El beso / quisiera



Por: -Sonia-
Cap. 1

En aquél viejo andén de la estación de trenes hay muchas personas, muchas historias, gente que viene, gente que va...Gente que se encuentre, se re-encuentra o huye de su destino, pero nunca se pierden, siempre están presentes.

En ese andén, en una de las bancas hay una mujer, tiene una maleta café y una bolsa de mano, revisa constantemente el reloj que tiene en su muñeca, cómo si cada minuto durara una eternidad, cada segundo fuera una espera interminable ¿Esperar qué? o más bien ¿ a quién?



Mira hacía las escaleras de acceso al andén, busca entre la gente, pero no encuentra algún rostro familiar, más bien no encuentra ese rostro que espera.

Mira el reloj que se encuentra en el andén, está a menos de 10 minutos de partir el tren, tiene que abordar ya...Pero espera...

-2 minutos más- susurra

¿A quién espera?

Remontemonos en el pasado de esta mujer, unos 25 años atrás, en sus tiernos 15 años, la preparatoria, era una etpa difícil para ella, muchas razones, rupturas familiares, la repentina muerte de su hermana quien era su confidente, una nueva escuela, viejas amistades perdidas y un nuevo rumbo que tomar.

Súmenle ahora el descubrimiento y aceptación de un lesbianismo latente, ella lo sabía, siempre lo supo pero nunca se atrevió a decírselo a alguien, excepto a su hermana, su mejor amiga, su guía.

-Te extraño a rabiar- decía cada día al despertar.

La prepa llegó, ella era una jovencita bastante atractiva, cabello negro y medianamente corto, ojos negros, mirada expresiva; estaba decidida a dejar el pasado atrás y vivir algo nuevo.

Primer día, no consiguió hablar con alguien relevante y así pasaron aproximadamente 3 semanas, hasta esa mañana, un chico se le acercó:

-¿Está ocupado este asiento?-
-Para nada- le dijó ella quitándose los audífonos... Lo miró y de inmediato hubo una conexión, no amorosa, sino de confianza.

Hablaron de música, tenían gustos en común tanto musicales, de cine, de televisión, de literatura, la Historia, las Artes...

-Seremos buenos amigos- le dijo él... Y así fué.

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 2

-Quiero confesarte algo- le dijo ella a él aquella tarde mientras caminaban de regreso a casa - Yo, bueno...no soy cómo las otras chicas- se detuvo y lo miró directo a los ojos...

-Eso lo sé, por eso me gusta estar contigo... ¿somos amigos, no? Dime lo que quieras... yo lo entenderé- dijo él

Ella cerró los ojos y abrió la boca y salieron las palabras -Soy lesbiana- abrió los ojos, él no dijo nada...la miraba asombrado y realmente no dijo nada, ella se soltó a llorar, pensó que lo perdería.

Salió de su estupor y él la abrazó -¿Somos amigos, no? Siempre lo seremos, y yo te quiero, tú me quieres... No hay más, eres la misma mujer de hace 5 minutos,eres la misma-

Ese abrazo reconfortante lo esperaba desde hace tiempo, recordé a mi hermana, abrazándome y diciéndome que ella siempre me apoyaría, que ella siempre estaría conmigo:

-Ya lo sentirás, cuando yo este aquí - siempre me decía

Ese abrazo lo sentí cómo ella, quizá ahora él sería esa alma que me reconfortaría y que me ayudaría en este proceso de descubrimiento, en el proceso de abrirme ante el mundo.

A partir de ahí nos convertimos en los mejores amigos, una especie de almas gemelas, de hermanos ... Durante los siguiente 25 años (casi)

La mujer del andén suelta las primeras lágrimas, el tiempo es algo tan relativo, en menos de un minuto recordó esos 3 años de preparatoria, el tiempo en el qu conoció a su único amigo de toda la vida, cuando ella reveló su lesbianismo a sus padres, cuando por fin aceptó lo que era y encontró su vocación en la Historia.

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 3

Ahora vayamos 5 años atrás, cuando ella recién cumplió 35
¿Qué había sido de su vida?

Cuando terminó la prepa, ella y él acudieron a la misma Universidad, mientras ella se especializó en Historia, el decidió irse por las Artes.

