Cualquiera
Cualquiera
Cap. 1
Por: -Sonia-
Soy una
mujer cualquiera, una abogada cualquiera, una esposa cualquiera... Y me enamoré
de ella, perdidamente y sin marcha atrás.
Nací en el
seno de una familia de abogados, mi madre y padre se dedicaban a eso y desde pequeña
fui educada en un Colegio Católico, era un internado que tenía un nivel
educativo excepcional, pero también aprendí valores y prejuicios que llevaban
una carga moral muy castigadora.
Y así fue cómo a
los 15 años tuve mi primer intento de suicidio, había descubierto que estaba
enamorada de una amiga del Colegio, pero... eso me decían que era pecado.
Mi madre y padre
hablaron conmigo, afortunadamente aceptaron la situación y me alentaron a
seguir mi vida, estudiando Derecho.
Así lo hice, me
gradué con honores y decidí formar mi propia carrera, lejos de la sombra del
nombre de mis antecesores abogados. Decidí ser defensora de Derechos Humanos,
especificamente de minorías vulnerables: población LGBTTTI, indígenas,
migrantes y trabajadoras sexuales.
Me casé con una
compañera de la escuela hace ya unos 5 años, a la larga me di cuenta que había
un grato compañerismo entre ambas, nada más... pero, al ser yo una promotora
del matrimonio igualitario, tenía que predicar con el ejemplo.
¿Ahora entienden
porque soy cualquiera? Una máscara, una personalidad ficticia... amo mi trabajo
pero sólo eso, me falta algo... siempre lo supe.
Fue durante una
redada en un bar clandestino, ese día la vi por primera vez... la sacaron a
jalones del lugar e intervine:
- “ Eso es abuso
de autoridad... voy a interponer una queja“ - dije furiosa
En el medio era
muy reconocida y tenía un peso importante... la soltaron y me acerqué:
-¿ Estás bien?
¿Porqué te sacaron así? ¿Trabajas aquí?
- No exactamente-
respondió sonriendo - Gracias, pero ahora necesito seguir trabajando.
Ojos negros,
cabello negro, cuerpo seductor y una personalidad fuerte...
- Toma mi tarjeta,
cuando necesites algo... puedo ayudarte- dije titubeando.
- ¿Leonora? Soy
Samantha, todos me llaman Sam... siempre ando en esta zona, gracias- dijo y se
fue
Y esta abogada
cualquiera se fue a fijar.. en aquella a quienes todos llaman una cualquiera...
Cualquiera
Cap. 2
Por: -Sonia-
Quería volver a
verla, así que regresé al siguiente día. Me encontré a una vieja amiga:
"La wera".
- Hola "mi
lic" ¿qué la trae por aquí?
- Nada, quería ver
si todo estaba bien después de la redada de ayer.
- Sí, ya sabe que
nos las arreglamos ¿sólo por eso vino?
- En realidad...
buscaba a una de tus compañeras, me dijo que se llama Samantha, ayer le tocó
agresiones fuertes.
- La Sam, sí así
es ella... trabaja en la esquina de allá, pero creo que hoy no vino... seguro
se enfermó su hijo.
¿Hijo? En serio no
me esperaba eso, creí que era mi momento de irme, derrotada:
- Sería bueno que
armara otra vez lo de esos talleres para nosotras, la violencia se hace cada
vez más grande y muchas pensamos en retirarnos ya.
- ¿Las jornadas de
autoempleo?- mi rostro se iluminó... ahora tenía un chance de volver a ver a
Samantha.
No fue dificil
obtener la aprobación de las autoridades y el financiamiento, ese proyecto
dejaba buenos resultados y la participación iba en aumento, "La wera"
se encargó de avisarle a algunas de sus compañeras... incluída Samantha, quién
también llegó.
- Hola- la saludé,
trate de ser lo más neutra posible.
- ¿Leonora verdad?
No sabía que tú habías organizado estos talleres antes- respondió algo fría
- Se hace lo que
se puede, es parte de mi trabajo ¿te interesa alguno?
Miró un momento la
lista de talleres, yo miraba su cabello, sus ojos hermosos, sus labios... todo
su rostro. Ella volteó a verme y me sonrió.
- Este- dijo
señalando uno de la lista, era panadería. - Mi madre hacía pan, siempre quise
tener una panadería... y bueno, terminé en esto.
- Pero puedes
dejarlo- dije ingenua
- Se te hace
fácil, tienes la vida resuelta, seguro hasta estás casada y tienes hijos.
La miré por un
momento... - No tengo hijos, no puedo tenerlos y mi pareja no se quiere
embarazar.
Me miró un poco
asombrada, después sonrió... - Ya ves, hasta casada eres y eso que eres
lesbiana.
Se hizo un
silencio algo incómodo, un pequeño niño llegó... ella lo abrazó, me lo
presentó, era lindo, justo cómo ella.
- Me inscribiré en
ese taller... y, espero que vengas de nuevo por aquí... eres muy agradable
LEonora- dijo, acercó al niño para que besara mi mejilla y ella besó la otra.
- Hasta entonces
Sam- dije completamente embobada...
Esa mujer, eres
hermosa y sabía que dentro de ella se escondía una belleza aún mayor, una que
yo quería sacar.
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Cap. 3
Por: - Sonia-
Una amistad se
gestó entre nosotras, quizá podía tener muchos amigos en este mundo, pero
Samantha me hacía sentir especial.
Comenzaron las
jornadas a principio de año y en 6 meses ya había mejorado muchisimo, asï que
las extendimos medio año más.
- ¿Cuánto llevas
casada Leo?
- Ya varios
años...
- ¿La amas?- me
pregunta, sonrío y no contesto - ¿Te has enamorado?- me ve directamente a los
ojos.
-No lo sé... ¿y
tú?
Mira al vacio y
sonríe... - Una vez y fue él, quien me metió a esto y me dejó un hijo- se
rié...- creo que enamorarse te genera los cambios más contundentes en tu vida,
no puede ser de otra manera, cuando el amor llega... no hay manera de evitarlo.
- ¿ Y como sabes
lo que es el amor?- le pregunto curiosa
- Cuando tú,
solamente tú... conoces el verdadero valor de la otra persona, cuando aunque
toda la gente hable las peores cosas... para ti, esa persona es la más
especial, la más hermosa... la única.
Me la quedo
viendo, tenía una manera de hechizar con sus palabras...elocuencia y pasión...
- El problema ,
Leo, es mantener esa visión y no dejarte llevar por lo que los demás piensen...
eso define el éxito del amor.
¿Mantenerlo? Miro
a Sam y sonrío... eso podría significar ella para mí... ya me había dado cuenta
de eso, la miraba de una manera que desconocía... desde la primera vez...
Tal vez, sólo tal
vez... si lograba alcanzar esa visión única... ella, podría ser mía.
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Cap. 4
Por:-Sonia-
Algo estaba entre
Samanta y yo, después de un año lo descubrí, sonrisas de complicidad, suaves
toques y besos en la mejilla que deseaban bajar a los labios.
Al terminar la
Jornada anual, hicimos una presentación y cada chica presentó lo que había
aprendido, Sam preparó pasteles y pequeños panques.
- Toma, te preparé
unos especiales de manzana con canela... me dijiste que eran tus favoritos- me
dijo y le sonreí.
- ¿Cuánto te
debo?- pregunte bromeando.
- Búscame en el
salón de panaderia cuando todo esto haya acabado- susurró...
Eso me pareció
raro, pero aun así lo hice... esperé que todos se fueran para que fuera a
cerrar los salones... ahí me esperaba Sam.
- ¿Quieres saber
cuanto es?- preguntó
Se acercó a mi
mucho, demasiado... me acorraló entre la mesa y ella... y, de la nada... me
besó, nos besamos... no sabía que hacer, asi q continue con el beso...
De esos besos que
ella me daba, pasaron a caricias nada discretas, tanto mias como suyas... algo
en mi me decía que todo eso estaba mal... algo, esperen... ¡nunca me habia
sentido tan bien!
