esa reunión-

-¿Y que celebraremos?-

-Mi cumpleaños- dije segura

Sonrio, tomó la lista y me dijo que tendría las cosas en dos días... -Quizá puedas venir por las cosas y pueda prepararte algo de comer ¿te gustaría?- dijo

¿Invitarme? No podia creerlo y mi sonrisa me delató, estaba feliz...Ella, al fin dió una señal de un posible interés, al menos cómo amiga, acepté gustosa y quedamos en vernos en dos días.

¡Qué lento pasa el tiempo cuando una lo anhela! Esos dos días fueron la espera más ansiosa que he tenido, no pude dormir, no practicaba, sólo pensaba e imaginaba miles de escenarios...Desde el más crítico, donde ella me corría de su casa, hasta...hasta...ella, haciéndome el amor...sobre mí ¡Ah, que ganas de sentirla!

Llegó el día esperado y acudí puntual, a las 7...Ella estaba cerrando la tienda y me invitó a pasar...Entré y fuimos al comedor, comimos, ella preparó todo...delicioso, debo confesarlo. Nos servimo café y platicamos, le conté sobre mi gira, sobre mi trabajo y nada más... Miré hacía el fondo de la sala y ahí estaba, un piano... No pude evitar levantarme e ir hacía él.

-No- me tomó del hombro -No he tocado ese piano en años, no es correcto que lo toques-

-PEro es hermoso, merece ser tocado -le dije

-No, por favor, creo que es momento de que te vayas-

Me enojé de nuevo, ahora le dí una cachetada

-¿Quién te crees? ¿Crees que puedes venir y decirme lo que puedo o no hacer? ¿Te crees lo suficientemente valiosa para no amarme?¿Acaso no calgo nada para tí? ¿No represento nada? ¿Ni siquiera un gusto?...- me solté a llorar y me senté de nuevo en la silla... Ella no hablaba

-Disculpa- le dije - No sé porque dije eso, sé que tu no eres lesbiana y que yo, perdón...en verdad, perdóname...- tomé mi bolsa y me levanté, ella me siguió... metió las cosas al auto, subí y se acercó a la ventanilla.

-No podré ir a tu fiesta, perdón- dijo

-No hay cuidado- arranqué el auto...

-Te equivocas...- dijo- Tú y yo, compartimos más cosas de las que crees... - se dió la media vuelta y se metió a la tienda

¿Qué había sido eso? ¿Acaso ella...?

-Ella es lesbiana- y en mi rostro se dibujo una sonrisa, arranque el auto y fuí a casa...

Sin duda, el mejor de mis regalos de cumpleaños.

Invierno.
Cap. 10
Por: -Sonia-

Un año desde que llegué a ese pueblo, un año que se pasó muy rápido, en realidad después de saber que aquella tendera compartía los mismos gustos que yo, hice el intento por conquistarla a cómo diera lugar...

Pasaron meses, en lo cuales no podía ir a la tienda, o mi novia hacía las compras, supuse que sospechaba algo y evitaba que yo fuera al pueblo, en 5 meses , sólo llegué a verla cómo 5 veces, era frustante, cada vez que la veía, la deseaba más, anhelaba con hacerla mía, con entregarle todo.

Y ocurrió un milagro, una señal del destino... Mi novia me dejaría todo el mes de Diciembre sola, tenía un viaje de trabajo y aparte visitaría a su familia, yo tenía cosas importantes en el Conservatorio y no podía dejarlo atrás.

El primer día que se fue, lo primero que hice fue ir a la tienda, aunque ella lo ocultaba, notaba que su rostro se iluminaba cuando me veía y ponía una sonrisa particular ¿quizá le gustaba?

-Hola, después de tanto tiempo...Vengo a visitarte- dije riendo

Me invito un chocolate y platicamos sobre mi trabajo, cuanto tocaba y lo que hacía en el Conservatorio...

-¿Sabes? Esta Navidad la pasaré sola ¿te gustaría acompañarme?- le dije aquella noche, ella sonrió y me sirvió más chocolate...

-Claro, si quieres puedes venir aquí y cocinamos juntas,-

Así quedamos... las semanas previas a Navidad la visitaba para afinar detalles, para tomar café o ayudarle en la tienda, el poco rato libre que tenía, lo pasaba con ella.