Primero, al terminar la licenciatura se dedicó un tiempo a dar clases, antes de meterse a estudiar un posgrado en Historia del Arte, mientras él se desarrollaba cómo un artista independiente.

Así pasaron alrededor de 5 años, cuando ambos cumplieron 30 llegó un parteaguas en su vida, ella fue invitada cómo DEcana en una prestigiosa Universidad del interior del país y él decidió recorrer el mundo, se separaron físicamente, pero el vínculo que los unía no se podía terminar.

En lo amoroso, ella no sabía mucho, siempre se involucraba con las mujeres equivocadas pero el punto a favor es que nunca duraban mucho, tenía una idea rara del amor y pensaba que había uno sólo, un alma gemela que al mirarla se descubrirían, ella la esperaba, no tenía prisa; además su vida laboral era complicada.

Lo contrario le pasó a él, una tarde ella recicbió una llamada, en un impulso se había casado con una hermosa escultora, ella no pudo ir a la boda, pero ... se tendrían que conocer.

El tiempo era ahora, ambos tenían 35; él regresaba al país y pronto se reencontrarían.

Fue en el cumpleaños 35 de ella, esa noche la marcó de por vida; él la invitó a cenar por su cumpleaños, después de 5 años se volvería a ver y conocería a su nueva esposa, acudió puntual a la cita, él abrió la puerta...Se abrazaron, lloraron y la llevó hacía la sala, miró de reojo a la cocina, había una figura que llamó su atención...

Se sentaron en el comedor, ella acomodaba su servilleta cuando el le dijo:

-Ella es mi esposa- levantó la mirada y lo supo ¡Era ella! ¡Su alma gemela! fueron una cuestión de instantes en el que las miradas de ambas se cruzaron, sintieron ese impulso dentro de ellas, dentro de las dos...Se miraron, sonrieron, estrecharon sus manos y al unisono dijeron -Mucho gusto-

Aquella noche fue extraña, la atracción entre ambas era aparente, pero él no la veía...Al despedirse, ella tomo la mano de la esposa de su amigo y la besó

-Espero volvamos a vernos- le dijo

él abrazó a su entrañabale amiga, mientras las miradas de ambas mujer se cruzaban.

-Esta no sería la última vez- pensó ella...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 4

Es momento de situar mi historia... ¿A quién espero? Si, es ella... esa alma gemela que descubrí en la esposa de mi mejor amigo, de mi otra alma gemela ¿Cómo pude hacerle eso?

La pregunta ahora no es ¿quién?... Más bien es ¿vendrá? Esa respuesta ni yo lo sé, por eso espero ansiosa en este andén, ya han pasado 5 minutos, debo abordar el tren... PEro la ansiedad me dice que espere, en cualquier momento ella podría aparecer bajando las escaleras y corriendo a besarme.

5 años desde que la conocí en aquella cena, cuando nuestras miradas se encontraron y supimos que estabamos predestinadas al amor entre nosotras.

Muy bien, pues ahora les contaré que pasó después de esa cena, después de nuestro primer encuentro.

No dejé de pensar en ella ni un momento, su imagen me acompañaba a cada momento, en cada pensamiento...Ella era la mujer por la que había esperado toda la vida ¿Acaso me correspondería?

A partir de ese día mi único objetivo era volver a verla, aunque mi amigo estuviera, yo necesitaba verla y reflejar en mi mirada esa certidumbre de que ella era para mí.

Las ocasiones no me favorecían, mi amigo tenía muchas cosas por hacer y ella, bueno, no teníamos la suficiente confianza para citarnos a solas... Así que lo hice, la invité a dar un Seminario sobre escultura moderna en la Universidad, bueno, primero invité a mi amigo pero él se negó, al parecer le estaba dando un giro en la vida y ella, aceptó gustosa.

He ahí mi oportunidad, la tendría por 8 meses trabajando a mi cargo, podría conocerla, podría saber si mis presentimientos eran ciertos; aquella mañana llegó en un precioso traje sastre:

-Bienvenida- le dijé y estreché su mano, de nuevo sentí ese choque reccoriendo mi cuerpo, era ella.