Me recostó sobre
aquella mesa de trabajo... y entonces, ambas descubrimos que sentíamos lo
mismo... ella me desea tanto como yo a ella...
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Cap. 5
Por:-Sonia-
-Todo esto esá tan
mal, estoy casada...- susurraba mientras Sam me embriagaba con caricias y con
besos indiscretos.
Entregándonos en
aquella mesa de trabajo, eran varios de mis límites rotos en tan sólo un
momento, pero ella lo valía, su cuerpo, su esencia, sus ganas... todo en ella
era estupendo no me importaba cual era su profesión.
Después de que
terminamos, ambas nos vestimos, le dije que tenía que irme:
- No sé que me
llevó a esto Leonora, pero en verdad lo disfruté- dijo
- Sam, quiero
decirte que a mi también me gustó... me fascinó, mi cuerpo no había vibrado
así... jamás. Pero, no puedo ofrecerte nada, sabes cual es mi situación...
Ella me abrazó -
No digas nada, no lo digas por favor, quiero sentirte cerca, aunque sean sólo
breves instantes- volvió a besarme en los labios, de una manera dulce, tierna.
- ¿Sabes lo que se
dice de nosotras? "Nunca esperes un beso de una callejera", es un
cliché... no besamos a los clientes, no hace falta... yo diría que el beso de
una de nosotras es cómo una indulgencia... un placer de esos escondidos entre
la porquería...- volvió a besarme- Así que... disfrútalo.
Salió del salón y
me dejó ahí, acariciando mis labios... Fuí a mi casa, mi esposa me esperaba,
había preparado una rica cena y no me decía nada, cómo siempre.
- Hemos sido
invitadas a la cena para la recolección de fondos de la Asociación de mi madre,
es el Viernes por la noche... espero llegues temprano para ir- dijo
La miré con algo
de hastio, eso me provocaba y ahora después de lo que había pasado con Sam...
así serían las cosas, la odiaba, no la soportaba...su presencia me irritaba.
Pero, esa estúpida
carga social y moral que no me dejaba en paz, por la noche no pude dormir bien,
pensaba que realmente había hecho algo mal.
- Haberlo hecho
con... una cualquiera...- susurraba en la oscuridad de mi habitación, en el
silencio de mis palabras... en los pensamientos más prejuicios, más controlados
por lo que todo el mundo esperaba que yo fuera.
ME odiaba, era un
títere más de esa sociedad...
Cualquiera
Cap. 6
Por:-Sonia-
Faltaban 5 días
para el Viernes... días en los que vi a Samanta, después de habernos conocido
más a profundidad, confieso que me hice adicta a su cuerpo, a sus besos.
Cada salón nos
conoció, el de panadería, el de costura, el de jardinería, la dirección...
Samanta era una profesional, pues... a eso se dedicaba.
Maldigo esos
primeros encuentros, maldigo el momento en el que ví a Samanta cómo un pedazo
de carne, cómo un cuerpo que me brindaba placer... pues a eso se dedicaba.
Maldigo eso,
porque todos esos prejuicios imbéciles nublaron los sentimientos que se
comenzaron a gestar para ella... sabía que me estaba enamorando, pero me
consolaba diciendo: " No, sólo estás con una prostituta"
Sam era dificil de
leer... y me encargué de interpretarla a mi conveniencia, me convencía que ella
sólo buscaba ese placer y era conveniente para mí, pues no me cobraba.
Me volví un tanto
fría con ella... no sé si lo notaba, pero dentro de mí sólo quería limitarse al
sexo, nada más eso.
Llegó ese
Viernes... hora de cumplir mis estúpidos compromisos, de ponerme el disfraz de
la abogada-esposa perfecta, hora de mostrar toda mi hipocresía.
Llegamos y salude
a mi detestable suegra, quién obviamente me adoraba y se deshacía en
atenciones... y ahí fue cuando encontré a una vieja rival:
- LEonora querida
¿cómo estás? Hace años que no te veo- su chillante voz resonó en mis tímpanos.
- Ximena...
¿regresaste ya de España?- pregunté sin ganas
- Así es, ahora
soy Senadora... pero vamos, cuéntame de que va tu trabajo... supe que estás
trabajando con sexo servidoras...
- Se les llama
trabajadoras sexuales y en realidad me enfoqué en Jornadas de trabajo para
zonas marginales. Pero bueno, si nos disculpas... vamos a sentarnos.
- Las acompaño
queridas, tu esposa sigue igual de hermosa que antes... es una pena que te
hubiera escogido.- dijo y sonrió.
Así es, Ximena era
la ex novia de mi esposa... así que se convirtió en una especie de rival, me
alegró saber que se había ido a España durante todos estos años, pero...
saberla de regreso me desconcertó.
Se sentó en
nuestra mesa y no dejó de hablar con mi esposa... me levanté y fui al bar, tomé
el celular... le llamé a Samanta.
- ¿Hola?-
- Sólo quería
escucharte... quería decirte que... es entre tus brazos donde quisiera estar.
- Te apuesto a que
no quisieras estar entre mis brazos ahora... además, tienes buena comida gratis
y mucho alcohol. Disfruta Leo, tengo que irme a trabajar. Beso.
Y colgó... así era
Samanta...
- Te aconsejo que
sigas así... sin involucrarte- Ximena me había seguido hasta el bar - Así pasa
siempre, encontramos a una muchachita con quien pasar un buen rato y la
botamos, con esas... es aún más fácil, no tienen apego, son mujeres frías pero
¡en la cama! son unas fieras... seguro debes saberlo.
- Con permiso-
dije algo ofendida, me tomó de la manga.
- Tengo un
proyecto para tí... mucho dinero, prestigio para ambas... sé que te interesará.
Es sobre trata de persona.
La miré algo
sorprendida, jamás pensé que me dijera eso.
- Sabes que esos
temas son intocables- respondí
- Pues a ti y a mi
nos garantizan seguridad total, además de un presupuesto indesdeñable, piénsalo
Leonora... podrías ayudar a esas mujeres y... hacerte de un buen dinero. Si te
interesa, te espero en mi oficina el próximo Lunes a primera hora.
Tomé mi vaso y
salí... estaba algo sorprendida, esa era una oportunidad única... podría
derrocar algunas redes y brindarles una libertad a muchas chicas... y tal vez,
sólo tal vez... Sam podría dejar eso... y yo, ¿podría estar con ella?
Cualquiera
Cap. 7
Por:-Sonia-
- ¿La trata
existe?- le pregunté al día siguiente a mi vieja amiga, "LA wera"
- Claro que sí
¿acaso crees que muchas andarían por mero gusto? Está pesado eso... una vez que
entras, es bien difícil salir.
- ¿Sam está
dentro?- le pregunto nerviosa.
La wera me mira,
me sonríe cómo compadeciéndome: - Sí y no-
- Háblame claro-
le digo
- Hace tiempo dejó
de hacer por obligación a un patrón... ahora lo hace por necesidad... pero
bueno, es difícil salirte cuando, tu patrón es padre de tu hijo.
- ¿El padre dle
hijo de Sam es el lider de los tratantes?- digo asombrada
- Así es y uno de
los nexos más importantes con una red de trata bien importante... no te metas
en esos asuntos mi Lic, vas a salir bien raspada.... No te metas con Sam, es
peligrosa.
La miro sonriendo
y la abrazo.
El Lunes a primera
hora estaba en la oficina de Ximena.
- Estoy dentro...
¿qué es lo que vamos a hacer?-
- NEcesitamos
informantes... pero que sean pesadas, piezas fundamentales en la red, te
sugiero que sigas con las Jornadas por un año más y vayas localizando las
piezas... en base a eso iremos formando nuestro plan de acción, el proyecto ya
está, los recursos también. DEbemos de armarla en grande ¡Eh!
Trabajando con mi
ex rival... para derrocar a mi otro ex rival.
Pero tal vez, eso
ayudaría a Samanta... sólo por ella.
Por la tarde se
convocó a las antiguas alumnas a una reunión, les hablé de que las Jornadas se
abrirían de nuevo, pero esta vez les ayudaríamos en terminar la escolaridad que
habían dejado trunca y brindarles herramientas cómo nuevos idiomas o nuevas
tecnologías.