Desde el 23 de Diciembre me instalé en su casa y me sentía feliz, acogida y simplemente feliz, el 24 abrió la tienda medio día y comenzamos a cocinar, platicabamos felices y hasta la hice reír...

-Tu risa es hermosa, pero sin duda la sonrisa es la que enamora- me miró y la noté incómoda- Perdón, no quise incomodarte...Sé que yo no te gusto, pero, no sé...me gustaría que nos trataramos más...

-¿No entiendes?- dijo y me miró a los ojos... -¿Acaso no lo entiendes?

No supe que decirle, si ahora me diría que no le gustaba y que la dejara en paz, lo haría... Pero debía saberlo ya

Me tomó de los hombros, me miró a los ojos y lo noté...después lo comprobé cuando ella me besó, el primer beso que medió, era cálido, arrebatado...cómo ella

Nos separamos y me dijo -¿no entiendes que te amo?-

Me helé...las dos paradas en la cocina, preparando la cena y yo...me sentía flotando...

¿Amarme? ¿Acaso eso era verdad?

Invierno.
Cap. 11
Por: -Sonia-

Su "te amo" resonaba en mi cabeza y sus besos los sentía en mi alma, entre besos nos fuimos hacía la habitación, me recostó suavemente en su cama... mientras sus manos recorrian mi cintura...Se separó abruptamente

-Espera, esto no está bien... ¿y tu novia?-

Callé sus palabras con un beso, ese beso que había esperado entregarle. La jalé de su blusa hacía la cama de nuevo, y desabotoné su blusa... cada botón aumentaba mi desesperación por tenerla, por descbrir los encantos que se escondían pero que esa noche serían míos...

Así fue cuando un lindo sostén color rojo se descubrió ante mí, dejando ver unos encantadores senos...ya no aguantaba mi desesperación por tenerlos, por liberarlos y sentirlos míos... La ropa me estorbaba y ella se encargó de quitarla, arrancarme los miedos, las incertidumbres, en cada caricia, cada beso, cada abrazo...

Aquella noche no pensaba en mi novia, ni siquiera pensaba en mí...La sentía sobre de mí, resbalando entre mi humedad sus dedos cada vez más rápido, tan rápido cómo mis gemidos y mi respiración, tan rápido cómo me había enamorado de ella.

Recorría su cuerpo con mis dedos, cada rincón quería acariciarlo y conocerlo...provocar dulces placeres que siempre la dejaran con ganas de más, con ganas de mí...

-Te amo- me susurraba mientras acariciaba mi cabello, revuelto entre sus piernas - Te amo- gritaba al llegar a uno de los tantos clímax de aquella noche...

Recibimos la Navidad entregándonos, conociéndonos. haciendo el amor...Ese amor que ella me había declarado y que era correspondido por mi parte.

Desperté a media madrugada, tenía hambre y busqué entre el refrigerador comida, la cena ni siquiera la habíamos terminado... Salí a la sala y ahí estaba el piano, esta vez si me senté , cerré los ojos e intente plasmar lo que sentía en esos momentos a través de notas, de música, de a poco fue surgiendo una melodía... Así latía mi corazón, a la par de ella, de su amor, de su humedad, de sus besos, de sus caricias, de sus dedos, lengua...su sudor.

-¿Qué haces?- me preguntó, estaba de pie enfrente del piano

-Te compusé algo...- dije, me acerqué a besarla, se apartó y me dió mi ropa

_Por favor, es mejor que te vayas...- se dió la media vuelta y se encerró en su habitación

No lloré en ese momento, me vestí y corrí a mi auto, manejé hacía mi casa y abrí la puerta, me derrumbé ahí, en el suelo... lloraba, el llanto no cubría lo mal que me sentía, ni me liberaba ni un poco...

-¿Por qué tienes que ser así? ¿Por que le tienes tanto miedo a amar, a ser amada?- lloré esa amarga Navidad, no sé ni cuando me quedé dormida, en el suelo frio...mientras algo dentro de mi se rompía...

-Todo fue un error...y ya no pensaré más en tí- juré aquella mañana...

Invierno.
Cap. 12
Por: -Sonia-

Siempre era una constante, la primera y la última nevada eran las más fuertes en todo el año, se avecinaba la última, lo curioso es que nadie se imaginaba que sería esa misma Navidad...