-Gracias y espero que no me trates cómo la esposa de tu amigo, trátame cómo una profesora más- dijo

-No eres una profesora más, pero tampoco te veré cómo la esposa de él- sonreí...

Ahí comenzó nuestra historia...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 5

2 meses y no había logrado acercarme a ella, hablar o al menos hacernos amigas, aunque nos saludabamos a diario, no podía acercarme, me paralizaba por completo.

Esa tarde acudió a mi oficina cuando terminó su clase, se notaba angustiada, pidió hablar en privado conmigo, le pregunté que le pasaba:

-Necesito un adelanto de mi sueldo ¿será eso posible?- dijo

-¿tienes deudas? ¿Puedo ayudarlos en algo?- y me acerqué donde ella esta sentada, se soltó a llorar

-él tiene muchas deudas, en realidad no sé que es lo que haga con su dinero, pero la mensualidad de la casa y todos los servicios tengo que pagarlos, él no aporta nada-

Era mi momento, la abracé, olí ese dulce perfume que expedía, cerré los ojos, la sentí mía...quería sentirla aún más mía, le dí un cheque esa tarde y ella me abrazó aún más fuerte.

-En verdad muchas gracias, eres una gran... amiga- me sonrió

¿Amigas? Ella no debía ser mi amiga...Ella debía ser algo más...PEro bueno, era un comienzo.

Pasaron 3 semanas hasta que me decidí a invitarla a cenar, esa tarde se habían cancelado las clases y no le avisé, llegó y preguntó por los alumnos, le dije que no asistirian hoy...

-Si no tienes anda que hacer ¿me acompañarías a comer?- le dije

Ella sonrió y aceptó, la llevé a un restaurante muy hermoso que estaba algo alejado de la Universidad, pedimos de comer y empezamos a charlar, era raro, con ella no se me acababan los temas de conversación y a ella tampoco, charlabamos de todo, me habló de su vida, de su pasión por las Artes y de cómo lo conoció a él.

-En realidad nunca pensé enamorarme de un hombre - rió- Pero el tiene tantas cualidades que me fue imposible no hacerlo- me miró a los ojos, me quedé pensando

¿Enamorarse de un hombre? Ella notó la confusión en mi mirada, se acercó a mi oído y me dijo:

-Sí, soy cómo tú- me helé...la miré, ella me sonreía...Esa tarde seguimos charlando, pero...no podía creerlo, ahora tendría más oportunidades de conquistarlas...

Aunque, seguía siendo la esposa de mi amigo...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 6

"Sólo quiero que me hagas dueña de la luz que se anida en tu boca"

A partir de esa declaración no pude dejar de desearla, cada mañana al verla por mi oficina la más estúpida de las sonrisas se dibujaba en mi cara, ella lo sabía y parecía que me provocaba, con un escote más pronunciado, con una falda más corta, con una pose que me seducía...Y con esa sonrisa dibujada por esos labios...

¿En qué momento terminaría todo? Por más que quisiera hacer algo, ella era la esposa de mi mejor amigo, de mi casi hermano; pero no podía dejar de pensar en ella, de imaginarla entre mis brazos, de desearla...querer sentir cada uno de sus movimientos en mí.

Pasaron así otros meses, estaba a punto de terminar el seminario, yo no podía dejar que ella se fuera, esa noche tenía que asistir a la inauguración de una prestigiosa galería, pero necesitaba que alguien me acompañara, de nuevo tenía esa oportunidad. Cuando pasó por la tarde a mi oficina, la invité:

- Lo siento, él también fue invitado- la miré algo extrañada, ya que el evento era sólo para promotores de arte o para académicos destacados, tenía curiosidad por saber quién lo había invitado.

-El mismo director de la galería, son amigos ellos dos- Después de decir eso , salió y se fue.

Me quedé toda la tarde pensando, aquél director de galería era toda una fichita, aunque a él no se le había culpado directamente, la gente a su alrededor terminaba encarcelada o desaparecida, era bien conocido que este ambiente del Arte también tiene su vicio, y el tráfico de armas, drogas e incluso obras de arte, no era algo nuevo...lo alarmante es, ¿porque su esposo era tan amigo de aquella fichita?