- ¿Así qué estarás
otro año por acá?- preguntó Sam mientras me tomaba de la cintura.
- ASí es-
- Que bien...
además, el salón de panadería siempre estará disponible.- dije pícaramente.
Y... nos volvimos
a meter en ese salón. Samanta me volvía loca, si ella me hubiera pedido
cualquier cosa mientras teníamos ese sexo tan placentero... se lo hubiera
concedido.
Las nuevas
Jornadas empezarían en unas semanas, los detalles se estaban afinados y
aprovechando la soledad de los salones, Samanata y yo... invadíamos esos
rincones, con lujuria, con placer... con nuestros cuerpos desnudos
disfrutándose una y otra vez.
Cualquiera
Cap. 8
Por:-Sonia-
¿Artes? Así es...
esa mañana esa palabra me dió una bofetada, al parecer Ximena le había dado un
pequeño trabajo a mi esposa para que fuera la profesora de artes.
¿Trabajar con
ella? No, no, no... ¿tenerla junto a Sam? Esa Ximena quería joderme en grande y
estaba a punto de lograrlo.
El primer día de
las Jornadas llegó, cuando finalizó la ceremonia... Sam se acercó a mi, yo
estaba con mi esposa.
- Hola Leonora
¿quién es?- preguntó curiosa
- Es mi ... esposa...-
respondí titubeando
- ¿Te llama
Leonora? ¿Te conoce?- preguntó mi esposa
- Ella es
Samanta... es... es-
- Una amiga-
interrumpió Sam- mucho gusto, ella habla mucho de tí.
- De usted, ya que
seré su profesora, creo que lo correcto no es tutearnos y con permiso, tengo
que atender otro compromiso- me dió un beso en los labios y se fue.
- ¿Cómo la
soportas? ¿Eres igual que ella?- me preguntó Sam
- No lo sé, dimelo
tú - respondí
Ella me miró y
alborotó mi cabello- Para mi eres muy especial Leo-
No pude decir
nada, estaba tan enmimismada... tan casada con ideas estúpids sobre moral y
ética... buenas constumbres y depender de lo que la demás gente dijera de mí.
Tenía un puesto importante... una reputación que debía mantener.
Y así, de la nada...
Sam tomó mi mano, volteó a verme y me sonrojé, lo sentí, era algo tan
extraño... sentirla así.
Samanta, si tan
sólo... las dos estuvieramos en diferentes lugares... en distintas profesiones.
Samanta, si tan
sólo no fueramos tan distintas. Yo... yo... le gritaría a todo el mundo que
estpy enamorada de tí.
Cualquiera
Cap. 9
Por: -Sonia-
Con mi esposa
trabajando en el mismo lugar que yo, a veces era complicado tener una de
nuestras interesantes sesiones con Sam, más no era imposible.
ME hacía adicta a
Samanta, a sus besos, caricias... a su presencia que alegraba cada uno de mis
días, ya no sólo era sexo, a veces sólo nos veíamos en un salón vacío a
besarnos, abrazarnos...
Así era todo con
Samanta, no sabía cómo nombrarlo, no sabía como reaccionar, dentro de mi...
sabía que estaba enamorada de ella, pero no podía externárselo.
Así pasaron unos 2
meses, aquella tarde, comí en casa con mi esposa, no había clases y nos tomamos
un descanso.
- ¿No saldrás
hoy?- preguntó curiosa
- No, tengo pendientes
de trabajo que prefiero hacer aquí- respondí algo fría
- Pensé que verías
a Samanta, debería de aprovechar hoy que es tu día libre... aunque quizá ella
no tenga días libres, ya sabes... - y sonrió de una manera burlona
- No sé a que te
refieres.
- Leonora, no me
subestimes, querida... Te conozco, y mucho, sé lo que tienes con Samanta,
inclusive desde antes de verlas en aquel salón de panadería. Nunca ví en tí
tanta pasión cómo con ella.
Me quedé fría y la
miré, no se notaba enojada, su rostro no expresaba ninguna cosa... hasta que
otra sonrisa burlona se dibujo:
- ¿Ves esto?- dijo
mostrando su anillo de bodas- Por esto mismo no me preocupo, yo soy tu esposa y
eso nadie lo cambiará... Ella, es una cualquiera y la estás tratando cómo tal...
cuando te aburras de ella, la botarás. Para eso sirve ella....
- Cállate- le
grité y me levanté de la mesa, tomé mi bolsa y salí... sólo había un lugar
donde podría ir. Toqué la puerta, Samanta abrió.
- Mi esposa lo
sabe todo- le dije algo preocupada.
- ¿Qué haremos?-
me respondió
La miré y acaricié
su rostro, la besé en la mejilla, en las manos, ella era tan hermosa:
- No más sexo
Samanta- dije decidida
- No entiendo-
dice algo confundida
Entonces la beso,
la beso de una manera dulce, cálida... la beso y quiero que interprete ese beso
cómo lo que es, una declaración de amor... una entrega de mis sentimientos más
tiernos, puros.
- Quiero que no
nos una sólo el sexo, quiero que... tengamos algo más, te quiero Samanta- le
susurro aún con su rostro en mis manos.
Ambas sonreímos y
le propongo que vayamos a comer, junto con su pequeño hijo.
Aquella tarde fue
por mucho, la mejor que había pasado en muchos años, me sentía con una familia,
un hijo hermoso y lleno de vida y una esposa que me amaba...
Ese era mi sueño,
desde que yo era pequeña... esa, era la vida que anhelaba, los sueños que me
fortalecían. ¿En qué momento me había perdido tanto de ese ideal?
Cualquiera
Cap. 10
Por: -Sonia-
¿Qué tipo de
relación llevaba con Sam? Clandestina, era la mejor manera de describirla.
Si bien durante
clases nos tratábamos normal, cómo amigas, solía pasar con ella casi todo mi
tiempo libre, a veces me quedaba en su casa y salíamos nosotras y su hijo.
Empecé a faltar en
casa, mi esposa no me decía nada, ya ni siquiera dormíamos juntas, pero...
seguíamos casadas y en mis planes no estaba cambiar eso.
Pasaron 6 meses de
la Jornada y me reuní con Ximena para platicar del proyecto, no tenía ningún
avance, las chicas no querían hablar.
- El nexo más
importante que tengo, es una chica que tiene un hijo con uno de los tratantes-
respondí
- ¿La que te estás
tirando? Debes involucrarla, no pierdes nada... callejeras cómo ella, hay
muchas. Piensa en el proyecto, Leonora-
No respondo nada,
no sé que decir... cualquier muestra de afecto hacía Sam, me costaría caro.
- Trataré, haré
que ella de algunas declaraciones y convenceré a las otras chicas- me levantó y
casi salgo.
- No pierdas la
cabeza por ella, es una callejera, se sigue dedicando a venderse en las
esquinas... en cambio tú, eres una prestigiosa abogada, si todo sale bien con
este proyecto, tu carrera se remontará a lugares más elevados. Piénsalo,
¿quieres perderlo todo por esa cualquiera?
No respondo y
salgo de la oficina, voy al estacionamiento, subo ami auto y me suelto a
llorar... ¿Ximena tenía razón? ¿Estaba perdiendo todo por un nada? Al final...
Samanta nunca dejaría su profesión.
Arranco el auto y
me voy a casa de Samanta, ahí está... arreglándose para el trabajo.
- ¿Qué haces?-
pregunto algo molesta
- Debo de
trabajar... ya he faltado bastante- responde
- No quiero que
trabajes más, quiero que lo dejes.
- No puedo Leo,
sabes que no.
- Si quieres,
puedes.
- Las cosas no son
así LEonora, yo... debo cuentas a alguien y si ese alguien no me ve en la
esquina...habría consecuencias- mientras dice eso, acaricia el rostro de su
hijo, está dormido.