LA escena era la siguiente, yo tirada en el suelo...con una melodía en mi mente, me levanté y corrí al piano, la plasmé en papel para qe no se me olvidara y así fue cómo surgió "Melodía de Invierno"...

Aquella tarde se me hizo eterna, mirando hacía una pared, sintiéndome usada, sucia y estúpidamente enamorada de alguien que jamás me correspondería...

Sonó el timbre, no abrí, pero siguieron insistiendo...al abrir la puerta estaba ella, con una gran bolsa llena de comida hecha:

-Vine a ... cenar - tenía la cabeza baja , la dejé pasar... mientras tomaba un baño, ella acomodó la mesa, bajé y había velas, platillos que se veían deliciosos y ella con un delantal muy curioso... Había lágrimas en sus ojos, me abrazó y llorando me pidió perdón...

-No sabes, no sabes lo que la vida me ha puesto...me ha quitado, y lo que la felicidad me ha negado, no quiero, no quiero sufrir más...no por alguien- dijo, sequé sus lágrimas con mis besos y le sonreí...

-A veces hay que arriesgar lo que tenemos, nunca sabemos cuál es la recompensa...Es un todo por el nada ¿sabes algo? Por tí ...doy mi todo ¿lo tomas?- le dije, ella me sonrió y me abrazó...

Cenamos tranquilas, platicamos, bebimos vino...Por la noche bailamos y nos fuimos a dormir, abrazadas...La mejor noche de todas, en la que decidí mi nuevo destino... En el cual ella era la mujer que amaba, con la que compartiría mis Lunas y mis Soles, mis miedos e ilusiones...mis más oscuros deseos y anhelos, con la que compartiría mi alma, mi vida, mi corazón, mi cuerpo, mi mente y mi música...

Invierno.
Cap. 13
Por: -Sonia-

Esa última nevada no la olvidaría jamás, en ese momento comenzó nuestro idilio y decidí tomar una nueva vida.

Me mudé con ella, no era necesario vivir en una casa que ni era mía y me traía malos recuerdos. Tomé mi piano y mis cosas y me fuí de ahí.

Al llegar con ella, el viejo piano ya no estaba... nunca supe que significaba, pero debió haber sido algo importante y deshacerse de él, no era nada fácil... Pero bueno, ahora tendría el mío y hasta le había compuesto una canción que le enseñé

-Cada vez que me extrañes, toca la melodía y estaré contigo- le decía

Empezamos a vivir juntas en esa última nevada, cuando llegó mi (ex)novia a la casa la encontró sin mis cosas y yo en la puerta, le dí una carta, ella ni siquiera la leyó, la rompió y no me dijo nada, se fue sin decir más, lo extraño es que cuando fuí con el abogado, ella había firmado su renuncia cómo mi representante, había vendido esa casa y no sabían donde estaba, tomó una cuantiosa cantidad de mis cuentas de banco y desapareció...Hasta la fecha no supe que fue de ella.

-Ahora si podremos estar juntas las dos- le dije aquella tarde, la mirpe de nuevo, su cabello corto, sus pecas, sus ojos que ahora estaban iluminados, su rostro lucía radiante, feliz... Era el inicio de nuestra nueva felicidad..

- Te amo y no me cansaré de repetirlo- sus ojos se llenaron de lágrimas, ella estaba tan conmovida cómo yo, ni me la creía... Ella, era mi máxima fantasía, desde el primer momento en el que la ví, la quería para mí, mirarla , sentirla, amarla, olerla, probarla...

Y ahora era mía, cada día amanecería junto a ella, la mujer que amaba en verdad...

Invierno.
Cap. 15
Por: -Sonia-

Un año ha pasado, me sería imposible describir con palabras lo dichosa que me encontraba, feliz de estar a su lado, con una paz tan profunda porque ella al fin me había correspondido y ya llevabamos un año, se dice fácil...pero es: ¡lo mejor!

Al pasar del tiempo, las heladas se hacían cada vez más fuertes, lo que no llevaba a permanecer en casa, en cama, abrazadas...dándonos calor, precisamente esa noche fue la última nevada prevista, ella y yo habíamos terminado exhaustas después de aquella sesión placentera y llena de encantos...Estaba de espaldas a ella, quien me rodeaba mi cintura desnuda con su brazo...Sentía su respiración cálida en mi nuca, sus senos aún calientes en mi espalda y su humedad rozando mi piel... Se acercó a mi oreja, movió un mechón de cabello que la cubría y susurró:

-Feliz aniversario, mi amor- abrí los ojos y busqué los suyos, nuestros dedos se entrelazaron y sonreí...