En fin, invité a una de las hermosas becarias que estaba bajo mis órdenes y fuimos a la inauguración, el primero en saludarme fue ese director, no me daba buena espina, tenía una mirada pesada y un ambiente particularmente incómodo se presentaba cuando él estaba cerca, pero en mi posición de Decana no podía dejar de ser amable, entré a la galería y la busqué, bueno, los busqué...

Un seductor vestido rojo llamó mi atención, particularmente la musa quien lo llevaba puesto, me acerqué a ella y acaricié levemente su espalda, era mi oportunidad de coquetear:

-¿Y él?- le dije

-vino y me dejó acá, tenía que hacer unos encargos, al parecer está trabajando en esta galería- dijo algo desanimada

-¿sabes? me aburren estas inauguraciones... ¿me dejarías invitarte un trago?- le dije

Ella sonrió y colocó su brazo alrededor mío, salimos de ahí, sí, olvidé a mi becaria allá adentro, pero seguro se las arreglaría.

Subimos a mi auto y me dijo:

-Tengo una idea mejor, ¿compramos una botella y vamos al mirador a las afueras de la Ciudad? La vista debe ser hermosa con esta noche tan estrellada- me miró de nuevo y sonrió...

No dije más, fuimos a una licorería, compramos vino y unas copas improvisadas... nos dirigimos al mirador...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 7

"Yo quisiera tan sólo besarte, aún sin darte tu beso soñado...pero quiero rezar en tu boca la ardiente plegaria que sangra en mis labios..."

Sólo podía pensar en eso, quería besarla ya; llegamos al mirador, salimos del auto y nos acomodamos enfrente de este, serví las copas y brindamos...

-Por el placer de conocernos- dije,ella se acercó y dijo...

-Por el placer del encuentro- sin imaginarlo acercó sus labios a los míos, y me beso... ese beso esperado por mí ¡estaba pasando!

No hizo falta más para meternos de nuevo al auto, al asiento trasero, ella seguía besándome mientras acariciaba mi nuca, revolvía mi cabello y sus manos comenzaban a desabotonar mi blusa, me separé:

-Espera, esto está mal... tú eres la esposa de mi mejor amigo - dije

-Y tú eres la mujer que más he deseado en mi vida, quiero que me hagas tuya esta y mil noches más...- ella estaba fuera de sí, completamente excitada, era más que evidente la atracción entre nosotras...

Ese asiento trasero, donde la sentí por primera vez, después de mi blusa, fue mi pantalón el que salió, se colocó sobre de mí y con un rápido movimiento deslizó su seductor vestido rojo através de su cuerpo, era hermosa...

La tomé sin restricciones, di rienda suelta a mis deseos y en aquél asiento trasero se quedaron mis gemidos, sus jadeos, los rasguños que provocaba en mi espalda y la humedad con la que llenó mi boca, esa misma humedad que tanto había soñado pero que en la realidad era aún más adictiva.

-Quisiera que fueras sólo mía- le susurraba mientras mis dedos provocaban a aquella fuente para que brotara más

-Lo seré- decía entre jadeos- seré tuya- susurró en mi oído, mientras sus brazos rodearon mi cuello, se estremeció y el clímax llegó.

Aquella noche fue larga en aquel mirador, el amanecer nos sorprendió a través de la ventana, aún seguíamos sintíendono, probandonos... Llegó el momento de irnos.

-¿Qué pasará a partir de ahora?- le dije cuando la dejé en su casa, me besó y me dijo...

-No sé tú, pero yo quiero repetir lo de anoche- volvió a besarme y salió del auto

¿Qué es lo que habíamos hecho?

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 8

"La ardiente plegaria que sangra en mi labios..."

Esas palabras que quisiera decirte a diario, esos momentos que quisiera compartir contigo; después de ese primer encuentro la ansiedad invadió todo mi cuerpo, el desearte más y el querer conquistarte fue el motor que llenó mis días, quería aprovechar los últimos meses en los que trabajaríamos juntas, quería estar junto a tí.

Olvide de momento a mi mejor amigo, ese amigo que se convirió en mi hermano y que en el momento más crítico de mi vida me brindó su apoyo incondicional logrando que aceptara mi lesbianismo, así cómo me permitió seguir adelante pese a la pérdida de mi hermana; el era algo más que mi hermano, lo amaba profundamente.