- Pues entonces...
dime quién es ese alguien y puedo sacarlo de aquí-
- Es poderoso, no
quiero involucrarte- responde, me acerco a ella y la beso
- ¿No crees que
estoy lo suficientemente involucrada contigo? Te quiero Samanta, te quiero
demasiado que no quiero que te pase algo, deja las calles... ven conmigo,
podemos ser felices. Denuncia a ese tipo y serás libre, al fin.
Me mira y vuelve a
besarme, esa mirada la desconocía en Samanta, es tierna... dulce, ingenua, es
la mirada de inocencia que guardaba dentro de sí. Toma su bolso y sale, me dice
que me lleve al niño a casa de la Wera, en realidad, lo llevo a mi casa.
Mi esposa no está
y no me interesa, el pequeño duerme junto a mí, se parece a Samanta, es
hermoso...
- Eres cómo el
hijo que nunca tuve- le digo y beso su mejilla, duerme plácidamente.
Cierro los ojos,
pienso en Samanta... ¿qué es lo que haría ahora?
Cualquiera
Cap. 11
Por: -Sonia-
La Ciudad nunca
duerme, en realidad sons sus habitantes los que sí.
En esa zona
específica de la Ciudad, van algunos de los habitantes que no duermen, que
buscan no dormir ... y si lo hacen, quieren hacerlo acompañados.
Paradas en una
esquina están unas ofertantes de caricias, de besos, alquilan noches de pasión,
horas de sudor y de excitación... a cambio de dinero, te prestan su cuerpo.
En la misma
esquina donde ha estado los últimos 8 años, está Samanta... ella es una chica
como cualquier otra, esta noche luce una minifalda negra y una blusa escotada
del mismo tono, tiene un largo cabello negro chino, esta noche ha estado
tranquila, muchos se le han acercado pero se van sin concretar nada.
En realidad a ella
ya no le interesa si tiene o no suerte en el trabajo, una dicha particular la
ha llenado últimamente y sus ilusiones se han inflamado, ahora es alguien
nueva, tiene una nueva actitud en la vida y por primera vez considera el hecho
de dejar de andar en las esquinas.
Un auto muy
elegante se acerca a ella, la ventana de atrás se abre y reconoce un rostro
familiar, le pide que suba y así lo hace.
- ¿Qué hace usted
aquí?- pregunta algo preocupada
- Quiero
alquilarte por unas horas, para hablar... ¿cuál es tu precio?- le dice
Samanta se siente
ofendida y quiere salir del auto...
- Quiero hablarte
de Leonora- le dice aquella persona - de mi esposa.
Así es, se trata
de la esposa de la nueva ilusión de Samanta, se sienta y no dice nada, deja que
la otra hable.
- Samanta, tú eres
muy linda y también realista ¿crees que mi esposa te ama?-
Samanta no
responde, esas palabras duras no la harán dudar de sus verdaderos sentimientos.
- Responde, ¿te
ama? ¿la amas? ¿qué planes tienes juntas? Porque a mi ni de broma me ha pedido
el divorcio.
- Yo... la quiero
y ella a mí, no tenemos planes, las cosas sólo surgen.
- Claro, claro,
claro... ¡Ay Samanta! Pensé que serías un poco más astuta.... ¿sabes del
proyecto que tiene mi esposa sobre trata de personas?-
Samanta de nuevo
no responde, pero esta vez presta mucha atención... eso es algo que ella no
sabía, Leonora no se lo había comentado.
- Así es, Leonora
busca mujeres...cómo tú, que testifiquen contra tratantes de blancas, los
encarcelan, las liberan y todos son felices. Claro, ella más, le aseguran un
puesto importante, más dinero, fama y todas esas cosas que... seguro desconoces
o no podrías soportar.
Samanta se siente
ofendida, pero... sabes que es la verdad, jamás tendrá la clase ni la educación
que tiene la mujer con la que está sentada.
- ¿Y sabes cuál es
la mejor parte? Que si ella gana ese proyecto, jamás dejará a su esposa...
mucho menos por una... callejera. En este mundo todas son apariencias y, seamos
sinceras, ¿quién muestra mayor clase? ¿tú o yo? Admito que Leonora busca en tí
lo que yo hace años le dejé de dar... pero, sólo es eso. Cuando lo obtenga y se
harté, te botará. Te lo puedo apostar.
Samanta ahora
siente que se marea y le pide que la regrese al lugar donde la recogió. Así lo
hace esa mujer.
- Piénsalo
Samanta, piensa que es lo que quieres y que es lo que verdaderamente obtendrás.
Samanta ahí se
queda, triste, quiere llorar... pero las calles no perdonan la debilidad, un
auto se acerca, un hombre le rpegunta el precio y al parecer llegan a un
acuerdo.
Samanta sube al
auto de aquél hombre, quiere olvidar el trago amargo que acaba de vivir, cierra
la puerta y comienza a trabajar... Ahí van sus ilusiones, en gemidos fingidos,
sudor chocante... caricias que la asquean...
Pero, eso es lo
que ella es... al menos, de eso se convence.
Cualquiera
Cap. 12
Por: -Sonia-
Pasan otro par de
meses, notaba a Samanta un poco distante, alejada... ¡qué ganas de darle toda
mi calidez!
Era un Domingo
cualquiera, su hijo estaba con La Wera y Sam y yo, estábamos en su casa, en su
cuarto, en la cama de ella, donde nos habíamos compartido tantas veces más.
- Leonora, quiero
preguntarte algo- me dice
Aún desnudas,
envueltas en una sábana, acaricio su cabeza y beso su frente...
- ¿Dejarías a tu
esposa por mí?- pregunta muy segura
No sé que decir,
cierro los ojos y sólo digo: - Es complicado-
Se hace un
silencio incómodo entre ambas... ella se levanta y me mira.
- ¿Cómo puedo dar
mi declaración para lo de tu proyecto? Quiero testificar- dice
- Sam, no tienes
que...
Me besa y no me
deja continuar hablando... Se acerca a mi oído y me susurra...
- ¿Recuerdas lo
que te dije del amor? Bueno, a mi todos me dicen que me dejarás y he decidido
no escucharlos, he decidido arriesgarme y escucharme... ¿sabes lo que escucho?
que te amo y que sé, que tú me amas... es raro, nunca me había sentido así,
pero es contigo con quien quiero estar, LEonora.
No sé que decirle,
más bien sí... quería decirle que eso mismo sentía, que aunque todos me dijeran
que ella era sól una cualquiera... yo la amaba, la amaba más que a nadie en
este mundo, nunca me había sentido así, nunca lo haría más... con ella es con
quien quería estar. Pero, no se lo digo... sólo la abrazo fuerte y la beso.
- Samanta- le susurro
y vuelvo a besarla, acaricio su rostro...
- Leonora- sonríe
y me besa, bajando suavemente la sábana por su cuerpo, mostrándomelo... ese
cuerpo hermoso, adictivo.
Se pone sobre de
mí y me toma de las manos, no quiere que me mueva mientras ella recorre mi
cuello hasta llegar a mis hombros, mientras con sus labios baja hasta llegar a
mis senos, sin reservas los prueba, los muerde... los saborea y me quedo
indefensa ante lo que ella quiere, ante lo que ella desea....
Suaves gemidos
salen de mi boca ante este primer acercamiento de su cuerpo al mío, mi piel se
eriza con el contacto de la suya, esta sobre de mí, besándome, recorriendo con
su lengua mi torso... me suelta las manos, mientras ella baja lentamento por mi
abdomen, esa lentitud me hace enloquecer, sabemos lo uqe va a pasar ¿porqué no
apresurlarlo?
Baja, baja... su
mirada se posa en aquel lugar que la invita a probarlo, estoy muy húmeda, su
sola presencia me pone así... me invade de repente y tiene que hacer algo al
respecto, lo hace... baja su lengua hasta ese botón que parece borrar el
entorno y me hace concentrarme en ella, en sus ojos mirándome desde abajo...
mis manos acarician su cabello, lo acomodan para mirar su rostro, la mirada de
satisfacción que me regala.