-¿Así que la última nevada, será nuestro aniversario?- dije sonriendo... -Eras tan fría cómo el Invierno, pero ahora...te siento cálida, te siento mía- besó mi frente y me miró de nuevo a los ojos.

-Tu eres la calidez que me faltaba y esta última nevada me lo recordará de por vida...Además, puedo ser bastante cálida cuando me lo propongo, mi dulce pianista-

-Eso, debo corroborarlo nuevamente- la tomé del cuello y la besé apasionadamente mientras nuestras piernas desnudas se entrelazaban, de nuevo nos amamos, de nuevo nos sentimos...Nos entregamos la una de la otra sin cansarnos...

No nos cansamos, pasaron más de 10 años... No nos cansamos, nos seguimos amando cada día más... Sólo faltaba una cosa, casarnos y hacer legal aquel compromiso que ella y yo teníamos desde el alma...

Los milagros suceden y nuestro amor muy pronto se consolidaría...

Invierno.
Cap. 16
Por: -Sonia-

Milagros, los milagros ocurrían.

Nunca me había precupado por el matrimonio, estaba consciente que siendo lesbiana ese derecho no me era otorgado, y nunca me preocupo, hasta ahora...cuando sentía el mayor compromiso de mi vida, tenía la necesidad de hacerlo legal, que no fuera algo clandestino y que tuviera un reconocimiento por parte de la sociedad.

Así fue cómo me uní, desde la música, a las filas del activismo de la región donde vivíamos, había un proyecto para la inclusión de los matrimonios civiles entre personas del mismo sexo en el código civil y que tuvieran el mismo reconocimiento que cualquier unión matrimonial.

Fue un trabajo de más de 3 años, hacía recurrentes recitales para la visibilización, juntabamos firmas, hacíamos conferencias, talleres, la gente se sumó y al parecer adquirió una conciencia de que el amor puede ser expresado de cualquier manera y merece ser reconocido.

Gracias al esfuerzo de muchas mujeres y hombres, se le dió el reconocimiento legal a las uniones entre personas del mismo sexo...Esa misma noche, llegué a casa y le conté todo a ella...

-¿Casarnos? Eso no estaba en nuestros planes- dijo

-Claro que no, porque no era posible...Pero ahora lo es, podemos y debemos hacerlo...es lo que nos falta- tomé su mano

Se levantó y me miró -¿Acaso el amor no es suficiente?¿No lo entiendes? Yo no busco el reconocimiento de todos...yo sólo te quiero a tí- se fue a la habitación y se encerró...

Aquella noche dormí en la sala, fumaba y miraba a través del balcón ¿En que momento nuestros puntos en común se terminaban? ¿Acaso el matrimonio no era una meta compartida?

Lloré cómo hacía mucho no lloraba...Pensaba y por primera vez me preocupaba por el futuro... Yo anhelaba llamarla mi esposa, presentarla así ante todo mundo con el contrato legal que lo avalara...Y ella...no.

¿Hasta que punto una de las dos tenía que ceder?

Invierno.
Cap. 17
Por: -Sonia-

¿Casarme? En realidad nunca pensé que en algún momento de la historia de la humanidad se dieran esos derechos, me emocionaba la idea, pero ... no, no podía ¿el amor se debía demostrar de esa manera? ¿de una manera pública?

Esa semana fue extraña, ella tenía que ir al Conservatorio a preparar los detalles del gran concierto de final del Otoño, yo, me quedaba en la tienda, pensando...

No quería que esto terminará así, no quería sentirme enojada por algo que..no er relevante para mí.

¿Casarme? Desde pequeña esa idea no rondaba mi mente, desde chica me sentía diferente y una de las cosas que me gustaba era eso, que jamás tendría que estar con alguien, cómo una propiedad.

Esa noche miraba la Luna, pedía una señal, algo que me dijera cómo actuar, y me fuí a dormir... Desperté con un dulce olor a comida, era ella, me preparó el desayuno y me lo llevó a la cama, le sonreí, verla ahí, junto a mí...Era mi máxima felicidad ¿podía pedir más?