Pero ¿qué podía hacer? Ella era la mujer que había soñado toda la vida, lo sentí desde la primera vez que la ví, cuando cruzamos miradas supe que ella era mi alma gemela, el tiempo que estabamos juntas se pasaba tan rápido, a veces me sorprendía lo transparente que era ante ella, ella podía leerme, sentirme, hacer que hiciera lo que ella quisiera, estaba rendida...estaba atrapada en una encrucijada.

Era el momento de tomar una decisión, la lealtad a mi amigo o el posible amor de mi vida.

Aquella tarde sentada en mi oficina, fumando...lo reflexionaba, alguien tocó la puerta, era ella.... Nos miramos y me sonrió.

-¿Nos vamos? Esta vez yo te invito a comer-

La miré de nuevo, los recuerdos de la preparatoria se amotinaron en mi mente, la miré de nuevo, esos labios seductores, esa figura que me provocaba...Esa atracción inexplicable.

La decisión estaba tomada, agarré mi bolso y la tomé de la mano, salimos del edificio, subimos al auto y sin reparos nos besamos...

"Siempre muero a los pies del deseo que al verte se vuelven canción dentro mío..."

Era inevitable no escogerte...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 9

-Quiero estar contigo- le dije una de esas tardes que pasabamos en mi departamento, entregándonos a un deseo que sabíamos prohibido pero que no podíamos quitarle lo excitante.

Me miró de nuevo, movió levemente sus labios..Esos labios que me llevaban a ceder ante ella...se acercó a mi oído...

-También quiero estar contigo...te amo ¿no lo sientes?- tomé su barbilla

-Repite eso- le dije

-Te amo- y me besó, esas palabras eran tan dulces saliendo de su boca, de esos labios que no podía cansarme de besar, de gastar demostrándole lo que ella provocaba, significaba.

-También te amo, no dejo de pensar en él....Pero te juro que no puedo evitarlo...-

-Fue así desde el principio, lo sentí- dijo...- también he pensado en ello, fue algo a primera vista.

Aquella tarde seguimos compartiéndonos, sintiéndonos...el mañana no me importaba si yo estaba con ella, pero... no podía dejar a un lado que el presente no sólo era ella, sino también su esposo.

"El color de la noche encendida, el poema que no te terminado...La pasión, la razón, los pecados, el modo de hablar y este grito olvidado, cómo un rayo has llegado a mi vida, robándome todo..."

Esa tarde decidimos estar juntas, muy pronto...Empezamos una relación clandestina...Nuestro amor prohibido.

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 10

Dos meses del final del Diplomado, trabajo arduo para ambas y con eso miles de pretextos para amarnos sin reparos en cualquier espacio, en cualquier lugar...

Con él, traté de comportarme normal, aunque él se notaba distante, mi paranoia me llevó a creer que era por la relación tan "estrecha" que llevaba con su mujer, pero lo conocía, el estaba preocupado por otras cosas, se le notaba cansado, más delgado, ausente, con ella nunca hablaba de él, pero no podía evitar sentirme preocupada.

Esa tarde recibí una llamada de él y me pidió verlo con urgencia, nos citamos en un café cercano, al mirarme me abrazó...Recordé ese abrazo y la culpa me invadió por un momento.

Hablamos del mi trabajo, el estaba ausente...hablaba de la galería, de repente hizo una pausa:

-Debo de huir del país inmediatamente, necesito que me prestes dinero y juro que lo pagaré..-

Por el dinero no tenía problema, pero...tenía una incertidumbre y sin preguntarle me dijo.

-En cuánto termine el Diplomado ella, arreglaré todo y nos iremos, quizá no regresemos jamás-

No, no podía dejar que eso pasara, que me arrebatara al amor de mi vida, que se la llevara sin más

-¿Qué es lo que hiciste?- le dije

No hablaba, lo sacudí de los hombros y noté las lágrimas en esus ojos...