Ahora es su lengua
la que en la incipiente búsqueda de devorar esa humedad, la propicia, la
aumenta en cada uno de esos movimientos, no puedo más con ese placer, acaricio
su cabello y restriego un poco su cabeza hacía mí, quiero que... me devore por
completo, quiero saciar la sed que tiene con el néctar que estaba a punto de
liberar mi cuerpo excitado.
Gimo más fuerte,
grito... ahora son sus dedos los que me buscan por dentro, me embisten ante una
excitación que parece no tener final... pero ella y yo sabemos que si lo hay,
es lo que buscamos, aquél final que es sólo el principio de el clímax. Lo
siento, se adueña de mi ser, siento espasmos en aquella zona donde ella,
extranjera, visita. Siento mis extremidades entumecerse, mis labios superiores se
secan ante la humedad de aquellos inferiores.
No puedo
resistirlo más, no debo... me libero en ella, noto su mirada, está
complacida... pero, la más complacida soy yo.
Así pasamos esa
noche, sintiéndonos y teniendo más y más clímax... me encantaba llenarme de su
esencia, de su ser... la amaba, de eso no había duda.
Pero, qué lástima
que no pudiera decírselo...
Cualquiera
Cap. 13
Por: -Sonia-
Recuerdo esa
tarde, acompañé a Samanta a la estación, para que dijera todo lo que sabía...
"Cuando lo conocí,
yo tenía 15 años... no sabía en realidad lo que era la vida, él iba a visitar
la panadería de mi mamá, me regalaba cosas... nos besamos algunas veces, pero
él siempre me respetó.
Cuando tenía 16
años, me escapé de mi casa con él, estaba ilusionada, me sentía invencible y
creía que con amor todo lo lograría.
Así pasaron 2
años, fuimos muy felices y yo llegué a amarlo en verdad... pero, él comenzó a
involucrarse en otros negocios, comenzó a frecuentar bares y lugares
clandestinos, quizá siempre lo había hecho, pero nunca lo noté... hasta que, un
día, llegó muy borracho con algunos de sus amigos y... me obligó a estar con
ellos.
Así fue durante
varias noches, él dinero no alcanzaba en casa y tenía que trabajar para
mantenerme, intenté escapar varias veces, pero no tenía donde ir, después de
eso...me llevaba a bares, donde me ofrecía y así terminé siendo una más de las
suyas.
De los bares a las
calles no hay mucha distancia, así fue cómo comencé a estar en las esquinas, él
me cuidaba, ahora él se encargaba de mi seguridad y de la mayoría d elas chicas
de ahí, seguíamos viviendo juntos. Dos años después, terminé embarazada.
Durante mi
embarazo fue cuando me di cuenta de lo que él era, supe de las chicas que
engañaban para venderlas, de las chicas que tenía amarradas y encerradas contra
su voluntad, algunas las torturaban, las violaban e incluso las mataban.
Horrorizada le
dije que quería irme, que ahora que teníamos un hijo debía irme... él me dejó
ir, viví un tiempo sola, pero nunca encontré un trabajo, así que regresé a las
calles... él seguía cuidándome y mantiene a mi hijo, aunque nunca lo ha visto.
Puedo decirle que
es bueno, pero la verdad es que no, muchas chicas están bajo su poder, las
maltrata...las vende... así cómo lo hizo conmigo...
Creo que el único
delito que cometí, fue enamorarme de la persona equivocada..."
Ese fue el
testimonio de Samanta, sentí un nudo en la garganta, ahora entendía muchas
cosas de ella, seguido de eso... mencionó el nombre de lugares donde aquel tipo
trabajaba, mencionó nombrs de chicas que trabajaban para él y podían ratificar
ese testimonio.
El pryecto se iba
consolidando.
Salimos de aquel
Juzgado y la llevé a comer:
- No me gusta
recordar eso ¿sabes?- me dijo
- Lo lamento
Samanta... eres muy valiente- le dije y besé su mano.
- Tú me das la
fuerza que se necesita, gracias Leonora, ahora veo el mundo distinto... te amo-
me sonríe
Samanta, si tan
sólo supieras que ... la valentía que a ti te sobra, a mi me falta, me falta
valentía para dejar todo mi trabajo y familia atrás... yser feliz contigo, mi
amor... Pero, ahroa más que nunca, necesitaba mantenerme en el lugar correcto,
el proyecto iba viento en popa.
Tal vez,
después...
Cualquiera
Cap. 14
Por: -Sonia-
Después de que
Samanta testificó, juntar el testimonio de las otras chicas fue tarea dificil,
pero, ella mismo se reunió con cada una de ellas para invitarlas.
- ¿No quieren
dejar de hacer esto? O mejor aún ¿no quieren hacerlo para ustedes? Sin que le
tengan que pagar a un parásito que vive de las regalías de su cuerpo?-
Muchas se
mostraban dispuestas, otras no... parte del proyecto era brindarles la atención
médica, psicológica y legal que pudieran necesitar, así lo hicimos, ahora eran
más de 60 los testimonios que habíamos recolectado.
- Te estás
metiendo en terreno peligroso mi Lic- me dijo aquella tarde la Wera
- ¿A qué te
refieres?
- Ya todos saben
lo que estás haciendo... también yo sé que tú estás bien protegida, pero ¿y las
muchachas? Me llevaré al hijo de la Sam, voy al pueblo de mi mamá... las cosas
se ponen densas y es mejor prevenir... cuídate, pero sobre todo, cuida a la
Samanta, está dando su vida por tí.
Abrazo a la Wera,
Samanta le había dejado que se llevara a su hijo por unos meses, en lo que las
cosas se calmaban, no quería que pasara ningún peligro.
Samanta dejó las
esquinas, le alquilé un nuevo departamento, en realidad ahí vivíamos las dos,
aunque a veces... tenía que quedarme en casa, Samanta comenzó con un pequeño
negocio de pasteles y repostería.
Le sugerí que se
hiciera promoción entre mis amigas y amigos, algunos la recibieron muy bien...
pero también, la rechazaron.
¿La razón? Mi
"flamante" esposa, habló con ellos y les dijo a lo que se dedicaba
Samanta antes.
- ¿No van a querer
un pastel hecho por una callejara, verdad? ¡Vayan ustedes a saber donde metió
esas manos!- esas fueron las palabras exactas que usó.
Pero... aún así,
Samanta no se desanimaba, seguía vendiendo y haciendo esos pasteles que le
quedaban deliciosos.
Las Jornadas al
fin terminaron y logramos 110 testimonios sobre trata, eso era lo
suficientemente grande para presentar.
Ahora se venía lo
mejor, redactar todo el proyecto finalizado...
Cualquiera
Cap. 15
Por: -Sonia-
Redactar el proyecto no se veía dificil, olvidé la parte en la que trabajaba con Ximena... lo que significaba, pasar mucho tiempo con ella, en su oficina, soportando su odiosa cara.
Mi ilusión era que Samanta dejara de trabajar en eso, que pudiera poner un negocio propio y no se viera inmersa en eso nunca más, quizá... después, ella y yo podríamos estar juntas. Eso es lo que quería, estar con ella.
Redactamos el proyecto y ahora le tocaba a Ximena presentarlo ante sus compañero diputados y llegar a una media, en la cual se ejecutara una acción.
Así que, sólo restaba esperar.
Aquellos días viviendo con Samanta, eran los mejores, cómo ya no tenía trabajo, me la pasaba con ella... amándola cada día más.
¿Mi esposa? Bueno, ella realmente no figuraba en mi panorama, no ahora... cuando la felicidad embargaba cada uno de mis sentidos y Samanta era quién lo producía.
Samanta, Sam, su sólo nombre me hacía temblar ¡imaginen cuan enamorada estaba!
Así que, decidí adelantar una Luna de Miel, de improviso ella y yo fuimos a visitar a su hijo, en casa de la mamá de la Wera, era un pueblo cercano a la playa, planeamos quedarnos ahí cerca de un mes.
Fuí a mi casa y tomé mis maletas:
- ¿ Te vas con ella?- preguntó mi esposa
- Regreso en un mes- respondí - quizá quieras irte.