Entonces miré su rostro, ese rostro que quería me acompañara cada mañana y cada noche, esa alma que me amaba y ese corazón que me cuidaba...Entonces sonreí y tomé un decisión, lo haría...No le dije nada, sería una sorpresa...una sorpresa para nuestro aniversario.

Contacté a un viejo conocido, era un excelente joyero y le pedí un diseño exclusivo para un anillo de compromiso, estaría listo para el recital de Otoño.

¿Felicidad? Si bien mi felicidad no dependía de un contrato legal, el tenerlo podría segurarnos muchas cosas, entre ellas tener un patrimonio en común y compartir beneficios, además de un reconocimiento social...Quizá ya no lo hacía por mí, lo hacía por todas esas mujeres, quienes cómo yo, algún día tuvieron que ocultar su orientación, su identidad...Esconder el amor ¿qué de bueno hay en ello?

Invierno.
Cap. 18
Por: -Sonia-

Después de aquella discusión por lo de la boda, me distancié un poco de ella, era duro, me sentía tonta al no poder lograr que ella tuviera ese mismo proyecto de vida, al final lo compartiríamos ¿no?

Se acercaba el recital de Otoño, era un evento importante pues en él se proyectaban los nuevos elementos de varías orquestas y bandas de la provincia, así cómo presentar un poco de todo lo que se había logrado en el Conservatorio, ya llevaba más de 10 años bajo mi tutela y aún no me quitaban , así que debía dar mi mayor esfuerzo.

Llegó un momento en el que me resigné, yo había dejado todo por ella ¿no? Qué más daba que estuvieramos unidas por algo legal, al final podemos estar juntas de cualquier manera, la boda ya no me importaba, ya no lo quería, yo la quería a ella, la amaba de cualquier manera, y decidí dejar esa tonta idea del matrimonio atrás, quizá era un sueño mío o una ilusión, pero si ella no la compartiría, no tenía caso seguir luchando. Quería estar con ella y así era feliz.

El recital de Otoño llegó, desde el día anterio me la viví en el conservatorio y no la ví por la noche, pero se que ella llegaría, la busqué entre la gente y no estaba, en fin, no tenía tiempo de buscarla, el espectáculo estaba a punto de comenzar.

Alrededor de dos horas después estabamos con el último número, uno en especial que preparé para ella...pero no estaba, salí al escenario a despedir a todos, cuando me dijeron que había un númerp extra, me desconcerté ¿porque hacían cosas sin mi autorización? De repente la escuché...era "melodía de Invierno"...

Fuí al escenario, era ella, tocando esa melodía y mirándome... terminó de tocar, se levantó y me tomó entre sus brazos..

-Te amo- susurró - Sé que no toco tan bien cómo tú, pero quise que este momento fuera especial...Cierra los ojos...

Los cerré y sentí que su mano tocó la mía..deslizó algo en mi dedo, abrí los ojos, era...

-¿Te casas conmigo?- dijo

Lloré...miré en mi mano el anillo y respondí que sí, eúforica, feliz... me mostró su mano, tenía un anillo idéntico...la besé, todo el público aplaudio, veía a mi director de arte llorando, todo era emoción y felicidad...

-Te amo y por siempre estaré junto a tí...ahora seremos esposas-le digo mientras sigo llorando, de neuvo me reflejo en sus ojos, sé que para ella no fue fácil tomar esa decisión, pero lo hizo, no se imaginan el amor que siento por ella, es mi todo, es el motor, la fuerza de seguir...

Me reflejo en su mirada y acarició sus mejillas con pecas, acomodo el mechón de cabello que le cuelga en la frente, amaba su cabello corto y negro, sus ojos que me derretían, sus pecas en las mejillas... La amaba, no había marcha atrás.

Invierno.
Cap. 19
Por: -Sonia-

Mi vida al fin tomaba el rumbo que quería, la felicidad estaba completa, nuestra boda sería para la primavera, en el jardín cercano a la casa; los preparativos ya estaban hechos y todo pasaba con normalidad, el Invierno llegó y con él, los viejos recuerdos afloraron, cuando la conocí y cuando inició todo.

Pero, si algo he aprendido, es que siempre en la felicidad, llega algo que te cambia, te desetabiliza...y eso estaba a punto de cambiar.