-Hice enojar a las personas equivocadas, en cuánto me vaya de aquí, debes jurar que no volverás a hablar de mí con nadie, no soportaría la idea de que te lastimaran, si no tuvieras tu vida hecha aquí, te pediría que te fueras con nosotros, eres mi hermana, eres mi mejor amiga- me dijo y volvió a abrazarme

-¿Ella no sabe nada, cierto? ¿No le has dicho sobre el viaje?- pregunté

-No, aún no...Ella no debe saberlo con tanta anticipación, cuando se lo diga será en el mismo momento que nos vayamos-

-No entiendo, debes de decírselo, quizá ella no quiera irse, tiene una vida aquí, un trabajo y muchas ofertas- trataba de persuadirlo

-Ella es mi esposa, ella me debe acompañar...Además ellos saben lo mucho que la amo y no podría defenderla ante lo que ellos pudiesen hacerle- lloró de nuevo

En ese momento quería contarle toda la verdad, decírle que yo la defendería ante todo porqué la amaba, quizá más de lo que él la amaba...Era el amor de mi vida ¿eso no podría entenderlo?

Regresé a la Universidad, ella esperaba en mi oficina, lo primero que hice fue abrazarla y soltarme a llorar, ella me abrazaba, la sentía mía ¿acaso eso no era amor? No hable de nada con ella, quería disfrutar los últimos momentos que me quedaban a su lado...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 11

Los días pasaban con lentitud, aumentando mi agonía...El tan sólo pensar que ella se iría de mi lado me hacía querer mandar todo al demonio y estar con ella solamente, tenía que lograr eso.

Era obvio que él se había metido con las personas equivocadas, personas con las cuáles no debía meterme ya que pondría en peligro no sólo mi vida, si no la de ella... Tenía que tomar cartas en el asunto, mi poder debía servir de algo y salvarlo a él...o quizá dejarla a ella conmigo.

Entonces recordé aquél viejo amigo, lo llamé y nos citamos... Le conté un poco sobre lo que estaba pasando y me prometió investigar al respecto.

Los días pasaban aún más lentos, ella se sentía tan cálida e inminentemente sería lejana, no podía hacer más que acatar mi destino y resginarme de una vez.

El día marcado llegó, no me presenté en la Universidad, apagué mi celular y me perdí, manejé al mirador de la primera vez, me senté a ver el atardecer, fumaba y pensaba en ella...Ese primer encuentro que desencadenó todo.

Por la madrugada fuí a su casa, ya estaba vacía... Era obvio, ella no podía haberlo dejado, al final...era su esposo; lloré por horas mirando su casa, manejé a casa y seguí llorando, bebiendo del vodka que almacenaba y llorando...recordándola, respirando el perfume que dejaba en mi almohada.

-Te amo- repetía...lloré hasta quedar dormida, no salí de mi casa por días, me desconecté del mundo, de sus estúpidas ironías, de su triste destino que me había dictado.

Traté de retomar mi vida, me presenté de nuevo en el trabajo, resolví los pendientes y revisé mi e-mail...entre varios correos basura que no leía, hubo uno que llamó mi atención, era un remitente desconocido y el título era: "Quisiera...amor"

Lo abrí temerosa y de repente sonreí, era ella...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 12

"Quisiera estar contigo y que nuestras circunstancias fueran otras, estar contigo aunque no fuera la mujer que buscas o la mejor...Quisiera poder haberte dicho adiós, pero este es nuestro destino. No sé porqué presiento que él se enteró de lo nuestro y no quiero que su amistad termine por mi culpa, no podría perdonarmelo jamás... Debes prometerme que olvidarás esto y que serás de nuevo su amiga, el te necesita, estos días lo he notado distante, ajeno, ansioso, es evidente que algo le pasa...pero, no se qué es...

Quisiera estar contigo, sólo contigo, pero el destino nos tiende trampas que ni nosotras mismas prevenimos; no me siento bien, aquí no hay trabajo y el dinero se agota, ya no sé que puedo hacer. Te necesito"

Ese era el correo que ella envió, de inmediato le respondí diciéndole que me diera su dirección, iría a verlos y a ayudarlos, me era urgente saber donde estaba ella, no podía dejarla ir...

¿Quisieras ser la mujer de mi vida? Ya lo eres y haré lo imposible por pasar el resto de mi vida a tu lado...