- ¿Bromeas? Me quedaré, me quedaré aquí hasta que te canses... el gusto con esa no te durará tanto- dijo y me di la media vuelta.
Tomamos el avión Sam y yo... nos dirigimos a ver a su hijo y a relajarnos de la tensión que nos había embargado ese año.
Samanta, la playa, un paisaje encantador ¿qué más podía pedir? Si esa no era felicidad... no sé lo que sería.
Esa noche, mirando la Luna desde la hamaca donde ambas yacíamos desnudas lo decidí: pediría el divorcio y perseguiría mi verdadera felicidad.
Pero obviamente, sería una sorpresa para Samanta.
Cap. 15
Por: -Sonia-
Redactar el proyecto no se veía dificil, olvidé la parte en la que trabajaba con Ximena... lo que significaba, pasar mucho tiempo con ella, en su oficina, soportando su odiosa cara.
Mi ilusión era que Samanta dejara de trabajar en eso, que pudiera poner un negocio propio y no se viera inmersa en eso nunca más, quizá... después, ella y yo podríamos estar juntas. Eso es lo que quería, estar con ella.
Redactamos el proyecto y ahora le tocaba a Ximena presentarlo ante sus compañero diputados y llegar a una media, en la cual se ejecutara una acción.
Así que, sólo restaba esperar.
Aquellos días viviendo con Samanta, eran los mejores, cómo ya no tenía trabajo, me la pasaba con ella... amándola cada día más.
¿Mi esposa? Bueno, ella realmente no figuraba en mi panorama, no ahora... cuando la felicidad embargaba cada uno de mis sentidos y Samanta era quién lo producía.
Samanta, Sam, su sólo nombre me hacía temblar ¡imaginen cuan enamorada estaba!
Así que, decidí adelantar una Luna de Miel, de improviso ella y yo fuimos a visitar a su hijo, en casa de la mamá de la Wera, era un pueblo cercano a la playa, planeamos quedarnos ahí cerca de un mes.
Fuí a mi casa y tomé mis maletas:
- ¿ Te vas con ella?- preguntó mi esposa
- Regreso en un mes- respondí - quizá quieras irte.
- ¿Bromeas? Me quedaré, me quedaré aquí hasta que te canses... el gusto con esa no te durará tanto- dijo y me di la media vuelta.
Tomamos el avión Sam y yo... nos dirigimos a ver a su hijo y a relajarnos de la tensión que nos había embargado ese año.
Samanta, la playa, un paisaje encantador ¿qué más podía pedir? Si esa no era felicidad... no sé lo que sería.
Esa noche, mirando la Luna desde la hamaca donde ambas yacíamos desnudas lo decidí: pediría el divorcio y perseguiría mi verdadera felicidad.
Pero obviamente, sería una sorpresa para Samanta.
Cualquiera
Cap. 16
Por: -Sonia-
Aquel paisaje paradiasico, me resultó el mejor que pude haber tenido en toda mi vida, nunca había tenido unas vaciones así de encantadoras, quizá porque ahora estaba con las personas con las que realmente quería estar.
Llevábamos cerca de 3 semanas ahí, decidimos alargar nuestra estancia... pero, recibí una llamada:
- Deja a tu callejera y regresa a la Ciudad, mañana por la noche se hace la redada para detener a los tratantes, quiero que vengas sola, LEonora- era Ximena, colgué el teléfono, Sam estaba conmigo.
- ¿Era tu esposa?- preguntó nerviosa
- No, era sobre el proyecto... mañana empiezan los operativos para detener a los tratantes. Al parecer los intereses se movieron y tenemos completo apoyo- dije con voz nerviosa - Debo irme, en cuanto esto termine... regresaré.
- Voy contigo- dijo Sam, pero se lo impedí... tomé mis maletas, la besé y me fuí.
- Regresaré por tí, para ser felices...
Llegué a la Ciudad, primero a la oficina de Ximena, me explicó toda la situación... el primero en caer sería el papá del hijo del Sam.
- Seguro querrás presenciar eso, tenemos primera fila mañana... a las 8, pasaré por tí- dijo y me fui a casa.
Estaba nerviosa, no pude dormir... miraba hacía la ventana, fumaba y la tensión acababa conmigo, no dormí nada y por la mañana sólo me angustié más.
- Estoy afuera de tu casa- era Sam, salí y la abracé, la besé
- Es peligroso, debiste quedarte allá-
- No te dejaría sola, no después de que te estás arriesgando por mí.
Nos fundimos en un abrazo, la llevo a desayunar y vamos a su casa, necesitaba de su cuerpo, de sus caricias... la necesitaba a ella.
- Samanta, hazme el amor... quiero estar entre tus brazos, quiero olvidarme de todo...- le susurro
Aquella tarde, en los brazos de Samanta, encontré mi verdadero lugar... mis verdaderas ganas de vivir, en el calor de sus labios hallé aquella temperatura en la cual mi cuerpo despertaba.
- Te amo- le susurro en el oído, ese sonido se diluye entre gemidos...pero sé que ella me ha escuchado, me ha sentido y lo ha notado.
Después de esa tarde que lucía imparable, me visto y me voy a mi casa... Ximena pasa puntual por mí y vamos a uno de los bares, hay muchos elementos de polícia.... nos mantenemos en el auto, fueron las indicaciones del capitán.
8 en punto, los elementos entran en acción, gritos, gente corriendo... disparos, aquellos minutos me parecieron eternos...pero... de repento lo veo salir, es él... esposado y custodiado por elementos de policía lo suben a una de las patrullas, Ximena arranca, saco u cigarro, le ofrezco otro.
Al fin... vería la cara de ese bastardo.
Cap. 16
Por: -Sonia-
Aquel paisaje paradiasico, me resultó el mejor que pude haber tenido en toda mi vida, nunca había tenido unas vaciones así de encantadoras, quizá porque ahora estaba con las personas con las que realmente quería estar.
Llevábamos cerca de 3 semanas ahí, decidimos alargar nuestra estancia... pero, recibí una llamada:
- Deja a tu callejera y regresa a la Ciudad, mañana por la noche se hace la redada para detener a los tratantes, quiero que vengas sola, LEonora- era Ximena, colgué el teléfono, Sam estaba conmigo.
- ¿Era tu esposa?- preguntó nerviosa
- No, era sobre el proyecto... mañana empiezan los operativos para detener a los tratantes. Al parecer los intereses se movieron y tenemos completo apoyo- dije con voz nerviosa - Debo irme, en cuanto esto termine... regresaré.
- Voy contigo- dijo Sam, pero se lo impedí... tomé mis maletas, la besé y me fuí.
- Regresaré por tí, para ser felices...
Llegué a la Ciudad, primero a la oficina de Ximena, me explicó toda la situación... el primero en caer sería el papá del hijo del Sam.
- Seguro querrás presenciar eso, tenemos primera fila mañana... a las 8, pasaré por tí- dijo y me fui a casa.
Estaba nerviosa, no pude dormir... miraba hacía la ventana, fumaba y la tensión acababa conmigo, no dormí nada y por la mañana sólo me angustié más.
- Estoy afuera de tu casa- era Sam, salí y la abracé, la besé
- Es peligroso, debiste quedarte allá-
- No te dejaría sola, no después de que te estás arriesgando por mí.
Nos fundimos en un abrazo, la llevo a desayunar y vamos a su casa, necesitaba de su cuerpo, de sus caricias... la necesitaba a ella.
- Samanta, hazme el amor... quiero estar entre tus brazos, quiero olvidarme de todo...- le susurro
Aquella tarde, en los brazos de Samanta, encontré mi verdadero lugar... mis verdaderas ganas de vivir, en el calor de sus labios hallé aquella temperatura en la cual mi cuerpo despertaba.
- Te amo- le susurro en el oído, ese sonido se diluye entre gemidos...pero sé que ella me ha escuchado, me ha sentido y lo ha notado.
Después de esa tarde que lucía imparable, me visto y me voy a mi casa... Ximena pasa puntual por mí y vamos a uno de los bares, hay muchos elementos de polícia.... nos mantenemos en el auto, fueron las indicaciones del capitán.