Después del recital de Otoño, las cosas en el Conservatorio no se dieron tan bien, mi homofóbico jefe se enteró de la declaración de amor pública y comenzó a hostigarme, haciendo evidentes mis "errores" y matándome con una auditoría en pleno Invierno, esa semana fue un caos, de hecho toda la temporada lo fue, estaba de malas y con ella a veces me desquitaba, faltaba una semana para la última nevada, el frio se hacía insoportable.

Aquella noche jamás la olvidaré, por una estupidez le grité y dormí en la sala, entrada la madrugada sentí el deseo de estar con ella, fuí a la habitación ella sollozaba, me recosté y la abracé por la cintura...

-Perdón amor, no debí de haberme enojad contigo ¿cómo podría enojarme con lo más bello que tengo en la vida?- volteó y me miró, sequé sus lagrímas que corrían por sus mejillas...

-te amo- y me besó, fue un beso cómo nunca lo había sentido, esa fría noche hicimos el amor cómo nunca, me encantó, no había duda...pero tenía un dejo de, angustia.

Nuestro aniversario sería en 3 días y tenía una sorpresa para ella, un viaje expres a la provincia cercana, todo estaba arreglado, los boletos me los entregaron ese día, el día de la última nevada.

La auditoría terminó, no había nada que reclamarme y el rector despidió a mi jefe, habló conmigo por un buen rato y me ofreció un ascenso, lo que aseguraría quedarme en el Conservatorio para siempre, eso significaba que la tienda la seguiríamos manteniendo y yo podría hacer música cerca de casa; sin dudarlo acepté... Ese día sería el mejor, un ascenso, los boletos para el viaje del fin de semana, nuestro aniversario y seguramente ella estaría cocinando; la última nevada, la peor de todas...

-No salga profesora, afuera hay mucha neblina y el camino es inestable- me decían mis alumnos, pero no escuché...El viaje no duraba más de 10 minutos, si me iba lento quizá haría media hora.

MAneje cerca de 10 minutos a velocidad moderada, la calefacción no cubría el frio que se sentía...De repente el auto se detuvo, afuera no veía nada, sólo blanco, la nieve caía , el viento era fuerte y el frío entraba por cada rincón del auto, no podía calentarme más, mis dedos estaban empezando a entumecerse...

Es en este punto donde inicié la historia, en el final de mi vida, la respiración me cuesta cada vez más y he comenzado a sentir cómo me desvanezco, cierro los ojos y su mirada esta ahí, conmigo... cómo me hubiera gustado estar con ella... No siento las manos, ni las piernas, el frío me desgarra...PEro, alguien me está hablando, me sacan del auto, me llevan ¿quién es?...

Pierdo el conocimiento, pienso en ella... ¿acaso estoy a punto de morir? No, no puedo morir sin ella...no quiero morir aún.

Invierno.
Cap. Final
Por: -Sonia-

Me encontraba preparando la cena, era su platillo favorito, esa tarde cerré temprano la tienda y me puse a arreglar la casa, la llené de tulipanes y había una sorpresa... Un nuevo miembro de la familia a quién le llamé piano, era un hermoso cachorro que ella había visto en una tienda cercana.

Todo estaba listo, sólo faltaba ella...miré por la venta, la última nevada había comenzado, en mi mente deseaba que ella llegara en cualquier momento, pero si se demoraba era porqué la nevada estaba fuerte, la más fuerte desde hacía años.

Pero mi corazón no me decía lo mismo, sentía una gran presión, era un presentimiento...el teléfono sonó, contesté, no podía creerlo... tomé las llaves del auto y salí enseguida rumbo al hospital.

Mientras manejaba las palabras resonaban en mi cabeza -La profesora está muy mal, la encontramos inconsciente y casi congelada adentro de su auto, venga enseguida, ella la necesita-

No, no podía dejarme así, miraba el anillo que estaba en mi dedo, no antes de casarnos, no puede ser...no cuando ella y yo... No

Llegué al hospital y pasé a su auto, estaba inconsciente aún, sus dedos estaban amoratados, los dedos de sus pies también, el médico me dijo que no podrían salvarlos y que si ella sobrevivía jamás podría volver a tocar el piano ni caminar, no podía creerlo...¿Perder lo que ella más anhelaba?

Toda la noche la pasé junto a ella, hablándole, besándola, llorando y deseando que despertara y me dijera que me amaba, que ella estaría bien...

Pasaron 2 días, ella despertó pero no mejoró, me vió a los ojos y sonrió...