Esperé semana por una respuesta, al fin cedió y me envió los datos precisos, organizé todo en la Universidad para ausentarme por unos meses, arreglé mis cosas y partí a su encuentro.

Recuerdo cuando llegué a ese viejo departamento, ella me abrió la puerta y me miró sorprendida...

-¡Estás aquí!- aventé mis maletas y la besé sin importarme nada más, sin recordar que mi amigo podría estar ahí

-Te extrañe, te amo... no dejaré que te vayas de mi lado de nuevo- nos abrazamos, la sentí mía de nuevo...Pero esta vez haría las cosas bien.

Esa tarde la pasé con ella, mi amigo había desaparecido por unos días...

-En realidad no comprendo que es lo que pasa, desde hace meses lo noto así, tengo miedo que esté enfermo- me dijo

Tomé su mano y le pregunté - ¿lo amas?-

Ella sonrió y acarició mi mejilla -Te amo a tí... sólo a tí y quiero estar contigo ¿no lo entiendes? Eres el amor de mi vida...-

-Por quién siempre esperé- continué la frase, de nuevo la besé...Esos labios que me habían seducido desde el principio eran míos de nuevo.

Ahí retomamos nuestra vida juntas... Pero yo, tenía otros planes.

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
Cap. 13

Nuestro amor, eso era, amor verdadero pese a todo lo prohibido que pareciera... Seguimos alimentándolo, entregándonos a el...al amor que sentíamos por las dos.

A veces la pasabamos en el cuarto de hotel donde me hospedaba, pero cuando él no estaba la pasaba con ella, en el departamento donde vivía.

Realmente desconocía todos los detalles de lo que él estaba haciendo, tenía una vaga idea pero nunca se lo comenté a ella, no quería alarmarla o ponerla triste por algo que ni tenía la certeza, aún... Sólo la quería a ella y sabría cómo hacerlo.

Una noche me llamó llorando, él le había gritado y se había ido sin decir a donde, fuí a su casa y la consolé...no podíamos evitar nuestro deseo y nos entregamos en ese mismo instante, cada vez que hacíamos el amor se convertía en algo más intenso; el sentirla entre mis brazos y escuchar el placer que provocaba en ella me llenaba de una satisfacción que no tuve jamás...Yo quería hacerla feliz a cada instante, brindarle placeres, emociones que nadie más le había dado...

Hicimos el amor hasta el amanecer, la miraba dormir entre mis brazos, era la imagen perfecta...la luz del día reflejando en su rostro... la amaba, no había más.

-Quiero pedirte que te vayas conmigo, tengo los boletos de tren, podemos partir esta noche, si quieres- susurré a su oído

Desperó y me miró incrédula -¿Es verdad?-

-Claro, podemos empezar nuestra propia vida, sin nadie más- me besó cálidamente y nuestros cuerpos aún desnudos se fundieron en un abrazo.

-¿Por que no me lo habías pedido antes?- dijo

Sonreí y volví a besarla, me vestí y la cité esa noche a las 8 en punto para abordar el tren, me despidió en la puerta y me volvió a besar.

Esa fue la última vez que la ví...

La mujer sigue en aquél anden, el tren ya marca las 8...aborda el tren, no llegó... De repente una fuerza extraña la hace bajar y regresar al andén, no sabe bien que pensar pero no quiero subir al tren, no sin su amada.

Lo que ella no sabe es que mientras esperaba, su amada acomodaba sus maletas, y dejaba todo en orden, quizá esperaba a él, quizá no... Pero él llegó, tenía un semblante lleno de odio, de rencor...de enojo y en su mano, tenía una pistola.

-¿Así que ese es el jueguito que han estado ocultando ambas? ¿Cómo pudieron? Las dos mujeres que más amo en el mundo... ¿engañándome? ¿Acostándose y haciendo el amor en mi propia cama?- su rostro estaba fuera de sí... y con el arma le apuntaba a ella

-Espera, puedo explicarte todo, no lo planeamos, simplemente pasó y ya no podemos hacer más...nos amamos...- dijo ella

Él siguió apuntándole, empezó a llorar... y a decir tantas cosas:

-¿Amarse? Si tú yo nos amamos... si tú y yo....debemos estar juntos, por eso te llevé lejos, para que nadie te hiciera daño, para que ellos no te encontraran y mira con lo que sales...Engañándome, con una mujer...con mi mejor amiga, pero no...tú y ella no serán felices...