8 en punto, los elementos entran en acción, gritos, gente corriendo... disparos, aquellos minutos me parecieron eternos...pero... de repento lo veo salir, es él... esposado y custodiado por elementos de policía lo suben a una de las patrullas, Ximena arranca, saco u cigarro, le ofrezco otro.
Al fin... vería la cara de ese bastardo.
Cualquiera
Cap. 17
Por: -Sonia-
Llegamos al Ministerio... Ximena y yo nos presentamos y procedemos a remitir las acciones que fueron expedidas de acuerdo al proyecto.
Lo miro por primer vez, cara a cara... se sonríe:
- ¿eres las que se está tirando a Sam? Veremos cuanto te dura el gustito- exclama...
Después de esa noche, una importante red de trata fue descubierta y todos fueron encarcelados, muchas chicas quedaron libres y recibimos felicitaciones de muchas partes.
Ximena me da un sobre, es una cena de gala con el Gobernador, al parecer festejaran el éxito de las dos.
- Hagas lo que hagas, no lleves a la callejera- dice
- Se llama Samanta- le respondo
Voy al departamento, Samanta me espera y me muestra el periódico, la noticia da la vuelta al país y al mundo entero, mi nombre aparece, mi foto también.
- Me siento orgullosa de tí- me dice y me abraza
- No hubiera hecho nada sin tí, así que prepárate... mañana habrá una cena muy elegante, quiero que te veas muy linda. El chofer pasará por tí a las 10.
Ella me sonrié, nos besamos y nos vamos a dormir... esa noche hacemos el amor, la siento conmigo, la siento así... cerca, mía.
- Mi Samanta- susurro...
Al día siguiente debo preparar algunos pendientes en la oficina, después voy a casa a vestirme y arreglarme... mi esposa no está en casa.
Llamo al chofer y le doy indicaciones de que pase por Samanta en punto de las 10.
Tomo mi auto y me voy a la cena... si tan sólo hubiera sabido...
Cap. 17
Por: -Sonia-
Llegamos al Ministerio... Ximena y yo nos presentamos y procedemos a remitir las acciones que fueron expedidas de acuerdo al proyecto.
Lo miro por primer vez, cara a cara... se sonríe:
- ¿eres las que se está tirando a Sam? Veremos cuanto te dura el gustito- exclama...
Después de esa noche, una importante red de trata fue descubierta y todos fueron encarcelados, muchas chicas quedaron libres y recibimos felicitaciones de muchas partes.
Ximena me da un sobre, es una cena de gala con el Gobernador, al parecer festejaran el éxito de las dos.
- Hagas lo que hagas, no lleves a la callejera- dice
- Se llama Samanta- le respondo
Voy al departamento, Samanta me espera y me muestra el periódico, la noticia da la vuelta al país y al mundo entero, mi nombre aparece, mi foto también.
- Me siento orgullosa de tí- me dice y me abraza
- No hubiera hecho nada sin tí, así que prepárate... mañana habrá una cena muy elegante, quiero que te veas muy linda. El chofer pasará por tí a las 10.
Ella me sonrié, nos besamos y nos vamos a dormir... esa noche hacemos el amor, la siento conmigo, la siento así... cerca, mía.
- Mi Samanta- susurro...
Al día siguiente debo preparar algunos pendientes en la oficina, después voy a casa a vestirme y arreglarme... mi esposa no está en casa.
Llamo al chofer y le doy indicaciones de que pase por Samanta en punto de las 10.
Tomo mi auto y me voy a la cena... si tan sólo hubiera sabido...
Cualquiera
Cap. 18
Por: -Sonia-
Samanta se mira en el espejo, son las 9:55 pm, ya debe de bajar... el chofer seguro espera por ella.
Se mira, sus chinos se han acomodado perfectamente, caen libremente por su cabeza hasta llegar a sus hombros, el maquillaje es discreto. Sus viejas amigas estilistas hicieron un buen trabajo.
Mira su vestido, es largo y negro, no es escotado y luce elegante con una pequeña chalina en sus hombros. Samanta se siente otra, al fin no se ve en el espejo como una ... prostituta.
- Ese pasado quedó atrás- dice
Piensa en Leonora, su amante, el amor que la vida se encargó de darle en situaciones extrañs, pero es el amor más grande que ha tenido y, junto a su hijo, son las personas más puras en su vida, las que le generan esos sentimientos que había creído jamás tendría.
Se cerciora de apagar las luces y cerrar la puerta con llave, baja las escaleras y el chofer le abre la puerta amablemente.
Se sienta en el asiento de atrás y alguien la saluda:
- Buenas noches Samanta, luces linda... aunque lo callejera nadie te lo quitará por más vestidos, por más maquillaje- se escucha una risa... esa voz es de...
-¿ Qué haces aquí- pregunta Samanta
- Voy a la fiesta con mi esposa, pero tengo unos asuntos pendientes... tú...
Samanta de nuevo no dice nada, aquella mujer con toda su clase, su porte y con toda su educación la opaca, es hermosa y culta, tiene elegancia natural... y Samanta, es sólo una callejera.
- ¿En serio creiste que Leonora estaría contigo?- aquella mujer vuelve a reir y le muestra el anillo que tiene en su mano - Tengo este añillo desde hace años... ¿tú que tienes? Sólo recuerdos fugaces... ¿no lo entiendes? ¿que haría LEonora contigo? ¿Casarse? - vuelve a reir. - No era nadie Samanta, ni siquiera terminaste la escuela, tu lugar es la calle , camas de hotel y de vez en cuando ... podrías estar con Leonora. Pero, entiende... la esposa soy yo.
Samanta siente algo romperse... auqella mujer tenía razón, se suelta a llorar... Samanta comienza a creer que si historia es cómo la de la Cenicienta, aquella mujer es la madrastra malvada que quiere evitar su felicidad, arruinando su maquillaje, arruinando su vestido... el auto se detiene, la esposa de Leonora abre la puerta y le dice que se baje.
- Si Leonora en verdad te ama... dejara su elegante cena por rebajarse a tu esquina- se escucha que la puerta se cierra, el auto arranca y deja a Samanta ahí, sola... en esa esquina que durante años le sirvió de lugar de trabajo.
Toma su celular y escribe un mensaje...
"Estoy en mi esquina, aquí te esperaré para que me lleves contigo... No tardes"
Samanta mira su celular con esperanza, con impaciencia... espera una señal, mira hacía la calle, espera que un auto se acerque y su verdadero amor la saque de esa calle que ahora le es hostil.
PAsan minutos y casi una hora se ha cumplido... Un auto se acerca a ella, sonríe... al fin llegó.
El auto se estaciona frente a ella y la cara de Samanta ahora es de sorpresa...
Cap. 18
Por: -Sonia-
Samanta se mira en el espejo, son las 9:55 pm, ya debe de bajar... el chofer seguro espera por ella.
Se mira, sus chinos se han acomodado perfectamente, caen libremente por su cabeza hasta llegar a sus hombros, el maquillaje es discreto. Sus viejas amigas estilistas hicieron un buen trabajo.
Mira su vestido, es largo y negro, no es escotado y luce elegante con una pequeña chalina en sus hombros. Samanta se siente otra, al fin no se ve en el espejo como una ... prostituta.
- Ese pasado quedó atrás- dice
Piensa en Leonora, su amante, el amor que la vida se encargó de darle en situaciones extrañs, pero es el amor más grande que ha tenido y, junto a su hijo, son las personas más puras en su vida, las que le generan esos sentimientos que había creído jamás tendría.
Se cerciora de apagar las luces y cerrar la puerta con llave, baja las escaleras y el chofer le abre la puerta amablemente.
Se sienta en el asiento de atrás y alguien la saluda:
- Buenas noches Samanta, luces linda... aunque lo callejera nadie te lo quitará por más vestidos, por más maquillaje- se escucha una risa... esa voz es de...
-¿ Qué haces aquí- pregunta Samanta
- Voy a la fiesta con mi esposa, pero tengo unos asuntos pendientes... tú...