-No me he separado de tí ni un momento- le dije
-Nunca te voy a olvidar mi amor, si pudiera volver a nacer...te eligiría sin dudarlo-
-Vivirás y estaremos juntas- le dije, ella levantó un poco su cabeza y me besó

-Gracias por hacer de mi vida, algo maravilloso...Te amo y siempre lo haré- volvió a mirarme, sonrió y acarició mi mejilla...Cerró los ojos...se fue

La hipotermina le generó un colapso general y no pudo superarlo, no podía creerlo, ella estaba muerta... y yo ¿qué haría?

Pasó el funeral, pasaron meses y aún me parecía mirarla entrar por la puerta o verla tocando el piano, no lloré...no lloré durante un año, pero esa nevada me la recordó y tendida en el suelo del almacén lloré por días, ella ya no estaba ahí, ella ya hubiera sido mi esposa...Ella, el amor de mi vida.

Mi vida no continuó normal, descuide la tienda y muchas veces no la abría...la gente lo notaba, pero no se animaban a preguntar, mucho menos a ayudarme...

Cómo cada noche tocaba la misma melodía una y otra vez, la extrañaba con cada nota, la anhelaba en mi cama, en mi casa, en mi vida...quería que ella regresara...Piano se acercaba y me lamía, le sonreía... Y esa noche lo decidí...

Empaqué las cosas que podría llevarme, le llamé al notario y al contador para que pusieran a la venta la tienda y la casa, el abogado de ella me dió el control sobre sus bienes y una carta que le había dejado:

-Aunque no estuvieran casadas, ella le dejó los poderes necesarios para disponer de sus propiedades, especialmente de esta- me dió un sobre, eran las escrituras de una casa, una casa en las montañas...el sueño de toda mi vida- Ese era su regalo de bodas- me dijó el abogado

Y así inició una nueva etapa de mi vida, dejé de nuevo el piano ahí, no era necesario para recordarla, dejé la tienda y mi casa de toda la vida, dejé amigos y conocidos, dejé una vida entera.

El que ella ya no estuviera me dolía día con día, pero yo seguía aquí y seguiría por un buen rato, decidí que esa tragedia no me impidiera el seguir adelante, cómo ella siempre quizo.

Esa mañana tomé mis cosas, miré de nuevo hacía la casa, ella seguía ahí, la sentía... cerré los ojos y sonreí...

-Quizá tengamos caminos separados, pero en algún punto nos volveremos a cruzar, mi amor-

Ahí empezó mi nueva vida a lado de Piano, ahí empezó la resignación y el duelo... Cerré la puerta...y me fuí.

¿Qué me deparará la vida?

Comentarios

  1. Hola!!! Ahora dando lata por aquí :-D
    Tenía rato que no leía tus historias, pero en mi defensa tengo que decir que tuve problemas técnicos con mi cel y el internet... como siempre estupenda historia, triste pero muy linda, me gusto mucho!

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  2. Hola!!! Ahora dando lata por aquí!!! Tenía rato que no leia tus historias pero en mi defensa tengo que decir que tuve problemas técnicos con el cel y el internet... como siempre buenísima historia aunque triste pero me gusto!!!

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  3. Hola! Ahora dando lata por aquí :D
    Hace mucho no leia tus historias pero a mi favor tengo que decir que tuve problemas técnicos con mi cel y el internet... muy linda aunque triste, me encantan tus historias!!! Saludos...

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  4. Anónimo15.2.14

    T.T hermosa historia sonia gracias por tu inspiracion

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  5. Hola Sonia :) hermosas todas tus historias, pero esta es una de mis preferidas :3 gracias por compartir tus historias.

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  6. Anónimo12.6.14

    Hola Sonia..!! quiero felicitarte porq me encantan tus historias :3 y esta es una de mis favoritas :3 gracias por compartir ;)

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  7. Anónimo4.7.14

    Hermozizima hiztoria sonia muy triste pero maravillosa gracias...

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  8. Lloré desde la mitad de la historia. Sin duda todo lo que escribes mueve todo en mi.

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  9. Anónimo6.11.14

    Sin duda una historia hermosa, aun viendo un final como este, alguien en su muerte dio vida..me encanto!! por aqui seguiré leyéndote...

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  10. Sonia muchas felicidades, que hermosa historia.

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