Apunta el arma y avanza, ella retrocede hasta quedar entre la pared y el arma que le apunta... Cierra los ojos, la mira a ella...llora, la imagina en ese andén, al que nunca llegará...

"Quisiera ser amo y único dueño del tiempo y llevarlo al encuentro contigo..."

Se escucha un disparo...

El beso/quisiera
Por: -Sonia-
FINAL

Cierra los ojos, se escucha un disparo, las lágrimas cubren su rostro y temerosa abre la vista, hay un hombre que no es su esposo, con un arma recién disparada ¿qué había pasado? Es tanto el asombro que cae al suelo ella, ahí yace él...él que por años fue su esposo, su primer amor, pero no el más grande, lo toma del rostro, lo mira y le da un último beso.

-Perdón, no quería que las cosas fueran así- llora ella...

El hombre que disparó se acerca y se identifica, es investigador de la policía.

-Los hemos seguido desde hace meses, sobre todo a él, ha cometido varias faltas pero ahora no podrá, además ... querer matar a su esposa, menos mal que llegamos- dice

-¿Pero?- ella esta bastante confundida, el hombre la toma de la mano para levantarse y la lleva al comedor, se sienta y habla con ella, le explica sobre el tráfico de armas y drogas en los que incurría su esposo, los ataques que llevó a cabo contra policías y las bajas que había ocasionado.

-Sé que no debí dispararle, pero fue lo primero que se me ocurrió, no iba a permitir que matara a alguien más, además ellos están sobre de él, en cualquier momento podrían venir- el hombre saca del bolsillo de su chaqueta un sobre y se lo da a ella

-No podía permitir que te mataran, ahora es el momento de que tú y la persona que ayudo en esta investigación sean felices- ella abre el sobre, son boletos de tren - Te está esperando en el andén- dice él.

Ella sonrié y le da las gracias, toma la maleta que había armado y sale del departamento, aún nerviosa, pero de alguna extraña manera está feliz, no lo asimilará tan fácil, pero ¿que importa? Ella estará con la mujer que ama.

Mira su reloj, son más de las 8...sólo anhela que ella aún esté ahí, toma un taxi y se dirige a la estación de trenes.

Pasan los minutos lentamente, la desesperación y la incertidumbre la embargan ¿y si se fue? Llega a la estación, son casi las 10... los boletos son para el tren de la 10:30

-Por favor, qué esté ahí- piensa... y corre, corre sin importarle nada, corre a su destino.

Baja las escaleras que dan en el andén... mira por todas partes y de repente la ve... lleva un abrigo café y una maleta en la mano, no puede evitar llorar, la mujer del abrigo voltea y sonrie, se aproximan...

-Pensé que no llegarías- le dice

-¿Cómo podría dejar ir al amor de mi vida?- responde, aún con lágrimas en los ojos.

Se besan, ese beso soñado al fin aparece, un beso lleno de espera, de seguridad, de deseo...

-Creo que hay un tren que debemos de tomar- y le enseña los boletos que le dió el policía, la otra mujer sonrié, no son necesarias las explicaciones, saben que ahora son libres para compartirse, para vivirse, para sentirse...

Abordan el tren, se les ve felices, dichosas... se toman de la mano y vuelven a besarse.

-¿Te arrepientes de haberlo dejado?- le pregunta

-Me arrepiento de no haberte conocido antes, mi amor...mi verdadero amor- vuelven a besarse...

El tren avanza y ellas dentro de éste se preparan para un nuevo destino, un nuevo camino... compartir el amor y vivir con el; ese amor que no planearon, que llegó de repente...cómo aquél beso soñado.

"Quisiera ser el final del camino para tener preparado y cumplidos tus sueños... y a donde quiera que vayas ser tu destino."

Comentarios

  1. Anónimo8.8.14

    Preciosa historia...llegue aquí de casualidad en verano y vacaciones ,una mañana,temprano y fue grata la sorpresa.gracias desde Madrid.Isabel

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  2. No tengo palabras para esta historia, no cabe duda que cuando encuentras el amor real es lo máximo.

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