Samanta de nuevo no dice nada, aquella mujer con toda su clase, su porte y con toda su educación la opaca, es hermosa y culta, tiene elegancia natural... y Samanta, es sólo una callejera.
- ¿En serio creiste que Leonora estaría contigo?- aquella mujer vuelve a reir y le muestra el anillo que tiene en su mano - Tengo este añillo desde hace años... ¿tú que tienes? Sólo recuerdos fugaces... ¿no lo entiendes? ¿que haría LEonora contigo? ¿Casarse? - vuelve a reir. - No era nadie Samanta, ni siquiera terminaste la escuela, tu lugar es la calle , camas de hotel y de vez en cuando ... podrías estar con Leonora. Pero, entiende... la esposa soy yo.
Samanta siente algo romperse... auqella mujer tenía razón, se suelta a llorar... Samanta comienza a creer que si historia es cómo la de la Cenicienta, aquella mujer es la madrastra malvada que quiere evitar su felicidad, arruinando su maquillaje, arruinando su vestido... el auto se detiene, la esposa de Leonora abre la puerta y le dice que se baje.
- Si Leonora en verdad te ama... dejara su elegante cena por rebajarse a tu esquina- se escucha que la puerta se cierra, el auto arranca y deja a Samanta ahí, sola... en esa esquina que durante años le sirvió de lugar de trabajo.
Toma su celular y escribe un mensaje...
"Estoy en mi esquina, aquí te esperaré para que me lleves contigo... No tardes"
Samanta mira su celular con esperanza, con impaciencia... espera una señal, mira hacía la calle, espera que un auto se acerque y su verdadero amor la saque de esa calle que ahora le es hostil.
PAsan minutos y casi una hora se ha cumplido... Un auto se acerca a ella, sonríe... al fin llegó.
El auto se estaciona frente a ella y la cara de Samanta ahora es de sorpresa...
Cualquiera
Cap. FINAL
Por: -Sonia-
Miro mi reloj,
pasan de las 10... Samanta debería estar aquí, sonrio y hablo de palabras
tontas con aquellos invitados de esa farsa.
Alguien me toma
por la cintura:
- Llegaste-
susurro
- Así es amor-
ella no es Samanta, es mi esposa.
- ¿Dónde está
Samanta?- preguntó enojada.
- Olvídala y más
vale que disfrutes tu noche- me dice mientras me toma de la mano, la suelto y
voy al baño.
REviso mi celular,
tengo un mensaje de SAmanta... debo ir por ella, salgo y de nuevo mi esposa me
toma de la mano, esta vez Ximena la acompaña... junto al Gobernador, me invitan
al podio.
- Es una sorpresa-
dice el Gobernador
- PEro yo...- ni
siquiera puedo terminar la frase, soy obligada a pasar al frente de toda esa
hipocrecía, de toda esa falsedad.... Ximena habla de un proyecto que le llenó
la vida. Esas son puras mentiras.
Me toca hablar y
sigo el mismo discurso que Ximena, falso... pero bueno, sólo esa noche, después
de eso... pediría el divorcio y al fin podría vivir con Sam, en la playa... ¡Ya
hasta la casa tenía!
El gobernador se
acerca y me saluda y hace un anunció:
- Me complace
anunciarles que Leonora es ahora la encargada de la Secertaria de DErechos
Humanos-
Miro a Ximena,
levanta su copa y me sonríe... ¡Me acababan de dar el puesto que había soñado
durante toda mi vida! Mi esposa se acerca y me besa, todo el mundo me
felicita...
Y en ese
instante... me olvidé de Sam por un momento, me cegué por el egoísmo y... me
dejé llevar. Caro lo pagué.
No podía dejar la
fiesta así, esperé a que terminara y abordé mi auto, mi esposa subió... estaba
algo alcoholizada, así que antes de ir por Sam, la dejaría en casa. Trataba de
localizar a Sam, pero no contestaron.
Dejo a mi esposa,
la recuesto en la cama y junto a ella pongo un sobre donde está la demanda de
divorcio, salgo y voy por Sam, la busco en la esquina... no está, la busco en
su casa, no aparece.
¿Dónde podría
estar? Regresé a nuestro departamento y no había nadie, algo no andaba bien...
sentía algo raro, tomé una copa de vino y me senté en la sala a esperar... el
timbre sonó desesperadamente, era de abajo, hablé por el interfón y nadie
contestó. Bajé desesperada... algo, algo no iba bien.
Tumbada junto al
edificio, estaba alguien... me acerqué, no podía creerlo... era... Samanta,
creo que en ese momento mi vida se detuvo, al verla así, lastimada... golpeada,
llena de sangre. Tomé mi auto y la llevé al hospital, no reaccionaba para nada.
- Resiste- le
susurro antes de que la metan a la sala de urgencias, siento como aprieta mi
mano con la suya y la camilla se aleja....
Cualquiera
FINAL 1
Por: -Sonia-
Pasan horas, una
doctora sale a verme:
- ¿Es usted
familiar?
- Sí, soy su...
prometida- respondo
- Lo lamento,
sufrió heridas internas muy graves, al parecer fue golpeada y también hay
indicios de violación, pues tiene desgarres internos. La verdad, esta noche
será la última... puede pasar, esta un poco consciente.
No... es lo único
que mi mente repetía, a Samanta no le había pasado eso... NO... si tan sólo
yo...
Entro y la miro,
tiene la cara hinchada y su cuerpo tiene moretones, la abrazo y beso su frente,
ella me mira y sonrie...
- Te esperé-
alcanza a susurrar...
No puedo decirla
nada, todo era mi culpa, si hubiera tenido la valentía de ir por ella, de dejar
a todos e ir por ella...
- Cuida a mi
hijo...
- No hable Sam,
debes reponerte, debes estar bien para que vayamos por él.
- Te amo- veo una
lágrima correr por su mejilla y su mano se vuelve liviana..
-No- es en lo
único que pienso al verla ahí... al amor de mi vida morir junto a mí, por mi
culpa.
La abrazo hasta
quedarme dormida, alguien llega a moverme... es Ximena.
- Lo mandaron a
hacer- dice
No sé ni de que me
habla, los servicios funerarios se preparan y aprovecho mi poder para que me
sean entregados... no hubo ceremonias ni nada, sólo yo fui a incinerarla y tomé
las cenizas conmigo.
Preparé mis cosas,
mi esposa cedió al divorcio después de una jugosa oferta y... logré saber quien
había sido el responsable de todo. Lo adivinaron, fue ese bastardo... me
encargué de usar mi nuevo puesto para que obtuviera su merecido.
Fui por el hijo de
Sam, llevé las cenizas al mar y entre los dos las esparcimos... eso le hubiera
gustado. Dejé al niño con La Wera y me hice cargo de su manutención, ahora
ellos viven en la casa que había comprado para nosotras y el pequeño.
Mi nuevo puesto
era fascinante... poder y dinero... pero una increible soledad, eso fue lo que
obtuve al final.
Todos me decía que
Sam era una cualquiera, pienso que ella fue extraordinaria, se atrevió a amarme
como nunca nadie me amó.
Si hablamos de
cualquiera, la cualquiera soy yo... en esta oficina, en este puesto... en esta
vida de cualquiera, por seguir los consejos de otros cualquieras... deje ir lo
más hermoso que pude tener en esta vida, a ella... a Sam... a quien
curiosamente, le llamaban cualquiera.
Siiii... me gustó, como me han gustado todas tus historias, pero me gusta mas el final feliz :)
ResponderBorrarImaginas quien soy querida Sonia?
ResponderBorrarNo :O
BorrarVivo en un lugar lejano a Mexico, pero siempre te envio saludos desde acá ;)
ResponderBorrarme encantó... es odioso como ponen etiquetas a la gente tan fácilmente! ..
ResponderBorrarme gustan mas los finales felices, pero de nuevo Sonia, excelente historia cuando leo no las puedo dejar hasta que termina, te felicito!!
ResponderBorrartus. historias me cautivan de prencipio a fin gracias sonia
ResponderBorrarUna historia muy interesante y realista! Gracias Sonia por compartirlas con nosotras saludos...
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